Las organizaciones actuales deben reestructurarse en sus áreas de comunicación para fomentar la interacción efectiva entre los miembros y mejorar la competitividad. Se destaca la importancia de adaptar las estructuras organizacionales y potenciar habilidades comunicativas para generar confianza en el mercado. La comunicación organizacional contemporánea debe integrarse con otras áreas como marketing y relaciones públicas para asegurar un flujo adecuado de información y un enfoque hacia la adaptabilidad y mejora continua.