Los pacientes sometidos a un tratamiento comienzan a recuperar recuerdos del momento antes de quedar dormidos. Al principio les resulta difícil asimilar los cambios ocurridos en el tiempo que estuvieron ausentes. Aunque sienten tristeza por el tiempo perdido, agradecen haber vuelto para apreciar lo importante de la vida. El médico descubre que la enfermedad de los pacientes puede deberse al Parkinson y logra curar a uno de ellos con una medicina para esa enfermedad.