Los rumiantes como los bovinos, ovinos y caprinos digieren los alimentos en dos etapas, primero consumen el alimento y luego lo regurgitan y lo vuelven a masticar. El aparato digestivo de los rumiantes incluye tres preestómagos - el rumen, el retículo y el omaso - y el estómago verdadero. Los rumiantes pueden aprovechar los carbohidratos estructurales de las plantas gracias a estos preestómagos y su capacidad de rumiar.