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Curso
de
Arqueología
Bíblica
Seminario
Teológico
Jehovah
Jireh
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Recuerda los días antiguos, considera los años de las pasadas
generaciones; interroga a tu padre, y te indicará; a tus ancianos, y
ellos te dirán (Dt 32:7).
La arqueología bíblica es una parte especial de la arqueología general. El arqueólogo bíblico,
sea o no excavador, estudia los descubrimientos de las excavaciones a fin de entresacar de
ellos todos los hechos que puedan arrojar una luz directa, indirecta o incluso difusa sobre la
Biblia. Debe interesarse por la estratigrafía y la tipología, disciplinas en que se basa la
metodología de la arqueología moderna y de las que hablaremos en este capítulo. Pero su
principal interés no se refiere a los métodos, vasijas o armas en sí, sino al entendimiento y la
exposición de la Sagrada Escritura.
La arqueología recobra el pasado de pueblos y culturas anteriores a nosotros por medio del
descubrimiento, registro, estudio sistemático e interpretación de los materiales existentes que
nos dejaron. Estos materiales consisten en variados tipos de documentos escritos, objetos de
la vida cotidiana y testimonios no escritos de distintas épocas y culturas.
Abarca, por lo tanto, dos actividades: descubrimiento e interpretación. La meta de ambas es
comprender la vida y el tiempo de los individuos y comunidades de un lugar particular. En este
trabajo de descubrimiento e interpretación, la arqueología nos ofrece, por un lado, una
corroboración general del contexto histórico y cultural de la Biblia; por el otro, nos ofrece una
corroboración particular de elementos específicos narrados en la Biblia.
Casi todos los principales arqueólogos bíblicos coinciden en señalar que el propósito principal
de la arqueología no es ni demostrar, ni probar, ni defender a la Biblia y sus enseñanzas. El
objetivo es entenderla mejor. «El aporte de la arqueología al estudio de la Biblia es que arroja
luz sobre el escenario histórico y cultural en que tienen lugar los sucesos que indican la
intervención de Dios al desenvolverse sus planes para la redención del hombre». De modo
que el propósito principal de la arqueología, en los estudios bíblicos, no es confirmación sino
iluminación. El objetivo es entender la Biblia, no defenderla. La arqueología cumple en
realidad su propósito cuando amplía nuestro conocimiento del contexto histórico y cultural en
el cual un acontecimiento o relato bíblico se coloca. «La arqueología nos ha dado, ante todo,
un fuerte sentido de la realidad histórica de los sucesos y los personajes de la Biblia». La
historia, con la ayuda de la arqueología, planta sus pies en el suelo.1
La Biblia, a diferencia de las demás literaturas religiosas, aparte de las enseñanzas morales,
espirituales y litúrgicas, relata la historia de un pueblo que vivió en un tiempo y en un lugar
concreto. El hombre bíblico, a diferencia de otros hombres, había aprendido a confesar su fe
narrando lo que había sucedido a su pueblo y viendo en ello la mano de Dios. En otras
palabras: la fe fue transmitida mediante un relato histórico, y es preciso tomar en serio la
historia para comprender la fe bíblica, la cual afirma rotundamente el significado de la historia.
El investigador bíblico ha de ser un estudioso de la vida antigua, y la arqueología le ayuda a
conocer las características del pasado. Al reconstruir la historia de los tiempos bíblicos,
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Descubre la Biblia. Capitulo arqueologia biblica, pagina 63
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hallamos muchos períodos que no resultan bien conocidos por los documentos escritos
llegados hasta nosotros. Un ejemplo es el período patriarcal de la vida israelita que nos
presenta el Génesis. ¿Quiénes fueron esos hebreos? ¿Cuándo vivieron y cómo ha de
encajarse su movimiento en la historia antigua? El Génesis tan sólo insinúa las respuestas a
estas preguntas.
El material que contiene fue transmitido oralmente a lo largo de muchas generaciones antes
de ser puesto por escrito, y nos es necesario recuperar su fondo original si queremos
contestar a las preguntas del historiador. Esto sólo puede hacerse por medio de la
investigación arqueológica, cuyos resultados debemos seleccionar y emplear
cuidadosamente, pues no tenemos otros medios para introducirnos en el período en cuestión.
Naturalmente, se podría preguntar: ¿Para qué necesitamos todo este esfuerzo histórico
cuando lo que nos interesa es la Biblia? La historia y la arqueología dan testimonio de que lo
escrito en la Biblia es veraz y no una invención de algunos.
Definición
La arqueología es la ciencia que se encarga del estudio de las sociedades de la antigüedad a
partir de los restos materiales que dejaron, constituidos principalmente por objetos, artefactos,
monumentos u obras artísticas. Como tal, la palabra proviene del griego ἀρχαιολογία
(archaiología), que traduce ‗leyenda o historia antigua‘.
La arqueología nos permite conocer más acerca de la vida de pueblos o culturas
humanas ya desaparecidas, pues se encarga de buscar, reunir y analizar los objetos
materiales que produjeron, y comprender su función, significado e importancia, para, a través
de ellos, intentar reconstruir sus modos de vida, sus creencias religiosas, su organización
social, política y económica, etc. En este sentido, es una ciencia auxiliar de la Historia y
conexa a la Antropología.
La arqueología bíblica es la parte de la arqueología que se especializa en el estudio de los
restos materiales que tienen relación directa o indirecta con los relatos bíblicos, sean estos
del Antiguo (Tanaj) o del Nuevo Testamento, y con la historia y cosmogonía de las religiones
judeocristianas.
El aporte de la arqueología al estudio de la Biblia es que arroja luz sobre el escenario histórico
y cultural en que tienen lugar los sucesos que indican la intervención de Dios al desenvolverse
sus planes para la redención del hombre. De modo que el propósito principal de la
arqueología, en los estudios bíblicos, no es confirmación sino iluminación. El objetivo es
entender la Biblia, no defenderla. La arqueología cumple en realidad su propósito cuando
amplía nuestro conocimiento del contexto histórico y cultural en el cual un acontecimiento o
relato bíblico se coloca.
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¿Porque debemos estudiar arqueología?
1. La Biblia no es un libro de mitos y leyendas. No se centra en una serie de enseñanzas
morales, espirituales y litúrgicas. Es el relato de un pueblo y de personas concretas que
vivieron en momentos históricos concretos. Con relación a esto, es importante señalar
cómo la arqueología no solo corrobora el dato bíblico, sino que lo completa y lo aclara
más. Una crónica babilónica del Museo Británico no solo confirma el relato bíblico de
que Nabucodonosor tomó por primera vez Jerusalén en el 597 a.C. (2 R 24.8–17), sino
que da el día de la conquista: 16 de marzo de ese año. Por lo tanto, una de las grandes
contribuciones de la arqueología ha sido el ayudar a colocar los relatos de la historia
del pueblo de Dios en los distintos contextos históricos a los que pertenecen. Nos
ayuda a ver la historia bíblica como parte de la historia universal.
2. En relación con lo anterior, la arqueología nos ayuda a ser más cuidadosos con
nuestras afirmaciones y conclusiones al estudiar el texto bíblico. Es ya muy conocido el
ejemplo de los dos primeros capítulos del Génesis. Hasta mediados del siglo pasado la
opinión común era que el mundo fue creado 6000 o 4000 años a.C. El arzobispo inglés
Usher llegó a tal grado de certidumbre que fechó la creación del hombre en el 4004
a.C. En la actualidad, prácticamente nadie apoya esas fechas. Los estudios
contemporáneos han encontrado fósiles humanos de hace un millón de años. Las
excavaciones arqueológicas comprueban la existencia de Jericó desde 7000 a.C. Por
otro lado, los descubrimientos arqueológicos impiden que saquemos conclusiones
precipitadas en la lectura de algunos datos históricos. Por ejemplo, en Génesis 21.34 y
26.1 la referencia a los filisteos es sin duda una alusión anacrónica de esta gente, que
se estableció en la costa sur de Palestina cinco o seis siglos más tarde. En la época
patriarcal, los filisteos no habían emigrado de su lugar de origen, la isla de Creta. La
arqueología también nos ayuda a conocer el significado de palabras y expresiones que
hasta ahora habían permanecido oscuras o mal traducidas en nuestras traducciones y
versiones. Por ejemplo, en 1 Reyes 10.28 la RVR dice: «Y traían caballos y lienzos a
Salomón». Sin embargo, dice Edwin Yamauchi: El comercio de Salomón con otras
regiones ha estado oscurecido por una mala traducción en la mayoría de las versiones.
La palabra que se tradujo en nuestras versiones por «lienzos», realmente significa «de
Cilicia». Una versión más contemporánea dice así: «Los caballos de Salomón
provenían de Cilicia» (NBE).
3. La arqueología también nos ayuda a colocar a Israel (por ejemplo) en el mundo
cultural y religioso de su época. El descubrimiento de escritos de pueblos y países
vecinos y contemporáneos del Antiguo Testamento nos permiten ver cuánto compartió
o no Israel con la cultura, creencias, modos de vida y literatura de otros pueblos. Es
muy revelador considerar los varios datos ofrecidos por los descubrimientos de escritos
procedentes de la época patriarcal con relación a la adopción, el matrimonio y ciertas
prácticas religiosas. Por ejemplo, según las tablas de Nuzi, poseer los dioses
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domésticos o terafim de que habla Génesis 31.19, 30, 34, 35 era de gran importancia,
no sólo porque garantizaban una vida próspera, sino, porque aseguraban, a quien los
tuviera en su poder, la posesión de la herencia. Eso explica por qué Raquel decidió
apropiarse de los ídolos de su padre. En 2 Reyes 20.7 se habla de la cataplasma de
higos usada para curar la llaga del rey Ezequías. Entre los textos de Ugarit se ha
hallado un manual para veterinarios, y uno de los medicamentos mencionados en él es
la «cataplasma de higos viejos».
4. La arqueología no sólo ayuda a recobrar el contexto histórico general de Israel (o de la
iglesia en el Nuevo Testamento), sino también a colocar a Israel en el contexto de su
historia religiosa. Es sorprendente ver cómo hasta los relatos de milagros pueden verse
iluminados por los descubrimientos arqueológicos (por ejemplo, las diez plagas de
Egipto).
5. Los descubrimientos arqueológicos apoyan, en un buen número de casos, los datos
que ofrecen los textos bíblicos. Por ejemplo, 1 Samuel 13.19–22 dice que los israelitas
dependían de los filisteos para el uso de instrumentos de hierro. Una cuidadosa
comprobación de los yacimientos de hierro y de su entorno ha demostrado que los
primeros que utilizaron el hierro en los siglos XI y X a.C. fueron los filisteos.10 En 1
Reyes 6.36 se describe la construcción del atrio interior del templo. Este tipo de
construcción que pone una hilera de vigas de madera por cada tres hileras de piedras
labradas se empleó también en el segundo templo (Esd 6.4); las excavaciones
arqueológicas lo han encontrado en otros lugares del Próximo Oriente Antiguo.
Probablemente se trata de una forma de proteger el edificio contra los terremotos.
6. Descubrimientos como los de Ras-Shamra, Qumrán y Ebla, ofrecen no sólo
información sobre el contexto histórico, político, cultural y religioso, sino que, por la
gran cantidad de documentos escritos, se han convertido en fuente importante para los
estudios literarios y lingüísticos. Los estudios del ugarítico han demostrado ser
importantes para entender el hebreo bíblico en cuestiones de estructura lingüística,
sintaxis, problemas textuales y poesía. Qumrán ha hecho un gran aporte al ofrecernos
escritos bíblicos cuya antigüedad es mil años anterior a la de los usados para el texto
hebreo del Antiguo Testamento. Esto es esencial para la crítica textual. Los
descubrimientos de Ebla nos permiten hacer estudios comparativos de nombres
personales que hasta ahora sólo se encontraban en la Biblia. Esto permitirá refinar más
el conocimiento de la historia del Antiguo Testamento en tiempos patriarcales. El eblita
(un idioma semítico familiar del hebreo) será de gran ayuda para acercarse mejorar el
significado de 1700 palabras que sólo aparecen una vez en hebreo, y que en Ebla se
usan en profusión.
7. Los descubrimientos y los estudios continuos de ellos abren nuevas posibilidades que
refutan o apoyan viejas teorías. Tal es el caso de la ocupación de la tierra de Canaán
por parte de los israelitas. Los relatos bíblicos no permiten obtener un cuadro uniforme.
Y los resultados obtenidos por la arqueología y otras ciencias auxiliares han dado pie a
tres teorías para explicarla:
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a) La ocupación pacífica de la tierra (escuela de Alt y Noth).
b) La conquista violenta (Albright).
c) Revolución interna (Mendenhall, Gottwald, Bright).Hoy por hoy la arqueología parece
considerar más coherente la tesis de Mendenhall.
Junto con los métodos científicos desarrollados para los estudios arqueológicos, tenemos que
tomar en consideración los límites de la arqueología. Por más avances que haya en las
técnicas de fijación de fechas, siempre es grande el margen de error. Hay muchas
eventualidades que el arqueólogo no puede controlar. Por ejemplo, en la excavación de los
montículos (tells), un nivel completo de establecimiento humano se pudo haber perdido por
causa de la erosión, o porque un pueblo se fue del lugar donde existían otros pueblos, y siglos
después los descendientes retornaron.
Además, la información recabada por el arqueólogo siempre será incompleta porque ningún
sitio se excava en forma total. Razones: excavar un sitio en su totalidad exige costos
astronómicos; el arqueólogo sabe que debe dejar para la posteridad partes sin tocar (en
espera de mejores métodos); no se excava todo para evitar gastos económicos y de tiempo,
para que al final sólo se recabe información repetitiva.
Dentro de los límites de la arqueología tenemos que considerar los diferentes períodos que
toca el relato bíblico. Los descubrimientos arqueológicos han dado y pueden dar información y
luz sobre ciertos elementos dentro de la narración bíblica; sin embargo, el estudioso de la
Biblia se contentará con los datos humanamente alcanzables.
Esto se torna más problemático si se considera que mientras que la arqueología provee
información objetiva y concreta sobre un hecho o un pueblo, esta no puede ayudarnos mucho
en aquellas afirmaciones bíblicas que se hicieron, no para referirse a un suceso en forma
objetiva y directa, sino que son interpretaciones o declaraciones doctrinales sobre tal suceso.
Sobre esto, el estudioso de la Biblia debe aprender a distinguir entre una información que se
refiere a un dato corroborable por la arqueología y una declaración cuya intención no es el
dato científico, sino la alabanza, la confesión de fe o la reflexión teológica.
Todo esto señala que para recobrar o encontrar la verdad bíblica, la arqueología no está sola.
El estudiante de la Biblia necesita echar mano de otras ciencias auxiliares. En el estudio de la
Biblia es casi indispensable estar familiarizado con los diversos géneros y formas literarias.
Estos, junto con otros elementos, ayudan a descubrir cuál fue la intención del autor. Así, de
antemano, el estudiante no se acercará a la Biblia y a la arqueología temeroso de que una
contradiga a la otra. Ningún arqueólogo bíblico responsable y serio hace sus investigaciones
tratando de probar o desaprobar el mensaje bíblico.
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Génesis el comienzo
El diluvio
La Biblia nos dice que Dios juzgo a la humanidad pecadora, desatando un diluvio catlaclismico
que devasto el planeta. Si este acontecimiento tuvo lugar, tal como dijo Moisés y como
afirmaron Jesús y Pedro (Mateo 24:39; 2 Pedro 3:6), sin duda debería haber evidencia al
respecto.
La arqueología hablando en términos estrictos, se interesa por los restos que han dejado los
humanos, no por los actos de Dios. Por lo tanto, la evidencia que dejó el diluvio tiene más
interés para los geólogos que para los arqueólogos. Pero a menudo los arqueólogos
encuentran en sus excavaciones las mismas evidencias que los geólogos. Para este evento
se debe revisar el registro fósil.
En cualquier punto de los siete continentes en que excaven geólogos y arqueólogos
encuentran miles de millones de animales muertos y de plantas enterrados y fosilizados en las
rocas sedimentarias, compuestas de arena, barro y limo que fueron depositados rápidamente
por el agua. ¿Restos de miles de millones de animales dentro de las piedras? Resulta
extraño. Los animales que mueren por muerte natural se descomponen y desaparecen
rápidamente. por ejemplo: el bisonte americano. Un paleontólogo especialista en
invertebrados, Carl Dunbar señala:
Los incontables millones de cadáveres de
bisonte repartidos por las llanuras hace dos
generaciones apenas han dejado rastros
visibles. La carne se la comieron los lobos y
los buitres al cabo de horas o días después
de su muerte, e incluso los esqueletos han
desaparecido casi del todo, porque los
huesos se han disuelto y desmenuzado,
reducidos a polvo debido a las inclemencias
del tiempo
Hoy día, cuando los animales mueren sus
cadáveres quedan en tierra, y en cuestión
de meses, los carroñeros esparcen sus huesos o si no los toca nadie, empiezan a
corromperse debido al efecto de los elementos. (L. 1).
Pero a los miles de millones de creaturas que encontramos en el registro fósil les paso algo
distinto. Sus huesos están conservados, muchos de ellos intactos, con muy pocas evidencias
de descomposición. Esto ha inducido a muchos paleontólogos, geólogos y arqueólogos a
llegar a la conclusión de que tales animales murieron durante un diluvio. Sus cuerpos fueron
atrapados en el aluvión del fango, enterrados rápidamente en los sedimentos mientras estos
seguían húmedos, y luego conservados en ellos.
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Los fósiles de miles de millones de criaturas muertas recubiertas de ocas sedimentarias por
todo el mundo son un recordatorio poderoso del Diluvio descrito en el libro de Génesis.
Además de la extensa evidencia fósil, los arqueólogos han desenterrado muchos escritos
antiguos extra bíblicos que describen una inundación catastrófica. Los griegos, los hindúes,
chinos, mexicanos, hawaianos, etc. Tienen relatos sobre el diluvio. Aunque existen diferencias
entre los relatos, los paralelos entre ellos son impresionantes.
Pensemos en la lista de similitudes entre el diluvio de Noé y el relato del diluvio conocido
como la ―Épica de Gilgamesh‖, que se descubrió hace 150 años en las ruinas antiguas de una
biblioteca de Nínive en ambos relatos: (L. 1).
 El diluvio fue ordenado por un dios
 El diluvio estuvo relacionado con el hecho
de que la raza humana se aparto de
Dios/dioses.
 Se dio la noticia anticipada del diluvio a un
individuo.
 Se le ordenó que construyera un barco.
 Una tormenta provocó el diluvio.
 La familia del protagonista y los animales a
bordo del barco se salvaron.
 Todos los que no estuvieron en el barco
murieron.
 El barco encalló en la cumbre de una
montaña
 Tras el diluvio se enviaron aves para
determinar si el mundo era habitable.
 Tras el diluvio se ofrecieron sacrificios.
La tableta número 11 de la Épica Gilgamesh data del siglo VII a. de C. y fue hallada en
Nínive. Sobre ella está inscrito el relato del diluvio con algunas semejanzas
Dado que existen tantos puntos en común entre la obra de Gilgamesh y el relato bíblico, no es
difícil llegar a la conclusión de que ambos relatos hablan de un mismo acontecimiento.
Cuantos más testigos hay que cuentan una historia parecida, más probable es que la esencia
del relato sea cierta.
La arqueología en este región también ha puesto al descubierto uno de los más antiguos
relatos del diluvio. Aparece en una lista sobre un artefacto conocido como la Lista de los
Reyes Sumerios que data del año 2.170 a. de C. La inscripción dice: “El diluvio cayo
(sobre toda la tierra). Después de que hubiese caído el diluvio por toda (la
tierra) (y) cuando la monarquía descendió (de nuevo) de los cielos, la (primera)
monarquía fue la de Kish (Cush).
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Lo que resulta interesante acerca de esta afirmación es no solo que se mencione el
diluvio, sino una ciudad fundada por Cush que era el hijo de Jam, hijo de Noé. En Génesis
10:8 la Biblia afirma que Nimrod descendía de Cush. La ciudad de Kish (Cush) se
encontraba en una región muy cercana a Babilonia.
Otro artefacto de los sumerios se
encontró en Nippur (la bíblica Calne)
que afirma: “Cayó un diluvio sobre
las ciudades para destruir la
simiente de toda la humanidad....
todos los vientos de tormenta,
terriblemente poderosos atacaron
como uno solo. Al mismo tiempo,
el diluvio cayó sobre los centros de
cultura.
Durante siete días y siete noches,
el diluvio cayó sobre toda la tierra.
La enorme barca había sido
sacudida por los vientos de la tempestad sobre las grandes aguas.” (L. 1).
Pasando tan solo unas cuantas páginas en la Biblia, leemos
acerca de las primeras ciudades conocidas por el hombre
después del diluvio global de los días de Noé. Uno de los
descendientes de Noé era un hombre que se llamaba Nimrod,
cuyo reino incluía las ciudades de Babel, Erec, Acad y Calen en
la tierra de Sinar. Y Asur construyó Nínive, Rehoboth Ir, Cala y
Resen en la tierra de Asiria. (L. 1).
Las primeras ciudades se hallaban en una tierra que los historiadores modernos llaman la
antigua Mesopotamia que significa: ‗la tierra entre dos ríos,‘ que eran el Tigris y el Éufrates.
Esta tierra habría de convertirse después en el lugar donde habrían de surgir dos de los más
temidos imperios del mundo, el de Asiria y el de Babilonia, la misma tierra que actualmente se
llama Irak.2
Uno de los más asombrosos descubrimientos que salieron a la luz en Acad fue el de un sello
que posiblemente demuestre que los acadios estaban enterados de la historia de la tentación
de Adán y Eva en el Jardín del Edén. George Smith del Museo Británico, que vivió a mediados
del siglo XVIII, escribió: ―Un extraordinario e importante espécimen de antiguos símbolos en el
Museo Británico tenía dos figuras sentada una a cada lado de un árbol, extendiendo sus
manos en dirección al fruto, mientras que a espaldas de una de ellas (la de la mujer) se
encuentra tumbada una serpiente.
Sabemos muy bien que en estas primeras esculturas ninguna de estas figuras eran
dispositivos por casualidad, sino que todas ellas representaban sucesos o lo que eran
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Arqueologia biblica para creyentes, tomo 2 cap 14 pag 63
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supuestos sucesos y las figuras ... de modo que es evidente que una forma de la historia de la
Caída, semejante a la que aparece en Génesis, era conocida incluso desde los tiempos de
Babilonia.‖
Sello acadio de la Tentación Entre los años 2.300 a 2.200 a- de C.
La primera ciudad que se menciona en la Biblia como una de las que se encontraban entre
las ciudades de Nimrod es Babel y, de hecho, el nombre de la ciudad así como el del relato
de la Torre de Babel han quedado también registrados aparte de la Biblia.
Austen Henry Layard descubrió fragmentos de una tableta asiria en Nínive a mediados del
siglo XVIII que son muy parecidos al relato bíblico de la Torre de Babel. Los artefactos se
hallan actualmente en el Museo Británico (número de registro K.3657) y dice lo siguiente: ―su
corazón era malvado en contra de su padre y de todos los dioses... Babilonia fue sometida,
pequeños y grandes por igual. El fundó su lengua.... su fuerte palacio (torre) todos los
días que construyeron, poniendo totalmente fin al lugar fuerte en la noche... En su ira Su
palabra se hizo escuchar... con el fin de dispersar por doquiera fijó Su rostro y sus
consejos fueron confundidos... el los vio y la tierra ... no se detuvo ... y lloraron
amargamente en Babi(l).‖
La ciudad capital más antigua e importante de Sumer era Uruk (la bíblica Erec). El Irak de
nuestros días posiblemente derivó su nombre de esta antigua ciudad. Ha quedado constancia
de Uruk en un antiguo artefacto conocido como la ―Lista de los Reyes Sumerios‖ que también
menciona a los elamitas, los mismos elamitas que descendían de Aram, el hijo de Sem, hijo
de Noé, tal y como aparece en Génesis 10:22.
Pasado el tiempo trasladaron la capital de Sumer de Erec a Ur, la misma ciudad de la que
más adelante Abraham saldría para ir a la tierra de Canaán. La Biblia llama a esta ciudad Ur
de los Caldeos en Génesis 11:31. Una inscripción de Argistis cerca de Van verifica este título
diciendo: ―Estos son los despojos de las ciudades que obtuve del pueblo de los Khaldis
(Caldeos) en un año.‖ Un descubrimiento arqueológico fascinante en Ur es el de una torre del
templo a la que los acadios llamaban un zigurat. Esta torre, que se encontró en Ur, fue
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posteriormente reconstruida por el rey Nabónido de Babilonia que reinó entre los años 555 y
539 a. de C.
En inscripciones que se encontraron en el zigurat, Nabónido afirma que había reconstruido la
estructura, que se había enterado que había sido construida por dos reyes que vivieron hacía
1.500 años antes que él. Hay otra inscripción que también lleva el nombre bíblico de otro
príncipe babilónico conocido como Belsasar, que habría de vivir para ver las palabras escritas
por Dios en las murallas de Babilonia, tal y como se menciona en el capítulo 5 de Daniel.
Este zigurat que se parecía a los
cuatro laterales empinados de una
pirámide era probablemente similar a
la construcción de la torre bíblica de
Babel. Se han hallado además otras
torres en Mesopotamia como la de Ur
en Cala (Nimrod). Asur Acad (Sipar)
Uruk, Cush (Kish) Borsippa, Aqaqui,
Khorabad y Eridu, una ciudad cerca
de Ur.
Las inscripciones de diferentes reyes babilónicos
también han dejado constancia de la construcción de
estas torres del templo, que dicen que alcanzaban al
cielo con descripciones semejantes a las que se usan
para describir la torre de Babel en el relato de la Biblia.
Hammurabi, que gobernó casi 2.000 años antes de
Cristo, afirma: ―Restauró el templo Emeteursag... y
construyó la torre del templo... cuya cima llega tan
alto como el cielo.‖ Mucho después, en el siglo VI a. de
C. Nabucodonosor, rey de Babilonia escribió: ―Yo hice
erigir la cúspide de la Torre en etapas en Etemenanki de
modo que su parte superior rivalizase con los cielos.‖
Sabemos por lo que dicen algunas inscripciones
babilónicas que estas torres alcanzaban alturas de
hasta 300 pies.
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ÉXODO
El Antiguo testamento nos dice que una hambruna en tierra de Canaán obligo a Jacob y a su
familia a asentarse en la tierra de Egipto (Génesis 42-47), donde
fueron creciendo a lo largo de cuatro siglos y se convirtieron en
una nación de personas obligadas a elaborar ladrillos destinados
a los proyectos arquitectónicos egipcios (Éxodo 1). Los críticos
de la Biblia se quejan de que no se mencionan a los israelitas en
Egipto ni en los muros de las tumbas de los templos. Para
responder a esta objeción, Kenneth Kitchen, profesor emerito de
egiptología de la universidad de Liverpool, escribe: ―¡Por
supuesto que no! A los levantinos (Es un antiguo termino
británico que se refiere a las personas que viven en la zona
oriental del mediterráneo) en Egipto se les describía simplemente como asiáticos, sin
especificar su origen. Tales personas no tenían lugar en las escenas de los templos, a menos
que los hubieran derrotado fuera de Egipto. (L. 3).
Dado que sucedía esto, es interesante comentar que las inscripciones en
Egipto, que se remontan a la época en que los israelitas estuvieron en este
país, retratan a prisioneros extranjero, procedente de Canaán, haciendo
ladrillos de barro, mientras unos capataces armados de varas supervisan
su labor durante la construcción de un templo. Es una escena que evoca
vívidamente la tragedia que vivieron los israelitas descritos en el libo de
Éxodo.
Ladrillos hechos con paja
En el libro de éxodo leemos que el faraón dio la siguiente
orden a los capataces egipcios y a los jefes de trabajo
israelitas: ―ya no les provean paja para hacer los ladrillos.
Hagan que ellos mismos vallan a buscarla‖ (Éxodo 5:6-7). La
dificultad de esta tarea extra, unida a una aparente carestía de
paja, obligo a los judíos a repartirse por todo Egipto en busca
de hierba seca para usar como paja (Éxodo 5:12). (L. 3).
Había una razón para que la paja fuera importante. En su comentario de Éxodo, el Doctor
Bruce Wells señala que los experimentos científicos han demostrado que el uso de paja
picada en los ladrillos de adobe aumenta hasta tres veces su resistencia a la rotura.
En la década de 1920, T. Eric Peet, el arqueólogo mundialmente famoso de la universidad de
Liverpool, afirmó que este relato de Éxodo 5 era erróneo, y que manifestaba la ignorancia de
la persona que escribió el libro. ¿Por qué? Según Peet, la paja era totalmente innecesaria
para fabricar ladrillos, porque el fango del rio Nilo fragua tan bien que no es necesario añadir
material cohesivo (paja o rastrojo).
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La interpretación crítica que hace Peet de este pasaje de Éxodo se vino abajo cuando se
descubrieron en Egipto ladrillos antiguos que contenían paja. El Arqueólogo Dr. Joseph Free
escribe: He examinado muchos ladrillos de adobe que rodeaban los antiguos templos egipcios
y he detectado la presencia de paja en mucho de ellos. John Wilson el eminente egiptólogo de
la universidad de chicago, observo que la paja se usaba en buena parte de la fabricación
egipcia de ladrillos. En resumen, sería justo afirmar que el punto de vista extremo de Peet
debe modificarse, ineludiblemente, a la luz de la evidencia arqueológica.
Salida de Egipto
La biblia nos dice que Dios liberó a los israelitas de su esclavitud en Egipto y les condujo a
una tierra situada al norte que ÉL le había prometido a Abraham unos siglos antes. Los
críticos de la biblia llevan mucho tiempo manifestando su escepticismo respecto al relato del
éxodo.
Una de las objeciones que plantean los críticos, tiene que ver con la tremenda presencia
militar qué los egipcios que seguía la ruta costera del Mediterráneo hasta llegar a Canaán. Los
críticos afirman que hubiera sido imposible que los israelitas superaran tal ejército.
Los críticos dicen eso porque no tienen en cuenta un par de cosas. Primero, un ejército del
tamaño que sea, no es rival para Dios, puede que usted recuerde lo que hizo un solo ángel a
185, 000 asirios en una sola tarde (2 Reyes 19:35). Un segundo hecho que los críticos pasan
por alto es que la Biblia nos dice, concretamente, que los israelitas no siguieron la ruta del
Mediterráneo, no fuera que se echarán atrás cuando vieran a los ejércitos (Éxodo 13:17-18).
No es inusual que los críticos de la Biblia malinterpreten o no logren entender los detalles de
un relato bíblico, y luego ataque su propia mala interpretación.
Otra objeción que plantean los críticos sobre el éxodo se refiere a la falta de documentos
egipcios que mencionen la partida de los israelitas de
su territorio. Pero la ausencia documental no debe
preocuparnos. Es posible que los egipcios tuvieran un
documento escrito sobre el éxodo, pero, como dice el
egiptólogo británico Kenneth Kitchen, los voluminosos
archivos de papiros que estuvieron almacenados en
Egipto han desaparecido: En el fango del delta del Nilo,
embebido de agua, no hay un papiro que sobreviva
(mencione o no a los hebreos fugitivos) en otras
palabras, dado que los archivos oficiales del siglo XIII
procedentes de ciudades situadas en la parte este del
delta del Nilo se han perdido al cien por ciento, no
podemos esperar que contengan menciones de lo hebreos o de cualquier otro pueblo.
¿Por qué no están escritos en los gerogrifico? Estos se usaban para impresionar los dioses y
a los enemigos potenciales; sería bastante sorprendente encontrar un relato de la destrucción
del ejercito del faraón inmortalizado en los muros de un templo egipcio. En realidad, la
ausencia de evidencias materiales directa de una estancia de los israelitas en Egipto no es
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tan sorprendente o perjudicial para la credibilidad de la Biblia como podría parecer a primera
vista.
Las inscripciones faraónicas no plasman las catástrofes ni los contratiempos que
experimentaban Egipto o su realeza. Joseph Free dice: Las plagas y el éxodo de Israel fueron
una calamidad nacional, y sin duda se eliminarían cuidadosamente de los registros
monumentales. Además, cuando se registraba algo que a un régimen posterior le resultaba
poco halagüeño o de mal gusto se borraba a la primera oportunidad. Por ejemplo, después de
los hicsos fueron expulsados (por los egipcios), sus monumentos fueron destruidos. Además,
tras la muerte de Hatshepsut, Tutmosis III borró a golpes de escoplo el nombre y las
representaciones de esa reina.
Algunos cuestionan porque no hay restos de alfarería o vestigios
en el desierto del Sinaí o por el recorrido que se realizó durante el
éxodo. Cabe recordar que los israelitas vivieron como nómadas
durante el tiempo que pasaron en esa zona. Los nómadas que
viven en un entorno desértico, donde cada utensilio e instrumento
tiene un gran valor, dejan pocas huellas en el registro
arqueológico. Los campamentos de tiendas israelitas de hace
3,000 años, no dejarían mucho a sus espaldas en las arenas móviles del desierto. (L. 1).
Un exprofesor de Yale, Miller Burrows, está de acuerdo: ―De hecho, es poco razonable
esperar que encontraremos evidencias arqueológicas de su paso por allí. Para seguir la ruta
de migración de un pueblo por el desierto no podemos esperar mucha ayuda por parte de la
arqueología‖.
También debemos tener en cuenta que los egipcios apresuraban al pueblo de Israel a que
abandonaran la tierra cuanto antes, y que los israelitas fueron expulsados de Egipto con tanto
apuro que no tuvieron tiempo de preparar pan ni cualquier otro alimento (Éxodo 12:33, 39). No
previeron su desobediencia que les mantendría fuera de la tierra prometida y les acarrearía
pasar un tiempo muy prolongado en el desierto. Originalmente, los israelitas partieron de un
viaje corto a Canaán, entendiendo que Dios proveería para sus necesidades (Éxodo 3:8-12).
No era necesario que transportaran todos sus utensilios de barro tan pesados.
Ahora bien, tras admitir que las evidencias arqueológicas
del éxodo son escasas, vale la pena destacar que hay
ciertos detalles del relato bíblico que si ha corroborado la
arqueología. Por ejemplo, la BBC (British Broadcasting
Corporation) nos dice que: Según la Biblia, cuando los
hebreos salieron de Egipto, el faraón cambio de opinión y
envió 600 carros para perseguir a los esclavos fugitivos.
Esta cifra de 600 ¿podría ser una exageración bíblica? En
1997, en el yacimiento de la ciudad de Ramsés II, unos
arqueologos alemanes desenterraron los cimientos de un antiguo establo. Al final de la
excavación, habían encontrado establos suficientes como para albergar al menos 500
caballos y sus carros. (L. 1).
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En el Sinaí apenas se llevan a cabo excavaciones arqueológicas, y si la situación cambia es
muy posible que se encuentren evidencias de una migración
El pase del mar rojo
La Biblia relata las vicisitudes y penurias que pasó el pueblo de Israel para escapar de la
esclavitud en Egipto bajo la guía de Moisés, mientras el ejército y el faraón trataban
inútilmente de alcanzarlos. Uno de los episodios más conocidos, es, sin duda, el cruce del Mar
Rojo, cuando Moisés, después de levantar su bastón, abre espectacularmente las aguas y
forma con ella dos inmensos diques o murallas de agua para que los hebreos pudieran huir de
sus implacables perseguidores, quienes a bordo de sus carros tirados por caballos perecerían
irremediablemente luego que el mar comenzara a cerrarse sobre ellos.
Este extraordinario suceso es considerado por los israelitas como uno de los más importantes
de toda su historia, ya que a partir de ese momento Israel habría comenzado a existir como
pueblo. En Éxodo 14 la Biblia nos refiere textualmente que ―los egipcios, los caballos y los
carros del faraón, sus caballeros y su ejército‖ siguieron al pueblo judío que ya se había
marchado de Egipto, y les dieron alcance en el lugar donde estaban acampados junto al Mar
Rojo.
Luego que los aterrorizados israelitas vieran llegar al Faraón y su ejército, le dijeron a
continuación a Moisés: ―¿Es que no había sepulcros en Egipto, que nos has traído al desierto
a morir? ¿Qué nos has hecho con sacarnos de Egipto? ¿No es acaso mejor servir a los
egipcios que morir en el desierto?‖. Moisés entonces les respondió: ―No temáis, estad
tranquilos y veréis la victoria que os dará Jehovah, porque estos egipcios que ahora véis, ya
nunca los volveréis a ver‖.
A continuación Dios le dijo a Moisés: ―¿Por qué clamas a mí? Diles a los hijos de Israel que se
muevan. Tú alza tu cayado, extiende la mano sobre el mar, y divídelo para que los hijos de
Israel pasen por medio del mar en seco‖.
La Biblia en Éxodo 14, 19, nos cuenta entonces que ―entonces el ángel de Dios que iba
delante de las huestes de Israel se puso en movimiento y se colocó delante de ellos. Se puso
igualmente en movimiento la columna de nube, que también fue a situarse delante de ellos,
interponiéndose en el campo de los egipcios y el campo de Israel. Había sombra y oscuridad;
así pasó la noche sin que aquellos se acercaran a los israelitas. Moisés extendió después su
mano sobre el mar y Yavé, por medio de un recio viento solano, empujo al mar, dejándolo
seco y dividiendo las aguas. Los hijos de Israel penetraron en medio del mar en seco,
mientras las aguas formaban como una muralla a ambos lados. Los egipcios se lanzaron tras
ellos. Toda la caballería del faraón, sus carros y caballeros entraron tras ellos en medio del
mar. A la vigilia matutina miró Yavé desde la columna de fuego y de nube a las huestes
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egipcias y las desbarató. Frenó las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente.
Entonces los egipcios se dijeron: ―Huyamos ante Israel, porque Yavé combate por ellos contra
los egipcios‖. y Yavé dijo a Moisés: ―Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se
vuelquen sobre los egipcios, sobre sus carros y caballeros‖. Moisés extendió su mano sobre el
mar, y al amanecer volvió el mar a su estado normal, mientras los egipcios en su huida
topaban con él‖.
La Biblia, finalmente, relata que ―las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo
el ejército del faraón que había entrado en seguimiento de los hijos de Israel. No escapó ni
uno solo… Así salvó Yavé aquel día a Israel de manos de los egipcios, e Israel vio a los
egipcios muertos en la orilla del mar.‖
Las pruebas científicas del Cruce del Mar Rojo
Este milagroso suceso, que para muchos escépticos es sólo una especie de alegoría
religiosa, habría ocurrido realmente. Así al menos lo cree el arqueólogo y profesor de hebreo
antiguo Michael Rood, profesor de hebreo antiguo y arqueólogo, que usando cámaras
robóticas submarinas en el golfo de Aqaba (también conocido como ―Yam Soph‖) hizo unas
increíbles grabaciones en vídeo de los yacimientos subacuáticos históricamente identificados
como el punto de cruce donde Moisés cruzó con los israelitas, en un lugar que parece un gran
campo de batalla, pues allí fueron hallados restos de un ejército incrustado en el fondo del
mar. Allí, precisamente, se hallaron formaciones de coral que se asemejan a las ruedas de los
carros egipcios, huesos humanos y otras evidencias que menciona el Antiguo Testamento.
―Los ateos han despreciado la mera mención de este hecho y los expertos dicen que los sitios
tradicionales se equivocan. Sin embargo, hemos encontrado evidencia científica y
arqueológica que se han conservado en los corales y piedras que prueban que Moisés e
Israel sí cruzaron el Mar Rojo‖, dijo Rood, quien estimó que unos 20 mil carros fueron
destruidos ese día, según algunas formaciones de coral que se han encontrado hasta el día
de hoy, Además aseguró que se encontraron cuatro ruedas, de seis u ocho rayos, que según
los análisis habrían pertenecido a la 18 ª dinastía egipcia, es decir, se remontarían al año
1.446 A.C., cuando se cree que el Éxodo se produjo. (L. 2).
Otro equipo científico que se encontraba en el mismo Mar
Rojo buscando barcos antiguos y artefactos relacionados
con la Edad de Piedra y el comercio de la Edad del
Bronce, a 1,5 km de la costa de la ciudad moderna Ras
Gharib, también corroboró la historia bíblica, pues se
tropezaron con restos de un gran ejército egipcio del siglo
14 antes de Cristo, en una gigantesca masa de huesos
humanos ennegrecidos por los años de inmersión.
Los científicos, dirigidos por el profesor Abdel Muhammad
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Gader, de la Facultad de Arqueología de la Universidad de El Cairo, recuperaron más de 400
esqueletos, así como cientos de armas y piezas de armadura, y también los restos de dos
carros, en un área de aproximadamente 200 metros cuadrados. Los expertos estimaron en
más de 5 mil los esqueletos que podrían dispersarse sobre un área mayor, lo que sugiere que
un gran ejército pereció en el lugar. En el lugar se encontró también la hoja de un khopesh
egipcia (un sable egipcio), cerca de los restos de un coche de guerra ricamente decorado, lo
que sugiere que podría haber pertenecido a un príncipe o noble.
―Los esqueletos parecían haber muerto en la tierra seca, ya que no hay el más mínimo rastro
de barcos o buques en la zona. Las posiciones de los
cuerpos y el hecho de que fueron detenidos en una gran
cantidad de arcilla y roca, implica que podrían haber muerto
debido a un deslizamiento de tierra o una gigantesca onda
de marea‖, explicó Gader, quien agregó que el número de
cuerpos sugiere que un gran ejército antiguo pereció en ese sitio en forma dramática, lo que
parece corroborar la versión bíblica del cruce del Mar Rojo. Este descubrimiento, según los
científicos, probaría que efectivamente un gran ejército egipcio murió ahogado en las aguas
del Mar Rojo durante el siglo 14 A.C.
La escritura en el tiempo de Moisés
Muchos críticos de la Biblia solían afirmar que el arte de la escritura era desconocido en
tiempos de Moisés. Nos aseguraban, confiadamente, que la era de Moisés estuvo sumida en
el analfabetismo. Algunos eruditos incluso sostenían que la escritura no se inventó hasta 500
años después de la época de Moisés. Como se suponía que esto era cierto, era imposible que
Moisés hubiera escrito los primeros 5 libros de la Biblia. Sus hipótesis sin fundamentos se
desintegraron cuando se descubrieron amplias bibliotecas de tablillas de arcilla en la ciudad
de Ur, en Irak, demostrando que en este mundo la gente ya escribía mucho antes del
nacimiento de Abraham, por no mencionar el de Moisés.
El vino en Egipto: Herodoto contra Moisés
Herodoto, el historiador griego del S. V. a.C. (el padre de la
historia) escribió los siguiente sobre los antiguos egipcios: ―Por lo
que respecta a su dieta, es la siguiente: comen pan, elaborando
panes de maíz, al que llaman kyllestis, y suelen consumir
habitualmente un vino elaborado con cebada, porque en su tierra
no tienen vides‖.
El descubrimiento de los comentarios de Herodoto dio oportunidad a los críticos para
cuestionar una vez más la veracidad de la Biblia. Y es que Moisés parece indicar en el libro de
Génesis que los egipcios si cultivaban uvas y bebían vino tradicional elaborado con ellas.
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Puede que recuerde el relato de Génesis en el que José estaba en una cárcel egipcia. José
interpretó el sueño misterioso del copero sobre una vid, uvas y vino.
Le dijo al copero que pronto seria librado de la cárcel y recuperaría su puesto como catador
del vino del faraón. (Génesis 40:9-13).
Escribiendo en 1939, el arqueólogo Harry Rimmer señaló que dado que se suponía que
Herodoto era la autoridad definitiva sobre las materias de la antigüedad, los críticos de la
Biblia se aprovecharon con un considerable regocijo de esta discrepancia, poniéndose de
parte de Herodoto y en contra del texto bíblico. Pero Rimmer subrayó también como zanjó la
arqueología este debate: Es posible que esta discusión (sobre quien tenía razón) siguiera hoy
día de no ser por un descubrimiento de una evidencia incuestionable entre los frescos que
decoraban las tumbas egipcias antiguas. Esos frescos mostraban a los egipcios practicando el
arte de la viticultura… cuidando y podando las vides… recogiendo las uvas… extrayendo el
mosto… alegrándose con el mosto de la uva.
Y los hallazgos arqueológicos no solo revelan una pequeña parte de la historia egipcia. El Dr.
Ippolito Rosellini, profesor de idiomas orientales en la universidad de Pisa, escribió que en las
tumbas egipcias se han encontrado numerosas representaciones del cultivo de la vid, y de la
elaboración del vino ―no solo en tumbas de la época de la dinastía XVIII y posteriores, sino
también en aquellas pertenecientes a la época de las dinastías más antiguas‖, mucho antes
de los tiempos de Moisés. Por tanto, hoy día nadie discute que en los tiempos de José había
uvas y vino en el antiguo Egipto, tal como lo registra la Biblia.
El código de Hammurabi
Los críticos de la Biblia no solo cuestionaban el texto en lo relativo al vino y a la escritura
egipcia en la época e Moisés, sino que cuestionaban que un código
legal complejo, como el que redacto Moisés, se podría haber escrito
en una época tan temprana. Su pregunta tuvo respuesta en 1901.
Fue entonces cuando un excavador francés llamado Jacques de
Morgan desenterró un monumento de piedra negra (llamado estela)
de más de dos metros de alto, en Susa, en el sudoeste de Irán.
Contiene 282 leyes escritas.
Hammurabi que era amorreo, fue el sexto gobernador, y el más
conocido, de la primera dinastía babilónica. Vivió aproximadamente
entre los años 1792 y 1750 a.C. esto demuestra que para el tiempo
de Moisés ya habían leyes complejas. (L.4).
A los críticos les gusta comparar y ver las similitudes entre el Código
de Hammurabi y las leyes del A T. muchos afirman que Moisés
plagio a Hammurabi para gobernar una nación por lo que las
palabras de Moisés tuvieron un origen humano y no divino, y la historia de que Moisés recibió
la instrucción de un Dios es un gran engaño.
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Es cierto que existen ciertas similitudes entre ambos en algunos pasajes, pero las similitudes
no son evidencia de un plagio. La mayor parte de las similitudes en ambos conjuntos de leyes
se limita en que ambos abordaron casos como el asesinato, el hurto, el adulterio, el
secuestro, etc. Problemas que toda sociedad debe tratar. Esto no es prueba de plagio ni
mucho menos.
Actualmente muchos países tratan esos temas, y existe similitud entre diferentes leyes de
varios países y no hay plagio en tales casos, simplemente se tratan problemas actuales que
se tiene n que controlar. La Biblia dice que tenemos la ley escrita en nuestros corazones.
(Romanos 2:15)
Jericó
Jericó está situada a unos 16 kilómetros al norte del mar Muerto, y a unos 8 kilómetros al
oeste del rio Jordán. Es Muy recordada como la ciudad en
torno a la cual marcharon los israelitas durante una semana,
antes de que Dios hiciera caer sus muros. (Josué 6).
El relato bíblico nos dice que su destrucción por los israelitas
fue en realidad una intervención maravillosa de Dios, que hizo
que la ciudad cayera después de marchar siete días su pueblo
procesionalmente en torno a ella (Jos 6). Sea cual fuere la
causa física, lo cierto es que hoy sabemos que la ciudad sufrió
una terrible destrucción o una serie de destrucciones durante
el segundo milenio antes de Cristo y que permaneció
prácticamente desierta durante varias generaciones (cf. La
maldición de Josué, Jos 6,26 y 1 Re 16,34)
Después de escavar en este antiguo yacimiento de la década de 1950, la arqueóloga británica
Katheleen Kenyon afirmó que en este punto no había existido una ciudad, y mucho menos
con murallas, en la época en que supuestamente Josué la conquistó, en torno al 1400 a.C.
Kenyon encontró los muros destruidos de una antigua ciudad fortificada en Jericó, junto con
un estrato de tierra calcinada, lo cual indicaba la destrucción por fuego, pero dató las ruinas
en torno al 1550 a.C. más de un siglo antes de que llegasen Josué y los Israelitas. Durante
años, los críticos de la Biblia citaron la conclusión de Kenyon como prueba de que la
conquista de Jericó a manos de Josué era solo leyenda. Pero la datación de Kenyon pasa por
un mal momento.
Un examen más reciente de la alfarería cananea que encontró en Jericó el Dr. Bryant Wood,
arqueólogo y ex profesor de estudios sobre Oriente Próximo en la universidad de Toronto ha
demostrado que Jericó fue conquistada en torna al año 1400 a.C. la misma época que ofrece
el Antiguo Testamento como la del paso del pueblo hebreo a Canaán. La investigación del Dr.
Wood apareció en un artículo publicado en la revista time en 1990 titulado ―La Biblia marca un
tanto‖. Lo hallazgos de este yacimiento incluyen:
 Los muros mencionados en el libro de Josué (Josué 6:20).
 Evidencias de que los muros se derrumbaron en el momento en que fue
conquistada la ciudad, no más tarde, por ejemplo debido al paso del tiempo y a la
degradación.
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 Evidencias de que la ciudad fue destruida totalmente por el fuego (Josué 6:24). El
carbón encontrado entre los escombros arrojo una fecha de 1410 a.C. según la
datación del carbono 14, cuarenta años arriba o abajo.
 Evidencias de que la destrucción tuvo lugar en la época de la cosecha primaveral,
como indica la gran cantidad de grano almacenado en la ciudad (Josué 2:6; 3:15;
5:10).
 Evidencia de que el asedio de los israelitas contra la ciudad fue breve. Por ejemplo:
los almacenes de Jericó contenían sacos intactos llenos de trigo, cebada, dátiles y
lentejas (alimentos que se hubieran consumido de haberse prolongado mucho el
asedio. Josué 6:15-20).
 Evidencia de que a los israelitas no se les permitió tocas nada de lo que había en la
ciudad (excepto la plata, el oro y las vasijas de bronce y de hierro. Josué 6: 17-19).
Otro descubrimiento interesante en Jericó ha contribuido a reivindicar el Nuevo Testamento.
En el evangelio de Lucas leemos que Jesús encontró a un ciego ―al acercarse a Jericó‖
(Lucas 18:35). En el evangelio de Marcos, leemos que Jesús encontró a este ciego cuando
Jesús y sus discípulos salían de la ciudad (Marcos 10:46). Los críticos dicen por tanto sin
duda que Lucas o Marcos cometieron un error. Y, al menos al principio pareciera que así
fuera. Pero cuando uno encuentra en la Biblia una contradicción aparente, no es de sabios
concluir que la Biblia ha errado. Recordemos que un relato de dos testigos no puede ir
idéntico, de otra forma se pensaría que es uno copia al otro.
Mientras trabajaba en una excavación en Israel entre 1907 y 1909, Ernst Sellin, un arqueólogo
alemán, descubrió que en la época de Jesús había dos ciudades gemelas de Jericó. Una era
la antigua ciudad hebrea de Jericó, cuyos días de gloria eran cosa del pasado. La otra Jericó
era la ciudad romana mas nueva, que estaba como a un kilometro y medio al sur de la
antigua. Incluía el tremendo complejo del palacio de Herodes el Grande, con jardines,
pórticos, una piscina, un teatro gigante y una pista de carreras de caballos y carros. De modo
que, en realidad, había dos ciudades de Jericó, separadas entres si por un kilometro y medio
aproximadamente. Saber esto resuelve el dilema de Marcos y Lucas, es probable que Jesús
sanara al ciego entre las dos ciudades; Marcos menciona la ciudad de la que acababa de salir
Jesús, y Lucas, aquella a la que se dirigía.
Los escritores de la Biblia no erraban. Los críticos, que desconocen la geografía antigua y el
modo en que la arqueología ha corroborado la Biblia, son los que se han equivocado.
Podemos estar agradecidos por os versículos como los que mencionamos antes, de los
evangelios de Marcos y Lucas.
Entre 1930 y 1936 una expedición inglesa dirigida por el profesor John Garstang llevó a cabo
ulteriores excavaciones, que dieron como resultado unos descubrimientos de enorme
importancia. Se supo entonces que la ciudad había sido fundada a finales de la Edad de
Piedra, antes de la invención de la cerámica, lo que hacía de Jericó la ciudad más antigua de
toda la Palestina excavada hasta aquel momento.
21
En cuanto al período que ahora nos ocupa, Garstang creía haber encontrado pruebas
sobradas de una destrucción por obra de Josué. Llamó «Ciudad D» a la del S. XV, y supuso
que estaba dotada de un fuerte muro doble de ladrillo que circundaba la cumbre del
montículo. El muro interior era de unos 3,50 m. de ancho y había sido construido sobre otro
muro anterior, el de la «Ciudad B» (de hacia 2500 a. C.). La fortificación exterior tenía unos 2
m. de anchura. Los dos muros sustituían a la imponente fortificación de piedra con talud de
ladrillo erigida más abajo, adosada a las laderas del montículo, como defensa de la «Ciudad
C» del Bronce medio II (siglos XVII y XVI).
El excavador manifiesta las pruebas de una violenta destrucción de los muros defensivos de
la «Ciudad C». Los ladrillos habían rodado ladera abajo. Testimonio de un gran incendio eran
las capas de ladrillos quemados, cenizas grises, restos del enlucido de los muros, los
depósitos de materias carbonizadas. La inclinación que presentaba la base del muro exterior
sugería los efectos de un terremoto, en que pudo consistir la intervención divina a que se
alude en el libro de Josué. Dentro de la ciudad, los residuos del incendio alcanzaban en
algunos puntos un espesor de 60 cm. Por otra parte, los restos de víveres almacenados,
como las grandes tinajas llenas de grano, sugerían que la ciudad había sido destruida al poco
tiempo de haber recogido las cosechas.
Sobre el montículo, por encima de la fuente, se descubrió la única prueba de una
estratificación de las ruinas entre la Edad del Hierro y el Bronce medio (es decir, desde el
período israelita, pasando por el de Josué, hasta los siglos XVI y XVII). Los arqueólogos
alemanes hallaron en aquel lugar un edificio
fuertemente construido y alargado. Se consideró
impropiamente como una construcción «hilani»,
por juzgarlo del tipo de edificios conocidos con
este nombre en Siria. En realidad, lo más probable
es que haya de interpretarse como un granero
(miskenet en hebreo; cf. 1 Re 9,19), a juzgar por
otros edificios similares hallados en otros lugares
de Palestina, como ha demostrado W. F. Albright.
Todos ellos, incluido éste de Jericó, datan de los
siglos X o IX. Estaba tan fuertemente construido,
seguramente para alejar los efectos de la
humedad y evitar el ataque de los roedores, que salvó de la erosión las construcciones que se
hallaban en el subsuelo. Garstang excavó debajo de este edificio una construcción muy fuerte
a la que dio el nombre de «refugio», o «edificio intermedio», y debajo de ella los almacenes o
viviendas de los siglos XVII-XVI. Juzgando por las piezas de cerámica más tardías halladas
en la zona del «edificio intermedio» y en tres tumbas, creyó Garstang que la ciudad había sido
destruida por Josué no más tarde del 1385 antes de Cristo. Supuso que el «edificio
intermedio» representaba una reocupación del lugar después de esa fecha. W. F. Albright,
quien esto escribe y, recientemente, K. Kenyon han llegado independientemente a la
conclusión de que la cerámica más tardía de la «era de Josué» debe fecharse más
acertadamente en la segunda mitad del siglo XIV.
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De 1952 a 1958 volvió a trabajar en el emplazamiento de Jericó otra expedición de la British
School of Archaeology, bajo la dirección de K. Kenyon. Se hallaron muchas más pruebas a
favor de una ocupación muy antigua de este lugar, incluyendo una muralla erigida antes de la
invención de la cerámica, que resultó la más antigua fortificación de una ciudad hasta ahora
conocida. Pero el resultado más sorprendente de estos trabajos fue el descubrimiento de que
allí no hay resto alguno del período comprendido entre 1500 y 1200 a. C. El montículo ha
sufrido una erosión tan intensa que casi todos los restos posteriores al tercer milenio antes de
Cristo han desaparecido de su cumbre. Los dos muros que rodeaban la parte más elevada de
la ciudad antigua, que Garstang asignaba a su «Ciudad D» y que creía haber sido destruidos
por un terremoto y un incendio en tiempos de Josué, resultaron ser del tercer milenio y
representar tan sólo una parte de los catorce muros o lienzos de muro edificados
sucesivamente durante aquel período.
Tales resultados significan que todo lo que se había escrito durante las tres décadas
anteriores a estos descubrimientos acerca de la fecha en que Jericó había sido tomada por
Josué, al igual que sobre el problema de si Josué la pudo tomar realmente, si resulta que ésta
cayó en el siglo XIV, lo tenemos superado. La tarea llevada a cabo por K. Kenyon y sus
colaboradores ha demostrado que apenas contamos con prueba alguna para determinar en
qué estado se hallaba la ciudad conquistada o la fecha de su caída. Todos los restos que
pueden asignarse con cierta seguridad al período comprendido entre 1400 y 1200 a. C. son
unas cuantas piezas de cerámica procedentes de las tres tumbas y de la zona situada sobre
el manantial, así como, posiblemente, el «edificio intermedio». De todo esto se puede deducir
que en la época de la conquista no habría allí aquella imponente ciudad que se buscaba en
las primeras excavaciones. Si en tiempos de Josué había algún muro de fortificación, no sería
éste más que el bastión del S. XVI reconstruido, aunque, no hay pruebas de que fuera
reutilizado. La Jericó de tiempos de Josué apenas sería otra cosa que un fortín. Pero aquélla.
fue la primera victoria conseguida por los invasores en Palestina occidental, y el recuerdo de
la imponente ciudad que allí se alzó en otros tiempos debió de influir indudablemente en la
forma en que sería narrado más adelante el acontecimiento. Sin embargo, todas estas
observaciones no pasan del nivel de las sugerencias, ya que por, el momento hemos de
confesar que somos absolutamente incapaces de explicar el origen de la tradición acerca de
Jericó.
El sacrificio de los niños a Moloc
El libro de Números, escrito por Moisés, nos dice que
Dios ordenó a los israelitas que expulsaran a los
cananeos cuando entraran en la tierra prometida
(Números 33:52), y debes destruirlas por completo…
destruir sus altares paganos, hacer pedazos sus
columnas sagradas, derribar sus postes dedicados a
la diosa Asera y quemar sus ídolos (Deuteronomio
7:2, 5). Se ha planteado a menudo la pregunta de
porque un Dios de amor ordenaría algo así. La
arqueología nos ha ayudado a responder, aunque
23
parcialmente, a esta pregunta.
Primero, es importante señalar que la Vivía no nos deja a oscuras respecto a este asunto.
Parte de la respuesta puede hallarse en Levítico 18 y en Deuteronomio 18:9-14. En estos
pasajes descubrimos que los cananeos en tiempo de Josué eran un pueblo tremendamente
depravado, que practicaban el incesto, el adulterio, la poligamia, la zoofilia, la brujería, la
homosexualidad, el sacrificio de niños a una deidad llamada Moloc, y otras prácticas
detestables (Levítico 18:30).
Los cananeos se habían convertido en una amenaza peligrosa para otros, y si se les hubiera
permitido vivir habrían apartado a los israelitas de seguir a Dios (Deuteronomio 7:4), por tanto
Dios decidió que el tiempo de los cananeos en su tierra, en el territorio de Dios, había
concluido.
La Biblia dice que Dios es lento para la ira (Génesis 15:16, Números 14:18). No se complace
en la muerte de los inicuos; preferiría que el mundo se apartara de sus malos caminos y
viviera unas vidas que Él pudiera bendecir (Ezequiel 18:23). Si los cananeos hubieran
renunciado a los malos caminos como lo hicieron los ninivitas (Jonás 3:10), Dios hubiera
mostrado misericordia. Pero no se arrepintieron, por lo cual el juicio divino cayó sobre ellos.
Dios utilizó a los israelitas para expulsarlos del territorio, como siglos más tarde emplearía a
los asirios y a los babilonios para echar a los israelitas de la tierra, ¡y por los mismos
pecados! Dios no muestra parcialidad (Efesios 6:9).
Cuando pensemos en el juicio de Dios sobre los cananeos y el posterior juicio sobre los
israelitas, hay que recordar que Dios es soberano sobre la vida; Él creó a la humanidad y
tiene derecho de hacer lo que mejor le parezca con su creación. Toda vida le pertenece; si
considera que un pueblo es lo bastante malvado como para merecer un juicio. Podemos
confiar en Él; es infinitamente más sabio que nosotros, y todas sus obras son santas y justas
(Deuteronomio 32:4).
Uno de los pecados que hizo caer el juicio de Dios sobre el pueblo de Canaán fue la
espantosa práctica de sacrificar a niños al dios Moloc en la hoguera. A pesar de la numerosas
referencias bíblicas a esta práctica tan horrible y al hecho de que la mencionaron los
historiadores grecorromanos Cleitarco, Diodoro, Plutarco y algunos padres de la iglesia como
Tertuliano, William F. Albright señaló que los critico racionalistas de los siglos XIX y XX se
negaron a creer que esos informes tuvieran fundamento, sobre todo porque el trabajo
arqueológico no parecía respaldarlos con evidencias.
Esto ha cambiado, el Dr. Merrill Unger (―Archaelogy and the Old Testament) escribió: ―Las
excavaciones en Palestina han desenterrado montones de cenizas y restos de esqueletos
infantiles en cementerios situados en torno a altares paganos, lo cual señala la prevalencia de
una abominación tan cruel‖. Edwin Yamauchi, profesor emérito de historia de la universidad
de Miami en Oxford, Ohio y experto reconocida en historia antigua, nos dice: ―Los
descubrimientos en los cementerios de Cartago, la colonia fenicia, han desvelado crudas
evidencias de la costumbre de quemar bebes en piras‖. Esta era una práctica detestable,
maligna, que la Biblia menciona y que ahora confirma la arqueología.
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El palacio de Eglon
Jueces 3. Eglon, rey de Moab dirigió una
coalición de moabitas, amonitas y
amalecitas del este del Mar Muerto y el
valle del Jordán y sometió a las tribus
israelitas durante la segunda mitad del
Siglo XIV a.C. (Jc 3:12-14). Estableció su
centro de operaciones en Jericó, la ciudad
de las palmeras (13 Km. Al noreste del Mar
Muerto) y desde allí recolectaba tributo a
los israelitas.
Cuando el arqueólogo británico John Garstang excavo en Jericó en 1933 descubrió una
estructura enorme que el identifico como el palacio de Eglon. Él lo apodo el edificio medio,
puesto que se encontraba en medio de estructuras de la Edad de Hierro por encima y de la
ciudad destruida de la edad de Bronce por debajo. Había sido construido en la segunda mitad
del S. XIV a.C., exactamente en la época de Eglon.
El edificio media 11.0 mts. Por 14.6. mts. Y tenia adentro mucha alfarería pintada, tanto de la
región como importada. Una tablilla cuneiforme, un hallazgo insólito en palestina, testiguaba
que su dueño había estado involucrado en actividades administrativas de alto rango. Ningún
otro edificio de esa época fue descubierto, de manera que es evidente que no existía una
comunidad local. La única estructura que fue excavada había sido ocupada por poco tiempo y
luego abandonada. Esto calza con la situación de jueces 3. Aparentemente Eglon viajaba a
Jericó de manera periódica a recoger el tributo de los israelitas. Allí, construyo un pueblo
lujoso, como se menciona en el capítulo 3. Sin embargo, este edificio fue en efecto,
abandonado luego de 18 años cuando Eglon fue asesinado por Aod y los moabitas huyeron
hacia el otro lado del rio Jordán.
Los relatos de la batalla de Cedes
Jueces 5. Jueces 4 registra en prosa la derrota de Sisara, capitán del ejército de Jabín, a
manos de una mujer quenita. Esto continúa en el capítulo 5 mediante una narración poética
del mismo acontecimiento. Diferencias de estilo y detalles entre ambas versiones han llevado
a muchos eruditos a descartar la veracidad de alguna de las dos versiones. Por ejemplo en el
capítulo 4 menciona solo las tribus de Neftalí y Zabulón como los involucrados en la batalla
(Jc. 4:6-10), mientras, el capitulo 5 incluye a Efraín, Benjamín, Manases e Isacar (Jc. 5:1-18).
Algunos sostienen que las dos versiones vienen de fuentes separadas que más tarde fueron
combinadas por el editor del libro de los jueces. Esta conclusión sin embargo, es innecesaria,
ya que las aparentes discrepancias pueden ser explicadas por otros medios.
25
El hecho de que las narraciones en prosa y poéticas de los mismos acontecimientos
ocurrieran juntas en la antigüedad, pueden ser demostradas por el estilo de la literatura
egipcia. En el quinto año del reinado de Ramsés II en Egipto (1275 a.C.); el ejército egipcio
peleo contra Muwatali II de los hititas en el sitio de Cedes cerca del rio Orontes. El triunfo
egipcio es presentado en un par de paredes en relieve que fueron exculpadas en numerosos
templos egipcios, siempre acompañados por inscripciones dobles que narraban el papel
heroico de Ramsés II en la victoria.
Uno de los relatos que aparecen con las escenas de la batalla se conoce como el poema, una
descripción poética de la batalla completa con una sección ocasional en prosa. Un texto en
prosa (conocido como el Boletín) provee información complementaria, a saber una narración
del faraón interrogando a dos exploradores hititas. Así como jueces 4 y 5, el Boletín y el
Poema contaban de nuevo acerca de una victoria militar de diferente manera: una en prosa, la
otra poética. Además ninguno de los dos trabajos, repite la misma información con precisión
sino que se complementan la una con la otra, ademas el Poema es la narración más completa
o universal de la batalla. La presentación de estos dos segmentos, junto con los
correspondientes dos relieves de la batalla en muchos templos, indica que estaban previstos
para ser leídos juntos y habían sido encargados y elaborados al mismo tiempo.
Por lo tanto, el hecho de que jueces 4 constituye un informe narrativo de la batalla contra
Jabin y Sisara, mientras que jueces 5 es una interpretación poética del mismo acontecimiento,
no es una señal de que alguno de los reportes sea menos veraz que otro. Era común que los
acontecimientos importantes se conmemoraran de manera literaria y poética, a la vez que se
registraba en una prosa más común. Mientras que la narración el Boletín da información más
precisa con respecto a acontecimientos específicos en la batalla de Cedes; jueces 4, muy
probablemente se enfoca en las dos tribus que proveían las fuerza militares más influyentes,
aunque otras tribus ayudaron en la batalla.
Abimelec en Siquen
Jueces 9. Abimelec, el hijo de Gedeón, intentó convertirse en rey
de Israel con la toma de control de Siquen, un importante centro
comercial y político. Él recibió fondos del templo de Baal Berit (Jc.
9:4), también conocido como Baal del pacto. Baal fue el dios
cananeo de la tormenta y la fertilidad. Muchos hallazgos
arqueológicos en Siquen se relacionan directamente con jueces 9.
 Un gran templo- fortaleza escavado ha sido identificado
como el templo mencionado en ese capítulo. Fue
construido en el S. XVII a.C. Es el templo mas grande
hallado hasta ahora en Canaán, mide 21 mts. Por 26
mts. Con cimientos de 5 mts. De grosor.
 Al frente hay un patio con una piedra sagrada de 1.5 m
de alto. Esta piedra sagrada pudiera ser la columna en la que la ceremonia de
coronación tomo lugar cuando Abimelec fue declarado rey (Jc. 9:6).
 La puerta de la ciudad de la época de Abimelec fue excavada en el lado de este
lugar. Fue desde este punto que Gaal, su rival, observó a Abimelec y a sus hombres
26
acercarse a la ciudad (Jc. 9:35-37). Al abandonar la seguridad de los muros de
Siquem, Gaal entro en
batalla con Abimelec
pero fue derrotado (Jc.
38-40). La puerta es
una estructura
impresionante de unos
16.5 m de ancho y 13.4
m de profundidad con
ortostatos (losas de
piedra) que revestían
sus paredes.
 Se ha encontrado
evidencia de destrucción masiva de la época de Abimelec por todo el sitio, lo que
atestigua su destrucción de la ciudad. (Jc. 9:45).
M I Z P A
Mizpa, que significa ―torre del vigía‖, era un nombre bíblico común porque Palestina estuvo
constantemente invadida desde afuera y luchando internamente en sus guerras intertribales y
dinásticas. Una torre de esas, Mizpa, estaba ubicada en Benjamín cerca de Gabaón y Ramá
(Jos. 18:25, 26; 1 R. 15:22). Parece que Mizpa era un lugar de reunión para Israel. En los días
de los jueces cuando un benjamita violó a la concubina de un levita, los hombres de Israel se
reunieron en Mizpa para planear el castigo (Jue. 20:1, 3; 21:1, 5, 8). En los días de Samuel,
Israel se reunía en Mizpa para orar después que el arca había sido devuelta por los filisteos (1
S. 7:5, 6). Los filisteos atacaron a los israelitas reunidos; pero el enemigo fue rechazado y
Samuel fue capaz de levantar una piedra conmemorativa por la ayuda divina en la vecina
Ebenezer (―Piedra de ayuda‖). Saúl, un natural de Gabaa, fue presentado a Israel en Mizpa (1
S. 10:17) y allí se le aclamó rey.
En sus controversias con Baasa de Israel, Asa de Judá fortificó a Mizpa como una importante
ciudad fronteriza (1 R. 15:22). A continuación de la destrucción de Jerusalén, Mizpa tuvo un
breve período de importancia cuando sirvió como la capital gobernada por Gedalías (2 R.
25:23, 25). Jeremías y otros refugiados emigraron a Mizpa; pero un grupo de zelotes mató a
Gedalías y así llegó a su fin el último vestigio de la independencia israelita (Jer. 41).
La historia de Mizpa continuó hasta el tiempo de los Macabeos. Cuando Judas, el Macabeo,
se dio cuenta de la fuerza de la oposición siria, reunió a sus partidarios para la oración, pues
―se reunieron y fueron a Mizpa frente a Jerusalén, porque en otro tiempo Israel tenía un lugar
de oración en Mizpa‖ (1 Mac. 3:46).
La ubicación de Mizpa en Benjamín es aún incierta, aunque los eruditos bíblicos
contemporáneos prefieren el promontorio de *Tell en-Nasbe, 13 kms. al norte de Jerusalén.
Tradicionalmente Mizpa ha sido identificada con un promontorio a siete kms. al noroeste de
Jerusalén conocido como Nebi Samwil (―el profeta Samuel‖). Nebi Samwil, se eleva 625 mts.
sobre el nivel del mar y fue llamado el Monte del Gozo por los cruzados porque desde su cima
27
podían tener las primeras vistas de la Santa Ciudad. Este es uno de los sitios más altos en
Judea y está aún sin excavar. Eusebio identificó Nebi Samwil con Mizpa como también
Edward Robinson y George Adam Smith lo hicieron durante el siglo XIX.
Desde la excavación de Tell en-
Nasbe por W. F. Badé de la
Escuela de Religión del Pacífico,
los eruditos se han inclinado a
identificar este último promontorio
con Mizpa. Badé trabajó en el Tell
en-Nasbe durante 5 temporadas
(1926, 1927, 1929, 1932 y 1935).
Murió antes de la publicación de
los resultados de su trabajo; pero
sus ayudantes, J. C. Wampler y C.
C. McCown heredaron la tarea de
editar los informes.
Un número de cuevas y tumbas en
la roca caliza del montículo sobre el cual Tell en-Nasbe está ubicado contiene cerámica,
implementos y ornamentos de los colonizadores de la primera edad del bronce. Una ciudad
pequeña, probablemente fundada por israelitas, existía allí durante el siglo XII a.C. Fue
defendida por medio de una muralla de aproximadamente 0, 90 cms. de espesor construida
con escombros.
Las excavaciones indican que murallas mucho más fuertes, entre 5 y 6 mts. de espesor
fueron construidas alrededor del 900 a.C., abarcando un área de 3. En salientes importantes,
se proyectaban torres como 2 mts. más allá de la muralla. Estaban hechas de grandes
bloques de piedra, pegados y asentados con mezcla de arcilla. La parte exterior estaba
cubierta de una mezcla de yeso a una altura de 5 a 6 mts.
En el lado noreste de la ciudad la pared se construyó en forma de zigzag y una puerta grande
de entrada a la ciudad ocupaba un espacio de 9 mts. entre las 2 secciones de la pared
Adentro, al lado de la puerta hubo cuartos para la guardia, y afuera, en cada lado del patio,
hubo bancos de piedra. La puerta de una ciudad oriental era el lugar donde se llevaban a
cabo los negocios y transacciones legales y la puerta del Tell en-Nasbe da una excelente
ilustración de esta práctica (Dt. 22:14; Rt. 4:11; 2 S. 19:8).
Tell en-Nasbe fue ocupada hasta los tiempos helénicos, aunque la población fue grandemente
reducida después del siglo V. Más de 80 asas de jarrones del período inmediato anterior al
exilio exhiben las palabras ―para el rey‖ (hebreo: lemelech), tal vez indicando que sus
contenidos estaban asignados al rey en pago de impuestos. Esta inscripción ocurre en otros
jarrones de ciudades de Judá y es evidencia de que Tell en-Nasbe perteneció al reino del Sur.
Ninguno se encontró en Betel, sino a cinco kms. al norte, indicando así que la frontera entre
el norte y el sur yacía entre las dos ciudades. La cerámica de un tipo posterior, postexílico,
estuvo estampada con la palabra Yehud (Judá) lo que muestra que Tell en-Nasbe perteneció
a Judá durante el período persa.
28
Otra cerámica del período persa ostenta una inscripción la cual se puede leer m s h o m s p.
Los eruditos que indican la lectura ms p ven en las letras el nombre de Mizpa identificando así
el promontorio. Especímenes de la misma inscripción han sido descubiertos en Jericó y en
Gabaa, de suerte que la identificación con Mizpa no se puede considerar acertada. N. Avigad,
un arqueólogo israelí, sugiere que las letras se refieren a la ciudad de Mozah (Jos. 18:26) y
que productos de aquella ciudad fueron exportados a los lugares donde se descubrieron las
inscripciones.
JERUSALÉN
I. Introducción y descripción general
Jerusalén es una de las ciudades famosas del mundo. Bajo ese nombre data de, por lo
menos, el 3º milenio a.C., y actualmente la consideran sagrada los adherentes de las tres
grandes confesiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo, y el islam. La ciudad se
encuentra en un lugar elevado en las montañas de Judea, a unos 50 kilómetro(s) del
Mediterráneo, y más de 30 kilómetro(s) al oeste del extremo septentrional del mar Muerto.
Está ubicada en una meseta de superficie bastante irregular, que desciende visiblemente
hacia el sudeste. Hacia el este (punto cardinal); elohísta se encuentra el monte de los Olivos.
Excepto en el norte, el acceso a la ciudad se ve dificultado por tres profundas hondonadas
que se juntan en el valle de Siloé, cerca del pozo de Bir Eyyub, al sudeste de la ciudad. El
valle oriental es Cedrón; el occidental se conoce ahora como uadi al-Rababi, y probablemente
sea el valle de Hinom; y el tercero corta la ciudad en dos partes antes de dirigirse hacia el sur,
y ligeramente hacia el este (punto cardinal); elohísta, para encontrarse con los otros dos. Esta
última hondonada no se menciona o nombra en las Escrituras, de modo que generalmente se
la denomina valle del Tiropeón, es decir, valle de los queseros, según Josefo.
A cada lado del valle del Tiropeón se levantan eminencias, y la ciudad fácilmente puede
dividirse en dos mitades, la oriental y la occidental. Si ignoramos alturas menos pronunciadas,
podemos subdividir estas dos secciones en cerros septentrionales y meridionales. Cuando
consideremos el crecimiento y el desarrollo de la ciudad será importante tener presente estos
detalles. Al considerar las respectivas alturas y profundidades de estos montes y valles
debemos tener en cuenta que han cambiado considerablemente a través de los siglos. Esto
es inevitable en toda ciudad continuamente habitada durante siglos, y particularmente cuando
se han producido destrucciones periódicas. Capa tras capa de escombros y cascotes se
apilan, las que en partes de Jerusalén llegan a más de 30. En el caso de Jerusalén también
está el hecho de que en distintos períodos se ha tratado deliberadamente de rellenar los
valles (especialmente el Tiropeón) y de reducir la altura de los cerros.
Jerusalén desde Salomón hasta Ezequías, donde se ven las ampliaciones hacia el N y el O,
como también la zona del templo.
29
La provisión de agua para Jerusalén siempre ha presentado problemas. Aparte de Bir Eyyub,
el pozo que ya hemos mencionado, sólo está el manantial de la Virgen, conectado mediante
un acueducto con el estanque de Siloé. Hay, y siempre ha habido, otros embalses de agua,
por supuesto, como Betesda en la época del Nuevo Testamento, y el estanque Mamila en el
día de hoy, pero todos dependen de las lluvias o de acueductos para tener agua. Bir Eyyub y
el manantial de la Virgen con toda probabilidad son el En-rogel y el Gihón bíblicos,
respectivamente. Bir Eyyub se encuentra al sudeste de la ciudad, en la unión de las tres
gargantas mencionadas anteriormente. El manantial de la Virgen se encuentra directamente al
norte de Bir Eyyub, al este (punto cardinal); elohísta y un poco al sur del área del templo. De
este modo resulta evidente que solamente la parte suroriental de Jerusalén tiene una
provisión segura de agua.
II. Nombre
Jerusalén, sagrada para el pueblo judío, es una de las ciudades más antiguas del mundo,
habitada por los jebuseos antes de la llegada de las tribus hebreas a Canaán a principios del
siglo XIII antes de la Era Común. Fue la antigua capital del Reino de Israel y del Reino de
Judá, y siglos más tarde del reino franco de Jerusalén.
El origen de su nombre hebreo (‫ִם‬‫י‬ַ‫ל‬ ָׁ‫ְרּוש‬‫י‬ Yerushalayim) es incierto. Algunos afirman que
procede de las palabras hebreas yeru (‫)ירו‬, (casa) y shalem o shalom (‫‘שלם‬, paz), por lo que
Jerusalén significaría literalmente ―casa de la paz‖, acaso debido a que generalmente es
conocida como la tierra de Dios. También podría hacer referencia a Salem, un antiguo nombre
de la ciudad, que aparece en el Génesis. No es improbable que el nombre venga del antiguo
dios pagano de los pueblos que habitaban esa zona, Salem ‗dios del sol poniente‘, viniendo a
significar Jeru-Salem o lugar del dios Salem. Tras la conquista israelita este nombre perdió su
significado original. Cuando en el siglo XIV a.C. aparecieron en Canaán los hebreos, el
nombre de Salem fue confundido por el de Shalom: paz.
En el griego neotestamentario el nombre se translitera de dos maneras diferentes:
Hierosolyma (como en Mt. 2.1) y Hierousaleµm (como en Mt. 23.37). Esta última forma es
evidentemente una buena aproximación a la pronunciación hebreo, y además una prueba
adicional de la existencia de una ―e‖ como vocal final originalmente en hebreo. La primera de
estas formas ha sido deliberadamente helenizada, a fin de que suene como palabra griego; la
primera parte de la voz nos recuerda inmediatamente el término griego hieros, ‗santo‘, y
probablemente se le dio a toda la palabra el significado de ―santo Salem‖. La Septuaginta sólo
tiene la forma Hierousaleµm, mientras que los escritores griegos clásicos utilizan Hierosolyma
(por ejemplo Polibio; así también en latín, por ejemplo Plinio).
Jerusalén se describe en Is. 52.1 como la ciudad santa, y hasta nuestros días sigue
recibiendo este título. La frase hebreo es, literalmente ―la ciudad de la santidad‖.
Probablemente la razón de este título es que Jerusalén tenía templo, el santuario en el que
Dios se dignaba encontrarse con su pueblo. Por ello el término adquirió también el significado
de ―santuario‖ a la vez que ―santidad‖. Para el judaísmo, entonces, Jerusalén era la ciudad
30
santa, sin rival alguno. Resultaba natural, por lo tanto, que Pablo y Juan, al comprender que la
ciudad terrenal distaba de ser perfecta, designaran el lugar en el que Dios mora en verdadera
santidad como ―la Jerusalén de arriba‖ (Gá. 4.26), y la ―nueva Jerusalén‖ (Ap. 21.2).
III. Historia
Se han encontrado rastros de un asentamiento prehistórico en Jerusalén, pero no se ha
podido determinar su historia primitiva. Después de una leve mención en los textos
execratorios egipcios, a principios del 2º milenio, vuelve a aparecer en el S. XIV en las cartas
de el-Amarna, en las que se indica que era gobernada por un rey de nombre Abd Jiba. En esa
época se encontraba bajo el dominio de Egipto, y probablemente no era más que una
fortaleza de montaña. Posibles referencias pentateucas a ella sean como Salem (Gn. 14.18) y
la montaña en la ―tierra de Moríah‖ en Gn. 22.2. Según una tradición muy antigua, este último
lugar es donde posteriormente se construyó el templo, pero no hay forma de comprobar esto.
En lo que respecta a Salem, es casi seguro que se trata de Jerusalén (Sal. 76.2); de ser así,
fue gobernada en los días de Abraham por un rey anterior, Melquisedec, que también era
―sacerdote del Dios altísimo‖.
