La anemia durante el embarazo es una disminución de hemoglobina que incrementa el riesgo de complicaciones como mortalidad materna y bajo peso al nacer, siendo las anemias por déficit de hierro y vitaminas las más comunes. Se requiere un aporte total de hierro de 840 mg durante el embarazo, y se deben realizar controles prenatales para su diagnóstico y tratamiento. La prevención incluye educación alimentaria, suplementación y fortificación de alimentos para asegurar los niveles adecuados de hierro, folato y vitamina B12.