Este documento presenta estrategias para promover la lectura entre los jóvenes desde la perspectiva de profesionales en ciencias de la información. Explica que la lectura mejora las habilidades de los individuos y las sociedades, y que los bibliotecarios deben desempeñar un papel activo en la formación de lectores a través de actividades dentro y fuera de la biblioteca. Finalmente, concluye que es necesario estar preparados para promover la lectura a través de las nuevas tecnologías.