El documento analiza cómo la pandemia de COVID-19 ha acelerado cambios tecnológicos y comportamentales en la sociedad, afectando la relación de las personas con su entorno físico, social y profesional. Destaca el impacto en la salud mental, la digitalización de empresas y el uso de tecnología como herramienta vital para adaptarse a nuevas formas de interacción y consumo. Asimismo, se reflexiona sobre la necesidad de redefinir prioridades y el papel de las marcas en un contexto de transformación global.