Cuando los israelitas entraron en Canaán Jerusalén se encontraba en
manos de una tribu semita del lugar, los jebuseos, cuyo rey era
Adonisedec. Este gobernante formó una alianza de reyes contra Josué,
pero fueron completamente derrotados; empero Josué no tomó la
ciudad, sin duda debido a las ventajas que ofrecía su posición natural.
Quedó en manos de los jebuseos con el nombre de Jebús. Si
comparamos Jue. 1.8 con Jue. 1.21 parecería que Judá tomó la parte de
la ciudad por fuera de los muros de la fortaleza, y que Benjamín ocupó
esta parte y vivió pacíficamente junto a los jebuseos en la fortaleza.
Esta era la situación cuando David fue coronado rey. Su primera capital
fue Hebrón, pero pronto comprendió el valor de Jerusalén y se dispuso a
capturarla. No se trataba solamente de una medida táctica, sino también diplomática, porque
el uso de una ciudad en la frontera entre Judá y Benjamín tendría la virtud de reducir los celos
entre ambas tribus. Los jebuseos se sentían seguros detrás de los muros de la ciudad, pero
los hombres de David entraron de manera inesperada y tomaron la ciudadela por sorpresa (2
S. 5.6). En este pasaje encontramos un tercer nombre, ―Sión‖. Probablemente era el nombre
del cerro sobre el que se encontraba la ciudadela; sin embargo, Vincent piensa que
originalmente este nombre se aplicaba más bien al edificio de la fortaleza que al lugar que
ocupaba.
Una vez tomada la ciudad, David mejoró las fortificaciones y construyó un palacio para sí;
también instaló el arca en su nueva capital. Salomón siguió fortificando la ciudad, pero su
mayor logro fue la construcción del templo. Después de su muerte, y de la consiguiente
división de su reino, Jerusalén experimentó cierta declinación, como era de esperar, ya que en
adelante sería la capital de Judá únicamente. Ya en el quinto año de su sucesor, Roboam, el
templo y el palacio real fueron saqueados por tropas egipcias (1 R. 14.25). También los
merodeadores filisteos y árabes saquearon el palacio en el reinado de Joram. Siendo rey
31
Amasías, parte de los muros de la ciudad fueron destruidos a causa de un pleito con el rey del
norte, Joás, y nuevamente hubo pillaje en el templo y en el palacio. Uzías reparó el daño
ocasionado a las fortificaciones, de modo que en el reinado de Acaz la ciudad pudo soportar
los ataques de los ejércitos combinados de Siria e Israel. Poco tiempo después el reino del
norte sucumbió ante los asirios. Ezequías de Judá también tenía buenas razones para temer
el poder asirio, pero Jerusalén escapó providencialmente. Para casos de sitio construyó un
conducto para mejorar la provisión de agua potable a la ciudad.
Nabucodonosor de Babilonia capturó la ciudad en 597, y en 587 a.C. destruyó la ciudad y el
templo. Al final de ese siglo los judíos, entonces bajo el dominio de los persas, fueron
autorizados a retornar a su tierra y su ciudad, y reconstruyeron el templo, pero los muros de la
ciudad permanecieron en ruinas hasta que Nehemías los restauró a mediados del S. V a.C.
Alejandro Magno liquidó el poder del imperio persa a fines del siglo(s) IV, y después de su
muerte su general Tolomeo, fundador de la dinastía tolemaica en Egipto, entró en Jerusalén y
agregó la ciudad a su reino. En 198 a.C. Palestina cayó bajo el poder de Antíoco II, el rey
seléucida de Siria. Alrededor de 30 años más tarde, Antíoco IV entró en Jerusalén, destruyó
sus muros, y saqueó y profanó el templo, e instaló una guarnición siria en la ciudad, en el
Acra. Judas Macabeo encabezó una revuelta judía, y en 165 a.C. se volvió a consagrar el
templo. Él y sus sucesores gradualmente fueron ganando independencia para Judea, y la
dinastía asmonea gobernó sobre una Jerusalén liberada hasta mediados del S. I .a.C., época
en que Roma intervino. Los generales romanos forzaron la entrada de la ciudad en 63 y 54;
un ejército la saqueó en el año 40; y tres años más tarde Herodes el Grande tuvo que entrar
por la fuerza para volver a controlarla. Primero tuvo que reparar el daño causado por estas
diversas incursiones, luego se embarcó en un vasto programa de construcciones, y erigió
algunas torres notables. La más renombrada de sus obras fue la reconstrucción del templo, en
escala mucho más grandiosa, aunque la tarea no se completó durante la vida de dicho
monarca. Una de sus torres fue la Antonia, que dominaba el área del templo (y que
posteriormente fue sede de la guarnición romana que acudió en ayuda de Pablo en Hch.
21.34).
La revuelta judía contra los romanos en 66 d.C. sólo podía tener una conclusión; en el 70 d.C.
el general romano Tito entró por la fuerza en Jerusalén y destruyó sus fortificaciones y el
templo. Dejó tres torres en pie; una de ellas, Fasael, todavía se mantiene, y fue incorporada a
la llamada ―torre de David‖. Pero mayores desastres tenían que caer sobre los judíos: otra
revuelta en 132 d.C. dio como resultado la reconstrucción de Jerusalén (en escala mucho
menor) como ciudad pagana, dedicada a Júpiter Capitolino, de la que fueron excluidos todos
los judíos. Esto fue obra del emperador Adriano, quien llamó a la ciudad recién reconstruida
Aelia Capitolina (nombre que fue incorporado al árabe, incluso, como Iliya). Sólo en el reinado
de Constantino (S. IV) se permitió a los judíos entrar nuevamente en la ciudad. Desde
entonces la ciudad dejó de ser pagana y se volvió cristiana, y se construyeron muchas iglesias
y monasterios, entre ellas la iglesia del Santo Sepulcro.
Jerusalén sufrió muchas vicisitudes después del S. II; ha sido capturada, ocupada y
administrada, en diversas épocas, por tropas persas, árabes, turcas, británicas, e israelíes,
32
como también por los cruzados. Los adelantos edilicios más importantes en la ciudad vieja (en
oposición a los suburbios modernos de rápido crecimiento) se deben a los musulmanes
primitivos, los cruzados, y finalmente al sultán turco Suleimán el Magnífico, que en 1542
reconstruyó los muros de la ciudad en la forma en que podemos verlos actualmente. Los
israelíes dieron a la ciudad su antiguo nombre; generalmente los árabes la llaman al-Quds, ‗el
(noble) santuario‘.
IV. Crecimiento y extensión
Debemos aclarar desde el comienzo que la historia física de Jerusalén es bastante incierta.
Esto, por supuesto, se debe en parte a los desastres y destrucciones periódicos, y a las capas
de escombros que se han apilado a través de los siglos. Estos factores han causado
dificultades en otras partes también, pero a menudo los arqueólogos han podido solucionarlas
en gran medida. La dificultad particular con Jerusalén es que ha sido continuamente habitada
y todavía lo está, de modo que es difícil llevar a cabo excavaciones. Los arqueólogos tienen
que cavar donde pueden, y no donde piensan que valdría la pena hacerlo. Por otra parte, hay
una abundancia de tradiciones: cristianas, judías, y musulmanas; pero en muchos casos no
resulta fácil evaluarlas. De modo que subsisten las dudas y la controversia; sin embargo, en el
último siglo se han hecho muchos trabajos arqueológicos valiosos, lo que ha permitido
resolver algunos problemas.
En ninguna parte de la Escritura encontramos una descripción sistemática de la ciudad. Lo
más cercano es la narración de la reconstrucción de los muros por Nehemías. Pero hay un
gran número de referencias que ofrecen alguna información. Es necesario unirlas y colocarlas
dentro del cuadro que nos proporciona la arqueología. Nuestra primera descripción de la
ciudad es la de Josefo (Josefo, Guerras de los judíos 5.136–141); Josefo ofrece allí el fondo
para su narración de la captura gradual de la ciudad por Tito y los ejércitos romanos. También
es necesario ubicar esto en el cuadro general.
Las excavaciones han demostrado concluyentemente que la ciudad más primitiva se
encontraba en el cerro al sudeste, zona que ahora está completamente fuera de los muros de
la ciudad (el muro meridional fue llevado algo hacia el norte en el S. II d.C.). Debemos tener
en cuenta que la Sión original se hallaba sobre la colina oriental; en la época de Josefo ya se
había dado erróneamente el nombre al cerro del sudoeste.
Poco queda del período anterior a los jebuseos, pero podemos inferir que una pequeña ciudad
creció en la colina sudoeste, cerca del manantial de Gihón en el valle hacia el E. Los jebuseos
agrandaron la ciudad hasta cierto límite, principalmente con la construcción de terrazas hacia
el este (punto cardinal); elohísta, de modo que su muro oriental quedaba bastante abajo de la
ladera, hacia el manantial. Parecería que esta terraza y el muro oriental necesitaron
mantenimiento y reparaciones frecuentes, hasta su destrucción final por los babilonios a
principios del S. VI a.C., después de lo cual el muro oriental fue nuevamente movido hacia la
colina. La opinión actual se inclina a considerar que el término ―Millo‖ (2 S. 5.9; 1 R. 9.15), que
se deriva de una raíz hebrea que significa ―llenar‖, se refiere a esta terraza.
33
En tiempos de paz era práctica común construir las casas fuera de los muros, lo que cada
tanto requería la construcción de nuevos muros y fortificaciones. La ciudad de David y
Salomón se extendía hacia el norte, en particular, y el templo se encontraba sobre el cerro
noreste; el palacio real probablemente estaba ubicado en la zona entre la ciudad más antigua
y el área del templo.
La zona intermediaria es probablemente ―el Ofel‖ de pasajes tales romo 2 Cr. 27.3, Versión
moderna, (el nombre significa ―hinchazón‖, y fue aplicado a la ciudadela de otras ciudades
también, por ejemplo Samaria, compárese 2 R. 5.24, Biblia de Jerusalén, totalmente
revisada, 1981 ); pero algunos eruditos aplican el término a toda la colina oriental que se
encuentra al sur del templo. La ciudad jebusea, o quizás más estrictamente su fortaleza
central, ya tenía el nombre de ―Sión‖ (cuyo significado es incierto, quizás ―área seca‖ o
―eminencia‖) en la época de su captura por David, después de lo cual se llamó ―ciudad de
David‖ (2 S. 5.6–10; 1 R. 8.1). El nombre ―Sión‖ se volvió, o siguió siendo, sinónimo de
Jerusalén en general.
En los prósperos días del S. VIII a.C. la ciudad comenzó a extenderse hacia la colina
occidental; parecería que este nuevo suburbio se conoció como segundo barrio o Misné (2 R.
22.14). Posteriormente un muro lo circundó, construido ya sea durante el reinado de Ezequías
(2 Cr. 32.5) o algo más tarde. Lo que es seguro es que esta ampliación incluía el cerro
noroeste, pero no se ha podido determinar si el cerro sudoeste estaba ocupado en esa
época. Los arqueólogos israelíes han llegado a la conclusión de que sí lo estaba, y de que el
estanque de Siloé se hallaba dentro de los muros de la ciudad en el reinado de Ezequías;
pero K. M. Kenyon sostiene lo contrario.
Jerusalén fue saqueada por las tropas de Nabucodonosor en 587 a.C.; la mayoría de los
edificios fueron destruidos, y se demolieron los muros de la ciudad. El templo fue reedificado a
fines del siglo, y Jerusalén nuevamente tuvo una pequeña población; pero no fue hasta
mediados del S. V que las autoridades persas permitieron la reconstrucción de los muros de la
ciudad por parte de Nehemías.
Es indudable que Nehemías reconstruyó los muros anteriores hasta el punto que le fue
posible, pero de las excavaciones se desprende claramente que la colina occidental quedó
abandonada, como así también las laderas orientales del cerro sudeste. Las terrazas
jebuseas fueron tan completamente demolidas que no fue posible repararlas, y fue por ello
que Nehemías llevó el muro oriental hasta la colina.
Lamentablemente la descripción que hace Nehemías de la Jerusalén de sus días plantea
numerosos problemas. Por un lado, no resulta claro cuáles puertas se encontraban en los
muros de la ciudad, y cuáles estaban en el templo. Por otra parte, hay numerosas dificultades
textuales en los pasajes pertinentes de Nehemías. Además, no ofrece ninguna indicación en
cuanto a dirección o en cuanto a cambios de dirección. A esto tenemos que añadir el hecho
de que los nombres de las puertas cambiaban con cierta frecuencia. Debido a las recientes
excavaciones es necesario revisar los intentos anteriores de interpretar los datos de
Nehemías. Resulta bastante claro, sin embargo, que el circuito que se describe en Neh. 3
sigue una dirección contraria a las agujas del reloj, y que comienza al norte de la ciudad.
34
Hay pocos indicios de que la ciudad llegara hasta la colina occidental nuevamente hasta el S.
II a.C. Después de la revuelta de los Macabeos la ciudad comenzó a crecer nuevamente. A
Herodes el Grande se le debe un considerable programa de construcciones a fines del S. I
a.C., y la ciudad siguió creciendo hasta su destrucción al final de la rebelión judía (66–70
d.C.). Nuestra principal fuente literaria para todo este período es Josefo; pero su información
deja sin resolver una cantidad de problemas.
El primero de ellos es la posición del ―Acra‖, la fortaleza siria levantada en Jerusalén en 169
a.C. Evidentemente su propósito fue mantener los atrios del templo bajo estrecha vigilancia,
pero ni Josefo ni 1 Macabeos aclaran si la guarnición estaba ubicada al norte, al oeste, o al
sur del templo. Las opiniones están divididas, pero las más recientes excavaciones tienden a
apoyar la tercera posibilidad.
Un segundo problema es la dirección de la ―segunda muralla‖ y la ―tercera muralla‖
mencionadas por Josefo, que nos dice que los romanos penetraron en Jerusalén en 70 d.C.
atravesando progresivamente tres muros septentrionales. Josefo describe los puntos
terminales de los tres muros, pero no ofrece información con respecto a la línea que seguían.
Las excavaciones han complementado su información aquí y allí, pero aun así queda mucha
incertidumbre.
K. M. Kenyon identificó los restos de una antigua muralla en la actual puerta de Damasco
como parte del tercer muro, pero según los arqueólogos israelíes es parte del segundo muro;
los descubrimientos mas al norte han sido relacionados con el tercer muro por estos últimos,
pero Kenyon afirma que se trata de una muralla de circunvalación (erigida por Tito durante el
sitio de Jerusalén). La tercera muralla se comenzó bajo Agripa I (41–44 d.C.), y estaba recién
terminada cuando empezó la guerra judía del 66 d.C., de modo que poco servirían los
métodos estratigráficos para distinguir el muro de Agripa del de Tito.
Un punto de especial interés relacionado con la segunda muralla, que debe haber sido
construida en el S. II o I a.C. (Josefo no da la fecha de su construcción), es su relación con la
iglesia del Santo Sepulcro. Si, en efecto, la iglesia señala el auténtico sitio de la crucifixión y el
entierro de Cristo, debe haberse encontrado fuera de los muros de la ciudad; pero durante
muchos años se dudó de si el lugar se encontraba dentro o fuera de la línea del segundo
muro (todavía no existía el tercer muro). Actualmente se ha establecido que esta zona está al
norte de la muralla, y por lo tanto, el lugar puede ser auténtico.
La ciudad quedó en ruinas entre 70 d.C. y la revuelta de Barcoquebá, 60 años después. El
emperador Adriano reconstruyó posteriormente la ciudad y la denominó Aelia Capitolina; esta
ciudad fue mucho más pequeña que la anterior, con la permanente retracción del muro
meridional. Durante la era cristiana el tamaño de Jerusalén se ha mantenido constante. El
área amurallada actual (―la ciudad vieja‖) adquirió su forma definitiva bajo Sulcimán el
Magnífico en el S. XVI.
35
V. Significación teológica
Por metonimia natural los nombres ―Sión‖ y ―Jerusalén‖ frecuentemente se aplican al conjunto
de ciudadanos (incluso cuando estaban en el exilio), a toda Judá, a todo Israel, o a todo el
pueblo de Dios.
Jerusalén representa un papel teológico importante en ambos testamentos; en este sentido
tampoco es fácilmente distinguible del país en su totalidad. Dos temas predominan: Jerusalén
es, al mismo tiempo, el lugar de la infidelidad y desobediencia de los judíos, y también el lugar
de la elección, la presencia, la protección, y la gloria de Dios. La evolución de la historia ha
demostrado la validez del primero de ellos, que inevitablemente provocó la ira divina y su
correspondiente castigo; las glorias de la ciudad sólo pueden encontrarse en el futuro. (Véase
especialmente Is. 1.21; 29.1–4; Mt. 23.37s; y Sal. 78.68s; Is. 37.35; 54.11–17). El contraste
entre lo real y lo ideal naturalmente dio lugar al concepto de una Jerusalén celestial (Ga. 4.25;
He. 12.22; Ap. 21).
David
Los libros 1 y 2 de Samuel del Antiguo Testamento nos dicen que el segundo hombre que fue
ungido como rey de Israel fue David. Gobernó
aproximadamente entre los años 1011 y 971 a.C.
Escribió muchos de los salmos, y recibió la promesa de
Dios de que el Mesías venidero pertenecería a su linaje
(2 Samuel 7:12). (L. 6).
Hasta 1993 no se había encontrado fuera de la Biblia ni
una sola evidencia sobre la existencia de David. Por lo
tanto en algunos círculos académicos se había puesto
de moda rechazar los relatos sobre David como una
invención de unos propagandistas sacerdotales que
intentaban dignificar el pasado de Israel después del
exilio en Babilonia. El veredicto de los críticos fue que
David no fue más que una figura de la mitología religiosa
y política.
En 1993 se descubrió una inscripción de casi tres mil años de antigüedad, grabada en basalto
negro, en la ciudad de Dan, al norte del mar de Galilea, en Israel. La inscripción escrita en
arameo, menciona al rey de Israel y al rey de la casa de David. Fue un hallazgo sorprendente,
y ayudo a verificar por primera vez que David fue un personaje histórico autentico Michael
Lemonick, escribiendo para la revista Time, admitió correctamente que, a la luz de este
descubrimiento, resulta difícil sostener la afirmación de los escépticos de que el rey David
nunca existió.
El redactor de la sección de religión en U.S. News & World Report, Jeffery Sheler dijo: La
referencia fragmentaria de David es un bombazo histórico. En los registros de la antigüedad
ajenos a las páginas de la Biblia nunca se había encontrado el nombre familiar del antiguo
36
rey-guerrero de Judá y, según las Escrituras cristianas, antepasados de Jesús. Los
académicos escépticos llevaban tiempo aprovechando esa situación para sostener que David
fue una mera leyenda… ahora, al fin, había evidencia material, una inscripción grabada no por
los escribas hebreos, sino por un enemigo de los israelitas poco más de un siglo después de
la época en que supuestamente vivió David. Este hallazgo fue una corroboración diáfana de la
existencia de la dinastía del rey David y, por extensión, del propio David.
Desde el descubrimiento en 1993 se ha identificado otra referencia a David en la antigua
piedra Moabita o estela Mesha3
, descubierta en Jordania en 1868. La inscripción de eta piedra
conmemora las victorias de Mesha rey de Moab, sobre Israel (2 Reyes 3:4), y contiene una
referencia a ―la casa de David‖ y ―el altar de YHWH‖, la primera referencia clara al Dios de
Israel por su nombre en las fuentes antiguas.
En 1994 se encontraron dos fragmentos más de la inscripción en Tel-Dan. La siguiente es una
traducción del texto que fue escrito en el antiguo lenguaje arameo, semejante a la escritura
hallada en la alfarería perteneciente al siglo nueve a. de C. En esta traducción, las letras que
se encontraron en las pulseras representan una sugerida reconstrucción de lo que pudieron
ser las palabras.
1) … mi padre subió
2) y mi padre se murió, fue a estar con sus(padres…) rey de (Is-)
3) rael en el pasado era tierra que le pertenecía a mi padre…Hadad me
nombró rey
4) Y Hadad fue antes de mi…Yo me marché de…siete…
5) De mi reino… Y maté…rey(es) …(ca…)
6) rros y dos mil hombres de a caballo…El (o yo) mató a Jeho/ram
(Joram) hijo de (Ahab).
7) El rey de Israel. (El (o yo) mató a (Ahaz)iahu hijo de (Jehoram) rey
8) De la casa de David. Y yo dejé (sus ciudades en ruinas…)
9) Su tierra en (desolación…)
10) Otro (Jehu ru-)
11) dirigió sobre Is(rael…y yo dejé)
12) todo en desolación…
Aunque el texto no menciona el nombre del rey que escribió la inscripción, un poco de trabajo
detectivesco con la Biblia parece apuntar al Rey Hazael de Siria. Para empezar, puesto que la
inscripción se encontró en Dan, la ciudad tuvo que estar bajo control sirio en la época en que
se escribió. Según 1 Reyes 15:20 Ben-adad fue el primer rey sirio que tomó el control de la
ciudad. ―Y Ben-adad consintió con el rey Asa, y envió los príncipes de los ejércitos que tenía
contra las ciudades de Israel, y conquistó Ijón, Dan, Abelbetmaaca, y toda Cineret, con toda la
tierra de Neftalí.‖ La ciudad permaneció también bajo control sirio durante el reinado de Azael,
que es el que más posiblemente escribiría la inscripción.
3
Una estela es una losa de piedra vertical o una columna que, típicamente contiene una inscripción conmemorativa o
relieve.
37
Las líneas 3 y 4 de la inscripción mencionan a uno con el nombre de Adad. Es posible que el
nombre Adad se refiera a un dios pagano del mismo nombre, que era adorado por los sirios y
por otros en esa época. También es posible que Adad se refiera al rey sirio Ben-Adad.
La línea 4 afirma que Adad fue antes que él. Es posible que Hazael le conceda el crédito a su
dios Adad por las victorias en contra de Israel. Esto es interesante porque en 1 Reyes 19:15
Dios le dijo al profeta Elías que enviase a Eliseo a ungir al Hazael como rey sobre Siria como
castigo por los pecados cometidos por Israel. Puesto que Hazael adoraba a Hadad,
posiblemente debió pensar que su dios pagano le estaba concediendo la victoria sobre Israel,
a pesar de que fue el único Dios verdadero de Israel el que le permitió castigar a Su pueblo.
Hazael posiblemente se estuviese refiriendo también a Ben-Hadad, que fue antes que él (es
decir, le precedió como rey). Hazael se convirtió en rey después de haber matado a Ben-
Hadad. El historiador Josefo deja constancia de cómo llegó al poder en el siguiente párrafo:
―Dios comenzó a atemorizar al ejército sirio. Los sirios empezaron a escuchar cosas que no
eran reales, como los sonidos de un gran ejército de carros y de caballos. Los soldados
informaron a Ben-Adad que Jehoram (Joram, rey de Israel) debía de haber mandado a buscar
al rey de Egipto, su aliado. Ben- Adad oyó también los sonidos de los carros, como un
eco en sus oídos, y él y su ejército huyeron de la batalla… Ben-Adad huyó a Damasco y se
puso enfermo al enterarse de que Dios había producido la derrota de su ejército y no el
enemigo… El profeta Elías vino y le habló a Azael…Entonces Elías se echó a llorar y Hazael
le preguntó que por qué lloraba a lo que Elías le respondió: ―Lloro por Israel, mi pueblo, y por
el sufrimiento que tendrán que soportar a manos tuyas. Porque tú destruirás a sus mejores
hombres y sus mas fuertes ciudades….‖ Hazael preguntó: ¿Conforme a qué autoridad podré
realizar estas cosas?‖ Eliseo le respondió: ―Dios ha declarado que serás rey de Siria‖. Al día
siguiente extendió un grueso trapo húmedo sobre la cara del rey ahogándole, con lo cual
Hazael pudo ocupar el poder.‖
Las líneas 6,7,10,11 se refieren al Rey Jehú y afirma que mató a Joram hijo de Acab, rey de
Israel y Azariah hijo de Jehoram, rey de la casa de David, durante un tiempo en el que estaba
atacando a Israel. Esto concuerda perfectamente con la Biblia en 2 Reyes 9:14-27 donde
tuvieron lugar los siguientes sucesos: ―Así conspiró Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra
Joram. Estaba entonces Joram guardando a Ramot de Galaad con todo Israel, por causa de
Hazael rey de Siria; pero se había vuelto el rey Joram a Jezreel para curarse de las heridas
que los sirios le habían hecho, peleando contra Hazael rey de Siria.) ….Entonces Jehú
cabalgó y fue a Jezreel porque Joram estaba allí enfermo.
También estaba Ocozías rey de Judá, que había descendido a visitar a Joram….Entonces
Joram dijo: Unce el carro. Y cuando estaba uncido su carro, salieron Joram rey de Israel y
Ocozías rey de Judá, cada uno en su carro, y salieron a encontrar a Jehú….Cuando vio Joram
a Jehú dijo ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué paz con las fornicaciones de Jezabel tu
madre, y sus muchas hechicerías? Entonces Joram volvió las riendas y huyó y dijo a Ocozías:
¡Traición, Ocozías! Pero Jehú entesó su arco, e hirió a Joram entre las espaldas; y la saeta
salió por su corazón y él cayó de su carro…. Viendo esto Ocozías rey de Judá, huyó por el
camino de la casa del huerto. Y lo siguió Jehú, diciendo: Herid también a este en el carro. Y le
hirieron a la subida de Gur, junto a Ibleam. Y Ocozías huyó a Meguido, pero murió allí‖.
38
Algunas traducciones de las Líneas 6 y 7 dicen El, refiriéndose a Hazael que dice que mató a
estos dos reyes, no Jehú. Aunque esto no es cierto, Hazael, según 2 de Reyes 9:15 hirió,
efectivamente, al rey Joram en la batalla. Puesto que Joram murió poco después Hazael
probablemente pensó que fue a causa de las heridas que había recibido en la batalla y debido
a que Ahazia murió al mismo tiempo, es probable que Hazael diese por hecho que también
estaba en la batalla y murió a causa de sus lesiones.
Las líneas 7 y 8 de la piedra de Tel Dan afirman que Israel era un reino dividido porque
menciona al “rey de Israel” y al rey de la “Casa de David”. Pero es así exactamente como
la Biblia describe a Israel, dividida, después de la muerte de Salomón.
Aquí hallamos una de las más antiguas referencias fuera de la Biblia acerca del Rey David y
sus descendientes demostrando, de este modo, que las afirmaciones hechas por los eruditos
liberales acerca de que rey David no era más que un mito están equivocadas.
LAS MÁS IMPORTANTES DECLARACIONES ACERCA DEL MESÍAS QUE LOS
PROFETAS ANUNCIARON POR ADELANTADO QUE PROCEDERÍA DE LA CASA DE
DAVID:
―En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio
y justicia en la tierra. En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le
llamará: el SEÑOR, justicia nuestra. Porque así ha dicho el SEÑOR: No faltará a David varón
que se siente sobre el trono de la casa de Israel‖. Jeremías 33:15-17 ―Acuérdate de
Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio‖. 2 Timoteo
2:8 ―Yo Jesús he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo
soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana‖. Apocalipsis 22:16
La Biblia deja constancia en 2 Reyes, capítulo 3, de las batalla entre Israel y este mismo
Mesa. No es seguro de si las victorias mencionadas en la piedra se refieren a antes o
después de que los reyes de Israel y Judá luchasen en contra del rey Mesa, alrededor del año
850 a. de C., tal y como dice en 2 Reyes 3:4-26, en donde Israel, con la ayuda de Dios,
obtuvo la victoria.
La siguiente es una traducción del texto tomado de la piedra de Mesa:
1) Yo soy Mesa y soy hijo de Quemos, rey de Mesa, el
2) Dibonita. Mi padre gobernó Moab durante 30 años y a continuación reiné yo
3) después de mi padre. He erigido este lugar elevado para Quemos en Qarhoh, elevado lugar
de mi salvador.
4) Porque me salvó de todos los reyes e hizo que yo triunfase sobre todos mis enemigos.
5) En cuanto a Omri rey de Israel, oprimió a Moab durante muchos días, porque Quemos
estaba furioso con su
6) Tierra. Y le sucedió su hijo y además dijo: “Derrotaré a Moab.” En mi época habló
7) pero yo triunfé sobre su casa e Israel ha perecido para siempre y Omri ocupó la tierra de
Medeba.
8) Y vivió en ella durante su tiempo y en los días de sus hijos, 40 años; pero Quemos
9) la restauró en mis días y yo construí Baal-meon, hice un depósito en ella y construí
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10) Qaryaten y los hombres de Gad habían habitado en la tierra de Atarot desde la
antigüedad y el rey de Israel edificó
11) Atarot para ellos, pero yo luché contra la ciudad y maté a todas las gentes de
12) la ciudad como venganza por Quemos y Moab. Y yo traje su altar/hoguera de su amada y
la arrastré
13) ante Quemos en Kerioth. Y establecí a los hombres de Sarón y los hombres de Maharith
en ella.
14) y Chemoch me dijo: ―¡Ve! Trae a Nebo en contra de Israel.
15) De modo que fui por la noche y peleé desde el amanecer hasta el mediodía.
16) La tomé y maté a todos, a 7.000 hombres, niños, mujeres y niñas.
17) Y a los siervos, porque los dediqué a Ashtar- Quemos. Y tomé de allí el altar-
18) y las hogueras de YHWH, arrastrándolos ante Quemos Y el rey de Israel había edificado
19) Jahaz y vivió allí mientras luchó en contra mía, pero Quemos le eliminó de delante de mí.
20) Yo llevé conmigo a doscientos hombres de Moab, todos ellos jefes (guerreros) y les envié
a Jahaz y la tomé
21) con el fin de añadirla a Dibon. Edifiqué Qarhoh: la muralla del bosque y la muralla
22) de la acrópolis y construí sus verjas y sus torres
23) construí la casa del rey y sus depósitos de agua para el interior de la
24) ciudad y no había cisterna alguna en el interior de la ciudad de Qarhoh, de modo que les
dije a los residentes: ―Haceos
25) una cisterna en cada casa‖. Talé árboles para usarlos en Qarhoh con los prisioneros
26) de Israel. Construí Aroer e hice un camino pasando por Arnon.
27) Construí Beth-bamoth, porque estaba en ruinas y construí Bezer, que también estaba en
ruinas
28) y los hombres de Dibon fueron leales a mi gobierno y reiné
29) sobre cien ciudades que añadí a la tierra. Y construí
30) el templo de Medeba y el templo de Diblaten y el templo de Baal-meon y establecí
allí
31) (….) a las ovejas de la tierra. Y la casa de David habitó en Horonaim.
32) (….) y Quemos me dijo: ―¡Desciende! Lucha en contra de Horonaim y descendí y
33) luché en contra de la ciudad y me apoderé de ella y Quemos la restauró durante mi época.
A) LAS LÍNEAS 1-3 mencionan al rey Mesa, un Dibionita que gobernó sobre Moab, que
además adoraba a un dios moabita llamado Quemos al cual le atribuye sus victorias.
En 2 de Reyes 3:4 la Biblia verifica que Mesa era el rey de Moab durante esta revuelta en
contra de Israel. La Biblia afirma además en Número 21:29- 30 que Dibon era una ciudad en
la tierra de Moab y menciona a su dios, Quemos.
B) Las líneas 5-6 de la lápida de Mesa afirman que Omri era rey de Israel y que le sucedió su
hijo.
LA BIBLIA confirma este hecho en 1 Reyes 16:23 y 28: “En el año treinta y uno de Asa rey
de Judá, comenzó a reinar Omri sobre Israel….y reinó en su lugar Acab su hijo”.
C) Las líneas 7 y 9 dicen que el Rey Omri de Israel tomó posesión de la tierra de Medeba y
que Mesa la volvió a recuperar y a continuación edificó Baal-meon.
40
LA BIBLIA afirma que esta tierra le pertenecía a la tribu de Rubén, que juntamente con la
tribu de Gad y la mitad de la tribu de Manases cruzaron a la tierra prometida, pero se
establecieron en la orilla este del Río Jordán, según dice en Números capítulo 32. Este
territorio (Moab) ha sido descrito en Josué 13:15-17. ―Dio, pues, Moisés a la tribu de los hijos
de Rubén conforme a sus familias. Y fue el territorio de ellos desde Aroer, que está a la orilla
del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura hasta Medeba;
Hesbón, con todas sus ciudades, que están en la llanura; Dibón, Bamotbaal, Bet-baal-
meón…
D) La línea 8 dice que Omri y sus hijos (familiares de su propio linaje) gobernaron
durante 40 años. La BIBLIA dice lo mismo comenzando por 1 Reyes 16:23: “En el año
treinta y uno de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Omri sobre Israel.”
Omri gobernó durante doce años, seis de ellos juntamente con Tibni, y durante 6 de ellos
gobernó como rey de Israel desde el año 880 al 874 a. de C., su hijo Acab ocupó a
continuación el trono y gobernó durante 22 años, desde el 874 al año 853 a. de C. (1 Reyes
16:29), entonces el hijo de Acab, Azariah gobernó durante 2 años desde el 853 al 852 a.C. (1
Reyes 22:51). Joram, el último hijo de Acab, gobernó 10 años, desde el 852 al 841 a.C.
durante un total de 40 años. Joram fue muerto por Jehú en su onceavo año como rey (2
Reyes 9:14-29). Jehú reinó desde el 841 al 814 a. de C., y no estaba emparentado con Omri.
E) La línea 9 dice que después de que Omri y sus hijos estuviesen en la tierra durante 40
años, el territorio le fue restaurado. Es interesante fijarse que durante el reinado del siguiente
rey de Israel, Jehú, LA BIBLIA dice en 2 de Reyes 10:32-33: ―En aquellos días comenzó el
SEÑOR a cercenar el territorio de Israel; y los derrotó Hazael por todas las fronteras de Israel
desde el Jordán al nacimiento del sol, toda la tierra de Galaad, de Gad, de Rubén y de
Manasés, desde Aroer que está junto al arroyo de Arnón, hasta Galaad y Basán.
La LÍNEA 26 menciona Aroer como una ciudad que estaba en manos de Mesa. Por lo tanto,
es muy posible que los acontecimientos que se mencionan sobre la piedra, acerca de Mesa,
tuviesen lugar durante el gobierno de Jehú como rey.
F) La LÍNEA 10 menciona a una de las doce tribus de Israel, Gad y dice que vivían en la tierra
de Atarot (Ataroth) desde la antigüedad. LA BIBLIA dice: ―Así Moisés dio a los hijos de
Gad, a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manases hijo de José, el reino de Sehón rey
amorreo y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las
ciudades del país alrededor. Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer”.
Número 32:33-34.
G) La LÍNEA 13 menciona a los hombres de Saron. Esta tierra se menciona en 1 de Crónicas
5:16: ―Y los gaditas habitaron en Gallad, en Basán y en sus aldeas, y en todos los ejidos de
Sarón hasta salir de ellos.‖
41
H) La LÍNEA 14 menciona la ciudad de Nebo. LA BIBLIA menciona Nebo en Números 32:38
como territorio que le dio Moisés a la tribu de Rubén y a la de Gad. Jeremías, el profeta,
también menciona Nebo como una ciudad perteneciente a Moab. Jeremías 48:20-22.
I) La LÍNEA 17 hace mención de otro dio moabita, Astar-Kamosh. LA BIBLIA dice: ―Pero los
hijos de Israel volvieron a hacer lo malo a los ojos del SEÑOR y sirvieron a los baales y a
Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab...” Jueces 10:6
J) La LÍNEA 18 menciona las hogueras del altar de YHWH. YHWH es la palabra que se
refiere al nombre de Dios (Yahweh). (Escrito tal y como aparece en la Biblia hebrea). Los
Salmos 68:4 dice: ―Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre
los cielos. Su nombre es YHWH (Jah), alegraos delante de él.
K) La LÍNEA 19 menciona la ciudad de Jahaza. LA BIBLIA menciona esta ciudad moabita
en Isaías 15:4: ―Hesbón y Eleale, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo que ahullarán los
guerreros de Moab‖.
L) La LÍNEA 21 menciona la ciudad de Dibón. LA BIBLIA dice: “Gad edificó Dibón….
Número 32:33-34
M) LA LÍNEA 26 dice ―Edifiqué Aroer e hice un camino pasando por el Arnón‖. LA BIBLIA
dice: ―Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer‖, (Números 32:34) ―Y esta tierra que
heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón…. la di a los
rubenitas y los gaditas”. Deuteronomio 3:12
N) La LÍNEA 27 menciona la ciudad de Bezer. Originalmente esta ciudad estaba bajo el
control de la tribu de Rubén y según La Biblia dice: ―…y de la tribu de Rubén, Bezer con sus
ejidos, Jahaza con sus ejidos…‖ Josué 21:36
O) La LÍNEA 30 menciona el templo de Medeba y el templo de Diblaten y el templo de
Baal-meon, que edificó este rey moabita. El PROFETA ISAÍAS anunció la destrucción de
estos templos paganos: ―Subió a Bayit y al templo de Dibón, lugares altos, a llorar; sobre
Nebo y sobre Medeba aullará Moab; toda cabeza de ella será rapada y toda barba
rasurada‖. Isaías 15:2
P) Las LÍNEAS 30 y 31 dicen que Mesa estableció allí…. las ovejas de la tierra. LA
BIBLIA confirma que Mesa crió ovejas. “Entonces Mesa, rey de Moab, era propietario de
ganados, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con sus
vellones.” (2 Reyes 3:4)
42
Q) La LÍNEA 31 dice: ―Y la Casa de David vivió en Horonaim”. Aquí encontramos una de
las primeras referencia, aparte de la Biblia, del Rey David y sus descendientes, que
pertenecían a la tribu de Judá.
Mesa establece también una distinción entre los hombres de Israel y la casa de David. Así es
exactamente como dice LA BIBLIA que Israel quedó dividido como un reino durante su
época. Josafat fue rey de Judá, perteneciente a la casa de David, mientras que Joram fue rey
de Israel. 848 a. de C. – 852 a. de C. según dice en 2 Reyes capítulo 3.
La ciudad de Horonaim también se menciona en Jeremías 48:3-7: ―¡Voz de clamor en
Horonaim, destrucción y gran quebrantamiento! Moab fue quebrantada…..y Quemos será
llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente‖.
Conclusión: Una vez más se ha demostrado que la Biblia es cien por cien digna de confianza.
EL MANDATO MAS IMPORTANTE DADO POR YHWH ―Oye Israel, el SEÑOR nuestro Dios,
el SEÑOR uno es. Y amarás al SEÑOR tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todas tus fuerzas‖. Deuteronomio 6:4-5.
―No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a
ti mismo. Yo el SEÑOR‖. Levítico 19:18.
―Y uno de ellos, interprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: ‗Maestro, ¿cuál es el gran
mandamiento en la ley? Jesús le dijo: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda
tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda
la ley y los profetas” Mateo 22:35-40.
Los filisteos
En el Antiguo Testamento se habla a menudo de los filisteos.
Sansón, Samuel, Jonatán, Saúl, y David tuvieron encuentros con
ellos. Algunos académicos dudaban de la existencia de los filisteos,
sugerían que eran invención de los judíos para dramatizar su
poderío bélico de la dinastía davídica mística. Robert Henry Pfeiffer,
asiriólogo y profesor de Harvard, escribió en 1941 sobre los inicios
legendarios y fabulosos del conflicto con los filisteos. Sin embargo
las excavaciones arqueológicas en las ciudades filisteas de Asdod,
Ecron, Ascalon, y Gat, han desenterrado un autentico tesoro de
información que confirman el retrato que hace la Biblia de ellas,
incluyendo evidencias de que los filisteos eran expertos en metalurgia, como dice 1 Samuel
13:19-22.
43
Beisán fue reedificada durante el siglo XII, probablemente por los descendientes de la antigua
guarnición egipcia de «pueblos del mar», o filisteos. Recuérdese que después de la última
batalla librada por el rey Saúl, los filisteos le cortaron la cabeza y la colocaron en la «casa», o
templo de Dagón en Beisán, mientras que su armadura era depositada en el templo de
Astarot (Astarté), y el cuerpo pendía de los muros de la ciudad (1 Sm 31,10; 1 Cr 10,10).
Estos templos han sido obviamente excavados; de hecho; las ruinas de esta ciudad resultan
valiosísimas por la luz que arrojan sobre la religión cananea, pero dejaremos el estudio de
este tema para nuestro capítulo siguiente. Beisán caería por fin en manos de los israelitas
durante el siglo X, como demuestran las excavaciones, probablemente en tiempos de David.
Para quien trabaja con los informes de los excavadores, los descubrimientos de Meguido,
Beisán y la llanura filistea resultan muy reveladores, ya que ilustran con mucha claridad la
situación en tiempos de los jueces. Israel atravesaba una etapa formativa como nación,
aprendiendo muchas cosas de los pueblos vecinos, pero al mismo tiempo en conflicto
continuo, y oprimido muchas veces por ellos. No es de extrañar que los triunfos ocasionales
fueran celebrados en canciones y poemas, como el de Débora en Jue 5, o como los
consignados en los libros, hoy perdidos, de Yasar y de las Guerras del Señor.
El nombre Palestina se deriva de un pueblo conocido como los filisteos quienes se radicaron
en la llanura costera del sur, posteriormente conocida como la llanura filistea, durante el siglo
XII antes de Cristo. Sus cinco ciudades principales, conocidas como la pentápolis filistea,
fueron Gaza, Ascalón, Asdod, Ecrón y Gad. El monte Carmelo constituyó el límite norte del
territorio filisteo. En tiempos de fortaleza militar los filisteos amenazaron el control israelita del
centro de Palestina, aunque el hogar propio de los filisteos era la llanura costera y el de Israel
el distrito central de las tierras altas.
De acuerdo con el profeta Amós (9:7) los filisteos llegaron a Canaán de Caftor, generalmente
identificada con la isla de Creta. Durante el segundo milenio a.C. , la Creta minoica controló
mucho del área egea y su cultura elevada se extendió por todo el mundo mediterráneo.
Empezando 1400 a.C. , se inició un período de declinación y la
evidencia arqueológica muestra que la mayor parte de las ciudades de
Creta fueron destruidas. Hacia el fin del período de declinación (1400–
1125 a.C.) los griegos dóricos llegaron a la isla y sus anteriores
habitantes se encontraron en numerosos lugares en el Mediterráneo
oriental. Las ―gentes del mar‖ saquearon el Asia Menor y el norte de
Siria, causando como consecuencia la caída del imperio heteo (1200
a.C.). La capital hetea en Hattusas y la ciudad-estado cananea de
Ugarit fueron destruidas alrededor de este tiempo. Los filisteos
estuvieron entre las gentes del mar que atacaron a Egipto durante los
reinados de Merneptah y Ramesés III. Aunque rechazados por los
egipcios, a los filisteos se les permitió radicarse en la costa sur de
Canaán donde la clase dirigente de guerreros se radicó con sus
familias.
Después de su radicación en Canaán, los filisteos parecen haber
adoptado rápidamente una de las formas del lenguaje cananeo y
44
también algunas de sus prácticas religiosas. Ellos adoraban a Dagón, una deidad mencionada
en la literatura ugarítica (véase UGARIT). El hecho de que los filisteos eran incircuncisos (Jue.
14:3; Jue. 15:18) los diferenciaba de los hebreos. Los israelitas entraron a Canaán desde el
oriente y se radicaron en las montañas aproximadamente al mismo tiempo que los filisteos se
radicaron en los territorios de la costa sur de Palestina. Los intereses de los dos pueblos
estaban necesariamente destinados a chocar, y la amenaza filistea condicionó mucha de la
historia de Israel durante los días de Samuel, Saúl y los primeros años de David.
Antes del tiempo de David los filisteos tenían un monopolio sobre el hierro (1 S. 13:19-22)
dándoles así una superioridad tecnológica sobre los israelitas. Han sido excavadas unas
calderas de fundición en los límites del territorio filisteo en Tell Qasile, Tell Jemme y ‗Ain
Shems (Bet Semes).
En Medinet Habu, en Egipto, hay escenas que representan los vagones, carros y barcos
usados por los filisteos. Un guerrero filisteo es representado usando un tipo de falda hegea.
Su yelmo es un sombrero de plumas con bandas para asegurarlo a la mandíbula, similar al
que aparece en el disco Faestos de Creta.
En Canaán los filisteos capturaron Ascalón, Asdod, Gad y Gaza de los cananeos. Ellos
mismos pudieron haber fundado la ciudad de Ecrón. El libro de los Jueces registra las proezas
del juez Samgar quien le quitó la vida a seiscientos filisteos, y también habla de Sansón quien
se enamoró de una muchacha filistea pero posteriormente vino a ser un enemigo acérrimo de
los filisteos.
Las armas superiores de los filisteos los capacitaron para ocupar una posición segura en el
territorio montañoso de Judea (1050 a.C.). En la batalla de Afec los israelitas fueron
totalmente humillados. Los hijos de Elí fueron muertos y el arca de Jehová cayó en manos
filisteas. Aproximadamente en este tiempo los filisteos destruyeron a Silo y ocuparon los
fuertes de *Meguido y *Bet-sán en el valle de Esdraelón y Gabaón en Benjamín. Sin embargo,
después de Ebenezer (1 S. 4), las fuerzas israelitas fueron capaces de pelear nuevamente. La
amenaza filistea en parte motivó a los israelitas en su deseo de tener un rey, y bajo Saúl,
Israel obtuvo importantes victorias sobre sus opresores. La historia de David y Goliat (1 S. 12)
muestra que los filisteos aún eran capaces de aterrorizar a los ejércitos de Israel.
La derrota del ejército de Israel en el monte Gilboa, ocasión en la cual Saúl y su hijo Jonatán
murieron, permitió a los filisteos asumir el control de mucho del territorio israelita. David, sin
embargo, quien había vivido con los filisteos por un tiempo cuando Saúl estaba queriendo
quitarle la vida, conocía sus tácticas y fue capaz de atacarlos con éxito (2 S. 5:17-25). El
recuperó el territorio montañoso para Israel y confinó a los filisteos al área de la costa.
Mientras que los filisteos nunca llegaron a ser una amenaza seria para Israel nuevamente,
continuaron causando problemas a través de toda la historia del reino dividido. Hubo luchas
periódicas en la frontera (véanse 1 R. 15:27; 16:15). Josafat recibió tributo de los filisteos (2
Cr. 17:11) pero bajo Joram la ciudad limítrofe de Libnah se perdió para Israel (2 R. 8:22). Eran
aún agresivos en el tiempo de Acaz (Is. 9:8-12). Los filisteos se aliaron con Egipto contra
Nabucodonosor, pero sus gobernantes y su población fueron deportados casi de la misma
manera en que Judá fue llevada al exilio (Jer. 25:20; 47:2-7; Sof. 2:4-7; Zac. 9:5, 6). El nombre
45
Filistea o Palestina, continuó siendo usado para referirse al territorio ocupado por los filisteos,
pero para la época del Nuevo Testamento las ciudades fueron predominantemente helénicas
con una población mixta.
Las excavaciones en los centros filisteos revelan un tipo distintivo filisteo de cerámica que
data del siglo XII y de la primera parte del siglo XI. Esta es una imitación de las formas
micénicas del siglo XIII y tiene afinidades con la cerámica excavada en Chipre y Rodas. Entre
los tipos principales están los tazones listados de amarillo, los jarrones de cerveza de cuello
alto, las copas y los vasos cubiertos con una pintura blanca sobre la cual se dibujaron diseños
geométricos con pintura negra o rojo-púrpura. Durante los años posteriores los estilos de
cerámica de los filisteos llegaron a ser difíciles de distinguir de los de otros pueblos del sur de
Palestina.
I. Alfarería (L. 6).
Se ha encontrado un tipo de alfarería en una
cantidad de sitios centrados en Filistea, que
pertenecen a niveles del 2º milenio a.C. Ya
que la zona y el período corresponden a los
filisteos, generalmente se atribuye dicha alfarería a ellos. En su decoración muestra marcada
afinidad con la del Egeo, y excavaciones recientes en Enkomi y Sinda, Chipre, han
proporcionado alfarería fabricada localmente (alrededor de 1225–1175 a.C.), que se clasifica
como micena IIIC1b, derivada de originales egeos, y que muy probablemente representa una
alfarería precursora de la filistea.
II. Ataúdes de arcilla
En *Bet-sán, Tell el-Fara, Laquis, y en la Transjordania se han encontrado ataúdes de arcilla,
cada uno con un rostro moldeado en relieve en la cabecera. Probablemente haya que
relacionarlos con ataúdes similares encontrados en Egipto, especialmente en Tell el-
Yehudiyeh en el Delta. La fecha y la distribución de dichos ataúdes sugieren que se los podría
atribuir a los filisteos, propuesta apoyada por el hecho de que algunos de los rostros aparecen
coronados por una hilera de trazos verticales que podrían querer indicar el uso de plumas en
la cabeza.
III. Armamento
Los relieves egipcios muestran hombres armados con lanzas, escudos redondos, espadones
largos, y dagas triangulares. Llegaron a Palestina en el período de transición de la edad del
bronce a la del hierro, de manera que las afirmaciones bíblicas de que aseguraron a Sansón
con grillos de bronce pero que, ya para la época de Saúl, controlaban la industria del hierro en
la zona, resultan perfectamente correctas.
46
IV. Cultura
Si bien los filisteos retuvieron algunos rasgos culturales indicadores de su origen foráneo,
básicamente fueron asimilados a la cultura cananea que los rodeaba.
a. Gobierno
Las cinco ciudades filisteas eran gobernadas cada una por un seren (Jos. 13.3; Jue. 3.3; 16.5,
8, 18, 27, 30; 1 S. 5.8, 11; 6.4, 12, 16, 18; 7.7; 29.2, 6–7; 1 Cr. 12.19). Es probable que dicho
término sea un cognado del luvio (jeroglífico hitita) tarwanas, ‗juez‘ o algo semejante, y del
griego prehelénico (probablemente indoeuropeo) tyrannos, ‗gobernante absoluto‘. El
significado preciso de seren es incierto, ―gobernador‖ (Revised Standard Version: NT, 1946;
AT, 1952; Common Bible, 1973) es una versión razonable (Versión de Reina y Valera, rev.
1960 ―príncipe‖; Biblia de Jerusalén, totalmente revisada, 1981 ―tirano‖).
b. Lengua
No se ha recuperado ninguna inscripción filistea, y su lengua se desconoce, aun cuando
algunos especialistas han conjeturado que pudo haberse derivado de una lengua pregriega de
la zona del Egeo, posiblemente indoeuropea. Es posible que ciertas palabras en la Biblia sean
préstamos filisteos. Además de seren, la palabra para casco, cuyo origen extranjero se
descubre en las diversas ortografías, generalmente se atribuye a los filisteos. Otra palabra
que para algunos entendidos sería filistea es ‗caja‘ (1 S. 6.8, 11, 15). Otras palabras se han
indicado como filisteas de tiempo en tiempo, pero sin que haya habido asentimiento general.
Entre los nombres, Aquis probablemente sea igual que <ksû, que se indica como nombre de
origen kftyw (* Caftor) en una inscripción egipcio de alrededor de la dinastía 18ª, y Goliat
(golyat) quizá esté vinculado por su terminación -yat con nombres luvios (jeroglífico hitita) y
lidios que terminan respectivamente en -wattas y -uattes. Aparte de estas pocas palabras, es
evidente que los filisteos adoptaron la lengua semítica de los pueblos que despojaron.
c. Religión
El conocimiento de la religión filistea depende de la
Biblia. Los tres dioses mencionados, *Dagón,
*Astarot, y *Beelzebú, eran todos originarios del
Cercano Oriente, y tal vez deba suponerse que
equipararon a sus propios dioses con los que
encontraron en Palestina, y acomodaron su propia
religión a la que ya existía allí. El excavador de Bet-
sán sugirió que dos templos que se encontraron allí
podrían ser los de Dagón y Astarot, donde fueron
colgados los trofeos de Saúl, pero ninguno de los templos excavados puede reconocerse
decididamente como filisteo. Ofrecían sacrificios (Jue. 16.23), y usaban amuletos al entrar en
batalla (2 S. 5.21). (L. 6).
47
V. Origen y papel
Las pruebas acumulativas indican, sin dejar lugar a dudas prácticamente, que los filisteos
vinieron directamente, aunque probablemente no en última instancia, del Egeo. Algunos
entendidos querrían equiparar el nombre con el de los pelasgoi, los habitantes pregriegos del
Egeo, punto de vista que tiene apoyo, dado que este último nombre aparece dos veces en la
literatura griega, escrito con t en lugar de g. Es una opinión que todavía se discute, y, aun
cuando se la aceptara, las referencias clásicas a los pelasgoi son demasiado inseguras como
para resultar útiles.
Los filisteos probablemente formaban parte de los ―pueblos del mar‖ que, en la última parte
del 2º milenio, se alejaron del Egeo, probablemente como resultado de la llegada de los
griegos, y emigraron por tierra y mar, algunos vía Creta y Chipre, hacia el Cercano Oriente,
donde lograron hacer pie por la fuerza, primeramente como tropas mercenarias de los
faraones, los reyes hititas, y los gobernantes cananeos, y finalmente como pobladores que
fueron absorbidos por los habitantes del lugar. Si bien retuvieron su nombre por muchos
siglos, los filisteos bíblicos, los tiekker que ocuparon una región costera adyacente, y
seguramente otros integrantes de los ―pueblos del mar‖, en la práctica se hicieron cananeos.
Los hititas
El pueblo de los hititas o heteos se menciona muchas
veces en el Antiguo Testamento (Éxodo 33:2). La
Biblia nos dice que compraron carros y caballos a
Salomón (1 Reyes 10:29). El esposo de Betsabe,
Urias, era hitita (2 Samuel 11:3). A pesar de esta y
otras referencias de los hititas, muchos académicos se
burlaban de la idea de que existiera semejante pueblo,
o que hablase en algún momento ese idioma. Usaban
la leyenda de los hititas como evidencia contra la
inspiración de las Escrituras, rechazando las
referencias que hace la Biblia a ellos. (L.4).
Esto ha cambiado hoy día, ya no se duda de la existencia de este pueblo. En la Turquía
moderna se ha localizado y excavado la ciudad de Hattusa, el nombre de la antigua capital del
reino hitita. Los hallazgos en ese yacimiento incluyen los muros de la ciudad, templos,
almacenes, esculturas, sellos reales y miles de tablillas de arcilla que nos hablan sobre el
ejército, las leyes y la religión de los hititas. La universidad de Chicago ha publicado incluso
un diccionario hitita. Estos descubrimientos acaban con todas las dudas respecto a la
existencia real del pueblo hitita, que sostiene la Biblia.
48
ASIRIA
Asiria propiamente era el país ubicado en la parte
superior de la llanura de Mesopotamia que
limitaba al norte y al este con Armenia (el antiguo
Urartu) y al oeste con el desierto sirio y al sur con
Babilonia. Sus grandes ciudades *Asur y *Nínive
estaban ubicadas a lo largo de la parte central del
río Tigris (el Hidekel de En. 2:14). En el clímax de
su poder, durante los siglos VIII y VII a.C., el
imperio asirio comprendía Anatolia del Sur, Cilicia,
Siria, Palestina, Elam, Media, Babilonia y partes
de Arabia. (L. 7).
Los orígenes raciales de los primeros habitantes de Asiria son desconocidos, aunque se sabe
que los sumerios habían estado en Asur desde el año 2900 a. de J.C. Cerámica prehistórica
(5000–3000 a.C.) ha sido encontrada en ciudades asirias como Asur, Nínive y Cala.
Emigrantes de Babilonia fundaron las ciudades de *Asur, *Nínive y *Cala de acuerdo con
Génesis 10:11, 12. La cultura posterior asiria estuvo en deuda en gran parte tanto con los
sumerios como con los acadios semíticos con sus influencias desde el sur. Otros elementos
de la cultura asiria vinieron desde los desiertos del oeste y de la parte montañosa del norte.
Se sabe que el constructor del imperio semítico, *Sargón de Acad, había ocupado Nínive
(2350 a.C.) y los príncipes asirios entraron en comercio con Capadocia en el Asia Menor
durante los siglos XVIII y XIX a. de J.C. (véase las tabletas capadocias).
El poder asirio creció bajo el gobernador amorreo Samsi-Adad I (1813–1781 a.C.), cuyos
hijos Yasma-Adad y Zimri-Lim gobernaron el estado amorreo de *Mari. Por las cartas de Mari
sabemos que Samsi-Adad era contemporáneo y rival de Hamurabi, el legislador de Babilonia.
Bajo el influjo de los *hurrianos en Mesopotamia, Asiria sufrió un período de declinación.
Durante el siglo XV a.C. Asiria fue vasallo de *Mitanni y solamente hasta que Mitanni fue
subyugado por los heteos, Asiria fue libre para convertirse nuevamente en un estado fuerte e
independiente.
Bajo Asur-ubalit I (1365–1330 a.C.), cuya correspondencia con Akhenatón ha sido conservada
en las *Cartas de Amarna, Asiria reconquistó su poder. Las rutas del comercio del norte
fueron nuevamente abiertas a Asiria. Ciertos territorios lejanos del oeste tales como
Carquemis, perdidos desde los días de Samsi-Adad fueron recuperados durante el reinado de
Arik-denilu (1319–1308 a.C.) y Adad-Nirari I (1307–1275 a.C.).
Salmanasar I (1274–1245 a.C.) era un guerrero vigoroso que peleó con las tribus iraníes en
el campo montañoso oriente de Asiria y los horreos de Hanigalbat hacia el noroeste. Su hijo,
Tukulti-Ninurta I (1244–1208 a.C.) determinó dominar Babilonia así como Asiria y en el
proceso devastó a Babilonia. Después de Tukulti-Ninurta, la expansión asiria fue detenida por
espacio de un siglo.
49
El siguiente gobernador asirio fuerte fue Tiglat-pileser I (1115–1077 a.C.) quien emprendió
campañas hacia el norte hasta el mar Negro y el lago Van, hacia el sur hasta Babilonia y hacia
el oeste hasta el Mediterráneo donde recibió tributos de Biblos, Sidón y Arvad en la costa
fenicia. Después de Tiglatpileser, la presión ejercida por los arameos mantuvo a Asiria bajo
control por un siglo y medio cuando Asur-nasir-pal II restauró su poder.
Una nueva dinastía asiria se inició con Tukulti-Ninurta II (890–
885 a.C.) cuyo hijo *Asur-nasir-pal II (885–860 a.C.) empezó la
política de presionar sobre el oeste. Las ciudades-estados de
Siria y Palestina fueron mantenidas bajo tributo y los asirios
buscaron controlar las rutas hacia Egipto y hacia el mar. Al
mismo tiempo, Asiria había asegurado el control de los pasos
por las montañas del norte para detener invasiones y así sofocar
cualquier revuelta babilónica que pudiera surgir.
Bajo Salmanasar III (859–824 a.C.), las tácticas de Asur-nasir-
pal se continuaron, y Asiria gobernó el territorio que comprendía
Armenia hasta el Golfo Pérsico, Media hasta la costa Siria,
incluyendo Cilicia y el sur del Asia Menor. En el año 857 a. de
J.C., Salmanasar tomó la ciudad de Carquemis lo que hizo que
se confrontara con una coalición de ciudades-estados que
determinaron resistir las usurpaciones asirias. En el año 853 a.
de J.C., una batalla fue sostenida en *Karkar, en la cual Acab de
Israel suplió dos mil carros y catorce mil hombres (de acuerdo
con los anales asirios). Aunque Salmanasar cantó victoria
prematuramente, la batalla fue irresoluta. Para el año 841 a.C.,
sin embargo, la coalición se había roto y Salmanasar fue capaz
de controlar el territorio de Hazael, aunque la ciudad de Damasco no fue tomada. Salmanasar
continuó hacia el oeste alcanzando el río Dog, en el Líbano, donde recibió tributo de los
estados de Tiro y Sidón y de Jehú de Israel. Este evento, no registrado en la Escritura, está
registrado y representado en el *Obelisco Negro de Salmanasar. (L. 8).
Samsi-Adad V (823–810 a.C.) se ocupó en gran parte de aplicar las revueltas de las
provincias orientales. Después de un corto reinado murió, y su viuda Sammuramat (la
legendaria Semiramis) actuó como regente hasta el año 805 a.C. cuando su hijo Adadnirari III
llegó a ser rey.
Durante una breve tregua en el dominio asirio en el Asia occidental, el gobernador arameo,
Hazael de Damasco, buscó construir su imperio per subyugar a Israel y otros estados .
Cuando Adad-nirari atacó a Hazael (804 a.C.) eso pareció una bendición a los pequeños
estados del Asia occidental, ya que trajo alivio a la presión de los arameos. Adad-nirari en sus
anales afirma que recibió tributo de Hatti (Siria del norte), Amurru (Siria oriental), Tiro, Sidón,
la tierra de Omri (Israel), Edom y Filistia hasta el Mediterráneo. Joás de Israel fue capaz de
recuperar el territorio que se había perdido anteriormente a Hazael (2 R. 13:25).
50
La presión asiria sobre Damasco continuó bajo Salmanasar III (781–772 a.C.). Jeroboam II
tomó ventaja de esta política asiria y fue capaz de extender los límites de Israel hasta el norte
incluyendo el valle de Beq‘a (2 R. 14:25–28).
Al comienzo del reinado de Tiglatpileser III (745–727 a.C.), él tomó el trono de Babilonia bajo
el nombre de Pulu o Pul (2 R. 15:19; 1 Cr. 5:26). Entre las revueltas que había apaciguado
estaba una organizada por ―Azariau de Yaudi‖ en alianza con Hatmat. Es tentador ver en este
nombre el Azarías bíblico (una variante del nombre Uzías) de Judá. Había una pequeña
ciudad sobre el norte de Siria llamada Yaudi y es probable que el rey de ese estado sea el
mencionado, aunque el rey de Judea no puede ser totalmente ignorado. Los anales de Tiglat-
pileser contienen la afirmación de que él recibió tributo de Manahem de Israel (compárese con
2 R. 15) y de Hiram de Tiro —un descendiente del Hiram perteneciente al Tiro davídico y
salomónico.
Para el año 732 a.C. Tiglatpileser había capturado Damasco y había puesto fin al entonces
poderoso estado arameo que tenía allí su centro. Sus anales también nos dicen que él
reemplazó a Peka, el asesino de Pekahiah, hijo de Manahem por ‘Auzi (Oseas, 2 R. 15:30).
Los asirios avanzaron hasta la costa fenicia, a través ―del límite de Israel‖ hasta Gaza, cuyo
rey huyó a través del arroyo el-Aris hasta Egipto. Acaz de Judá se alió con los reyes de Amón,
Maob, Edom y Askalón para pagar tributo a los asirios en lugar de correr el riesgo de un
combate.
Mientras Damasco era una amenaza potencial a Asiria, su rey Rezín se alió con Peka de
Israel en un esfuerzo para remover a Acaz de Judá y poner un rey
antiasirio en el trono de Judá (Is. 7). Acaz sin duda buscó ayuda de
Tiglat-pileser cuando su trono fue amenazado. Tal ayuda hubiera
venido muy pronto. Sabemos que Israel fue atacado, Azor destruido
(2 R. 15:29) y muchos fueron llevados al exilio. Aun Acaz fue
sometido a Tiglat-pileser y leemos de las innovaciones religiosas
que tuvieron lugar como resultado de la influencia asiria o de su
presión (compárese 2 R. 16:10). (L.10).
Salmanasar V (727–722 a.C.), hijo de Tiglat-pileser III, continuó la
campaña en el occidente de Asia. Oseas de Israel aceptó el
consejo de sus cortesanos proegipcios y rehusó pagar tributo a
Salmanasar, esperando que Egipto lo ayudara en el caso de un
ataque. El ataque vino, ya que Salmanasar sitió Samaria, y la capital
israelita cayó ante los asirios tres años después. Durante el sitio,
Salmanasar evidentemente murió ya que Sargón II (722–705 a.C.) se atribuye haber tomado
la ciudad y haber deportado 27.270 personas, colocándolas en las provincias orientales de su
imperio.
Sargón fue un gobernador vigoroso. Después de la caída de Samaria (722 a.C.), derrotó a
Carquemis (717 a.C.), saqueó Asdod y Gat (715 a.C.) y condujo ataques en sus tribus en el
lago Van (714 a.C.). Al comienzo de su reinado invadió Elam (720 a.C.) y saqueó Susa. Una
década más tarde sometió a Marduk-apal-iddina II (el Merodac-baladán) quien intentó
51
organizar una Babilonia independiente en los pantanos a la cabecera del Golfo Pérsico.
Sargón edificó un gran palacio en *Khorsabad cerca de Nínive pero murió antes de poder
terminarlo.
Senaquerib (705–681 a.C.) pasó los primeros años de su reinado
aplacando las revueltas que siguieron a la muerte de su padre Sargón.
Marduk-apal-iddina tomó el trono de Babilonia (703–701 a.C.) y
Senaquerib tuvo que juntar todas sus fuerzas para desalojarlo. En el
proceso, la ciudad de Babilonia fue saqueada y Marduk-apal-iddina huyó
a Elam y allí murió.
Cuando los problemas en el lado oriental de su imperio se resolvieron,
Senaquerib marchó hacia el occidente en el año 701 a.C., sitió Sidón y
marchó por la costa mediterránea hasta *Askalón. Fue probablemente en
esta época que sitió *Laquis. El sitio de Laquis (2 R. 18:13, 14) está
representado en unos bajos relieves descubiertos en el palacio de
Senaquerib en Nínive. (L. 8).
Las Escrituras son claras en decir que Ezequías de Judá pagó tributo a Senaquerib —300
talentos de plata y 30 talentos de oro (2 R. 18:14–16). Los anales de Senaquerib hacen alarde
del tributo recibido de Ezequías. Fue probablemente refiriéndose a la misma campaña que
más tarde Senaquerib alardea en sus anales: ―En cuanto a Ezequías, el judío, lo encerré
como un ave en su jaula‖ (léase 2 R. 18:17–19:9). Tanto la Biblia como los anales asirios
afirman que el sitio fue levantado y que
Senaquerib se retiró sin castigar a Ezequías por su rebelión (2 R. 19:35). La Biblia atribuye la
liberación de Ezequías a la intervención milagrosa de Dios. Una declaración de Herodoto se
ha interpretado como diciendo que la causa secundaria pudo haber sido un ataque de peste
bubónica en el campamento asirio (véase Herodoto ii. 141). De acuerdo con la narración
babilónica posteriormente fue asesinado por su hijo. La Biblia (2 R. 19:37) menciona dos hijos
que asesinaron a su padre, mientras éste adoraba en el templo de Nisroc —posiblemente el
templo de Nusku o Ninurta en Nínive.
Senaquerib, el soldado, fue también constructor. Además de sus extensos palacios, templos y
puertas de entrada fue responsable por el acueducto Jerwan (véase Acueducto) que suplió el
agua para la irrigación de los grandes parques alrededor de Nínive. Fueron usados
prisioneros de guerra en la construcción de estos proyectos.
Esar-Haddon (680–669 a.C.), Príncipe de la Corona y Virrey de Babilonia bajo Senaquerib,
tuvo que aplacar las revueltas resultantes de la muerte de su padre antes de poder gobernar
efectivamente el imperio. Babilonia y Elam le dieron problemas así como las tribus del norte.
Tiraka, de Egipto, soñó con que su tierra volviera a gozar de las glorias perdidas y animó a las
ciudades- estados del oeste de Asia a rebelarse. Cuando Baal de Tiro rehusó pagar tributo,
Esar-Haddon atacó. Abdi-Milki, de Sidón, también siguió el consejo de Tiraka y sufrió un sitio
de tres años (676–673 a.C.). De acuerdo con sus anales, Esar-Haddon reclamó tributo de
―Baal de Tiro, Quemos-gabri de Edom, Musuri de Moab, Sili-Bel de Gaza, Metinti de Askalón,
Mili-asapa de Gabal … Ahi-Milki de Asdod …‖
52
Dándose cuenta de que muchos de sus problemas en Asia occidental debían atribuirse a
Tiraka, Esar-Haddon invadió Egipto en el año 672 a.C. e instaló gobernadores asirios en
Menfis y Tebas. Con sabiduría política, Esar-Haddon reunió a sus estados vasallos y
proclamó a su hijo Asurbanipal como Príncipe heredero de Asiria, y a Samas-sum-ukin como
Príncipe heredero de Babilonia. Fue así como él buscaba detener las revueltas
acostumbradas que se verificaban cuando un nuevo gobierno subía al poder.
Sin embargo, los planes de Esar-Haddon encontraron obstáculos. Tiraka causó problemas en
Egipto y Esar-Haddon decidió rendir a los egipcios a sus pies. Yendo rumbo a Egipto, Esar-
Haddon murió en Harán. Le tocó a su hijo, Asurbanipal (679–627 a.C.) —famoso en la
leyenda como Sardanápolis— marchar contra Tiraka. Después de tres dures campañas y del
saqueo de Tebas (el ―No‖ o No-Ammon‖ de Nahúm 3:8) en el año 663 a.C., el control de
Egipto estuvo nuevamente en manos asirias.
La rebelión continuó, sin embargo, en otros lugares. Esar-Huddon peleó en Tiro, Arvad y en
Cilicia. Gyges de Lidia envió emisarios a Nínive en busca de una alianza con Asiria, pero este
fue el único aspecto atractivo en un cuadro totalmente oscuro. Los medos amenazaban en el
oriente y en el año 652 a.C., Samas-sum-ukin llevó a los babilonios a otra revuelta.
Asurbanipal volvió su atención hacia Babilonia, la cual saqueó en el año 648 a.C. *Susa, la
capital de Elam que había sido su aliada, fue saqueada en el año 639 a.C.
Los problemas asirios en el oriente dieron al Asia occidental un período de descanso. Josías
estuvo en libertad para llevar a cabo sus reformas y continuar una política independiente en
Judá. Egipto, nuevamente independiente, buscó unir las ciudades-estados de Siria y Palestina
en una coalición antiasiria.
Los registros de las dos siguientes décadas son escasos y no existe certeza alguna
concerniente a la fecha de la muerte de Asurbanipal. Los escitas se movilizaron hacia el área
media del Éufrates y el poder medo creció en el oriente. En el año 625 a.C. los asirios fueron
expulsados de Babilonia. En ese entonces, los babilonios y los medos unieron sus fuerzas y
cautivaron a Asur (614 a.C.) y a Nínive (612 a.C.). Sin-sar-iskan, hijo de Asurbanipal, pereció
en las llamas de Nínive y las capital asiria fue rápidamente movida a Harán donde Asur-ubalit
resistió por dos años. Los egipcios bajo el faraón Neko, deseando ahora ayudar a la debilitada
Siria contra el nuevo gigante, Babilonia, llegaron demasiado tarde para impedir que Babilonia
y los escitas aliados tomaran Harán y de esa manera ocasionaran el fin de la historia asiria.
Los reyes asirios eran gobernadores absolutos. No eran deificados como lo fueron los
faraones egipcios, pero el rey de Asiria era considerado como un agente en la tierra del dios
nacional Asur. El rey era, además, sacerdote principal de Asur y comandante de los ejércitos
de Asiria. En tiempos de paz tenía la responsabilidad de planear el bienestar del pueblo. Los
gobernadores provinciales y de distritos cobraban y enviaban los impuestos y tributos a la
capital en Nínive.
La ley asiria dependía en gran parte de los antiguos códigos sumerios y babilonios, pero
mostraba una severidad mayor y un nivel cultural más bajo que el *Código de Hamurabi. Los
negocios se hacían a través de acuerdos escritos y las disputas eran resueltas por las cortes.
53
El Código de Ley de la Asiria Media fue descubierto por los arqueólogos en el antiguo sitio de
*Asur, desde 1903 hasta 1914. No se conservó en una estela como el Código de Hamurabi,
sino en tabletas de barro, algunas de las cuales estaban demasiado quebradas. Las tabletas
datan del tiempo de Tiglat-pileser I (1115–1077 a.C.), pero las leyes mismas venían
probablemente del siglo XV a.C.
Como representante del dios Asur, el rey declaraba guerras santas contra aquellos que no
reconocían su soberanía. La maquinaria de guerra asiria fue la más cruel que el mundo ha
conocido. El ejército incluía una fuerza de carros muy bien entrenados, arqueros, lanceros y
honderos. Rampas y arietes eran usados para capturar ciudades amuralladas y el botín de los
pueblos capturados incluía la gente tomada como esclava que iría a Nínive a trabajar en la
capital asiria. Gobernadores hostiles fueron algunas veces empalados o despellejados vivos
como una advertencia a otros rebeldes potenciales.
La religión de Asiria era similar a la de Babilonia y
a la de otras naciones semíticas antiguas. Aunque
Asur era la deidad a quien Asiria era devota —los
asirios son, por definición, ―la gente de Asur‖ —
otras deidades tenían intereses que no podían ser
olvidados. Anu y Adad tenían templos en Asur; a
Istar, la diosa de la guerra y del amor, se le
concedía especial adoración en Nínive. Nabú, el
dios de la sabiduría y patrono de las ciencias, tenía altares en Nínive y en Calah. La diosa
luna, Sin, honrada desde la antigüedad por los sumerios en Ur, era todavía la patrona de la
Harran asiria. Minurta, dios de la guerra y de la cacería, era adorado en Calah. (L. 9).
Nínive
El libro de Jonás del Antiguo Testamento nos dice que Dios ordeno a Jonás que fuera a una
ciudad llamada Nínive (Jonás 1:2). Debía
transmitir un mensaje de juicio inminente (dentro
de cuarenta días Nínive será destruida, Jonás
3:4), porque aquel pueblo era extremadamente
malvado. El pueblo se arrepintió (Jonás 3:10), y
Dios aplazo la destrucción de la ciudad al menos
unos 150 años. (L. 9).
¿Fue Nínive una ciudad legendaria, solo una parte
de un cuento del gran pez? Austen Henry Layard
la desenterró en 1847. La ciudad que había sido
capital de Asiria, ya se ha escavado mucho, se han encontrado restos de su murallas,
templos, palacios, biblioteca, fosos y defensas que sobreviven a la orilla oriental del rio Tigris,
frente a la ciudad moderna de Mosul, en Irak. El museo Británico de Londres tiene toda una
sección dedicada a los relieves y las esculturas que se encontraron en Nínive.
54
Sargón rey de Asiria (L. 10).
El profeta Isaías, en una de las profecías de Dios acerca el
juicio en contra de las naciones de Egipto y de Etiopía,
menciona a un rey asirio llamado Sargón. Esto representó un
problema para los arqueólogos en su primera época en el
campo del estudio porque se descubrió un obelisco de piedra
con los nombres de todos los reyes asirios, que habían
gobernado en ese reino sin que mencionase en él a Sargón.
Cuando fue descubierto la universidad de Chicago hizo una
atrevida declaración diciendo que habían encontrado una
evidente contradicción en la Biblia, dando por hecho que las
Escrituras estaban equivocadas puesto que no habían
encontrado el nombre de Sargón grabado en esa piedra.
Pero sucedió algo muy gracioso, podríamos decir que fue una
pequeña broma que le hizo Dios a los hombres de ciencia. A la
postre encontraron el palacio real de Sargón y resultó ser verdaderamente majestuoso.
¿Cómo supieron que era el palacio de Sargón? Pues sencillamente porque los ladrillos que
cubrían las paredes del palacio llevaban su nombre grabado en ellos.
No solo es que encontraron su nombre, sino su captura de la ciudad de Asdod tal y como se
menciona en Isaías 20, estaba también grabada en
las paredes del palacio y no solo eso, sino que en
las excavaciones de Asdod misma más adelante
encontraron fragmentos de un monumento en el que
quedaba constancia de su victoria. Una de las
inscripciones decía: “Sargón, rey de Asiria, que
conquistó Samaria y toda la región de Israel, el
que tomó cautivos de Asdod.” Aparece en el
Museo británico este monumento que se hallaba a la
entrada del palacio de Sargón. En esta estatua de
un toro alado hay una inscripción en la que aparece
la lista de los títulos y las hazañas realizadas por
Sargón.
Bueno, da la impresión de que la arqueología siempre se pone al día en lo que se refiere a la
verdad que se encuentra en la Biblia y la siguiente verdad acerca de la cual escribe Isaías,
tuvo lugar. ―En el año en que Tartan vino a Asdod, cuando Sargón el rey de Asiria le
envió y luchó en contra de Asdod y se apoderó de ella, al mismo tiempo el SEÑOR habló
por medio de Isaías, el hijo de Amoz, diciendo: ―Ve, quita la ropa áspera de tus caderas y
descalza las sandalias de tus pies‖. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo. ― Y él lo hizo,
caminando desnudo y descalzo. Y dijo el SEÑOR: ―De la manera que anduvo mi siervo Isaías
desnudo y descalzo tres años, como señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía, así
llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los deportados de Etiopía; a jóvenes y a
55
ancianos, desnudos, descalzos y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto. Y se
turbarán y avergonzarán de Etiopía, su esperanza, y de Egipto, su gloria. Y dirá en aquel día
el morador de esta costa: "¡Mirad qué fue de nuestra esperanza, a la que nos acogimos
buscando socorro para librarnos de la presencia del rey de Asiria! Y ahora, ¿cómo
escaparemos nosotros?" Isaías 20.
Los habitantes de la tierra hicieron una de las más importantes preguntas que jamás puede
hacer un hombre o una mujer. La pregunta tenía que ver con quién habría de liberarles: ―y
ahora, ¿cómo escaparemos nosotros?‖
La Biblia nos ofrece una respuesta. ―Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha
trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados.‖ Colosenses 1:13-14. ¿Cómo escaparemos si rechazamos una salvación tan
grande?
El túnel de Ezequías (L. 10).
La biblia no habla de un túnel que fue construido por orden de
Ezequías, el rey de Judá, a finales del S. VIII a.C. para llevar en
secreto agua del fuente de Gihon, situada fuera de la muralla
principal de Jerusalén, hasta la ciudad, donde los habitantes podían
disponer de agua durante el asedio de algún enemigo (2 Reyes
20:20; 2 Crónicas 32:30).
Este túnel, oculto durante mucho tiempo, fue descubierto en
1938. El túnel, que sigue considerándose una maravilla de la
ingeniería, serpentea por 534 metros de roca caliza. Fue
escavado por dos equipos de tuneladores que trabajaron
desde los dos extremos y se encontraron en el punto central.
En ese punto medio se talló una inscripción en el muro para
conmemorar su finalización. Hoy día se puede caminar por
este túnel, el túnel tiene una altura media de 1.80 metros y el
agua sigue fluyendo por él, con una profundidad media de
entre 60 y 90 centímetros.
Babilonia
La capital del imperio al cual ésta le dio su nombre está situada en las orillas del antiguo curso
del Éufrates a 87 kms. al sur de Bagdad, en el lado oriental del actual cauce del río. El lecho
plano depositario del río al no contar con minerales o piedras es reducido por el clima caliente
y seco a una relativa improductividad, a menos que sea ayudado por canales de irrigación.
Por su ubicación, Babilonia estaba destinada a ser importante comercialmente. Las rutas de
acceso al norte, y al oeste seguían el curso del Tigris y el Éufrates. Hacia el sur el Golfo
Pérsico hizo posible la comunicación naval con las naciones marítimas. Hacia el oriente, a
través de las puertas de Zagros, estaba el camino hacia Irán.
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I. Historia de la Ciudad. La historia primitiva de la ciudad es desconocida. La epopeya acadia
de la creación, *Enuma elish, ofrece un relato mítico de su fundación, describiendo a Babilonia
como la primera ciudad que llegó a existir, designando a sus altares como los lugares de
habitación de los dioses (VI:50 y sigtes.). Los artefactos de pedernal y piedra testifican de la
antigüedad del sitio, pero los arqueólogos no han sido capaces de penetrar debajo del estrato
del tercer milenio debido al alto nivel del agua. Un antiguo texto mesopotámico indica que
durante el tercer milenio la ciudad era conocida por los sumerios con el nombre de Kadingira,
el equivalente del acadio Babilum, ―la puerta de dios‖.
Durante el segundo milenio bajo el gobierno de los semitas *amorreos, ―pueblo del oeste‖,
Babilonia fue la capital de un pequeño reino *acadio dedicado al dios Marduk, gobernado por
una dinastía fundada por Sumu-abum. El sexto rey de la dinastía, Hamurabi, un militar,
administrador y un genio en la economía, fortaleció y embelleció a Babilonia. Durante el siglo
XVI los heteos atacaron y destruyeron la ciudad, dando por terminada la primera dinastía.
Entonces los casitas, que se habían radicado en Babilonia en grandes números, ayudados por
una invasión de sus paisanos de las montañas de Zagros, establecieron una nueva dinastía
que gobernaría durante quinientos años continuando, al parecer, los esquemas
gubernamentales de Hamurabi. *Asiria derribó el control casita y reemplazó el gobierno casita
por la segunda dinastía de Isin. El más grande monarca de este período de 125 años,
Nabucodonosor I, subió al trono al final del siglo XII.
Los siglos siguientes de la historia de Babilonia son oscuros. Parece que sus gobernantes
fueron únicamente los que Asiria aceptaba. En el siglo VIII, durante el reinado de Tiglat-pileser
III de Asiria, Ukin-zer, los caldeos, cuyas tribus controlaban el territorio sur de Babilonia,
tomaron la ciudad pero al cabo de 3 años Tiglat-pileser la reconquistó. Seis años después de
la muerte de Tiglat-pileser (721 a.C.) cuando el rey Sargón estaba defendiendo las fronteras
del norte, Merodac-baladán (2 R. 20:12 sgts.), un caldeo, pretendió el trono. Por 10 años el
usurpador no tuvo oposición, pero entonces Sargón movilizándose hacia el sur fue
proclamado vice regente de Babilonia. Merodac-baladán, prometiendo lealtad, regresó a su
tribu sólo para hacer otro intento por el trono durante el reinado de Senaquerib, el sucesor de
Sargón. El intento fracasó y Bel-ibni se convirtió en rey. La insurrección de Ezequías de Judá
(2 R. 8:13; Is. 30:1) hizo necesario el movimiento de las tropas asirias a Palestina e
inmediatamente Merodac-baladán incitó a la rebelión. Bel-ibni fracasó en dominar la situación,
pero los ejércitos asirios rápidamente reconquistaron el control. Una serie de insurrecciones
acabó con la paciencia de Asiria y Babilonia fue destruida 689 a.C. ). Los relatos de
Senaquerib del evento hablan con jactancia de la devastación completa. Su hijo Esar-hadón
asumió el poder de esa área. Cuando Senaquerib fue asesinado en el año 681, Esar-hadón
fue coronado, empezó la restauración de Babilonia y Samas-sum-ukin, el hijo de Esar-hadón,
fue proclamado el príncipe heredero. A la muerte de Esar-hadón su hijo, Asurbanipal, llegó a
ser rey de Asiria y Samas-sum-ukin rey de Babilonia. Después de 20 años de la diarquía,
Asurbanipal sitió a Babilonia imponiendo un reinado absoluto hasta su derrota por el caldeo
Nabopolasar en 627–626. En 612 Asiria cayó y fue establecido el imperio neobabilónico.
Nabucodonosor II, el hijo de Nabopolasar, coronado en 605 a.C., hizo de Babilonia una de las
ciudades más bellas del mundo. Nabucodonosor murió en el año 562 y para el 556 se inició
una nueva dinastía con el rey Nabunaid, cuyo hijo Bel-sar-usur fue por un tiempo regente de
57
Babilonia (Daniel. 5, 7, 8). Ciro de Persia conquistó Babilonia en el 539 y hasta el 331
Babilonia estuvo bajo el gobierno aqueménida. Alejandro Magno, después de derrotar a
Persia, pensó reconstruir Babilonia restaurándola a su antigua grandeza; pero después de su
muerte en 323 d.C., Babilonia fue descuidada y finalmente abandonada.
Se encuentran referencias constantes a Babilonia en los antiguos textos y en los escritos de
Herodoto, Cestio, Strabo y Plinio. La detallada descripción de Herodoto de la ciudad, a la vez
que exagera las dimensiones, parece ser correcta en cuanto a la descripción de las murallas,
torres, puentes y edificios y ha sido valiosísima en determinar la identificación de los edificios.
II. Excavaciones. El interés científico en Babilonia empezó en 1616 cuando Pietro della Valle,
un noble italiano, coleccionó ladrillos
inscritos y realizó una descripción más o
menos acertada de las ruinas. La
exploración arqueológica comenzó con
Abbe de Beauchamp, vicario general del
Papa en Bagdad durante los años 1780–90,
quien empleó trabajadores para excavar las
ruinas descubriendo el así llamado ―león de
Babilonia‖, algunos cilindros de arcilla y una
porción de la puerta de Istar. La publicación
de las memorias de Beauchamp en 1790 hizo un gran impacto en el mundo de la erudición y
en la Compañía de la India Oriental Británica. Cladius James Rich, residente de la Compañía
en Bagdad, autorizó la realización de estudios exploratorios, visitó Babilonia en 1811, fecha en
la cual el estudio científico moderno del sitio puede decirse que empezó. (L. 7).
Rich midió los montículos, coleccionó tabletas y cilindros inscritos para el Museo Británico y
determinó que la ciudad medía aproximadamente 4 kms. de norte a sur y 3.80 kms. de este
a oeste. Dentro de esta área casi cuadrada reconoció 4 promontorios. Babil, un tell (colina
artificial) oblongo (más largo que ancho) o irregular de una altura de 869 mts. desde la
ribera del río, que estaba en el extremo norte de la ciudad. A 2 kms. hacia el sur, en el
centro, estaba Kasr (el Palacio), un conglomerado de promontorios de 2, 5 kms. 2. Separado
del Kasr por un valle de 503 mts. de largo y elevándose sólo 15 mts. sobre la llanura estaba
Tell Amran ibn Ali, llamado así por una cúpula conmemorativa en el centro. El montículo más
al sur se llamaba Jumjuma, por el nombre de la villa árabe cercana.
Robert Ker Porter, sucesor de Rich (1817–20), trazó un plano de toda el área. En 1828,
Robert Mignan excavó un área de cuatro metros cuadrados a una profundidad de seis metros,
encontrando un cilindro de arcilla, monedas y algunas piedras preciosas. Austin Henry Layard
hizo algunos limitados trabajos exploratorios en 1850.
En 1852, una expedición francesa bajo Fullgence Fresnel, Jules Oppert y Felix Thomas
investigó 3 montículos. De Kasr se obtuvieron mosaicos esmaltados, ladrillos inscritos y un
cilindro de arcilla. En Amran, las tumbas partias fueron abiertas: unos ladrillos neobabilónicos
fueron recogidos y se recobraron terracota, arcilla, vidrio, cobre y unos pocos objetos de oro.
De Babilonia se obtuvieron ladrillos y artefactos de piedra y de vidrio. Desafortunadamente, en
1855, el barco que regresaba con el material juntado por la expedición francesa se hundió y
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los artefactos se perdieron. En general, la expedición francesa fue un fracaso. Oppert,
desorientado por las dimensiones exageradas de Herodoto, incluyó dentro de los límites de la
ciudad tales promontorios como Birs Nimrod (Borsipa) y El Ohemir (Kish).
Poco tiempo después, los árabes, al estar excavando en busca de ladrillos en el área Amran-
Jumjuma descubrieron recipientes de arcilla que contenían 3000 tabletas de arcilla del tiempo
de Nabopolasar y sus sucesores. Estas fueron adquiridas por George Smith para el Museo
Británico. En 1879 Hormuzd Rassam, un ex-ayudante de Layard, inició excavaciones. De
Jumjuma extrajo miles de tabletas inscritas incluyendo registros de los días de Nabopolasar y
Nabucodonosor del gran banco en Egibi, proveyendo así valiosa información acerca de la vida
comercial de Babilonia. De este lugar proviene el *Cilindro de Ciro (véase más adelante).
Desafortunadamente, muchas tabletas de arcillas no cocidas se deshicieron al ser expuestas
al aire. En Kasr, Rassam dirigió una limitada investigación, pero en Babil descubrió
acueductos y aljibes o norias de granito rojo importado, bellamente cortados y arreglados.
Restos de una pared en un área fueron erróneamente identificados como el resto de los
jardines de Nabucodonosor.
El trabajo más extenso de investigación en Babilonia fue llevado a cabo por Robert Koldewey.
En 1898, auspiciado por el Kaiser Wilhelm II y por la Sociedad Oriental Alemana, Koldewey
empezó un estudio de dieciocho años que terminó en 1917 a consecuencia de la Primera
Guerra Mundial. Entre sus colaboradores se contaban W. Andrae, F. Baumgarten, G.
Buddensieg, J. Grossman, J. Jordan, F. Langenegger, B. Meisner, K. Müller, A. Nöldeke, O.
Reuther, F. Weisbach y F. Wetzel. Casi todos los resultados de la expedición alemana están
relacionados con el período posterior a la destrucción de Senaquerib. En una sola sección se
halló material anterior a este período.
Koldewey identificó cinco promontorios, Babil, Kasr y Amran, previamente identificados por
Rich y Homer y Merkes, ligeramente hacia el oriente. La llanura entre Amran y Merkes
conocida como Sachn (el pan) también fue excavada.
La Babilonia de Nabucodonosor, desparramada por el Éufrates, estaba protegida por una
inmensa muralla de más de 18 kms. de largo y 26 mts. de ancho.
Los 8 mts. exteriores estaban compuestos de ladrillo cocido
asentado sobre asfalto, la superficie interior de ladrillo crudo tenía 7
mts. de espesor y el resto del espacio se llenaba con desperdicios.
Torres reforzadas estaban colocadas a cada 20 mts. y una fosa
adyacente del lado de la ciudad forrada con ladrillos cocidos de un
espesor de 3 mts. regulaba el Éufrates y fortalecía las defensas. Las
paredes secundarias interiores de adobe aseguraban los flancos del
Éufrates donde el río dividía la ciudad. (L. 8).
Fuentes literarias señalan que 8 puertas, cada una nombrada en honor de una deidad, abrían
paso en las murallas. Koldewey excavó 4, la puerta de Istar en el norte, en el oriente las
puertas de Marduk y Ninurta y en el sur la puerta de Urash. Las 4 puertas restantes fueron
identificadas con certidumbre razonable: la puerta de Sin, hacia el norte, la puerta de Adad,
hacia el oriente, las puertas de Enlil y Samas hacia el sur. La puerta de Istar parece que fue la
puerta de uso más frecuente y el camino que conducía a través de dicha puerta era conocido
como ―la Vía Procesional‖.
59
La excavación de Babil, identificada a través de inscripciones como el sitio del palacio de
verano de Nabucodonosor, no produjo resultados. El trabajo en Kasr descubrió el palacio
central de Nabucodonosor y el pequeño templo de Ninmakh. Homera, el montículo rojo, no
produjo más que un teatro griego. Los escombros masivos hacia el norte del teatro fueron
considerados como el material sobrante tirado por los hombres de Alejandro cuando
restauraron el ziggurat. El Merkes proveyó la clave para la historia arqueológica de la ciudad.
A pocos metros bajo la superficie fueron encontrados artefactos partos y luego en sucesión
también artefactos helenísticos, persas, neo-babilónicos, asirios y casitas. Doce mts. debajo
de la cima, aparecieron restos de edificios y tabletas de la primera dinastía; pero debido al
nivel del agua subterránea fue imposible bajar más. Casas de este período en forma de cubo,
pequeñas y sin ventanas, aunque amontonadas en un bloque aislado separado por calles
relativamente derechas, parecen haber sido bien construidas y haber estado provistas con
suficiente agua y buen drenaje. Los artefactos de la primera dinastía incluían numerosos
documentos comerciales que demostraban que esta área había sido un centro comercial,
literatura de agüeros, vasijas, botellas de almacenaje, armas de bronce y joyería. La
destrucción había ocurrido por medio del fuego, pero fue imposible determinar si el desastre
fue ocasionado por los enemigos asirios o heteos. En el nivel neo-babilónico se encontró un
templo a Istar.
En Amran fue descubierto un templo dedicado a Marduk y en la llanura Sachn fueron
encontradas las ruinas de un gran ziggurat.
III. Templos. De 43 templos mencionados en los documentos, 15 mencionados en las
inscripciones de Nabucodonosor, sólo 5 fueron excavados. Todos ellos estaban dentro del
precinto amurallado y se entraba a ellos a través de puertas o pasillos interiores rodeados por
edificios. Al edificio del templo mismo, a menudo con estrados elevados para las estatuas, los
cuales aún permanecen, se llegaba a través de un patio. Un largo corredor limitaba 2 o 3
lados del lugar santo y pasaba a través del patio que daba al templo. Muy pocos artefactos se
recobraron de los templos.
Emah, el templo de Ninmah, diosa del mundo subterráneo, situada en el Kasr hacia el lado
oriental de la puerta de Istar era una pequeña estructura (53 por 35 mts. ) en tan excelente
estado de preservación que llegó a ser el modelo para interpretar los planos de los altares. La
influencia de la arquitectura militar fue visible en las torres y almenas, pero las murallas fueron
horadadas con largas hendiduras, verticales, ausentes en las estructuras militares. Enfrente
de las torres que rodean la entrada había un pequeño altar callejero de adobe, cubierto
originalmente con mezcla blanca. La entrada conducía a través de un pequeño cuarto hacia el
patio con una noria revestida de ladrillos e inmediatamente opuesto a la entrada estaba el
altar al que se llegaba a través de un vestíbulo y antesala. Ciertas depresiones circulares en el
pavimento de asfalto del patio pudieron haber sido hechas con propósitos culticos. Había
recipientes de ladrillo en cada lado de la entrada al templo los que servían para las ofrendas y
en el frontis estaba la estatua de Ninmah. Tanto el altar como la antesala tenían cámaras a los
lados y alrededor de uno de los lados y detrás del templo había un gran cuarto al que se
entraba a través del patio o antesala. Las tabletas cuneiformes dan una lista de los materiales
de construcción y de los obreros; fueron descubiertos numerosos figurines y un objeto de
cerámica de un hombre con un cayado de oro. Un cilindro de arcilla identificaba el sitio y
señalaba que Asurbanipal había edificado el templo.
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E-patutila, ―la casa del cetro de la vida‖ dedicada a Ninurta, estaba en un ángulo oblicuo
complejo, de 58 por 40 mts. y yacía bajo la parte sureste de Amran. Un cilindro de fundación
informaba que Nabopolasar había completado el edificio y una inscripción registraba las
restauraciones hechas por Nabucodonosor. Delante de la puerta oriental que se abría hacia la
calle conduciendo a la puerta Ninurta había un pequeño altar. Los precintos incluían un patio
central y el complejo de edificios y 3 altares unidos por medio de puertas, presumiblemente
los templos sagrados a Ninurta, su consorte Gula y su hijo. Terracotas de hombres barbados,
mujeres desnudas y monos se cree que simbolizaban las tres deidades.
El templo Z, al oeste del templo de Ninurta, no pudo ser identificado porque la única
inscripción encontrada faltó en designar el dios a
quien el edificio se había dedicado. El complejo
estaba encerrado dentro de murallas pesadas con
dos entradas que daban al patio. En el lado sur del
patio un vestíbulo conducía a la antesala y al
templo. Fueron descubiertos pequeños patios con
cuartos adyacentes en el lado occidental. Pocos
artefactos fueron encontrados aparte de una
paloma de arcilla y un figurín. (L. 7).
El templo de Istar de Acadia estaba en medio de
casas en el Merkes, al este de la Vía Procesional.
Las entradas del sur y del este conducían a través
de vestíbulos a un patio abierto que tenía una noria. En el lado opuesto de la puerta oriental
se encontraba la antesala con un gabinete de ladrillo que contenía una estatuilla y la sala
rodeada por un largo pasadizo.
Esagila, ―la Casa con la Cabeza Levantada‖, el templo de Bel-Marduk, el dios patrono más
importante en la sagrada Babilonia, fue descubierto en 1900 a una profundidad de 20 mts. en
el montículo de Amran. Un área de 79 por 85 mts. fue excavada pero por medio de túneles
se amplió la investigación. Dos estructuras rectangulares adyacentes con numerosas capillas
formaban el complejo de edificios. El anexo oriental, con acceso a través de una puerta en la
pared, al frente de la pared de la Vía Procesional, consistía de un patio central rectangular
rodeado por cuartos aún no excavados. Un patio más pequeño rodeado por edificios sin
excavar todavía se encuentra hacia el sur. Una entrada del lado occidental conducía al área
principal del templo -un patio cuadrado limitado hacia el norte y hacia el sur por una hilera
doble de cuartos. Al frente del patio y opuesta a la entrada, una inmensa puerta daba acceso
a la antesala del santuario, llamado Ekua, que era un cuarto rectangular de 38 por 19 metros.
En este santuario la estatua de Marduk pudo haberse levantado, probablemente sobre un
podio elevado en el nicho de la capilla opuesto a la entrada principal. Se recuperaron
recipientes de barro cocido que ostentaban la figura de arcilla de un hombre con barba, con
pies de buey y con una palma en la mano. Cuáles dioses ocupaban otros cuartos es asunto
de especulación a excepción, tal vez, de una capilla sola en la cual fueron descubiertos los
símbolos Ea. Cuatro entradas, una de cada lado, abrían el paso hacia el área del templo,
mientras que el anexo oriental tenía cinco puertas.
61
IV. La Vía Procesional y la Puerta de Istar. La
gran Vía Procesional de 23 mts. de ancho que
servía como arteria principal de la ciudad fue casi
enteramente el trabajo de Nabucodonosor, aunque
ya había existido anteriormente. Las capas básicas
de ladrillo cubiertas con asfalto fueron revestidas
con planchones de piedra caliza importada de 1 mt.
cuadrado. Veredas de bloques de granito con vetas
rojas de 0.55 mts. cuadrados cada uno,
flanqueaban la vía. Los bordes biselados de cada
piedra llevaban inscripciones señalando que
Nabucodonosor había construido esta vía en honor
a Marduk. La vía se extendía a través de la puerta
de Istar, pasando por el palacio de Nabucodonosor
hasta el templo de Marduk.
Las puertas dobles con murallas que aún permanecen a una altura 12 mts. formaban un
sólido bloque con puertas separadas por un patio angosto o pasadizo. Había torres que
flanqueaban cada puerta. Las murallas de ladrillo azul esmaltado estaban adornadas con
bueyes amarillos y blancos y dragones (sirrush) en filas alternadas. Una réplica de la puerta
encontrada en una placa de oro de la tumba en el palacio de Nabopolasar presenta la entrada
arqueada con 2 torres que sobresalen la muralla. Un bloque de piedra caliza inscrito entre las
puertas anunciaba que la puerta había sido construida en honor de Marduk por
Nabucodonosor. Más allá de la puerta, la Vía Procesional continuaba entre altas murallas
defensivas de ladrillos azules esmaltados adornados con leones blancos con melenas
amarillas y leones amarillos con melenas rojas, cada uno de ellos de más de dos metros de
longitud.
V. El Palacio de Nabucodonosor se levantaba entre la Vía Procesional y el Éufrates, un
inmenso complejo de edificios protegidos por una muralla doble y maciza. Un palacio más
pequeño debajo de las ruinas, probablemente el palacio de Nabopolasar, había sido arrasado
por Nabucodonosor de acuerdo con una inscripción. Cinco patios mayores descansaban
dentro de las murallas. Al primero se entraba desde la Vía Procesional por una puerta en una
pequeña entrada en medio de torres protectoras a través de un patio de acceso diminuto
rodeado de cuartos. Hacia el norte y el sur había viviendas que eran accesibles sólo a través
de estrechos pasadizos. Numerosos alabastros y moldes cilíndricos fueron encontrados cerca
de las habitaciones del norte los que hicieron que Koldewey dedujera que allí estaba ubicado
un centro de manufactura. Un segundo patio, al que se entraba desde el primero a través de
una enorme puerta, estaba junto a unos enormes edificios. Un amplio pasaje conducía a la
esquina nor-oriental de la ciudadela donde Koldewey excavó catorce celdas similares en
tamaño y forma, una que contenía una noria, todas rodeadas por una fuerte pared Koldewey
creía que aquí estuvo el sitio de los jardines colgantes con su sistema de irrigación. Como su
hipótesis no ha sido aceptada, la ubicación de la maravilla legendaria es aún desconocida.
Más allá del segundo patio estaba el patio central, rodeado por fuertes murallas y al que se
entraba a través de una gran puerta, y se distinguía por un estanque de agua, aunque este
puede haber sido del período persa. Hacia el norte había 2 habitaciones mayores, una con 2
62
patios, la otra con 4 patios. Hacia el sur estaba el cuarto del trono revestido de blanco (17 por
52 mts. ) con una entrada central flanqueada por 2 puertas. El nicho de doble fondo opuesto
a la puerta principal, que se creía era el sitio del trono, sería visible desde el patio. La fachada
de loseta esmaltada exterior presentaba columnas amarillas y capiteles de azul brillante,
conectados por una serie de capiteles, en cuya parte superior tenían un friso de palmas
dobles de color blanco contra un fondo azul oscuro. El conjunto estaba bordeado por una
banda de cuadros alternados de losetas amarillas, negras y blancas. Al oriente del patio
central había 2 patios más, ambos de tamaño grande rodeados de edificios.
Fragmentos de losetas unidas mostraron motivos de escorpiones, leones, aves, serpientes y
panteras. Se encontraron restos de las puertas de cedro cubiertas con umbrales de bronce y
una inscripción indicando que Nabucodonosor había importado el cedro del Líbano.
Los artefactos incluían una estela hetea de dolomita con un grano tosco que representaba al
dios de la temperatura, una figura de basalto de un león acosando a un hombre y una estela
que representaba al gobernador local presentándose ante Istar y Adad, la restauración del
canal Sukhi, el despliegue de una ciudad y la plantación de palmeras dátiles en las cercanías
de Khabur en el Éufrates.
VI. El Ziggurat de Babilonia, E-temenan-ki, ―la casa del fundamento del cielo y de la tierra‖,
excavado en el Sachn entre 1908 y 1911 era un vasto complejo de más de 150.000 mts. 2
rodeado por una pared casamata. Torres ornamentales adornaban las paredes interiores y las
10 entradas elaboradas, 2 al norte, 2 al oriente, 2 al occidente y 4 al sur, cada una con patios
interiores que conducían hacia el interior. Dentro de los períbolos había tres divisiones, un
patio con numerosas casas pequeñas hacia el norte y un largo patio occidental y el patio
principal del ziggurat y otros grandes edificios.
El ziggurat mismo puede datar del tercer milenio. Después del sitio de Senaquerib fue
restaurado por Nabopolasar y Nabucodonosor sólo para ser destruido por Jerjes. Koldewey
encontró que la estructura era una inmensa masa de adobe asentada sobre capas de asfalto
y estera, con una concha exterior de ladrillo cocido. La base medía 100 mts. por cada lado,
pero es imposible determinar cómo era la estructura. Unas escaleras en ángulo recto hacia el
sur indicaban una entrada y Koldewey, basándose en el plano conocido de Ur, lo reconstruyó,
añadiendo dos escaleras que flanqueaban las escaleras centrales. Hay poca duda de que
ésta fue la torre de Babel mencionada en Génesis 11:1–9.
VII. El Puente. Los 7 pilares del famoso puente que se extendía sobre el Éufrates y unía las
dos secciones de la ciudad fueron excavados. Construidos de ladrillo pequeño asentado en
asfalto, cada pilar medía 21 mts. de largo y 9 mts. de ancho y estaban colocados a
intervalos de 9 mts. La puerta hacia el puente estaba en una inmensa muralla protectora
entre la tierra y el primer pilar del río.
VIII. Babilonia y la Biblia. Numerosas referencias bíblicas a Babilonia tienen que ver con el
período de subyugación de Judá por Nabucodonosor (2 R. 17-25; 2 Cr. 36; Jer. 20-51). Otros
pasajes son más generales. La torre de Babel (En. 11) está seguramente asociada con el
ziggurat de Babilonia. En el Apocalipsis de Juan, Babilonia es un símbolo escatológico.
63
Contribuciones muy limitadas han resultado de la excavación misma y muy poco del material
de la primera dinastía ha tenido importancia directa con el estudio de la Biblia. Los intentos de
asociar Amrafel (En. 14:1) con Hamurabi han sido abandonados. Las tabletas de la primera
dinastía que tratan del arriendo de un buey o del arriendo de un campo por un cierto Abarama,
hijo de Awel-Istar, obviamente no se refieren al Abraham de la Biblia. Abarama y Abraham
son, esencialmente, el mismo nombre, lo cual demuestra que el nombre bíblico no necesita
ser considerado como un nombre acuñado (―padre del pueblo‖) sino que representa una
nomenclatura común en el antiguo Cercano Oriente.
Los textos de las dos primeras dinastías son importantes para el estudio del problema
Sa.Gaz-Hab/piru. Uno se refiere a la provisión de vestidos para los mercenarios *Habiru y el
otro, una carta escrita por Hamurabi, menciona el sobreveedor de Sa.Gaz. Al presente no hay
manera de relacionar estas referencias con los hebreos de la Biblia.
De significado más directo son los materiales del período neo-babilonio tales como la tableta
de Joacim. En las ruinas de los edificios fortificados de la ciudadela real, identificados como
los jardines colgantes de Nabucodonosor, fueron halladas unas trescientas tabletas de arcilla
que datan de 595 a 570 a.C. Muchas contenían listas de raciones para los cautivos de
Egipto, Askalón, Fenicia, Siria, Cilicia, Lydia, Elam, Media, Persia y Judá, que incluían
productos como el aceite y la cebada. A menudo se designa el status u oficio del recipiente.
Una tableta, que medía 8 por 15 cts. , rota en 3 pedazos, se refería al rey Joacim de Judá
como ―Yaukin, rey de Yahud‖, y menciona sus 5 hijos y otros cautivos judíos. Esta tableta,
fechada en el año 592 a.C. deja en claro que aun en el exilio Joacim era considerado como
el monarca judeo.
El Cilindro de Ciro, un barril de arcilla cocida de 23 cts. de largo, registra las conquistas de
Babilonia por Ciro de Persia. A pesar de la pérdida de
varias líneas por roturas, el relato principal está claro.
Habiendo planteado los problemas encontrados por los
sacerdotes babilónicos en el rey Nabonido, el texto habla
de Marduk, quien buscaba un hombre justo, pronunciando
el nombre de Ciro y así destinándolo a ser el gobernador
del mundo. Babilonia fue tomada sin batalla y Ciro fue bien
recibido por el pueblo. Por edicto real fueron puestos en
libertad los cautivos y se les permitió regresar a sus tierras
de origen, a la vez que sus santuarios fueron restaurados y los objetos de culto reintegrados a
sus lugares. (L. 8).
Mucho de lo que se relata en el cilindro puede estar relacionado con las narraciones bíblicas.
Isaías 44:24-28; 45:1-6 proclama las acciones de Ciro como el cumplimiento de la voluntad de
Jehová, sea que Ciro se diera cuenta o no de ello (45:4). Bajo el decreto de regreso, algunos
judíos volvieron a Jerusalén y debido al interés y ánimo de Ciro en la restauración del altar, el
templo de Jehová fue reconstruido (2 Cr. 36:22 y Esd. 1).
64
Una tableta, conocida como la *Crónica
babilónica que cubre la historia del período
entre los años 605 y 594 a.C., tiene
importancia para determinar la fecha de la
caída de Jerusalén. Anota la derrota de Nínive
por los babilonios y medos en el 612 y delinea
las narraciones egipto-babilonias hasta la
batalla de Carquemis en 605 (Jer. 46:2) cuando
el faraón Necao fue derrotado por
Nabucodonosor, el príncipe heredero de
Babilonia. El relato registra la conquista de
Siria y Palestina (2 R. 24:7). (L. 7).
Nabopolasar murió el 15 de agosto y para el 7 de septiembre Nabucodonosor había sido
elevado al trono. Se registra el pago de tributo por reyes de la tierra de Hatti, la cual incluiría a
Judá y posiblemente Joacim estuvo entre los contribuyentes (2 R. 24:1). La derrota de Egipto
por los babilonios en el año 601, debidamente registrada en la tableta, puede haber animado
a Joacim a rebelarse. Después de haber atacado a los árabes en Cedar (Jer. 49:28–33)
Nabucodonosor se movilizó sobre Jerusalén iniciando el sitio el 18 de diciembre de 598 a.C.
El 16 de marzo de 597 la ciudad capituló y habiendo instalado un rey ―títere‖ Nabucodonosor
se retiró llevando consigo muchos cautivos y grandes tributos (2 R. 24:10–17). No hay duda
que la referencia indica la captura de Joaquín y la instalación de Zedequías como el nuevo
monarca. El cronista informa de otras incursiones sobre la tierra de Hatti pero termina antes
de la revuelta de Zedequías.
Daniel
LA BIBLIA afirma en Daniel 1:1-2:
“En el tercer año del reinado de Joacim rey de Judá, Nabucodonosor rey de Babilonia fue a
Jerusalén, y la sitió. El Señor entregó en su mano a Joacim rey de Judá y parte de los
utensilios de la casa de Dios. Los trajo a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los
utensilios en el tesoro de su dios”. El hecho que Nabucodonosor saqueó las tierras que
incluyeron Israel durante su primer año como rey es registrado en tabletas babilonias
conocidas como las Crónicas de babilónio.
Ellos registran que reyes del territorio conocido como Hatti-Tierra vino antes él y le ofreció
tributo pesado. Esas ciudades que no se sometieron lo a, él vino contra y se llevó sus botín
apoyan a Babilonia. Según la Biblia, Daniel 1:3-4, durante la invasión de Jerusalén en el año
606 a. de C., Nabucodonosor, rey de Babilonia, instruyó a Aspenaz el Amo de sus eunucos,
que trajese de vuelta a algunos de los hijos de Israel para que sirviesen en el palacio del rey y
con el propósito de enseñarles el idioma y la literatura de los caldeos.
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Escogió a Daniel juntamente con sus tres amigos, Ananías, Misael y Azarías.
Sorprendentemente el oficio babilonio de Amo de los eunucos ha sido confirmado por la
arqueología. En el interior del museo británico hay una tableta de arcilla inscrita con las
palabras: “Rab-Saris.” En arameo, la palabra Rab interpretada significa Amo y Saris quiere
decir eunucos.
Otro hecho sorprendente acerca del libro de Daniel es que en 1947 se descubrieron los
primeros pergaminos del Mar Muerto, que contenían fragmentos de todos los libros del
Antiguo Testamento a excepción del de Ester. Entre ellos se encuentra una copia de Daniel.
Los capítulos 2:4 al 7:28 han sido escritos en el antiguo idioma arameo, conocido como caldeo
(el lenguaje de Babilonia), la misma lengua que se usaba en los documentos del siglo séptimo
a. de C. Esta es otra confirmación del hecho de que los acontecimientos acerca de los cuales
habla Daniel fueron escritos por Daniel durante el tiempo de su cautividad en Babilonia.
LA BIBLIA afirma en Daniel capítulo 1:6-7: ―Entre ellos estaban Daniel, Ananías, Misael y
Azarías, de la tribu de Judá. A estos, el jefe de los funcionarios les puso nombres: A Daniel
llamó Beltesasar, a Ananías Sadrac; a Misael Mesac y a Azarías Abed-nego‖.
En Babilonia se halló un prisma de arcilla de cinco lados (o polígono), que actualmente se
encuentra en el museo de Istanbul y en él aparece una lista de los hombres juntamente con
sus títulos. Tres de los hombres de la lista, que aparece en el prisma, tienen pronunciaciones
que son muy parecidas a las de los tres amigos de Daniel, aunque si son o no son los
hombres que de hecho se mencionan en la Biblia no es seguro.
En dicha lista se ha encontrado el nombre Ardi-Nabu, Secretario del príncipe heredero.
Este nombre es equivalente al nombre Abednego en arameo y puede, hecho, ser la primera
mención de uno de los amigos de Daniel, aparte de la que se hace en la Biblia. Otro nombre
que se ha encontrado en la lista es Hanunu-Jefe de los mercaderes reales. El nombre
Hanunu puede ser el equivalente babilonio del nombre hebreo Ananías. Otro nombre que se
ha hallado en la lista es el de Musalim-Marduk, que era un oficial de Nabucodonosor. Marduk
era el nombre del dios babilonio. Si se elimina la parte de Marduk del nombre, nos quedamos
con Musalim que bien puede referirse a Misael.
Fíjese el lector que cada uno de estos hombres ocupaba un puesto administrativo en
Babilonia. En Daniel 2:49 la Biblia afirma: Daniel solicitó del rey, y él designó a Sadrac, a
Mesac y Abed-nego sobre la administración de la provincia de Babilonia. Y Daniel permaneció
en la corte del rey.‖
El horno Babilónico
En Daniel 3 leemos el episodio en que Ananías, Misael y Azarías fueron arrojados en el horno
ardiente por desobedecer el mandato de inclinarse rostro en tierra y rendir culto a la estatua
de oro que levanto Nabucodonosor (Daniel 3:5). Dios protegió milagrosamente a aquellos
muchachos cuando pasaron por las llamas. ¿Es verdad que los babilónicos arrojaban a las
personas a hornos ardientes? La arqueología ha contribuido a verificar que si lo hacían.
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Se ha descubierto un gran horno en Babilonia con inscripciones donde se lee que aquellos
que se negaran a adorar a los dioses eran incinerados. Harol Willmington, profesor en la
Liberty University de Virginia, escribe: Los primeros excavadores en Babilonia recuperaron un
edificio con una forma peculiar, que al principio les pareció un horno para cocer cerámica
hecho de ladrillo. Encontraron una inscripción que especificaba el propósito de aquel edificio,
y decía lo siguiente: ―Este es el lugar donde los hombres que blasfeman contra los dioses de
Caldea morirían por fuego‖.
Otras excavaciones en Babilonia han desenterrado un edificio con una inscripción que indica
su uso: la instrucción de los príncipes y nobles cautivos sobre las costumbres de los caldeos.
Esto contribuye a verificar que el trato benévolo que recibieron Daniel y sus tres amigos
(Daniel 1:4 ;9) no era ajeno a la política de Babilonia.
Belsasar
En Daniel capítulo 5, un rey babilonio por nombre Belsasar se burla de Dios dando una fiesta
con artículos que han sido tomados del templo judío. Como resultado de ello Dios juzga a
Belsasar quitándole su reino y dividiéndolo entre los medas y los persas.
A los críticos de la Biblia les encanta valerse de esta historia con el propósito de resaltar los
aparentes errores en el texto, intentando demostrar que la Biblia no es exacta. Lo primero que
dicen es que el último Rey que gobernó el imperio de Babilonia antes de que fuese destruido
por los medas y los persas, fue un hombre llamado Nabonido no Belsasar.
En segundo lugar, Belsasar no fue nunca rey de Babilonia y, en tercer lugar, la Biblia se
refiere a Nabucodonosor como el padre de Belsasar, que no lo fue. Pero estas declaraciones
hechas por los críticos de la Biblia son mentiras o verdades a medias. Para empezar, el
nombre Belsasar se encuentra en la arqueología y da la casualidad de que fue hijo del rey
Nabonido, lo cual le convertía en príncipe heredero del reino de Babilonia. Aunque algunas
traducciones de la Biblia afirman que Nabucodonosor fue su
padre, la palabra hebrea para padre también puede interpretarse
en castellano con el significado de abuelo o antepasado y, de
hecho, Belsasar fue un descendiente sanguíneo, de línea directa,
de Nabucodonosor.
Lo mismo se aplica al hecho de que la Biblia llama a Belsasar rey.
Aunque los documentos históricos no mencionan que fuese rey,
la palabra hebrea para rey también se puede interpretar como
gobernador o príncipe real y los documentos de la historia dicen
que fue ambas cosas. Nabóido, que gobernó el imperio de
Babilonia entre los años 555 y 538 a. de C. menciona a su hijo
primogénito Belsasar en una inscripción que se halló en la ciudad
de Ur en 1853.
La inscripción dice: ―Ojalá que yo, Nabónido, rey de Babilonia, no te falle y que mi
primogénito, Belsasar, te adore con todo su corazón‖. Otro fragmento de evidencia a favor del
67
reinado de Belsasar en la ciudad de Babilonia procede de una inscripción en la cual se hace
referencia a él como el hijo de Nabónido y se le concede autoridad para gobernar.
“Poniendo el campo bajo el gobierno de su hijo mas mayor... Sus manos quedaban
entonces libres, confiándole a él la autoridad del trono real.”
Existe otra evidencia más que procede de una tableta que data del siglo seis en Babilonia,
donde se le menciona a la misma luz que a su padre: “En lo que se refiere a la brillante
estrella que ha aparecido, intentaré interpretar su significado para la gloria de mi señor
Nabónido, rey de Babilonia, y también para el príncipe heredero, Belsasar.”
Resulta interesante fijarse en que a la hora de hacer este juramento, el hombre juró tanto por
Nabónido como por Belsasar, aunque en cuanto a los juramentos de aquella época,
generalmente solo se mencionaba al rey. Esto parece indicar que Belsasar poseía una
autoridad muy parecida, que solo ocupaba un segundo lugar a la de su padre por todo el
imperio.
Esto apoya totalmente a la Biblia: Belsasar hablándole a Daniel en el capítulo 5 versículo 16
dice: ….‖Si ahora puedes leer esta escritura y me das a conocer su interpretación, serás
vestido de púrpura, tendrás un collar de oro en tu cuello y gobernarás como tercero en el
reino.‖ (Aquí Belsasar indica que era el segundo gobernante más elevado en Babilonia y no el
primero).
Sabemos además que en aquella época en que los medas y los persas capturaron Babilonia,
Nabónido no estaba viviendo en la ciudad de Babilonia, sino que estaba en un lugar conocido
como Teima, al norte de Arabia. Dejando a su hijo en su país, a cargo del gobierno de la
ciudad.
El rey Ciro de Persia se refiere también a Belsasar cuando conquistó Babilonia en sus
escritos: ―Un endeble fue puesto al cargo como el rey de este país….Interrumpiendo de
manera malvadas las ofrendas habituales…La adoración de Marduk, el rey de sus dioses,
convirtió en abominación. La afirmación de Ciro: ―La adoración de Marduk el rey de sus dioses
convirtió en abominación‖ encaja muy de cerca con la historia del libro de Daniel. Aunque no
fue la escritura de Marduk la que apareció en la pared, sino la del Dios verdadero de Israel.
Según la Biblia, Belsasar estaba celebrando una fiesta en el momento en que la ciudad de
Babilonia fue avasallada por los medas y los persas. La caída de Babilonia, tal y como ha sido
escrita por los antiguos historiadores Herodoto, Berosus y Xenofon lo verifica: ―A continuación
Ciro cavó una trinchera y desvió el curso del río Éufrates por el nuevo canal que conducía a
un pantano existente. Entonces el nivel del río descendió de tal modo que parecía solo un
arroyo. Fue así como el ejército pudo apoderarse de la ciudad al poder marchar por las aguas
poco profundas.... En aquel entonces los babilonios estaban inmersos en la celebración de
una fiesta a uno de sus dioses, de modo que les pilló totalmente por sorpresa.‖
Otra parte de la historia de la Biblia que los críticos intentan atacar es la mencionada en
Daniel 5:30-31: ―Aquella misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos. Y Darío el
medo tomó el reino siendo de 62 años‖. Los eruditos bíblicos liberales dicen que según la
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historia no hubo un hombre que se llamase Darío el meda y dicen que el escritor de las
Escrituras debió de confundirle con un rey que reinó mucho después, llamado Darío de
Persia.
Pero esta aparente equivocación también se puede explicar. Para empezar, todas las
―Crónicas Babilonias‖ nos dicen la fecha exacta en que cayó Babilonia, el 13 de Octubre del
año 539 a. de C. Según la documentación histórica un hombre llamado Gubaru, un meda, fue
nombrado por el Rey Ciro para que gobernase en Babilonia en esa época.
Gubaru nació en el año 601 a. de C., lo cual significa que tendría 62 años cuando invadió
Babilonia, exactamente la edad que se menciona en Daniel 5:31. Los datos babilonios acerca
de la conquista de Babilonia por parte de Darío el meda aparecen a continuación: ―En el mes
de Tashritu, cuando Ciro estaba batallando contra el ejército de Acad en Opis, en el río Tigris,
los ciudadanos de Acad se sublevaron, pero Nabónido masacró a los confusos habitantes. En
el día 14, sin que se produjese una batalla, fue tomada Sippar y Nabónido huyó para salvar su
vida.
En el día 16, Gubaru (Darío el meda) gobernador de Gutium y el ejército de Ciro entraron en
Babilonia sin que hubiese una batalla y posteriormente arrestaron a Nabónido cuando regresó
a Babilonia‖. En el tercer día del mes de Arahshamnu, Ciro entró en Babilonia y colocaron
ramitas verdes delante de él y se impuso en la ciudad un estado de paz. Ciro envió sus
saludos a toda Babilonia y Gubaru, su gobernador, instaló dirigentes que gobernasen sobre
Babilonia‖.
Este relato nos informa que Darío el meda instaló a subgobernadores en Babilonia y la Biblia
dice lo mismo, siendo el profeta Daniel uno de los que lo relatan: ―Pareció bien a Darío
constituir sobre el reino a 120 sátrapas que estuviesen en todo el reino y sobre ellos a tres
ministros (de los cuales Daniel era uno), a quienes rindiesen cuenta estos sátrapas, para
que el rey no fuese perjudicado.
Pero Daniel mismo se distinguía entre los ministros y los sátrapas, porque en él había
excelencia de espíritu. Y el rey pensaba constituirle sobre todo el reino. Entonces los ministros
y los sátrapas buscaban hallar pretexto contra Daniel en los asuntos del reino, pero no podían
hallar ningún pretexto o corrupción, porque él era fiel. Ninguna negligencia ni corrupción
fueron halladas en él‖. Daniel 6:1-4 Este era el mismo Darío el meda que hizo que Daniel
fuese echado en el foso de los leones, que se menciona en el capítulo seis de Daniel.
En lo que a su nombre se refiere, los historiadores creen que el nombre Darío no era un
nombre propio, ni mucho menos, sino un título de honor que significaba “el que tiene el
Cetro”. En otras palabras, “El que tiene el Cetro (el rey) de los medas”. El historiador judío
Josefo también escribió: ―Darío el Meda, junto con un familiar, Ciro el Rey de Persia, puso fin
al imperio babilonio. Darío era hijo de Astyages.‖
69
El foso babilónico para las bestias salvajes
Durante mucho tiempo, el relato de Daniel en el que es arrojado a un foso lleno de leones, en
el capítulo 6 de su libro, por desobedecer la ley restrictiva de la oración que promulgó el rey,
fue clasificado de leyenda, no histórica. Fred Wight explica como se ha cambiado esta
situación: los excavadores han demostrado que en aquellos tiempos remotos ese castigo se
infligía a menudo, un día, un excavador llamado Dieulafoy trabajaba entre las ruinas de
Babilonia cuando cayó en lo que parecía un pozo. Sus compañeros lo rescataron, y más tarde
tuvieron que plantearse cuál era la función de aquel lugar. En el petril del foso encontraron
una inscripción que decía: ―El lugar de ejecución, donde los hombres que airaban al rey
morían despedazados por animales salvajes‖.
Wight menciona también otros descubrimientos de fosos para leones: Cuando se estaba
escavando el palacio de Shushan (también conocida como Susa, una ciudad mencionada en
los libros de Nehemías, Ester y Daniel), se encontró un listado de nombres de 484 hombres
de alto rango que habían muerto en un foso de leones. Una inscripción del rey asirio
Asurbanipal señala que en su época estaba de moda la misma costumbre: ―El resto de las
personas que se habían rebelado fueron arrojadas vivas entre toros y leones, como solía
hacer Senaquerib (Rey de Asiria 2 Reyes 18:13), mi abuelo. He aquí que siguiendo sus pasos
arroje a esos hombres en medio de ellos:.
Persia
Los persas indoeuropeos, pastores nómadas del sur de Rusia, probablemente penetraron en
la meseta irania a fines del 2º milenio a.C. En el 836 a.C. Salmanasar III de Asiria recibió
tributo de los gobernantes de Parsua, cerca del lago Urmia. Su sucesor encontró la tierra de
Parsua en el sur, en la que finalmente se asentaron varias tribus.
Todavía se llama Farsistán a esta zona al este (punto cardinal);
elohísta del golfo Pérsico. Persépolis y Parsagarda fueron sus
ciudades principales. El hebreo paµras, ‗Persia‘, se refiere a esta
tierra. (L. 9).
I. Historia persa y judía
Las primeras tradiciones del pueblo persa están registradas en el
libro sagrado, el Zend-Avesta. Los primeros reyes que se registran
gobernaron desde Ansán, al noroeste de Susa. El Aquemenes al
cual reyes posteriores atribuyeron la fundación de la dinastía
probablemente reinó, alrededor de 680 a.C. Su nieto, Ciro I, se
opuso a Asurbanipal de Asiria, pero más tarde se sometió. Ciro II,
nieto de Ciro I, se rebeló contra su amo medo, Astiages, lo mató y se apoderó de su capital,
*Ecbatana, en 550 a.C. A partir de entonces el idioma y las costumbres de los medos
ejercieron gran influencia sobre los persas. A este éxito siguió la subyugación de Anatolia y la
70
conquista de Creso de Lidia (547 a.C.). Luego se dirigió al este (punto cardinal); elohísta para
extender su reino al noroeste de la India. Alrededor de 540 a.C. se sintió lo suficientemente
fuerte para atacar Babilonia. Después de varias batallas entró triunfalmente en Babilonia el 29
de octubre del 539 a.C., diecisiete días después de que su ejército hubo tomado la ciudad
(Dn. 5.30s; * Ciro). Pronto regresó el rey a Susa, pero su hijo Cambises permaneció en
Babilonia para representarlo en las ceremonias religiosas. El imperio fue dividido en grandes
regiones gobernadas por *sátrapas, elegidos entre los nobles persas o medos, pero bajo los
cuales se encontraban funcionarios nativos (Dn. 6). Diversas estatuas de dioses que habían
sido llevadas a Babilonia por el último rey nativo, Nabonido (que quizás se refleja en Is.
46.1s), volvieron a sus respectivos santuarios. Como no había imagen de Yahvéh que pudiera
llevarse de vuelta a Jerusalén, Ciro devolvió a los judíos los preciosos utensilios que
Nabucodonosor había sacado del templo (Esd. 1.7). Más importante aún, dio autorización real
para la reconstrucción del templo a cualquier judío que deseara volver a Judá (Esd. 1.1–4). Un
tal Sesbasar fue nombrado gobernador (Esd. 5.14). Evidentemente se trataba de un oficial
especial responsable ante el rey. El gobernador de la provincia ―del otro lado del río‖ (la región
al oeste del Éufrates) evidentemente no tenía conocimiento del edicto de Ciro cuando en el
520 a.C. trató de demorar las obras. Su carta fue a su superior, el sátrapa que estaba a cargo
de Babilonia y el O. No se encontró registro alguno entre los archivos que se guardaban en
Babilonia, pero se halló un memorando en Ecbatana, ciudad en la que Ciro había residido
durante el primer año de su reinado. Darío I (522–486 a.C.) confirmó el decreto, y ordenó a
sus funcionarios que ayudaran a los judíos.
Darío y su sucesor Jerjes I (486–465 a.C.) pusieron considerable energía en su esfuerzo por
conquistar a los griegos del Peloponeso, que era casi la única zona que había quedado fuera
del imperio persa en el mundo conocido, porque Cambises II (530–522 a.C.) había anexado
Egipto en el 525 a.C. La derrota en Maratón (490 a.C.), a manos de un pequeño ejército
griego fue el único revés que sufrió Darío. Su reorganización de las satrapías, su sistema de
comandancias militares, y su introducción de la acuñación de monedas, como también de
sistemas legales y postales, duraron tanto como el imperio. Estas medidas, junto con un
considerable grado de autonomía otorgado a los pueblos tributarios, contribuyeron
grandemente a la estabilidad del imperio, y permitieron
la supervivencia de una comunidad tan pequeña como
Judá, en la que funcionarios judíos actuaban como
gobernadores. (L. 8).
Bajo Artajerjes I (465–424 a.C.) los asuntos judíos
tuvieron representación oficial en la corte. Parece que
*Esdras fue ―secretario de estado para asuntos judíos‖
(Esd. 7.12). Se lo acreditó como enviado especial para
reorganizar el culto en el templo de Jerusalén (458
a.C.). El estímulo que recibieron los ansiosos judíos los
llevó a exceder los términos de la comisión de Esdras, y reconstruyeron los muros de la
ciudad. El rey se enteró de esto por el gobernador de Samaria, que evidentemente tenía cierta
responsabilidad sobre Judá. El monarca (Esd. 4.17–23) ordenó el cese de las obras al
comprobar en los registros que la ciudad se había rebelado contra reyes anteriores. Artajerjes
se encontraba frente a una rebelión en Egipto (alrededor de 460–454 a.C.), de modo que no
71
podía permitir la construcción de una fortaleza tan cercana a dicho país. Pero el copero del
rey era un judío, *Nehemías, que pudo contrarrestar los efectos de este decreto, y logró que lo
nombraran *Gobernador de Judá (Neh. 8.9), con permiso para reconstruir los muros (445
a.C.). No hay registros sobre las relaciones entre los gobernantes persas y los judíos después
de este período. Cuando el imperio persa estuvo bajo el poder de Alejandro (331 a.C.), los
judíos simplemente transfirieron su lealtad de un monarca a otro.
II. Cultura persa
La lengua persa indoeuropea se escribía con un alfabeto cuneiforme compuesto por 51 signos
silábicos simples (Escritura), pero su uso estaba limitado casi exclusivamente a los
monumentos imperiales. La cancillería imperial empleaba la lengua y los caracteres arameos
para las comunicaciones oficiales (p. ej. las cartas en Esdras). Est. 3.12; 8.9).
Diversos objetos encontrados en diferentes sitios dan testimonio del lujo de la corte persa,
como lo describe el libro de *Ester. Cierto número de bajos relieves en piedra muestran al rey
y sus cortesanos, y el tributo de sus vencidos. Los retratos de los diferentes grupos raciales
son ejemplos particularmente
buenos del arte persa de
esculpir la piedra. El tesoro
de Oxo (actualmente en el
Museo Británico en su mayor
parte) y otros objetos
encontrados por casualidad
muestran la artesanía de
orfebres y joyeros. Los
cuencos y vasos de oro y
plata macizos ilustran sobre
la riqueza de los reyes.
Podemos ver la influencia
griega en algunas obras de
los persas; y entre las listas de dependientes de palacio aparecen artesanos griegos.
III. La religión persa
Los primitivos persas reverenciaban a los dioses de la naturaleza, la fertilidad, y los cielos. La
tribu de los magos componía, casi exclusivamente, la clase de los sacerdotes. Algún tiempo
después del año 1000 a.C. Zoroastro proclamó una religión de elevados ideales morales bajo
el principio de ―haz el bien, odia el mal‖. Para él existía un dios, Ahura-mazda, el Bien,
representado por el fuego y el agua de la purificación. En contraposición con el bien había un
tenebroso poder del Mal. Darío I adoptó este credo, pero pronto se perdió entre cultos más
antiguos. Las doctrinas de Zoroastro sobrevivieron y se esparcieron ampliamente por otros
países. Podemos ver su influencia en los escritos del judaísmo primitivo (* Mar Muerto, Rollos
del) y según algunos estudiosos, en el Nuevo Testamento.
72
Grecia
Siempre fue un enigma determinar quiénes fueron los griegos. El idioma es indoeuropeo, y la
ubicación más antigua que se conoce se encontraba en los estados micenios del Peloponeso
(como se ha determinado por el reciente desciframiento de la escritura lineal B), en el 2º
milenio a.C. Cuando irrumpen en la historia, ya avanzado el 1º milenio, pertenecen
indistintamente a cualquiera de los lados del Egeo.
El primer florecimiento de las dos instituciones que fueron símbolo del helenismo, la filosofía
especulativa y el gobierno republicano, se produjo, aparentemente, en la costa jónica de Asia
Menor. Jonia es quizás la Javán del Antiguo Testamento (Is. 66.19). La extensión que
abarcaban los asentamientos griegos nunca se mantuvo estática. Desde muy temprano las
repúblicas se establecieron en todo el mar Negro, Sicilia, y el sur de Italia, y aun en lugares
tan alejados hacia el oeste como Marsella y España. Después de Alejandro hubo estados
griegos en oriente también, en lugares tan distantes como la India. Bajo el control seléucida, y
especialmente el romano, las antiguas y ricas naciones del Asia Menor y el Levante fueron
divididas sistemáticamente en muchos cientos de repúblicas griegas, y sólo las regiones más
atrasadas quedaron bajo gobiernos autóctonos, reales o sacerdotales. Esta fragmentación
política fue siempre característica de los griegos, como también la consiguiente subordinación
a las potencias extranjeras. Grecia nunca fue una entidad política. ―El rey de Grecia‖ (Dn.
8.21) debe ser uno de los gobernantes macedonios, Alejandro o un Seleucida, que controlaba
los asuntos de muchos estados griegos, pero nunca de todos. ―Grecia‖ (Hellas) en Hch. 20.2
debe referirse a la provincia romana de *Acaya, que, si bien contenía muchos antiguos
estados griegos, en esa época ya casi se había convertido en una zona más bien atrasada del
helenismo.
Por otra parte, la siempre creciente difusión de
las instituciones griegas produjo unificación a un
nivel diferente. Todo el Mediterráneo oriental, y
muchas otras regiones, alcanzaron el nivel
general de civilización que proporcionaba el
helenismo. Las espléndidas ruinas que hoy se
encuentran indiscriminadamente por esas
regiones son testigos mudos de la opulencia de
los estados, y de su grado de uniformidad. La
idea de una vida libre y cultivada en una pequeña
comunidad autónoma, que una vez fue el orgullo
de unos cuantos estados egeos únicamente, ya
se aceptaba en forma prácticamente universal.
*Atenas seguía siendo la cuna del saber, pero
Pérgamo, Antioquía, y Alejandría, y muchas otras ciudades en el nuevo mundo, rivalizaban
con ella o la eclipsaron. (L. 8).
73
Los estados no sólo proveían educación, sino también excelente entretenimiento, y una
amplia variedad de servicios relacionados con la salud y el bienestar social, en mayor medida
que la mayoría de las comunidades modernas. Ser miembro de una de esas repúblicas, y
hablar la lengua griega, eran las marcas de una persona civilizada (Hch. 21.37–39). Esa
persona podía considerarse griega, cualquiera fuera su raza (Mr. 7.26); todos los demás eran
―bárbaros‖ (Rm. 1.14, Versión moderna). El término ―helenistas‖ en Hch. 6.1; 9.29 (VM),
indica, presumiblemente, que esta distinción se aplicaba aun dentro de la comunidad étnica
judía. No obstante, el vocablo ―griego‖ (Hch. 11.20; 19.17; Rm. 1.16, etc.) es el que
regularmente se emplea en el Nuevo Testamento para los no judíos, y virtualmente equivalía
a ―gentil‖. Con frecuencia había *griegos relacionados con las sinagogas como observadores
(Jn. 12.20; Hch. 14.1; 17.4; 18.4), pero se preservaba celosamente la exclusividad de Israel
como nación. El angustioso alumbramiento del evangelio desde esa matriz constrictiva fue lo
que marcó el origen de la religión cristiana en su forma universal. La traducción del hebreo al
griego abrió el evangelio a todos los hombres civilizados y produjo, también, el Nuevo
Testamento.
Qumrán (L. 17).
Los rollos del mar muerto
Es el nombre de unas antiguas ruinas en su cercanía, al
noroeste del mar Muerto. No hay seguridad en cuanto a
la derivación del nombre; ciertas tentativas de
relacionarlo con Gomorra son inaceptables. Este
nombre fue registrado por varios viajeros que pasaron
por el lugar, pero era prácticamente desconocido hasta
que se descubrieron ciertos manuscrito(s) en unas
cuevas cercanas, en 1947 y años sucesivos, lo que aseguró su inclusión en el mapa (Mar
Muerto, Rollos del). Las excavaciones llevadas a cabo en Jirbet Qumrán (―ruinas de Qumrán‖)
entre 1951 y 1955 se consideran generalmente como demostración de que este complejo de
edificios formaba el centro principal de la comunidad a la cual
pertenecieron los manuscrito(s) encontrados. Es probable que
un cementerio ubicado entre Jirbet Qumrán y el mar Muerto (que
fue investigado por Clermont-Ganneau en 1873) sea el sitio
donde descansan los restos de los que formaban parte de la
comunidad; en este lugar se han identificado más de 1000
sepulturas, con los cuerpos sepultados en dirección N-S, con la
cabeza hacia el S.
Es evidente que el lugar fue ocupado durante el período de la
monarquía judaica, a cuyo período se asigna una cisterna
circular (2 Cr. 26.10; * Sal, Ciudad de la). Sin embargo, las fases
ocupacionales más interesantes son las que se vinculan
74
generalmente con la ―gente de los rollos‖. La fas, (alrededor de 130–110 a.C.) se caracterizó
por la eliminación de la antigua cisterna circular y la construcción de dos cisternas
rectangulares nuevas, juntamente con algunas habitaciones y un horno de alfarero.
Posteriormente siguió la fase, señalada por una completa reconstrucción del centro principal
en escala compleja, con el evidente propósito de hacer frente a las necesidades de una
comunidad mucho más numerosa.
Esta fase llegó a su fin en el 40 a.C., quizá debido a la invasión de los partos. Durante la
ausencia temporaria de la comunidad, los edificios fueron seriamente dañados por el
terremoto del año 31 a.C. (Josefo, Antigüedades de los judíos 15.121s). El sitio permaneció
abandonado hasta el año 4 a.C., cuando los edificios dañados fueron reparados y reforzados.
Estos trabajos marcaron el comienzo de la fase II, durante la cual evidentemente el lugar
sirvió para los mismos fines para los que había servido durante la fase. Entre las instalaciones
que pueden identificarse claramente se encuentran salas para asambleas, cuarto para
copistas, cocina, lavadero, fábrica de alfarería (la mejor preservada hasta ahora de la antigua
Palestina), molinos harineros, recipientes para almacenaje, hornos, fundiciones, talleres
metalúrgicos, y un complejo sistema de cisternas, hasta el cual se conducía agua por medio
de un acueducto alimentado desde cisternas cavadas en las rocas de las montañas situadas
al noroeste.
Las distintas fases de ocupación se distinguen con
bastante claridad por las indicaciones impresas en el
sistema monetario, habiéndose encontrado varios
centenares de monedas contemporáneas en el curso
de las excavaciones. Estos descubrimientos sugieren
que la fase II llegó a su fin en el 68 d.C. Otros
elementos de juicio señalan que el final de la fase II
fue de carácter violento; los muros fueron demolidos,
una capa de cenizas negras cubre el lugar, y una
cantidad de cabezas de flechas agrega su silencioso
testimonio al cuadro general de lo acontecido.
Resulta tentador relacionar estos acontecimientos
con las operaciones de limpieza llevadas a cabo en
esa región cuando los romanos ocuparon Jericó en el verano del año 68 d.C. Pero no se sabe
si la comunidad de Qumrán se mantuvo en posesión del lugar hasta esa fecha, o si una
guarnición insurgente se había apropiado de un cuartel general tan bien construido.
Algunas habitaciones fueron edificadas encima de las ruinas, las que fueron ocupadas
durante algunos años por una guarnición romana (fase III). Desde que fue excavada, Jirbet
Qumrán ha sido identificada por muchos con el asentamiento *esenio que según refiere Plinio
el Mayor (Plinio, Historia natural 5.17) estaba ubicado más arriba de En-gadi.
75
El templo
I. Fondo histórico (L. 11).
Algunas de las estructuras más
primitivas construidas por el hombre
son templos o santuarios donde
podía ofrecer culto a su dios en su
―casa‖, para los santuarios
mesolíticos y neolíticos de Jericó).
La torre de *Babel es la primera
estructura que se menciona en la
Biblia y que indica la existencia de
un templo (En. 11.4). Si bien parece
que la intención era que fuese un
lugar donde el hombre pudiera encontrarse con Dios, simbolizaba la confianza del hombre en
sí mismo, al intentar ascender al cielo, y debido a este sentimiento de orgullo el proyecto fue
condenado.
En la Mesopotamia, de donde salió Abraham, cada ciudad tenía un templo dedicado a su
deidad patronal. Se consideraba que ese dios era el propietario de la tierra, y si no recibía su
bendición esa tierra habría de resultar improductiva, lo cual daría como resultado ingresos
pobres para su templo. El rey o gobernante local actuaba como mayordomo del dios. No tenía
sentido que los patriarcas seminómades edificasen un santuario fijo para su Dios. Él se les
revelaba en los lugares y en la forma que a él le placía. A veces esas ocasiones ofrecían
motivo para la erección de un *altar para sacrificios. A veces se conmemoraba dicho
acontecimiento con una *columna (En. 28.22, ―piedra‖).
Una vez que Israel adquirió características de nación se hizo necesario contar con un
santuario central, un lugar de reunión para todo el pueblo, símbolo de su unidad en el culto a
su Dios. Esta necesidad la suplió primero el *tabernáculo durante la peregrinación por el
desierto, y luego los santuarios reconocidos durante el período de los jueces (p. ej. Siquem,
Jos. 8.30; 24.1; Silo, 1 S. 1.3).
Las naciones de Canaán tenían sus propios templos, llamados simplemente ―casa de Dagón‖
o casa de la deidad que fuera patrona de la ciudad correspondiente. Se han encontrado varios
de estos templos en Betsán, Hazor, y otros sitios.
La falta de un santuario dedicado a Yahvéh aparecía como una afrenta cuando David hubo
consolidado su posición y edificó un palacio permanente para sí mismo. Dijo entonces el rey
―yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas‖ (2 S. 7.2). No le fue dado el
que edificase el templo, porque sus propias manos estaban teñidas de la sangre de sus
enemigos, pero él reunió los materiales, reunió fondos, y adquirió un lugar adecuado (1 Cr.
22.8, 3; 2 Sam. 24.18–25). Salomón inició la construcción en el año cuarto, y el templo se
completó siete años después (1 R. 6.37–38).
76
II. El templo de Salomón (L. 12)
a. El sitio
El que se encontraba en la zona llamada
ahora ―Haram esh-Sherif‖ en el lado
oriental de la ―ciudad antigua‖ de
*Jerusalén es algo que no se discute. La
ubicación precisa dentro del vasto recinto
resulta más incierta. La parte más alta de
la roca (ahora cubierta por el edificio
conocido como ―La cúpula de la roca‖)
puede haber sido el lugar del santuario
de más adentro o del altar de los
holocaustos en la parte exterior (2 Cr. 3.1). Presumiblemente esta roca constituía parte de la
era de *Arauna, comprada por David por una suma que se indica en cincuenta siclos de plata
(2 Sam. 24.24) o 600 siclos de oro (1 Cr. 21.25).
De la estructura de Salomón no queda nada en pie, y durante las excavaciones auspiciadas
por el Fondo para la Exploración de la Palestina no se encontraron rastros concretos de la
misma. Más aun, es probable que la tarea de nivelar la roca y de edificar los grandes muros
de apoyo para el atrio del templo de Herodes hayan borrado todo vestigio de construcciones
anteriores.
b. Descripción
Los pasajes de 1 R. 6–7 y 2 Cr. 3–4 deben servir de base para cualquier reconstrucción del
templo de Salomón. Dichos relatos, si bien detallados, no abarcan todos los aspectos, no se
entienden perfectamente, y contienen algunas aparentes discrepancias (p. ej. 1 R. 6.2 y 16).
Pueden ser complementadas con referencias incidentales, y por la descripción del templo de
Ezequiel, versión ampliada del edificio de Salomón (Ez. 40–43). El templo propiamente dicho
era rectangular, orientado de este (punto cardinal); elohísta a O. Es razonable suponer que,
como el templo de Ezequiel, se encontraba sobre una plataforma (Ez. 41.8). No se dan las
dimensiones de la zona circundante. Siguiendo nuevamente el plano de Ezequiel, parecería
que hubo dos patios, interior y exterior; sugerencia apoyada por 1 R. 6.36; 7.12; 2 R. 23.12; 2
Cr. 4.9.
El altar de bronce para los sacrificios se encontraba en el patio interior (1 R. 8.22, 64; 9.25).
Tenía 20 codos de lado, y 10 codos de altura (2 Cr. 4.1). Entre este y el pórtico se encontraba
la fuente de bronce que contenía el agua para las purificaciones rituales (el ―mar … fundido‖, 1
R. 7.23–26). Este gran receptáculo, de 10 codos de diámetro, descansaba sobre cuatro
grupos de cuatro bueyes de bronce orientados hacia los cuatro puntos cardinales. Fueron
retirados por Acaz (2 R. 16.17).
77
En la dedicación del templo Salomón se ubicó sobre un ―estrado‖ (2 Cr. 6.12, palabra que se
usa para ―fuente‖ en otras partes, Ex. 30.18, etc.; aquí puede significar fuente invertida), lo
cual tiene paralelos en las esculturas sirias y egipcias, y posiblemente en las acádicas.
Una serie de escalones probablemente llevaba del patio interior al *pórtico. La entrada tenía
dos columnas, *Jaquín y Boaz, con capiteles profusamente ornamentados. Su función es
incierta; no constituían parte de la estructura. Es probable que hubiera puertas para cerrar el
pasillo (Ez. 40.48).
El pórtico medía 10 codos de largo y 20 codos de ancho. Su altura se indica como 120 codos
(2 Cr. 3.4), pero seguramente se trata de un error, porque el resto del edificio sólo tenía 30
codos de altura. Al oeste del pórtico se encontraba la gran cámara en la que se llevaban a
cabo las ceremonias rituales ordinarias. Este ―lugar santo‖ medía 40 codos de longitud, 20 de
anchura, y 30 de altura. Puertas dobles de madera de ciprés lo separaban del pórtico, y cada
puerta se componía de dos hojas. La declaración de que los postes formaban una cuarta
parte ( 1 R. 6.33; ―cuadrados‖, RV. 1960, sigue a la Septuaginta) de la pared resulta difícil de
explicar. Posiblemente la entrada tenía cinco codos de anchura, es decir cuarta parte de la
anchura de la pared divisoria, proporción que se conoce en algunos otros templos.
Ventanas con rejas cerca del cielo raso iluminaban el lugar santo (1 R. 6.4). Allí se encontraba
el *altar del incienso, la mesa de la *proposición, los cinco pares de *candeleros, juntamente
con los instrumentos para los *sacrificios. Las puertas dobles de ciprés que conducían al
santuario de más adentro raras veces se abrían, probablemente sólo para el sumo sacerdote
en la ceremonia de la expiación. Los postes y el dintel constituían una quinta parte según la
descripción (1 R. 6.31).
El santuario de más adentro era un cubo perfecto de 20 codos. Si bien podría pensarse que el
piso estaba elevado por sobre el, no hay indicación de que así fuese. Adentro había dos
figuras de madera una al lado de la otra, de 10 codos de altura. Dos de las alas de las mismas
se encontraban en el centro encima del *arca del pacto, y el ala restante de cada figura tocaba
las paredes norte y sur respectivamente (1 R. 6.23–28; * Querubines). En este lugar santísimo
la presencia de Dios se mostraba mediante una nube (1 R. 8.10s).
Cada cuarto estaba forrado con madera de cedro y el piso cubierto con ciprés (o pino, *
Arboles). Las paredes y puertas estaban labradas con flores, palmeras y querubines, y
recubiertas con oro, del modo acostumbrado para los templos de la antigüedad, como lo
demuestran las inscripciones. No se veía obra en piedra.
Las paredes exteriores del santuario interior y del lugar santo se construyeron con dos retallos
de un codo para sostener las vigas correspondientes a tres pisos de pequeñas cámaras en
todo el contorno. Así, las cámaras del piso bajo medían 5 codos de ancho, las que estaban
encima de estas 6, y las superiores 7. Una puerta en el lado sur daba acceso a una escalera
en espiral que conducía a los pisos superiores. Dichos cuartos indudablemente servían para
guardar elementos y vestimentas, proporcionaban lugar, tal vez, para los sacerdotes de turno,
y albergaban las ofrendas en dinero y en mercadería que traían los fieles. Mucho se ha
especulado acerca de la proximidad del palacio real al templo, y acerca de la posibilidad de
que fuera la ―capilla real‖. Mientras se puede admitir una relación de esta naturaleza
78
(sugestión apoyada por el pasadizo que conectaba ambos edificios, 2 R. 16.18), es preciso
tener presente que era apropiado que el virrey de Yahvéh morase cerca de la casa de Dios; la
entrada al templo no estaba limitada al rey.
Salomón contrato a un tirio para que se hiciese cargo de la obra, y utilizó artesanos fenicios (1
R. 5.10, 18; 7.13–14). No resulta sorprendente encontrar paralelos con el diseño del templo y
su decorado en ejemplos que se han conservado de la artesanía fenicia o cananea. El plano
del edificio es muy similar al de un pequeño santuario del S. IX a.C. excavado en Tell Tainat
sobre el Orontes. Se ven los tres cuartos, un altar en el de más adentro y dos columnas en el
pórtico, pero sosteniendo el techo. En Hazor un santuario de la edad de bronce tardía también
consta de tres partes, y fue construido con madera entre los tramos de piedra (1 R. 5.18;
6.36). Numerosos paneles de marfil labrado (procedentes de las paredes o el moblaje de
palacios) que se han encontrado en todo el oriente antiguo son de artesanía fenicia, a menudo
con temas egipcios. Entre los temas comunes se encuentran las flores, las palmeras, y las
esfinges aladas, indudablemente comparables con las talladuras en el templo. Como en el
caso de los paneles del templo, dichos tallados estaban recubiertos con oro y adornados con
piedras de colores.
c. La historia posterior
Los templos antiguos generalmente hacían de tesorería estatal, vaciada para pagar tributo, o
llenada y decorada con botín, según el poderío del país correspondiente. Si, por alguna razón,
el gobernante le prestaba poca atención al templo, este perdía sus ingresos y rápidamente
comenzaba a venirse abajo (2 R. 12.4–15). El templo de Salomón no fue ninguna excepción.
Los tesoros que Salomón almacenó en el templo fueron saqueados durante el reinado de su
hijo, Roboam, por Sisac de Egipto (1 R. 14.26). Reyes posteriores, incluido el propio
Ezequías, que adornó el templo (2 R. 18.15), usaron el tesoro para comprar aliados (Asa, 1 R.
15.18), o para pagar tributo y evitar invasiones (Acaz, 2 R. 16.8). Los reyes idólatras
agregaron los accesorios de un santuario cananeo, entre los que se incluían símbolos de
deidades paganas (2 R. 21.4; 23.1–12), mientras que Acaz introdujo un altar de tipo foráneo,
desplazando la fuente, en la época en que se sometió a Tiglat-pileser III (2 R. 16.10–17). Para
la época de Josías, (alrededor de 640 a.C.), tres siglos después de su construcción, el templo
requería reparaciones considerables, que tuvieron que ser financiadas con las contribuciones
de los que acudían a adorar (2 R. 22.4). En el 587 a.C. fue saqueado por Nabucodonosor y
despojado (2 R. 25.9, 13–17). Aun después de la destrucción acudía gente a sacrificar allí
(Jer. 41.5).
III. El templo de Ezequiel
Los exiliados recibieron aliento en medio de su sufrimiento (Sal. 137) mediante la visión que
tuvo Ezequiel de un nuevo templo (Ez. 40–43, alrededor de 571 a.C.). De este templo se dan
más detalles que del de Salomón, a pesar de que nunca se llegó a construirlo. El santuario
mismo se diferenciaba más que nada en tamaño (pórtico 20 codos de ancho, 12 de largo;
lugar santo 20 codos de ancho y 40 de largo; santuario de más adentro 20 codos de lado).
Aquí también las paredes estaban recubiertas y labradas con palmeras y querubines. El
edificio descansaba sobre una plataforma a la que se ascendía por diez peldaños que tenían
79
dos columnas de bronce a los lados. Tres filas de dependencias rodeaban al santuario interior
y al lugar santo. La visión ofrece una descripción del área circundante, algo que falta en el
relato del primer templo. Una sección de 500 codos de lado estaba rodeada por un muro que
contenía una sola entrada en tres de sus lados, norte, este (punto cardinal); elohísta y S.
Otras tres puertas, enfrentando a las anteriores, conducían a un patio interior, donde se
encontraba el altar del sacrificio ante el santuario. Todas estas puertas estaban bien
fortificadas a fin de evitar la entrada de toda persona que no fuese israelita. Había varios
edificios en los patios, para almacenaje y para uso de los sacerdotes.
IV. El segundo templo
Este templo permaneció por casi 500 años, más tiempo que el primero, y más que el templo
de Herodes. Y sin embargo se lo conoce muy imperfectamente, mediante referencias
incidentales. Los exiliados que regresaron (537 a.C.) llevaron consigo los vasos que había
sacado Nabucodonosor, y la autorización de Ciro para la reedificación del templo.
Aparentemente el sitio fue preparado, removiéndose los escombros; se edificó un altar, y
comenzó la preparación de los cimientos (Esd. 1; 3.2–3, 8–10). Un trecho de muro en el lado
occidental del recinto actual, colindante con la mampostería de piedra de Herodes, podría
constituir parte de dichos cimientos. Cuando por fin fue terminado tenía 60 codos de longitud y
60 codos de altura, pero hasta los cimientos evidenciaban el hecho de que era inferior al
templo de Salomón (Esd. 3.12). Alrededor del santuario había lugares para almacenamiento, y
habitaciones para los sacerdotes. De algunas de ellas Nehemías expulsó al amonita Tobías
(Neh. 13.4–9). 1 Macabeos. 1.21; 4.49–51 ofrece información acerca del moblaje. El arca
desapareció en la época del exilio y nunca fue recuperada ni remplazada. En lugar de los diez
candelabros de Salomón, un candelabro de siete brazos iluminaba el lugar santo, donde
también estaba la mesa de la proposición y el altar del incienso. Estos elementos fueron
llevados por Antíoco IV Epífanes (175–163 a.C.), quien fue el que colocó allí la ―abominación
de la desolación‖ (altar o estatua pagano) el 15 de diciembre de 167 a.C. (1 Mac. 1.54). Los
*Macabeos triunfantes purificaron el templo después de esta contaminación, y volvieron a
colocar el mobiliario a fines del 164 a.C. (1 Mac. 4.36–59). También convirtieron el recinto en
una fortaleza tan poderosa que resistió el sitio de Pompeyo durante tres meses (63 a.C.).
V. El templo de Herodes (L.13)
La edificación del templo de Herodes,
comenzada a principios del 19 a.C., fue un
intento de reconciliar a los judíos con su rey
idumeo, más bien que para glorificar a Dios.
Se tuvo gran cuidado de respetar la zona
sagrada durante las obras, hasta el extremo
de preparar a 1.000 sacerdotes como
albañiles para que edificasen el santuario. Si
bien la estructura principal se completó en
10 años (9 a.C.), las obras continuaron
hasta el 64 d.C.
80
Como base para los edificios del templo, y a fin de proporcionar un lugar de reunión, se niveló
una extensión de unos 450 mm metro(s) de norte a sur y de unos 300 metros de este (punto
cardinal); elohísta a O. En algunos lugares se cortó la superficie de la roca, pero una buena
parte fue nivelada con escombros, y todo el espacio fue encerrado con un muro de bloques
macizos de piedra (normalmente alrededor de 1 metros de altura y hasta 5 metros de largo;
Mr. 13.1). En el rincón sudeste, mirando hacia la garganta del Cedrón, el patio interior se
encontraba a unos 45 metros por encima de la roca. Tal vez el parapeto sobre este rincón
haya sido el pináculo del templo (Mt. 4.5). Todavía existen porciones de este muro. Una
puerta atravesaba el muro norte (puerta de Tadi), pero aparentemente no se usaba nunca, y
otra atravesaba el muro en el lado este; elohísta (bajo la actual puerta de Oro). Rastros de las
dos puertas de Herodes en el lado sur pueden verse todavía debajo de la mezquita de el-
Aqsa. Había rampas que llevaban de estas puertas al nivel del patio. Cuatro puertas daban de
frente a la ciudad en el lado occidental. Se llegaba a ellas por viaductos que cruzaban el valle
del Tiropeón (* Jerusalén). En el rincón noroeste la fortaleza Antonia dominaba el recinto. Esta
era la residencia de los procuradores cuando se encontraban en Jerusalén, y su guarnición
estaba siempre lista para sofocar cualquier disturbio en el templo (Lc. 13.1; Hch. 21.31–35).
La vestidura del sumo sacerdote se guardaba allí en señal de sujeción.
El patio exterior del templo estaba rodeado de un pórtico, dentro de los muros. Según la
descripción de Josefo (Josefo, Antigüedades de los judíos 15.410–416), el pórtico sur tenía
cuatro hileras de columnas y se llamaba pórtico Real. Los pórticos de los otros lados tenían
dos hileras cada uno. El pórtico de Salomón se extendía a lo largo del lado este (punto
cardinal); elohísta (Jn. 10.23; Hch. 3.11; 5.12). En estas columnatas funcionaban las escuelas
de los escribas y allí se llevaban a cabo los debates (Lc. 2.46; 19.47; Mr. 11.27), y los
mercaderes y cambistas tenían allí sus puestos (Jn. 2.14–16; Lc. 19.45–46). La parte interior
estaba algo más alta que el patio de los gentiles, y estaba rodeada por una balaustrada.
Avisos en griego y en latín advertían que las autoridades del templo no se hacían
responsables de la probable muerte del gentil que se aventurase a entrar. Dos de dichas
inscripciones han sido encontradas. Cuatro puertas daban acceso en los lados norte y sur, y
una en el lado E. Esta última tenía puertas de artesanía de bronce corintia y puede haber sido
la puerta llamada la Hermosa en Hch. 3.2.
El primer patio interno (patio de las mujeres) contenía las cajas para los donativos destinados
a cubrir los gastos que ocasionaban los servicios (Mr. 12.41–44). A los hombres se les
permitía entrar en el patio de Israel, que se encontraba más alto que el patio de las mujeres, y
en la época de la fiesta de los tabernáculos podían entrar en el patio de adentro (de los
sacerdotes) para circunvalar el *altar. El altar era de piedra sin cortar, y estaba a 22 codos de
distancia del pórtico (Mt. 23.35). El plano del santuario era copia del de Salomón. El pórtico
medía 100 codos de anchura y 100 codos de altura. Una entrada de 20 codos de ancho y 40
codos de alto daba acceso, y una que medía la mitad de la anterior conducía al lugar santo.
Este medía 40 codos de largo por 20 codos de ancho. Una cortina dividía el lugar santo del
santuario de más adentro (el velo, Mt. 27.51; Mr. 15.38; 2 Cr. 3.14). El santuario interior medía
20 codos de lado y, como el lugar santo, tenía 40 codos de altura. Un cuarto vacío encima del
lugar santo y del santuario interior alcanzaba la altura del pórtico, 100 codos, proporcionando
de este modo un techo uniforme. Tres pisos de cuartos rodeaban los lados norte, sur y oeste
hasta una altura de 40 codos. Puntas de oro cubrían el techo para evitar que se asentaran las
aves.
81
Esta magnífica estructura de oro y de piedra color crema apenas llegó a completarse (64 d.C.)
cuando fue destruida por los soldados romanos (70 d.C.). El candelabro de oro, la mesa de la
proposición y otros objetos fueron llevados a Roma, como se ve en el arco de Tito. Para la
organización del templo, véase *Sacerdotes y levitas.
a. “Templo” en los evangelios
La actitud de Jesús hacia el templo de Jerusalén contiene dos rasgos opuestos. Por un lado,
Jesús lo respetaba grandemente; por el otro, le asignó importancia relativamente pequeña.
Así, lo llamaba ―casa de Dios‖ (Mt. 12.4; Jn. 2.16). Todo en él era santo, enseñaba, porque
había sido santificado por Dios, que moraba en él (Mt. 23.17, 21). El celo por la casa de su
Padre lo impulsó a purificarlo (Jn. 2.17), y el pensamiento del próximo fin que le esperaba lo
hizo llorar (Lc. 19.41). Por contraste tenemos esos pasajes en los que Jesús relegaba el
templo a una posición muy subordinada. El era más que el templo (Mt. 12.6). El templo se
había convertido en cobertura para la esterilidad espiritual de Israel (Mr. 11.12–26 y
paralelos). Pronto habría de desaparecer, ya que una terrible profanación habría de inutilizarlo
totalmente (Mr. 13.1, 14). Véase también Mr. 14.57; 15.29 y paralelos. Esas actitudes
contrapuestas no dejan de tener, empero, su explicación.
Al comienzo de su ministerio Jesús se dirigió a los judíos e instó a todo Israel a arrepentirse. A
pesar de la creciente oposición, vemos que no deja de tratar de atraer a Jerusalén (Mr. 11.1 y
paralelos). El templo fue purificado con el propósito de reformar el orden existente (11.15 y
paralelos). Pero el sentido mesiánico de esta acción (Mal. 3.1, Salmos de Salomón 17.32; Mr.
11.27) provocó mayor hostilidad todavía de parte de los dirigentes religiosos, y el judaísmo,
persistentemente obstinado e incapaz de reformarse, fue finalmente juzgado indigno de la
divina presencia (Mr. 12.1–12). De manera que Jesús, que comenzó venerando el templo,
finalmente anunció que su rechazo y muerte darían por resultado la destrucción del mismo. La
acusación esgrimida durante el juicio, según la cual Jesús había expresado, ―yo derribaré este
templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano‖ (Mr. 14.58; 15.29),
constituiría por lo tanto un tipo de peroración adecuado para el impacto que nuestro Señor
quería hacer ante los judíos. Marcos atribuye el dicho, sin embargo, a testigos falsos, y
aquello que constituía la parte falsa del testimonio es asunto de conjeturas entre los
entendidos. Probablemente sea mejor entender la acusación como una inescrupulosa
combinación de la predicción de Jesús de que el templo de Jerusalén sería destruido (Mr.
13.2 y paralelos), y el dicho de que el Hijo del hombre sería destruido y que se levantaría al
tercer día (Mr. 8.31; 9:31; 10.34 y paralelos). Vale decir que la falsedad estaba en la
tergiversación de lo que Jesús enseñaba. Una de las razones de que Marcos no se ocupase
de corregir dicha tergiversación puede deberse al hecho de que la acusación era exacta en un
sentido más profundo del que pretendían los falsos testigos. La muerte de Jesús arrojó como
resultado justamente la anulación del templo de Jerusalén, y su resurrección colocó en su
lugar otro templo. El nuevo templo estaba formado por la congregación escatológica de Jesús
el Mesías (Mt. 18.20; Jn. 14.23). Lucas y Juan, por consiguiente, no hicieron alusión a los
testigos falsos, porque cuando ellos escribieron sus respectivos evangelios la acusación ya no
se entendía como infundada.
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b. “Templo” en Hechos de los Apóstoles
Pasó algún tiempo, sin embargo, antes de que se pusieran de manifiesto todas las
ramificaciones de la obra de Cristo, y en Hechos vemos que los apóstoles siguieron adorando
en el templo de Jerusalén (Hch. 2.46; 3.1; 5.12, 20, 42; Lc. 24.52). Parecería que el partido
judaico-helenístico representado por Esteban fue el primero en descubrir que seguir a Jesús
como Mesías significaba la abrogación del orden simbolizado por el templo de Jerusalén (Hch.
6.11). Consecuentemente, la defensa de Esteban se convirtió en un ataque al templo o, más
correctamente, a la actitud mental a la que daba lugar el templo (Hch. 7). Pero el que se
justifique encontrar en las palabras de rechazo del templo por Esteban una insinuación del
nuevo templo hecho sin mano, como lo hacen algunos comentaristas, no puede aseverarse
totalmente. Nos encontramos en terreno más firme en Hch. 15.13–18. El ―tabernáculo caído
de David‖ de Em. 9.11, por cierto, tiene el sentido primario de dinastía o reino, pero el uso de
este versículo del Antiguo Testamento en la escatología de los que se adherían al pacto de
Qumrán para apoyar su novedosa concepción de un templo espiritual (Documentos de los
covenantarios de Damasco (en la Genizá de El Cairo) 3.9), nos permite ver aquí un esbozo de
la doctrina de la iglesia como el nuevo templo de Dios, esbozo que es un rasgo muy común de
las epístolas.
E L N U E V O T E S T A M E N T O
Herodes el Grande
El constructor
1. Herodes el Grande, rey de los judíos en 40–4 a.C., nacido,
alrededor de 73 a.C. Su padre Antípater, judío de origen idumeo,
adquirió una posición de gran influencia en Judea después de la
conquista romana, y fue designado procurador por Julio César en el
47 a.C. Él, a su vez, designó a su hijo Herodes prefecto militar de
Galilea, quien demostró sus condiciones por el vigor con que
suprimió el bandolerismo en dicha región; el gobernador romano de
Siria quedó tan impresionado por su energía que lo designó prefecto
militar de Celesiria. Después del asesinato de César, y la guerra civil
que se desencadenó, Herodes disfrutó de la buena voluntad de Antonio. Cuando los partos
invadieron Siria y Palestina, y colocaron en el trono de Judea al asmoneo Antígono (40–37
a.C.), el senado romano, aconsejado por Antonio y Octavio, dio a Herodes el título de ―rey de
los judíos‖. Le llevó tres años de luchas lograr hacer efectivo su título, pero cuando lo hizo
gobernó Judea por 33 años como leal ―amigo y aliado‖ de Roma.
Hasta el 31 a.C., y a pesar de la buena voluntad de Antonio, la posición de Herodes resultó
precaria debido a los ardides de Cleopatra, que esperaba poder reunir a Judea y Celesiria
83
bajo el reino tolemaico. Este peligro desapareció con la batalla de Accio, tras lo cual Herodes
fue confirmado en su reino por Octavio (Augusto), el nuevo amo del mundo romano. Otra
fuente de ansiedad para Herodes la constituía la familia de los asmoneos, que estaba
resentida por haber sido desplazada del trono por una persona a la que consideraba
advenediza. Aunque estableció vínculos con dicha familia al casarse con Mariamne, nieta del
sumo sacerdote anterior, Hircano II, las sospechas de Herodes lo llevaron a librarse de los
asmoneos uno por uno, incluyendo finalmente a su mujer Mariamne (29 a.C.).
Herodes pacificó los territorios en su frontera noreste por encargo de Roma, y Augusto los
agregó a su reino. Impulsó la política cultural del emperador mediante extravagantes
proyectos edilicios, no sólo en su propio reino sino en ciudades extranjeras. En su propio
territorio reedificó Samaria, y la rebautizó con el nombre de Sebaste en honor del emperador
(griego Sebastos = latín Augustus); reedificó la torre de Estratón en la costa mediterránea, la
proveyó de un espléndido puerto artificial, y la denominó Cesarea, también en honor del
emperador. En otras partes del territorio fundó otros pueblos y fuertes. En Jerusalén edificó
para su propio uso un palacio en el muro occidental; ya había reedificado la fortaleza de
Antonia (llamada así por Antonio) al noroeste de la zona del templo. La mayor de sus
empresas edilicias fue la reconstrucción del templo de Jerusalén, comenzada en el 19 a.C.
Nada de lo que Herodes pudiera hacer, ni siquiera la prodigalidad con que encaró la
reconstrucción del templo, logró granjearle las simpatías de sus súbditos judíos. Su
ascendencia edomita no fue olvidada nunca; el que fuera judío por religión, y reedificara el
templo del Dios de Israel en Jerusalén, no le impidió levantar templos a deidades paganas en
otras partes. Sobre todo, no le pudieron perdonar el hecho de haber exterminado a la familia
de los asmoneos.
Esa acción drástica, en efecto, no sirvió para terminar con sus problemas domésticos. Había
fricción entre sus propios parientes femeninos y sus mujeres, y entre los hijos de sus
respectivas mujeres. Los dos hijos que tuvo con Mariamne, Alejandro y Aristóbulo, se criaron
en Roma y eran sus herederos designados. Su ascendencia asmonea (por la madre)
significaba que serían aceptados por el pueblo judío. Pero su posición privilegiada despertó la
envidia de sus hermanastros, y especialmente la del hijo mayor de Herodes, Antípater, quien
se propuso envenenar la mente de su padre a fin de que cambiara de opinión. Por fin (7 a.C.)
fueron acusados de complotar contra su padre y ejecutados. Antípater no sacó partido alguno
de estas muertes, porque tres años más tarde él mismo fue víctima de las sospechas de
Herodes, y fue ejecutado pocos días antes de la muerte del mismo Herodes (4 a.C.).
La tendencia de Herodes a sospechar se ve claramente en el relato de la visita de los magos
y el exterminio de los niños de Belén (Mt. 2); aun cuando dicha historia no aparece en ninguna
otra parte, cualquier rumor sobre un rey rival indudablemente habría de despertar sus peores
temores. Esta tendencia suya adquirió finalmente proporciones enfermizas, y en consecuencia
Herodes es recordado más por sus arrebatos asesinos que por su habilidad administrativa.
En su testamento legó su reino a tres de sus hijos: Judea y Samaria a Arquelao (Mt. 2.22),
Galilea y Perea a Antipas, y los territorios del noreste a Felipe (Lc. 3.1). Dichos legados fueron
ratificados por Augusto.
84
Masada (L. 14)
Masada, la fortaleza en el desierto construida por
Herodes, se convirtió en uno de los símbolos más
patéticos para el pueblo judío. En 73 d. de C., 960
hombres, mujeres y niños se suicidaron para no rendirse
a los soldados de la X Legión Extranjera Romana. Este
fue el último capítulo de una rebelión que había
empezado con la destrucción de Jerusalén tres años
antes. Masada se utilizó por primera vez como fortaleza
durante el período de los reyes asmoneos.
Después, en 40 a. de C., Herodes dejó aquí a su familia
mientras huía del ejército del pretendiente parto,
Antígono. Sometidos a asedio, los partidarios de
Herodes se salvaron cuando una lluvia repentina llenó las cisternas.
Poco después Herodes consiguió recuperar su reino, rescató Masada, e hizo construir una
fortaleza y un palacio inexpugnables para protegerse, tanto de la amenaza del belicoso pueblo
judío como de la reina de Egipto, Cleopatra. La edificación más impresionante de Masada
sigue siendo el palacio con tres niveles encaramado en la parte norte de la cima.
La terraza superior servía de residencia y contaba con una columnata circular sobre el
acantilado. El segundo nivel tenía también una galería circular y se destinaba principalmente
al esparcimiento. El nivel inferior era cuadrado y disponía de una pequeña sala de baños. Las
paredes interiores estaban pintadas con frescos de vivos colores, y algunos de ellos se han
conservado hasta ahora
Los motivos principales eran flores, dibujos geométricos e imitaciones de mármoles finos. Los
suelos de mosaico tenían dibujos geométricos en blanco y negro. Si el Palacio Suspendido
servía para el esparcimiento, y también para demostrar la riqueza y el poder de Herodes, el
Palacio del Oeste era más funcional y además de los aposentos reales, habitaciones para el
servicio, talleres y almacenes, había salas que prestaban funciones administrativas, como
podían ser recepciones de jefes de estado.
En el suelo había magníficos mosaicos y existen pruebas que demuestran que algunas partes
de este palacio tenían varios pisos de altura. Al lado se habían construido otros tres palacios.
Incluso ahora, la gran sala de baños con cuatro compartimentos es realmente impresionante y
una de las mejor conservadas de los yacimientos romanos.
La entrada, o apodyterium, estaba ornamentada con frescos y suelo de baldosas blancas y
negras. La sala tibia, el tepidarium, conducía a la piscina con escalones de la sala fría,
el frigidarium. En la habitación caliente, elcalidarium, los pequeños pilares redondos sostenían
el suelo sobre la cámara de calentamiento, el hypocausto, y se han conservado bastante bien.
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Contiguo a la casa de baños había un complejo de depósitos para guardar alimentos y vino, y
uno de estos almacenes estaba especialmente reforzado para la seguridad de objetos
valiosos, como armas o joyas.
Esta zona de Masada, incluidos los palacios, las termas y los almacenes, estaba separada del
resto de la cima por una muralla y una puerta. De nuevo, el mayor problema para un recinto
que podía verse en la necesidad de alojar en cualquier momento a mil personas era el
suministro y almacenamiento del agua. Masada no solo estaba en un desierto con lluvias
escasas y de temporada, sino que además estaba ubicada en un peñasco rodeado de
montañas y barrancos escarpados. Se ingenió un sistema de drenaje que transportaba el
agua desde presas de valles próximos hasta una red de doce cisternas en los declives.
Las cisternas podían contener hasta 40.000 metros cúbicos, y desde allí hombres o mulas
subían el agua por un sendero tortuoso, y a través de la puerta del Agua, hasta las cisternas
del pico. Pese a que era casi inaccesible, en un lugar remoto y abrupto, Masada se fortificó
con altas murallas que rodeaban todo el recinto excepto el extremo norte de la montaña y con
casamatas se construyó un muro interior y otro exterior separados por una cámara. En total,
las murallas de Masada miden unos 5 Km. de largo y suman setenta casamatas, treinta torres
y cuatro puertas.
Cuando los judíos rebeldes tomaron Masada durante los seis años de la rebelión judía contra
Roma, realizaron grandes cambios en el complejo de Herodes. Para alojar a las muchas
familias, todas las cámaras de la casamata exterior se destinaron a uso doméstico y gran
parte de las habitaciones del palacio se dividieron por la mitad para convertirlas en dos
viviendas.
Los rebeldes construyeron también dos mikvehs y se han encontrado restos de un salón que
debía de utilizarse como beit midrash, gabinete de estudios religiosos. El yacimiento de la
sinagoga en el extremo noroeste se reconstruyó parcialmente. Orientada hacia Jerusalén,
pudo haber sido construida por los zelotes sobre el solar de una sinagoga anterior del tiempo
de Herodes.
Gracias a la sequedad del clima han sobrevivido fragmentos de tejidos y objetos, incluidos
chales de rezo, sandalias de cuero, alfarería y cestos. Los sublevados acuñaban su propia
moneda y se han encontrado en abundancia en el mismo yacimiento. Son muy importantes,
para su investigación dentro de los textos bíblicos, catorce rollos descubiertos en diversos
lugares de las ruinas. También se encontraron más de setecientos ostraca(trozos de cerámica
con inscripciones) que nos proporcionan pistas de cómo era la vida social de los rebeldes
aislados en la cima de Masada.
Los ostraca estaban escritos por lo general en hebreo o en arameo, y en contadísimas
excepciones en griego o latín. Muchos ostraca se encontraron cerca de depósitos, y según
parece se llevaba a cabo algún sistema de racionamiento de víveres.
En cuatro casos, se encontraron ostraca de gran tamaño con inscripciones de nombres y a su
lado un número. Esto indicaría algún tipo de lista burocrática. Al lado de las puertas interiores
que cerraban el acceso a los depósitos se encontró un grupo de once ostraca, cada uno con
86
un nombre. Uno de estos nombres era Ben Yair, el líder de los rebeldes de Masada. Debían
de ser para que los líderes de la rebelión echaran suertes el último día, cuando se dieron
cuenta de que todo estaba perdido.
Josefo nos explica que cada hombre era el responsable de matar a su familia y después
―siguieron la misma norma echando suertes para sí mismos, y a quien le tocara era el primero
en matar a los otros nueve antes de suicidarse‖ Existen pruebas físicas que confirman el
relato de Josefo con respecto al asedio de Masada por el general romano Flavio Silva y la X
Legión. Los romanos construyeron ocho campamentos fortificados alrededor del pie de la
montaña y un muro en circunferencia con doce torres de vigilancia que enlazaba los
campamentos entre sí.
Los judíos rebeldes no podían ni entrar ni escapar de la cima. El abrupto y sinuoso Sendero
de la Serpiente era inaccesible para un grupo numeroso de soldados y los artefactos de
guerra tenían que abrir una brecha en las murallas de la cima de la fortaleza. Así que Flavio
Silva ordenó construir una enorme rampa en la parte oeste de la montaña.
La maquinaria de asedio – catapultas – fue situada en un promontorio cercano para cubrir a
los soldados que construían la rampa. Una vez estuvo terminada la rampa, los enormes
arietes pudieron ser arrastrados hasta su posición. Uno de los arietes logró penetrar en la
muralla construida por Herodes. Los rebeldes, en un desesperado intento defenderse,
levantaron a toda prisa un inútil parapeto de tablones de madera y escombros, pero cuando
los soldados romanos abrieron una brecha, Masada cayó.
Cesarea Marítima (L.14)
Cesarea Marítima fue construida por Herodes el
Grande en la costa de Israel, al norte de Jaffa, como
una importante ciudad portuaria, aproximadamente
entre los años 23 y 13 a.C. Fue una nueva ciudad
construida por Herodes, y los escritos de Josefo
Flavio le dan a uno la impresión de que fue una gran
ciudad, diseñada para exhibir la grandeza tanto de
Herodes, como de Augusto. Originalmente, el lugar
poseía una fortificación conocida como la torre de Stratos, o de Strato, construida por los
fenicios en el período persa. El lugar continuó siendo habitado hasta adentrado el periodo de
las Cruzadas, y todavía pueden ser vistos impresionantes restos de fortificaciones, de un
castillo, de una catedral, y de una iglesia.
Asiento Romano del Poder
Aproximadamente en el año 13 a.C. Cesarea Marítima (Cesarea del Mar) se convirtió en el
asiento de poder del prefecto romano de la provincia de Judea, y la capital fue transferida
completamente aquí después de la destrucción de Jerusalén, en el año 70 d.C.
Eventualmente, alrededor del año 133 d.C., la ciudad fue rebautizada como Cesarea
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Palestina, y continuó siendo una ciudad influyente por más de 1.000 años. En el Nuevo
Testamento, Pedro visitó al centurión Cornelio en su casa en Cesarea (Hechos 10), Herodes
Agripa I murió aquí (Hechos 12:19-23), Pablo visitó a Felipe aquí (Hechos 21:8), y Pablo es
llevado ante Felix, Festo, y Agrippa II aquí (Hechos 23:33-26:32).
Proeza de Ingeniería
Cesarea Marítima demuestra la naturaleza de una antigua ciudad romana, con calles bien
planeadas, un sistema de alcantarillado subterráneo, un acueducto, y un puerto. Todo el litoral
de Israel tenía sólo un puerto natural—en Haifa—pero Herodes no permitió que la naturaleza
lo detuviera para construir lo que Josefo describe como aún más grande que el de Atenas en
el Pireo. El puerto en Cesarea Marítima fue el primer puerto artificial del mundo, y fue
construido con un cemento hidráulico hecho de arena volcánica puzzoliana de Santorini, un
cemento capaz de endurecerse bajo el agua, formando bloques de hasta 12 m. X 15 m. X 1,5
m., y bloques que pesaban más de 50 toneladas. Aún más asombroso es el hecho de que
esta tecnología revolucionaria se perdió por más de 1.000 años. Aunque mucho del puerto
hoy es visible solamente a través de la fotografía aérea o de la exploración submarina, la
investigación revela que el rompeolas del puerto se extendía más de 457 m. en el agua, y una
vez adentro, los envíos podían ser transportados al distrito de almacenaje a través de un
muelle de 152 metros de largo. Sin embargo, un terremoto alrededor del año 130 d.C. dañó
severamente el puerto y dejó de ser utilizado en algún momento durante el período bizantino.
Aunque el puerto fue una asombrosa proeza de ingeniería, esto no significa que fue la única
estructura impresionante construida en
Cesarea Marítima. Edificios de la era
herodiana y del Nuevo Testamento
incluyen un acueducto, un teatro, un
palacio, un estadio, y un templo
dedicado a César. El acueducto, el cual
todavía se mantiene en pie, llevaba agua
a la ciudad aproximadamente desde 21
km. en las afueras, y se elevaba a una
altura aproximada de 6 metros a lo largo
de la costa. El palacio está mayormente
en ruinas, pero todavía pueden verse
hoy algunos mosaicos, pilares, y lo que parecen ser restos de piscinas. Fue aquí donde el
apóstol Pablo habría comparecido ante Félix, Festo, y luego Agrippa II, aproximadamente en
el año 58 d.C. Marco Antonio Félix, el procurador de Judea desde alrededor del año 52 al 58
d.C., es aludido en Hechos 23-25, Josefo, Suetonio, y Tácito. Fue reemplazado por Porcio
Festo, procurador alrededor del año 58 al 62 d.C., aludido en Hechos y Josefo.
El estadio de los días de Herodes ya no existe, y fue reemplazado por un hipódromo en el
siglo III a.C. Aunque las dos estructuras probablemente fueron bastante semejantes. El teatro
ha sido restaurado parcialmente, e incluso es utilizado para algunos actos en la actualidad.
88
Tenía cerca de 91 metros de diámetro y tenía una capacidad aproximadamente de 4.000
personas, y es probablemente donde Agripa I dio su último discurso, muriendo poco después
en el año 44 d.C. Hechos 12 dice que el ángel del Señor le hirió, y murió comido por gusanos.
Josefo dice que inmediatamente fue afligido con dolores violentos en el abdomen, y murió
pocos días después. Los diferentes relatos de la muerte de Herodes Agripa I se
complementan entre sí, en lugar de contradecirse. El libro de los Hechos da la razón y causa
de la muerte, mientras que Josefo da el marco temporal de la muerte y la localización en el
cuerpo del dolor de Agripa, aunque ambos contienen numerosos detalles semejantes.
Herodion Fortaleza (L. 15)
A unos 12 kilómetros al sur de Jerusalén, en
un monte con forma de cono truncado, que
se eleva a 758 m. por sobre el nivel del mar,
se encontraba Herodión, el palacio-fortaleza
construido por el rey Herodes. Tenía una
impresionante vista que cubría el Desierto
de Judea y las Montañas de Moab al este, y
los Montes de Judea hacia el oeste.
Herodión está descrito con gran detalle por
el historiador judío del siglo I Flavio Josefo:
Esta fortaleza, que se encuentra a unos sesenta estadios de distancia de Jerusalén, es
naturalmente fuerte y muy apropiada para una estructura así porque en la cercanía hay un
monte que se eleva a (mayor) altura por la mano del hombre y redondeado en forma de un
seno. A intervalos tiene torres redondas y un escarpado ascenso formado por doscientos
escalones de piedra labrada. Dentro de él hay costosos apartamentos reales hechos para la
seguridad y el ornamento. En la base del monte hay zonas construidas de tal forma que vale
la pena ver, entre otras cosas por el modo en que se trae allí el agua, que escasea en ese
lugar, desde lejos y a gran costo. La planicie alrededor fue construida como una ciudad que
no tiene paralelo, y el monte sirve de acrópolis para las demás residencias. (Guerra I, 31, 10;
Antigüedades XIV, 323-325)
De acuerdo con Josefo, el Herodión fue construido en el lugar en que Herodes derrotó a sus
enemigos hasmoneos y partos en el año 40 a.C (Antigüedades XIV, 352-360). Para
conmemorar el evento, el rey construyó allí una fortaleza y un palacio, que llevaron su
nombre. Construyó además, en la planicie debajo del monte, un centro administrativo para la
región, que no había sido establecido previamente. Aquí, en Herodión, construyó también una
tumba real para sí mismo; Josefo describe (Guerra I, 33, 8; Antigüedades XVII, 196-199) la
procesión fúnebre del rey y su entierro en Herodión.
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Herodión, junto con Macareus (hoy en el Reino Hashemita de Jordania) y Masada, cerca del
Mar Muerto, fueron las últimas tres fortalezas en las que se defendieron los combatientes
judíos después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Herodión fue conquistada y
destruida por los romanos en el año 71 EC (Guerra VII, 6, 1).
El sitio fue identificado en el siglo XIX; su nombre en árabe, Jabal Fureidis, es probablemente
una deformación del nombre primitivo, Herodis (mencionado en las cartas de Bar Kojba). Las
ruinas del palacio-fortaleza en la cima del monte han sido excavadas por varias expediciones
desde comienzos de la década del 60. Las excavaciones de los edificios a los pies del monte
se han llevado a cabo intermitentemente desde 1972 hasta la actualidad.
Herodión fue construido en dos áreas separadas, cada una con una función diferente: la
primera, una fortaleza circular, que incluía un primoroso palacio, rodeada por un muro con
torres en la cima del monte; y la Herodión inferior, en la planicie hacia el norte, con un grupo
de edificios reales alrededor de una gran pileta.
Palacio-Fortaleza
La combinación de fortaleza y palacio es una singular innovación herodiana, que repitió en
varios otros lugares, incluyendo Masada. En Herodión, se construyó un palacio-fortaleza
circular en la cima de un monte, que se eleva 60 metros por encima de sus alrededores. Las
fortificaciones consisten en dos muros concéntricos con un espacio de 2,5 m. entre ellos. Los
muros exteriores miden 62 m. de diámetro. La fortificación tenía originalmente unos 30 metros
de altura, con siete pisos. Dos de estos pisos eran
cimientos subterráneos, reforzados por techos
abovedados y la estructura superior de cinco pisos
era considerablemente más alta que el patio del
palacio. Techos de madera separaban los pisos,
que se utilizaban para guardar y como cuartos para
soldados y sirvientes. Enormes torres emergían de
los muros hacia el exterior por los cuatro lados. La
torre oriental - la más alta - era una imponente
torre redonda sobre una sólida base de piedra y
tenía 18 m. de diámetro. Contaba con varios pisos
superiores con lujosas habitaciones,
probablemente para el uso de la comitiva real. Esta torre oriental se elevaba por sobre toda la
fortaleza y desde el piso más alto se domina una vista panorámica; el lugar servía también
como lugar de escondite en tiempos de peligro.
Las otras tres torres eran semicirculares, de 16 m. de diámetro y sus pisos superiores servían
como centros de almacenamiento y de áreas residenciales. Después de haberse construido
un área fortificada alrededor del monte, se tendió un terraplén de considerable altura contiguo
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a los cimientos exteriores del fuerte, elevando artificialmente el monte y dándole una forma
cónica. Al portón de entrada a la fortaleza, en el noreste, se llegaba por medio de una
escalinata recta y escarpada dentro de un corredor construido en el terraplén.
Cisternas debajo de la fortaleza, que se llenaban con el agua de lluvia que era canalizada
desde lo alto, aseguraban el abastecimiento de agua. Además, tres cisternas muy grandes se
excavaron en la ladera exterior de la fortaleza (cerca de la entrada a la escalinata) y el agua
de lluvia era canalizada a ellas desde el monte. El agua de esas cisternas era extraída por
sirvientes que la llevaban a la cisterna en la cima del monte, que probablemente siempre se
mantenía llena.
El palacio privado de Herodes, de modestas dimensiones, se encontraba dentro de la
fortaleza. Estaba espléndidamente equipado, con pisos de azulejos de color, mosaicos y
pinturas en las paredes, e incluía cualquier todo artículo imaginable que proporcionara
comodidad. La parte oriental del palacio era un jardín, con un atrio de 41 x 18 metros rodeado
por pórticos en sus tres lados; sus columnas estaban adornadas con capiteles corintios. La
parte occidental del palacio tenía dos pisos. La planta baja incluía:
- un salón (triclinio) con un techo sostenido por cuatro columnas (bancos de piedra fueron
agregados en tres de sus costados por los combatientes judíos durante la Rebelión Judía
contra Roma [66-70 d.C.], que lo convirtieron en sinagoga);
- un patio cruciforme con habitaciones en sus esquinas;
- una pequeña casa de baños (el techo en forma de cúpula conservado en una de sus
habitaciones es el más antiguo ejemplo de cúpula encontrado hasta la fecha en Israel)
Herodión Inferior
En la planicie debajo de la fortaleza, hacia el norte, el Herodión Inferior cubría una superficie
de unas 15 hectáreas. Estaba bien planificado, los edificios y jardines estaban ordenados en
un eje norte-sur. Los edificios se construyeron alrededor de una gran pileta (70 x 46 m. y 3 m.
de profundidad) que se llenaba con el agua de un acueducto construido especialmente para
transportar agua desde los manantiales en Artas, cerca de las piletas de Salomón, en el
oeste. La pileta fue cubierta con estuco para prevenir filtraciones y se la utilizaba como
depósito principal de Herodión así como para nadar. En el centro de la pileta se encontraron
los cimientos de un edificio redondo (15 m. de diámetro). En su tiempo debe haber tenido un
techo sostenido por una hilera de columnas y probablemente era un pabellón para el
relajamiento y la entretención. La pileta estaba rodeada por amplios jardines. Pórticos de seis
metros de ancho, formados por columnas adornadas con capiteles jónicos, rodeaban los
jardines por tres lados con una longitud de 250 m. En los lados este y oeste de la pileta se
construyeron salones de 110 x 10 m. cada uno. El salón se levantaba sobre un muro de
terraza bastante alto, de 13 m. de ancho. La habitación octogonal en el centro del salón oeste
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tenía paredes decoradas con pilastras y frescos. Es de suponer que esta habitación servía
como salón de actos, o quizás era la sala del trono del rey cuando residía en Herodión.
El complejo de la pileta estaba rodeado por edificios que cumplían diferentes funciones. En el
norte había una gran estructura que incluía áreas de almacenamiento y las viviendas de los
sirvientes. En el noroeste se descubrió un depósito y en él, entre los escombros se
encontraron fragmentos de decenas de jarros de cerámica. En el suroeste se excavó una gran
casa de baños que probablemente servía al séquito real y a los huéspedes del rey. Constaba
de varias habitaciones y piletas, un caldario que se calentaba por medio del sistema de
hipocausto (el piso se elevaba sobre soportes permitiendo al aire caliente circular por debajo
del piso y calentar así la habitación). Las paredes de la casa de baños estaban decoradas con
motivos cuadrados pintados e imitaciones de mármol. Los pisos estaban pavimentados con
mosaicos de colores en formas geométricas y florales, y con granadas, hojas de parra y
racimos de uvas.
El Edificio Monumental
El edificio apodado por los excavadores como el "edificio monumental" se encontraba al sur
de la pileta, en la esquina occidental de una galería artificial de 350 x 30 m. En este edificio
hay un lujoso salón cuadrado abierto hacia el lado que da hacia la galería; mide 12 x 9 m. y se
ha conservado hasta una altura de 7 m. Las paredes particularmente gruesas del salón están
construidas de piedras bien labradas, con nichos entre las pilastras. Elementos
arquitectónicos, con decoraciones características de los lujosos monumentos sepulcrales en
Jerusalén y el baño ritual encontrado en el lugar han dado la impresión de que el edificio era
parte del mausoleo del rey Herodes. El salón descrito podría haber servido como un triclinio
para las ceremonias en memoria del rey. La galería en frente del edificio quizás sirvió como
una plaza para la procesión funeral descrita por Josefo (Guerra I, 33, 9). Para desilusión de
los excavadores, la tumba misma aún no ha sido encontrada. Muy probablemente está oculta
en las cercanías, en las laderas de la fortaleza de Herodión.
A medida que progresaban las excavaciones, se llevaron a cabo amplias restauraciones en
los edificios de Herodión. Actualmente es posible caminar por un cómodo sendero hasta la
parte superior de la fortaleza, trepar por sus muros y disfrutar, como en el pasado, de la vista
de la región alrededor. Uno puede también descender a los 300 m. de túneles, cisternas y
espacios excavados en la roca debajo del monte. Estos pasajes subterráneos fueron cavados
como lugares de escondite por los combatientes judíos de la Rebelión de Bar Kojba (132-135)
cuando Herodión fue asediado nuevamente por el ejército romano. Y la gran pileta en
Herodión Inferior está, como en los tiempos antiguos, rodeada nuevamente por pórticos
(restaurados).
Las recientes excavaciones en el palacio-fortaleza y en el Herodión inferior fueron efectuadas
en nombre de la Universidad Hebrea de Jerusalén bajo la dirección de E. Netzer.
92
Historiador Flavio Josefo
Flavio Josefo (en griego antiguo Ἰώσηπος, Iốsēpos, en hebreo rodederla óican (‫מתתיהו‬ ‫בן‬ ‫יוסף‬
del año 37 en el seno de una familia sacerdotal
de Judea ligada a la monarquía de los asmoneos. Su
nombre originario era Yosef ben Mattityahu o Yossef bar
Mattityahu, es decir, José hijo de Matías, aunque cuando el
emperador Vespasiano hizo de él un ciudadano romano, lo
latinizó asociándolo a la familia del bienhechor que lo liberó
tras hacerle prisionero, como Tito Flavio Josefo (Titus
Flavius Iosephus). En los siglos XVI y XVIII se impuso la
modalidad ortográfica de «Josefo» para distinguirlo de los
santos llamados José, aunque los ingleses lo citan por su
nombre latino «Josephus».
Ya desde pequeño se caracterizó por su buena memoria y
su facilidad de aprendizaje, lo que le permitió desarrollar
sus dotes intelectuales. En el año 64 se trasladaría
a Roma para conseguir de Nerón la liberación de algunos
sacerdotes judíos amigos suyos capturados durante las
revueltas judías contra los romanos, causa por la que es
procesado y encarcelado. Sin embargo, pronto es liberado
gracias al apoyo de Popea Sabina, esposa del emperador.
Tras su vuelta a Jerusalén, en el año 66 estalló la Gran Revuelta Judía. Fue designado por
el Sanedrín de Jerusalén como comandante en jefe de Galilea, organizando su administración
y defensa. Capituló en el verano del año 67, tras seis semanas defendiendo la casi
inexpugnable fortaleza de Jotapata. La mayoría de sus compatriotas fueron asesinados y
Josefo fue capturado y llevado ante la presencia del por entonces general Vespasiano. Ante él
hizo muestras de su gran formación y predijo que pronto sería emperador, lo que le llevó a
ganarse el perdón cuando se cumplió la predicción. Así, Josefo pasó a llamarse Flavio Josefo,
siendo liberado en el año 69.
Josefo se unió al séquito de Tito, hijo de Vespasiano, en el año 70 en su marcha hacia Judea,
siendo testigo ocular de la destrucción de Jerusalén y del Segundo templo y participando
como mediador entre ambas partes.
En el año 71 viaja a Roma y, por orden del emperador, se le otorga una pensión, la
ciudadanía romana bajo el nombre de Tito Flavio y una casa que fue residencia del mismo
Vespasiano. Será aquí donde desarrollará su trabajo literario e histórico. Murió durante el
mandato de Trajano (probablemente en 101)4
.
4
Biografia en Wikipedia. https://es.wik
93
Obras literarias
“La guerra de los judíos”
Su primera obra escrita en Roma fue un relato de la guerra judía, dirigida a ciertos "bárbaros
superiores" -normalmente considerados como la comunidad judía de Mesopotamia- en su
"lengua paterna" (Guerra I.3), posiblemente el idioma era arameo occidental. En el 78 d.C.
terminó la obra en siete volúmenes en griego, conocida como "Guerra judía" (en latín Bellum
Judaicum o "De Bello Judaico"). Comienza con los hechos del período de los Macabeos y
concluye con los relatos de la caída de Jerusalén y la caída sucesiva de las fortalezas
de Herodión, Maqueronte y Masada y las posteriores celebraciones romanas de victoria en
Roma, las operaciones de limpieza, y el levantamiento contra el imperio en Cirene. Junto con
el relato de algunos de esos mismos eventos en su autobiografía "Vida", también en ella
proporciona al lector una visión general de la parte de Josefo en los acontecimientos desde su
regreso a Jerusalén después de una breve visita a Roma a principios de los años 60 (Vida 13-
17).
A raíz de la supresión de la revuelta judía, Josefo habría presenciado las marchas de las
legiones triunfantes de Tito dirigiendo a sus cautivos judíos y llevando los tesoros del Templo
despojado de Jerusalén. Fue en este contexto que Josefo escribió su Guerra, alegando estar
en contra de las cuentas anti judías. Él discute la demanda de que los judíos sirvieran a un
dios derrotado, y que eran naturalmente hostiles a la civilización romana. Más bien, culpa de
la guerra judía a lo que él llama "fanáticos no representativos y excesivamente celosos" entre
los judíos, que llevaron a las masas lejos de sus líderes aristocráticos tradicionales (como él),
con resultados desastrosos. Josefo también culpa a algunos gobernadores romanos de
Judea, representándolos como administradores atípicamente corruptos e incompetentes.
Según Josefo, el judío tradicional era, debería ser, y puede ser, un ciudadano leal y amante
de la paz. Los judíos pueden e históricamente han aceptado la hegemonía de Roma
precisamente porque su fe declara que Dios mismo da a los imperios su poder.
“Antigüedades judías‖
El siguiente trabajo de Josefo en veintiún volúmenes fue "Antigüedades de los judíos",
completado durante el último año del reinado del emperador Flavio Domiciano (entre 1.9.93 y
14.3.94, véase AJ X.267). Al exponer la historia, la ley y las costumbres de los judíos, estaba
entrando en muchos debates filosóficos de actualidad en la Roma de esa época. Una vez
más, ofrece una apología de la antigüedad y el significado universal del pueblo judío. Josefo
afirma estar escribiendo esta historia porque "vio que otros pervirtieron la verdad de esas
acciones en sus escritos", siendo esos escritos sobre la historia de los judíos. En cuanto a
algunas de sus fuentes para el proyecto, Josefo dice que él dibujó e "interpretó de las
Escrituras Hebreas" y que era un testigo ocular de la guerra entre los judíos y los romanos,
que había contado anteriormente en las guerras judías.
Describe la historia judía comenzando con la Creación, tal como se transmite a través de la
tradición histórica judía. Asegura que Abraham enseñó ciencia a los egipcios, quienes, a su
94
vez, enseñaron a los griegos. Moisés estableció una aristocracia senatorial sacerdotal, que,
como la de Roma, resistió a la monarquía. Presenta a las grandes figuras del Tanaj como
filósofos ideales. E incluye un apéndice autobiográfico defendiendo su conducta al final de la
guerra cuando cooperó con las fuerzas romanas.
Louis H. Feldman esboza la diferencia entre llamar a esta obra Antigüedades de los judíos en
lugar de la Historia de los judíos. Aunque Josefo dice que describe los acontecimientos
contenidos en las Antigüedades "en el orden del tiempo que les pertenece", Feldman
argumenta que Josefo "tenía la intención de organizar [su] material sistemáticamente en lugar
de cronológicamente" y tenía un alcance que " Politiza a las instituciones políticas, a la vida
religiosa y a la vida privada".
“Contra Apión‖
"Contra Apión" es una defensa en dos volúmenes del judaísmo como religión clásica y
filosófica, haciendo hincapié en su antigüedad, en contraposición a lo que Josefo afirmaba
que era la tradición relativamente más reciente de los griegos. También se abordan algunas
acusaciones anti judaicas atribuidas por Josefo al escritor griego Apion, y los mitos
acreditados a Manetón.
Cirenio y el censo
Durante muchos años, los críticos de aquellos que creen que la
Biblia es cien por cien exacta, han venido usando un pasaje que
se encuentra en la Biblia con el fin de apuntar a un aparente error
histórico.
Lucas 2:1-2 afirma: Aconteció en aquellos días, que se promulgó
un edicto de parte de Augusto Cesar, que todo el mundo fuese
empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio
gobernador de Siria‖.
Puesto que la Biblia afirma que Jesús nació antes de la muerte de
Herodes el Grande, que murió en la primavera del año 4 a.C., los
críticos afirman que la Biblia estaba equivocada, porque la historia
ha dejado constancia de que Cirenio no fue nombrado gobernador
de Siria hasta el año 6 d.C. Pero recientemente, se ha hallado
confirmación de que Cirenio estuvo en Siria cuando se realizó el
primer censo romano, entre los años 8 y 5 a.C.
Para empezar, echemos un vistazo a unos cuantos relatos antiguos, tomados de la historia, y
veamos de qué modo concuerdan con lo dicho en la Biblia.
95
El siguiente es un documento de un censo que se llevó a cabo en el año 104 d.C. que fue
escrito de una manera muy parecida a lo que dice el Evangelio: ―Del Prefecto de Egipto, Gaius
Vibius Maximus: ―Viendo que ha llegado el tiempo de realizar el ceso de casa en casa, es
necesario que todos los hombres que vivan fuera de sus distritos regresen a su propia tierra,
para que se pueda llevar a cabo el censo….‖
Otro censo fue descubierto en el año 48 d.C. dejando constancia oficial del regreso del pueblo
a su tierra natal para el censo. Dice lo siguiente: ―Yo, Termoutarion, juntamente con Apolonio,
mi guardián, juro por Tiberio Claudio Cesar Augusto Emperador Germánico que el documento
que precede ofrece un relato exacto acerca de los que regresaron, que vivieron en mi casa, y
que no hay nadie más viviendo conmigo, ni forastero, ni alejandrino, ni libre, ni ciudadano
romano ni egipcio.‖
Es interesante fijarse en el hecho de que estos dos relatos sobre los censos requieren que la
persona regrese a su tierra a registrarse, lo cual también es cierto en el relato del Evangelio.
Unos cuantos destacados antiguos dirigentes de la iglesia primitiva, Justino y Tertuliano,
creen que el registro del censo, incluyendo el que se registrasen José y María se puede hallar
en los archivos oficiales del reinado de Augusto cesar, y que se referían a cualquier persona
que fuese interrogada respecto a su nacimiento virginal, pudiendo comprobar los documentos
oficiales ellos mismos.
En lo que se refiere al hecho de que Cirenio fuese gobernador de Siria durante dicho censo,
es interesante darse cuenta de que
la Biblia nunca le llama gobernador,
al menos la nueva versión inglesa
del Rey Jaime no lo hace. Dice que
gobernaba en Siria. Y sabemos
que Quirino estaba gobernando, en
cierta capacidad, en esta región
durante esa época. La evidencia
histórica también indica que Quirino
no era ni mucho menos un
personaje insignificante de la
política romana, pues su nombre se
menciona en ―Res Gestae – The
Deeds of Augustus by Augustus‖
situándole en el puesto de cónsul ya para el año 12 a. de C.
Tácito, el historiador romano, también menciona que Quirino fue nombrado por Augusto como
consejero de su hijo menor, Cayo Cesar, en Armenia, bastante antes del censo del año 6 a.C.
(Cayo fue enviado con el fin de administrar Siria en el año 1 a.C. y fue herido en la cercana
Armenia en el año 3 a.C.) Evidentemente, Augusto deseaba a alguien que tuviese experiencia
en la administración anterior de la región con el fin de que pudiese aconsejar a su hijo. Y
¿quién mejor que Quirino? Josefo, el historiador del primer siglo, también menciona que
Quirino se convirtió posteriormente en gobernador, en el año 6 a.C. Escribe diciendo: Quirino,
un senador romano que ocupado otras magistraturas y había pasado por ellas antes de
96
convertirse en cónsul, fue nombrado gobernador de Siria por Cesar y además se le
encomendó la tarea de asesorar la propiedad allí así como en Judea.‖
De modo que ¿quién estuvo encargado como asesor de la propiedad en Judea durante ese
primer censo? Es lo que había venido diciendo todo el tiempo la Biblia, Cirenio.
JUAN EL BAUTISTA
HA QUEDADO CONSTANCIA DEL BAUTISMO DE JESÚS EN MATEO 3:13-17:
―Entonces Jesús vino de Galilea a Juan en el Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se
le oponía, diciendo: o necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le
respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y
Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron
abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una
voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia‖.
Jesucristo dijo: ―de cierto os digo, que entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro
mayor que Juan el Bautista‖.
Aunque Juan fue un gran profeta, murió de manera trágica a manos de Herodes Antipas. El
historiador Josefo nos ofrece el siguiente relato: "Herodes (Antipas) se vio envuelto en una
discusión con el Rey de Petra, Aretas, con cuya hija había contraído matrimonio y con la cual
había estado viviendo durante algún tiempo. Pero cuando estaba en Roma, con su
hermanastro Herodes (también conocido como Felipe, el hijo de Herodes el Grande por
Mariame, la hija de Simón el sumo sacerdote), Antipas se enamoró de Herodias, la mujer de
su hermano, y prometió casarse con ella y divorciarse de la hija de Areta.
Pero la hija de Areta puso al descubierto el plan de Herodes y le pidió a Herodes que le
permitiese ir a visitar a Macario. Desde allí se fue apresuradamente a ver a su padre en
Arabia y le contó lo que estaba planeando Herodes. Esto y una disputa relacionada con los
límites de tierra llevó a Areta a atacar a Herodes, cuyo ejército quedó completamente
destruido. Herodes le escribió acerca de esto a Tiberio. Cesar se sintió dominado por la ira y
ordenó al gobernador sirio, llamado Vitellius, que declarase el estado de guerra con Aretas,
pero muchos de los judíos sintieron que el desastre acontecido a Herodes era el juicio de Dios
sobre él por la manera de haber tratado a Juan, de sobrenombre el Bautista. Aunque Juan era
un buen hombre y había enseñado a los judíos a adorar a Dios, a llevar vidas rectas y a
practicar la justicia con otros, Herodes dio orden de que le matasen. Juan había estado
enseñando que no se debía usar el bautismo para obtener el perdón de los pecados
cometidos, sino para que fuese una consagración del cuerpo….Comenzaron a reunirse
grandes multitudes alrededor de Juan por causa de su predicación y Herodes se temía que su
gran poder de persuasión sobre los hombres diese lugar a la rebelión. Por lo tanto, decidió
que sería mejor matarle antes de que se produjese un levantamiento. Juan fue llevado
encadenado a la fortaleza de Macario y fue muerto en esa cárcel. Los judíos creían que Dios
había vengado su muerte destruyendo al ejército de Herodes‖. (Antigüedades Judías XVIII,
106)
97
Echemos ahora un vistazo a fin de descubrir de qué modo el relato bíblico encaja con el relato
de Josefo.
1) Josefo afirma que Juan el Bautista exhortaba a las gentes a llevar una vida recta. LA
BIBLIA hace la misma afirmación en Mateo 3:8, Juan pido al pueblo que hiciese frutos dignos
de arrepentimiento de acuerdo con una vida de arrepentimiento.
2) Josefo afirma que el Bautista pidió al pueblo que practicase la justicia con su prójimo. LA
BIBLIA afirma en Lucas 3:11-18 que Juan le dijo a una multitud de personas:
‖El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo‖. … A
los recaudadores de impuestos les dijo: ―No recojáis más impuestos de los que debáis‖. Y a
un grupo de soldados les dijo: ―No extorsionéis dinero y no acuséis falsamente a las
personas‖.
3) Josefo escribió: ―Juan enseñó que no se debía usar el bautismo para obtener el perdón por
los pecados cometidos, sino para consagrar al cuerpo‖ Da la impresión de que esta afirmación
es contraria a lo que dice Lucas 3:3 donde leemos: ―Y él fue por toda la región contigua al
Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados‖.
Pero si lee usted este pasaje con cuidado, dice el BAUTISMO DEL ARREPENTIMIENTO por
el perdón de los pecados. El ARREPENTIMIENTO es la palabra clave y significa cambiar de
opinión y de actitud en relación con el pecado, apartarse de él y pedirle perdón a Dios. El acto
exterior del bautismo por inmersión en sí mismo no perdona los pecados ni tampoco puede
conseguirlo ningún acto realizado por el hombre. Jesús llevó él mismo todos los pecados del
mundo en la cruz y solo aceptándole como su Salvador puede usted obtener el perdón de sus
pecados. Por lo tanto, el bautismo es un acto de obediencia al mandato del Señor y la
promesa que nos ha hecho, en el sentido de que igual que el agua limpia nuestros cuerpos
cuando están sucios, la sangre derramada por Cristo lava lo sucio que hay en nuestra alma,
es decir, todos nuestros pecados.
4) La Biblia dice en Mateo 14:3-10: ―Porque Herodes había prendido a Juan, y le había
encadenado y metido en la cárcel, por causa de
Herodías, mujer de Felipe su hermano, porque
Juan le decía: No te es lícito tenerla‖.
Y a pesar de que deseaba matarle, temía a la
multitud, porque le consideraban un profeta, pero
cuando se celebró el cumpleaños de Herodes, la
hija de Herodías bailó antes ellos y le complació
a Herodes. Por lo tanto, le prometió con un
juramento que le daría cualquier cosa que ella le
pidiese y ella, a instancias de su madre, le dijo:
―dame la cabeza de Juan el Bautista en un plato‖. Y el rey lo lamentó, pero por causa del
juramento y por motivo de los que estaban sentados con él, dio orden de que se la diesen, así
que envió que Juan fuese decapitado en la prisión‖.
Josefo escribió la misma cosa: ―Herodes se había enamorado de la esposa de su
hermanastro, de modo que prometió casarse con ella divorciándose de la hija de Areta (cosa
98
que hizo y al hacerlo quebrantó los Diez Mandamientos cometiendo adulterio.) …Herodes hizo
que matasen a Juan…que fue traído encadenado a Macario y le mataron en la cárcel‖.
LAS MAS IMPORTANTES DECLARACIONES HECHAS POR JUAN EL BAUTISTA
―El día siguiente vio Juan a Jesús que venía a él y dijo: He aquí el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo….Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios‖. Juan
1:29-34 ―El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la
vida, sino que la ira de Dios está sobre él‖. Juan 3:36
Jesús
Los reyes del este se inclinaran
Cuando Jesús nació, en Belén de Judea, en días del rey Herodes,
llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios, preguntando: --
¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues su estrella
hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo. (L. 21).
Al oír esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y,
habiendo convocado a todos los principales sacerdotes y escribas
del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le
respondieron: --En Belén de Judea, porque así fue escrito por el profeta: ―Y tú, Belén, de la
tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un
guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.‘
Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios y se cercioró del tiempo exacto en que había
aparecido la estrella. Y enviándolos a Belén, dijo: --Id allá y averiguad con diligencia acerca
del niño y, cuando lo halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo.
Ellos, habiendo oído al rey, se fueron. Y la estrella que habían visto en el oriente iba delante
de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se
regocijaron con muy grande gozo. Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y
postrándose lo adoraron. Luego, abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y
mirra.‖ Mateo 2:1-11.
Dos conocidos historiadores también confirman que era una creencia corriente entre los
judíos, así como entre los pueblos del este, que habría de surgir un gobernante de Judea. El
historiador romano Tácito escribió: ―(los judíos) creían firmemente que sus antiguas escrituras,
citadas por sus sacerdotes, contenían una profecía acerca de cómo en un tiempo
determinado, cuando el Este fuese poderoso, surgiría un gobernante de Judea y aseguraría
un imperio universal.‖ (Tácito, Historias 5.13)
Otro de los antiguos historiadores, llamado Suetonio, escribió las siguientes palabras: ―En
todo Oriente existía la firmemente establecida creencia, de que surgiría en Judea uno que
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habría de establecer un gobierno sobre todos los hombres.‖ (Las Vidas de los Césares – Vida
de Vespasiano 4.5)
Fue descubierto un texto más antiguo todavía, que se conoce como ―El Testamento de Judá,‖
que era parte de una colección de textos que se supone que fueron escritos por los doce hijos
de Jacob, conocido como: ‗Los Testamentos de los Doce Patriarcas,‘ pero lo más factible es
que fuese escrito en el segundo siglo antes de Cristo.
Se han encontrado fragmentos de los dos Testamentos en los Rollos del Mar Muerto, los de
Levy y de Neftalí. Al ‗Testamento de Levy‘ le puso fecha el Instituto de Oriente de la
Universidad de Chicago usando el Carbón 14 y la fecha era entre los años 100 y 200 a.C., es
decir bastante tiempo antes del nacimiento de Cristo. El ‗Testamento de Judá‘ revela la clase
de Mesías que estaba esperando el pueblo y además anunciaba que habría de surgir una
estrella en Israel que acompañaría Su venida.
Dice lo siguiente: ―Aparecerá para ti una estrella, que surgirá de Jacob en paz y aparecerá
un hombre que es mi heredero, como el sol de justicia, caminando entre los hijos de los
hombres con mansedumbre y justicia y no se hallará pecado en él. Y de los cielos lloverá
sobre él el espíritu como una bendición del que es Santo y él derramará el espíritu de gracia
sobre ti. Este será el retoño del Dios Altísimo; el agua de vida para toda la humanidad. El hará
que su luz brille sobre el cetro de mi reino y de tu raíz surgirá el retoño y por medio de él
habrá de surgir la vara de justicia para las naciones, para juzgar y para salvar a todos los que
clamen al Señor.‖ (Testamento de Judá 24.1-6)
Y esa estrella, que siguieron los sabios del este, les guió hasta Jesús, el gobernante de todos
los reyes y, de este modo, las siguientes profecías que se encontraban en el Antiguo
Testamento cobraron vida: ―¡Levántate, resplandece porque ha venido tu luz y la gloria del
SEÑOR ha nacido sobre ti! Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las
naciones; mas sobre ti permanecerá el SEÑOR y sobre ti será su gloria. Andarán las naciones
a tu luz y los reyes al resplandor de tu amanecer. Alza tus ojos alrededor y mira: todos estos
se han juntado, vienen hacia ti. Tus hijos vendrán de lejos y a tus hijas traerán en brazos.
Entonces lo verás y resplandecerás. Se maravillará y se ensanchará tu corazón porque se
habrá vuelto a ti la abundancia del mar y las riquezas de las naciones habrán llegado hasta ti.
Multitud de camellos te cubrirá y dromedarios de Madián y de Efa. Vendrán todos de
Sabá trayendo oro e incienso, y publicarán las alabanzas del SEÑOR.‖ Isaías 60:1-6.
―¡Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra! Ante él se postrarán
los moradores del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo. Los reyes de Tarsis y de las
costas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. Todos los reyes se
postrarán delante de él; todas las naciones lo servirán. Él librará al menesteroso que clame y
al afligido que no tenga quien lo socorra. Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso;
salvará la vida de los pobres. De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de
ellos será preciosa ante sus ojos. Vivirá, y se le dará del oro de Sabá, y se orará por él
continuamente; todo el día se le bendecirá. Será echado un puñado de grano en la tierra,
en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano; los de la ciudad florecerán
100
como la hierba de la tierra. Será su nombre para siempre; se perpetuará su nombre mientras
dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado.‖ Salm 72:8-
17 (Nota: Sabá y Midian son tribus de Arabia, que descienden de Cetura, la concubina de
Abraham. 1 Crónicas 1:32).
Según la Biblia, poco después de que naciese Jesús en Belén, Herodes el Grande recibió la
visita de unos Magos procedentes del este, que buscaban al Rey cuya estrella había
surgido en el cielo. Herodes, turbado por el Rey, al cual consideraba una amenaza para su
reinado imperial, envió llamar a los sacerdotes con el propósito de averiguar dónde iba a
nacer. Estos le dijeron que el Niño nacería en Belén y entonces Herodes envió a sus
soldados a esa ciudad, a matar a todos los niños varones menores de dos años.
Es posible que el escritor, llamado Ambrosio Macrobius, que no era cristiano, hiciese
alusión a este suceso, al escribir alrededor del año 430 d.C., lo siguiente en su obra
Saturnalia, Volumen II, capítulo 4:11: „Mientras escuchaba entre los huesos de los niños
varones, que en Siria el Rey Herodes de los judíos había ordenado matar, aquellos que
entonces tenían menos de dos años, entre los cuales se encontraba también su hijo, al
que dieron muerte.‟ El (Augusto César) dice: “Es mejor vivir como el cerdo de Herodes
que ser su hijo.” (Nota: Siria, en aquella época, era conocida como la región entre Asia
Menor y Egipto, incluyendo a ISRAEL.)
Otros fragmentos de la evidencia histórica confirman el mal carácter de Herodes el
Grande, que concuerda con la evidencia bíblica: Josefo, escribiendo durante el primer
siglo, cuenta que Herodes hizo que quemasen vivos a una serie de eruditos de la Toráh
por haber eliminado las águilas doradas de Roma de las puertas del Templo, haciendo
también asesinar a su esposa y a unos cuantos de sus hijos sencillamente por
considerarles una amenaza para su propio trono.
Temiendo que nadie llorase su muerte, ordenó a hombres, en miles, se encerrasen en el
interior del hipódromo en Jericó para que fuesen masacrados cuando él muriese. Eso
aseguraría que hubiese un gran duelo en el día en que él abandonase este mundo.
Afortunadamente, para los implicados, esa orden nunca se llevó a efecto.
La primera evidencia relacionada con la vida de Jesús, que se menciona aparte de la
Biblia, procede del historiador judío llamado Josefo. En su obra titulada Antigüedades
Judías que fueron escritas entre los años 70 y 100 d.C. menciona a Jesús el Mesías.
Eusebio, uno de los primeros obispos cristianos, del año 324 d.C. cita más abajo a Josefo:
“Por aquella época vivió Jesús, un hombre sabio, si es que verdaderamente se le puede
llamar hombre porque realizó muchas obras fuera de lo corriente y fue maestro de
aquellos que aceptaban la verdad y muchos de los judíos y de los griegos depositaron su
confianza en él. Fue el Mesías y cuando nuestros principales dirigentes le acusaron, Pilato
le condenó a la cruz, pero aquellos que le habían querido originalmente no dejaron de
hacerlo, porque se les apareció al tercer día de nuevo con vida, como habían dicho que
sucedería los profetas de Dios además de haber dicho muchas otras cosas maravillosas
acerca de él y la tribu de cristianos, así llamados por ser sus seguidores, permanecen
hasta el día de hoy”.
101
Un manuscrito árabe posterior, escrito en el décimo siglo, por el historiador melquita
llamado Agapeo también cita el mismo pasaje de Josefo de la siguiente manera: “En aquel
entonces hubo un hombre sabio llamado Jesús y sus obras eran buenas y era conocido
por ser santo. Muchas personas entre los judíos y otras naciones se convirtieron en sus
seguidores. Fue condenado a ser crucificado y a morir por orden de Pilato, pero aquellos
que se habían convertido en sus discípulos no se apartaron de sus enseñanzas.
Informaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba
vivo.
Por lo tanto, puede que fuese el Cristo, acerca del cual los profetas habían contado cosas
maravillosas y los cristianos, llamados conforme a su nombre, no han desaparecido hasta
la fecha”.
Estas declaraciones confirman las siguientes verdades cristianas que se encuentran en la
Biblia:
1) Jesús era el Mesías del cual habían hablado los profetas.
2) Realizó milagros.
3) Fue crucificado bajo Poncio Pilato.
4) Se levantó de los muertos tres días después y se le apareció a sus discípulos.
EL ESTANQUE DE SILOE (L. 10)
En el Evangelio de Juan ha quedado constancia de que
Jesús sanó a un hombre que había estado ciego desde
su nacimiento junto al estanque de Siloe. La piscina de
Siloam fue alimentada por agua de una primavera
subterránea que fluyó por un túnel originalmente
construido por el Rey Ezequías, que gobernó entre los
años 716 y 687 a.C. tal y como dice en II Reyes 20:20:
―Los demás hechos de Ezequías, y todo su poderío, y
cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas
en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas
de los reyes de Judá?‖
En 1880 se descubrió una inscripción en el lugar del estanque de Siloe describiendo de qué
modo dos equipos de judíos cavaron un túnel un equipo en dirección al otro para finalmente
encontrarse a fin de terminar la construcción de dicho túnel. El descubrimiento se conoce
como la inscripción de Siloam y se halla en el Museo Arqueológico de Estambul, en Turquía.
Dice lo siguiente: ―Y este es el relato del descubrimiento. Mientras los que cavaban el túnel
estaban trabajando con sus picos, los unos en dirección a los otros, y mientras quedaban aún
cinco pies de rocas que atravesar, la roca se partió hacia el sur y hacia el norte, y se
escucharon las voces, llamándose las unas a las otras. En ese momento los obreros lograron
102
establecer contacto golpeando un pico contra el otro. Luego el agua comenzó a fluir desde el
manantial al estanque a lo largo de una distancia de 1.900 pies y la altura del túnel, sobre las
cabezas de los obreros era de 160 pies‖.
LOS MILAGROS DE JESÚS
Una de las más antiguas menciones que se hacen acerca de los milagros del Cristo
corresponden a Julián el Apóstata (emperador romano entre el 361-363 d.C.) que era
enemigo del cristianismo y escribió lo siguiente: ―Hace unos tres mil años....que se viene
celebrando a Jesús aunque no hizo nada que fuese digno de la fama, a menos que alguien
pueda considerar que es una gran obra sanar a los cojos y a los ciegos y ejercitar actos
demoniacos en los pueblos de Betsaida y Betania‖.
Esta afirmación muestra que era algo corrientemente aceptado que Jesús realizaba milagros
en los pueblos de Betsaida y Betania, según queda constancia en la Biblia. Marcos 8:22
afirma que Jesús sanó a un hombre que había estado ciego desde su nacimiento en Betsaida
y Juan 12:1 cuenta que Jesús levantó a Lázaro de los muertos en Betania.
Los escritos rabínicos judíos, que se encuentran en el Talmud, también dan testimonio del
hecho de que Jesús tenía poder para sanar. Uno de estos escritos de alrededor del año 100
d.C. tiene que ver con el caso del Rabino Eleazar ben Dama al que le mordió una serpiente
venenosa: Jacob de Kefar Sama llegó con el propósito de sanarle en el nombre de Jesús
(Yeshua), pero el Rabino Ismael no se lo permitió y le dijo: ―¡Ben Dama, no debes de hacerlo!‖
(Ben Dama) le contestó: ―¡Te traeré pruebas (de las Escrituras) de que puede sanarme!‖ Pero
se murió antes de poder producir dichas pruebas.‘ –Tosefta, Hullin 2.22-23.
Hasta los primeros rabinos del primer siglo se abstuvieron de negar que Jesús realizaba
milagros, pero intentaron atribuirlos a hechos relacionados con la brujería. Un pasaje tomado
del Sanhedrín babilonio escrito entre los años 95 y 119 d.C. afirma: ―Durante el tiempo de la
Pascua ejecutaron a Yeshu (de Nazaret). Se hizo un anuncio durante cuarenta días antes de
este dicho (Yeshu de Nazaret) será apedreado por haber practicado la brujería, por haber
engañado y haber descarriado a Israel. Que todo el que sepa lo contrario, acuda y hable en su
defensa, pero no hallaron nada en su defensa y le crucificaron….‖
Estas falsas alegaciones, por parte de los dirigentes judíos, que intentaban decir que Jesús
realizaba estos milagros practicando la brujería y las artes de la magia también se pueden
encontrar en la Biblia. Lucas 11:14-20 dice: ―Estaba Jesús echando fuera a un demonio que
era mudo; y aconteció que salido el demonio, el mudo habló; y la gente se maravilló. Pero
algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.‖
―Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo. Mas él, conociendo los pensamientos de ellos,
les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma,
103
cae. Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? Ya
que decís por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros
jueces. Mas si por el dedo de Dios hecho yo fuera a los demonios, ciertamente el reino de
Dios se ha llegado a vosotros‖.
LOS SUMOS SACERDOTES ANAS Y CAIFÁS (L.16)
La Biblia afirma que en el tiempo del juicio de Jesús, había dos sumo sacerdotes, Anas y
Caifás. Lucas 3:1-3 dice lo siguiente: ―En el año
decimoquinto del imperio de Tiberio Cesar, siendo
gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes
tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de
Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias
tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás
y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de
Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región
contigua al Jordán, predicando el bautismo del
arrepentimiento para perdón de pecados‖.
Todos los hombres mencionados en el anterior pasaje bíblico, incluyendo a los sumos
sacerdotes Anás y Caifás, los menciona el historiador judío Josefo en su obra titulada
Antigüedades Judías. Afirma en los siguientes pasajes: ―Anás, hijo de Set quedó instalado
como sumo sacerdote por Cirenio. Durante este tiempo, Herodes Antipas y Felipe estaban
administrando las tetrarquias…. El tercer Cesar fue Tiberio, que nombró a Valerius Gratus
como sucesor de Rufo, como procurador sobre los judíos. Gratus eliminó a Anás del puesto
de sumo sacerdote y realizó tres cambios más antes de nombrar a José Caifás para que
ocupase el puesto. Gratus se retiró a Roma después de haber estado durante once años en
Judea, siendo sucedido por Poncio Pilato‖. …. Herodes Agripa se convirtió en rey y el
emperador Claudio añadió Judea y Samaria a su gobierno así como el resto de las tierras que
habían sido anteriormente gobernadas por Herodes el Grande, además de Abilinia, que había
sido gobernada por Lisanias.
En lo que se refiere al sumo sacerdote Caifás, Josefo menciona que su nombre completo era
José Caifás. Los arqueólogos descubrieron en 1990 una cueva cementerio en las afueras de
Jerusalén, que contenía una colección de cajas con huesos. Durante el primer siglo, los
cadáveres de los muertos los colocaban en el interior de las cuevas y una vez que la carne se
había descompuesto recogían los huesos y los metían en cajas, lo cual refleja una creencia
en la resurrección.
Una de esas cajas, que parecía un féretro, que encontraron en la cueva estaba
elaboradamente tallada y tenía inscritas las palabras: “José, hijo de Caifás”. La caja
contiene los restos del personaje bíblico de Caifás.
104
PONCIO PILATO
Inscripción de Poncio Pilatos (L. 16)
En 1961 se descubrió en una excavación italiana una inscripción que llevaba el nombre de
Poncio Pilato. Esta es la primera evidencia física que se ha encontrado aparte de la Biblia que
confirma su existencia. El enorme bloque de piedra caliza que
llevaba la inscripción se encontró en la ciudad de Cesarea y
en la misma estaban grabadas las palabras:
. . . . . . . S TIBERIEVM (Tiberieum)
. .[PO]NTIVS PILATVS (Poncio Pilato)
[PARA]ECTVS IVDA[EA]E (Prefecto de Judea)
La primera palabra, Tiberieum, probablemente se refiere a un
templo dedicado al emperador Tiberio. Del nombre de Pilato
también dejó constancia el conocido historiador romano
Cornelio Tácito, que menciona el hecho de que Pilato crucificó
a Cristo, tal y como dice la Biblia. Tácito, que nació alrededor
del año 52 d.C. y se convirtió en el Gobernador de Asía en el
año 112 A.D., escribió lo siguiente en su Historia: ―Nada de lo
que pudiese hacer el hombre ni fuese cual fuese el tamaño de
un tesoro que pudiera dar el príncipe, ni todos los sacrificios que se pudiesen presentar a los
dioses, podrían librar a Nerón de ser acusado de haber sido él que dio orden de que se
prendiese fuego, produciendo el gran incendio de Roma. De modo que con el fin de silenciar
el rumor, torturó y acusó falsamente a aquellos a los que se les llamaba cristianos, que eran
odiados por el enorme seguimiento que tenían.
Cristo, el fundador del nombre, fue ejecutado por Poncio Pilato, el procurador de Judea,
durante el gobierno de Tiberio.” Algunos escritores de la antigüedad creían también que
Pilato envió un informe a Roma acerca del juicio de Jesús. Por ejemplo, alrededor del año 150
d.C.., Justino Mártir, escribiendo en su defensa del Cristianismo (Primera Apología), que envió
al Emperador romano Antonio Pío, le dirigió al informe de Pilato, que estaba convencido de
que existía en alguna parte en los archivos imperiales: ―La afirmación ‗horadaron mis manos y
mis pies‘ dice, ¿no es acaso un fiel reflejo de los clavos que atravesaron sus manos y sus pies
en la cruz, y después de que fue ejecutado, los que le crucificaron echaron suertes y
dividieron sus vestiduras entre ellos; estas cosas sucedieron y las podéis encontrar escritas
en los “Hechos” bajo Poncio Pilato?”
Según otros historiadores, a Pilato se le presenta como un hombre terriblemente cruel. Filo de
Alejandría, que escribió alrededor del año 40 d.C. y que fue contemporáneo de Jesús, dijo lo
siguiente acerca de Pilato y su obra titulada The embassy to Gaius 299-305: ―Cualquier oficial
con el nombre de Pilato era nombrado como prefecto de Judea. En lugar de honrar a Tiberio,
lo que hacía era causar problemas entre los judíos. En el palacio de Herodes, en la Ciudad
Santa, instaló escudos dorados, que no llevaban inscrita imagen o cosa alguna que estuviese
prohibida, a excepción de una pequeña inscripción, que afirmaba dos cosas, el nombre de
105
aquel en cuyo honor estaba dedicada y el nombre de la persona que dio orden de que fuese
instalado.
Pero cuando esta noticia se difundió Extensamente entre los judíos, apelaron a los cuatro
hijos del Rey Herodes, por los cuales sentían un gran respeto y a los que trataban como
reyes. Animaron a Pilato a deshacerse de los escudos y a no transgredir sus costumbres,
como habían hecho con anterioridad otros reyes y emperadores. Pilato era un hombre
orgulloso, que era al mismo tiempo testarudo y cruel, de modo que se negó a acceder a sus
demandas, pero ellos siguieron aún clamando con más insistencia: ―¡No provoques una
guerra! ¡O una revuelta entre tu pueblo! ¡Permite que haya paz entre nosotros! El deshonrar
nuestras tradiciones, de larga duración, no le dará honor al emperador. No insultes a nuestra
nación y traigas el deshonor a Tiberio. El no aprueba que elimines nuestras tradiciones y si tú
dices que él lo aprueba, muéstranos alguna carta o decreto, de manera que podemos dejar de
apelar a ti y podamos acudir a nuestro señor por medio de un embajador.‖
Al oír esto, Pilato se sintió atemorizado, porque sabía que si realmente acudían al Emperador,
también le informarían acerca de cómo él había estado gobernando, temiendo que le
acusasen, con justicia, de crueldad, violencia, robos, asaltos, ejecución de prisioneros sin
haberles sometido antes a juicio y muchas otras cosas. Entonces Pilato se puso furioso y se
mostró aprehensivo, no sabiendo qué hacer, porque ni tenía el valor para eliminar lo que
había hecho ni el deseo de hacer lo más mínimo que pudiese complacer a aquellos que se
encontraban bajo su gobierno. Pero al mismo tiempo sabía que Tiberio no aprobaría su
comportamiento, de modo que Pilato intentó ocultar sus emociones, pero cuando los oficiales
judíos se dieron cuenta de que lamentaba lo que había hecho, ellos escribieron a su vez una
carta a Tiberio, presentando su caso tan convincentemente como pudieron hacerlo.
¡Tiberio se puso furioso y le escribió a Pilato reprendiéndole con grandes amenazas! Eso era
algo totalmente inusitado, porque él (el Cesar) no se dejaba llevar fácilmente por la ira, sino
que dejaba que sus acciones hablasen por sí mismas.
De inmediato, sin la menor demora, le escribió de nuevo a Pilato, usando un gran número de
duras palabras para reprenderle por su arrogancia y su orgullo, al mismo tiempo que le ordenó
que eliminase de inmediato los escudos y que los enviase otra vez al puerto de Cesarea....
donde deberán quedar colocados en el templo de Augusto, cosa que se hizo de inmediato. De
esta manera tanto el honor del emperador como la política de Roma respecto a Jerusalén
permanecían en su lugar.
El temor que sintió Pilato de que Tiberio Cesar le volviese a reprender también se ve reflejado
en el evangelio de Juan capítulo 19:6-14. ―Pilato les dijo: ―Tomadlo vosotros y crucificadlo,
porque yo no hallo delito en él. Los judíos le respondieron: ―Nosotros tenemos una ley y,
según nuestra ley, debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.
Cuando Pilato oyó decir esto, tuvo más miedo. Entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús:
―¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le respondió. Entonces le dijo Pilato: ―¿A mí no me
hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte y autoridad para soltarte? Respondió
106
Jesús: ―Ninguna autoridad tendrías contra mí si no te fuera dada de arriba; por tanto, el que a
ti me ha entregado, mayor pecado tiene.
Desde entonces procuraba Pilato soltarlo, pero los judíos daban voces diciendo: ‖Si a este
sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone. Entonces Pilato,
oyendo esto, llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado El Enlosado, en
hebreo, Gábata. Era la preparación de la Pascua y como la hora sexta. Entonces dijo a los
judíos: ―¡Aquí tenéis a vuestro Rey!‖
Otro historiador, Flavio Josefo, también escribió un relato en el que mencionó a Pilato: ―En
otra ocasión causó un tumulto al gastarse el tesoro sagrado del templo, sin permiso, en la
construcción de un acueducto que hizo posible que el agua llegase a la ciudad desde una
distancia de setenta kilómetros. Ciega de ira por esta manera de actuar, la multitud formó un
círculo alrededor del tribunal de Pilato, que en esos momentos estaba visitando Jerusalén, y le
atacaron con un estallido de indignación violenta.
Pero él previendo de antemano la sublevación, había despachado a una tropa de sus
soldados entre la multitud, disfrazados de civiles, pero armados, con órdenes de no usar sus
espadas, pero sí de golpear a los alborotadores si las cosas se ponían feas y en un momento
determinado le hizo señales a sus hombres.
Los judíos perecieron en gran número, algunos de ellos debido a los golpes que recibieron,
mientras que otros se vieron pisoteados hasta la muerte por la multitud que intentaba huir de
las palizas. Asustada por el espectáculo de las víctimas, se hizo el silencio entre la multitud.
La Guerra Judía 2.175-177.
Es posible que Jesús hiciese alusión a este suceso en el evangelio de Lucas 13:1-3, donde
dice: ―En ese mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya
sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo:
―¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que los
demás galileos? Os digo: no, antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.‖
La Biblia afirma en Juan 18:33-38 lo siguiente: ―Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio,
llamó a Jesús y le dijo: ―¿Eres tú el Rey de los judíos?‖ Jesús le respondió: ―¿Dices tú esto por
ti mismo o te lo han dicho otros de mí? Pilato le respondió: ―¿Soy yo acaso judío? Tu nación y
los principales sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: ―Mi
reino no es de este mundo; si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para
que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí.‖ Le dijo entonces Pilato:
―Luego, ¿eres tú el rey? Respondió Jesús: ―Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido y
para esto he venido al mundo; para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la
verdad, oye mi voz. ¿Qué es la verdad? Y dicho esto, salió otra vez a donde estaban los
judíos y les dijo: ―Yo no hallo en él ningún delito.‖
107
POR SUS AZOTES
Pilato les dijo: ―Pero vosotros
tenéis la costumbre de que os
suelte a un preso en la Pascua.
¿Queréis, pues, que os suelte al
Rey de los judíos?‖ Entonces
todos dieron voces de nuevo,
diciendo: --¡A éste no! ¡A
Barrabás! --y Barrabás era
ladrón--. Así que tomó entonces
Pilato a Jesús y lo azotó.
Los soldados entretejieron una
corona de espinas y la pusieron
sobre su cabeza, y lo vistieron
con un manto de púrpura, y le
decían: --¡Salve, Rey de los
judíos! --y le daban bofetadas. Y salió Jesús llevando la corona de espinas y el manto de
púrpura. Pilato les dijo: --¡Este es el hombre! Cuando lo vieron los principales sacerdotes y los
guardias, dieron voces diciendo: --¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Pilato les dijo: --Tomadlo vosotros
y crucificadlo, porque yo no hallo delito en él.‖ Juan 18:39-19:6. Un ejemplo de la exactitud de
este relato del Evangelio puede verse en la práctica habitual que tenían de soltar a un preso
en el tiempo de la Pascua, tal y como hemos mencionado más arriba y también en Lucas
23:17.
Los datos históricos de los que ha quedado constancia confirman que este era, efectivamente,
el acontecimiento anual que llevaban a cabo durante la Pascua. Los siguientes escritos judíos
de la Mishna, Pesahim 8:6 afirman: ―Podrán sacrificar (un cordero pascual) para llorar la
pérdida de su familia o por uno que despeja una ruina, así como por aquel al que se le ha
prometido dejarle en libertad, sacándole de la prisión.‖
Otro ejemplo de la exactitud del Evangelio lo podemos hallar en la manera en que los
romanos azotaban y crucificaban a sus enemigos. El historiador Josefo nos permite tener una
visión de esta bárbara costumbre. ―Entrando por la fuerza en todos los hogares, mataban a
sus ocupantes, de manera que los ciudadanos salían huyendo por los estrechos caminos, al
tiempo que los soldados asesinaban a todos los que cogían, sin pasar por alto ninguno de los
métodos de saqueo; también cogían a muchos de los que formaban el común del pueblo y los
llevaban ante Floro, a los que primero castigaba azotándoles y después crucificándoles.
108
El número total de los que mataron ese día, incluyendo a las mujeres y a los niños, (porque ni
siquiera dejaban con vida a los más pequeños bebés) fue de tres mil seiscientos. Y lo que
hizo que este ataque fuese peor todavía fue que la barbarie romana había alcanzado un
nuevo nivel de maldad porque Floro hizo lo que nadie había hecho jamás, es decir, había
dado órdenes de que a
los hombres que eran
de nobleza ecuestre, se
les pegase latigazos y
se les clavase a la
cruz ante el concilio,
que aunque siendo por
nacimiento judíos, aún
se les consideraba
como ciudadanos
romanos.‖ Guerras
Judías, Libro 2, capítulo
14:9.
La manera en que fue
tratado Cristo y tuvo
que sufrir durante su
juicio también se salía
totalmente de lo normal
respecto a la cultura
durante los tiempos en
los que caminó sobre la tierra. La historia ha dejado constancia de que las naciones de
alrededor se burlaban de cualquiera que afirmaban ser un rey de los judíos. El historiador Filo
menciona uno de esos incidentes poco tiempo después de Cristo: ―Gayo César le dio a
Agripa, el nieto de Herodes, la tercera parte de su herencia familiar para que pudiese
gobernar, donde en el pasado había gobernado su tío Felipe el tetrarca.... (Agripa fue a
Alejandría).... (Pero los hombres de Alejandría) estaban dominados por un antiguo y, lo que yo
puedo llamar odio interior hacia los judíos. Estaban furiosos pensando que nadie pudiese
convertirse en el rey de los judíos...de modo que se pasaban una gran parte de su tiempo
insultando al rey en las escuelas y planeando toda clase de actos para ridiculizarle....
Había un cierto hombre llamado Carabas, que se había visto afligido con una ligera forma de
enfermedad mental que le afectaba de vez en cuando. Este hombre se pasaba la mayor parte
de los días y las noches desvalido por las calles, siendo víctima de los abusos de los jóvenes
de la ciudad... que llevaron a este pobre hombre, en contra de su voluntad, hasta el auditorio.
Al llegar allí le colocaron sobre un lugar elevado donde todo el mundo pudiese verle. A
continuación aplanaron una hoja de papiro y la colocaron sobre su cabeza a modo de corona,
y vistieron el resto de su cuerpo con una alfombrilla, como si hubiera sido una capa real y en
lugar de un cetro colocaron en su mano un pequeño palo, que habían encontrado junto al
camino y se lo dieron. Y cuando le hubieron vestido y adornado de modo que pareciese un
rey, los jóvenes en la multitud cogieron palos sobre sus hombros y se pusieron firmes a cada
lado del hombre haciendo como si fuesen sus guardaespaldas con espadas. Luego se
109
acercaron otros haciendo como si le saludasen mientras que otro grupo se le acercó
pretendiendo que deseaban consultarle respecto a asuntos de gobierno. Entonces una
multitud de voces gritaron el título Maris (Señor) que es el nombre que se usa para los reyes
de Siria, porque sabían que Agripa era sirio de nacimiento y además que gobernaba sobre un
gran distrito de Siria.‖
Si las naciones podían burlarse de un rey terrenal de ese modo, ¿cuánto más aumentaría su
odio en contra del verdadero Rey de los judíos? El profeta Isaías, en una de las profecías
sobre la venida del Mesías habló acerca de Su siervo sufriente y describe cómo la gente se
burlaría de Él y los hombres le rechazarían.
―He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, será puesto muy en
alto. Como se asombraron de ti muchos (pues de tal manera estaba desfigurada su
apariencia, que su aspecto no parecía el de un ser humano), así asombrará él a muchas
naciones. Los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado y
entenderán lo que jamás habían oído.
¿Quién ha creído a nuestro anuncio y sobre quién se ha manifestado el brazo del SEÑOR?
Subirá cual renuevo delante de él, como raíz de tierra seca. No hay hermosura en él, ni
esplendor; lo veremos, mas sin atractivo alguno para que lo apreciemos.
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento;
y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos. Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo tuvimos por
azotado, como herido y afligido por Dios! Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido
por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos
nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas EL
SEÑOR cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;
como un cordero fue llevado al matadero; como una oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, no abrió su boca.
Por medio de violencia y de juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue
arrancado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Se dispuso
con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte. Aunque nunca hizo maldad ni
hubo engaño en su boca.
El SEÑOR quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en
expiación por el pecado, verá descendencia, vivirá por largos días y la voluntad del SEÑOR
será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho; por
su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará sobre sí las iniquidades de
ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los poderosos repartirá el botín; por
cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado
el pecado de muchos y orado por los transgresores.‖ Isaías 52:13-53:12.
110
LAS TINIEBLAS DE LA CRUCIFIXIÓN
―Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena….Jesús clamó
a gran voz, y entregó el espíritu….El centurión y los que estaban con él guardando a Jesús,
visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera y dijeron:
Verdaderamente éste era Hijo de Dios‖. Mateo 27:45-54 (L. 21).
La primera referencia que se encuentra aparte de la Biblia, en la que se menciona que hubo
tinieblas sobre la tierra durante a crucifixión de Cristo, fue la que hizo un historiador
samaritano llamado Talo, que escribió alrededor del
año 52 d.C. Su historia fue citada por otro antiguo
escritor llamado Julio Africanus, que investigó el
tema de estas tinieblas y escribió lo siguiente: Hubo
tinieblas en todo el mundo, produciéndose la más
espantosa oscuridad. Muchas rocas quedaron
partidas por la mitad debido al terremoto y muchos
lugares en Judea y en otros distritos fueron
derribados. Me parece poco razonable que Talo,
en el tercer libro de sus historias, intentase justificar estas tinieblas como si hubieran sido
debidas a un eclipse solar, puesto que los judíos celebraban la Pascua en el día 14, según la
luna y la muerte de su Salvador cae en el día anterior a la Pascua. Pero un eclipse solar es
algo que solo se puede producir cuando la luna se encuentra debajo del sol, así que ¿cómo
era posible que se hubiese producido un eclipse cuando la luna se encontraba justo delante
del sol?‖ (Desde el punto de vista científico, es imposible que haya una luna llena el mismo
día en que se produce un eclipse solar.).
Otro historiador del primer siglo que también menciona la oscuridad fue Flegón, que escribió
una historia titulada las ―Olimpiadas‖. Julio Africano mencionó una cita tomada de esta obra,
que decía: ―Flegón deja constancia de que en la época de Tiberio Cesar, habiendo luna llena,
se produjo un eclipse total del sol de la sexta a la novena hora... Es evidente que no estaba
enterado de que se hubiera producido un acontecimiento así en años anteriores.‖
Orígenes también menciona a Flegón en su obra, en el segundo libro: ―El oscurecimiento del
sol tuvo lugar en la época de Tiberio Cesar, durante cuyo reinado Jesús fue crucificado, y los
grandes terremotos que se produjeron entonces. Creo que Flegón ha escrito un relato en el
libro trece o catorce de sus Crónicas.
LAS DECLARACIONES MