La alta Edad Media, que abarca del 476 al siglo XI, se caracteriza por la ruralización de Europa, luchas entre imperios y un incremento de invasiones que cimentan el feudalismo. Durante este período, surgen importantes reinos bárbaros, el imperio bizantino florece bajo Justiniano, y el islam se expande rápidamente en un siglo. Además, las incursiones de pueblos como los vikingos, húngaros y sarracenos generan inestabilidad, mientras el imperio carolingio impulsa un renacimiento cultural en Europa.
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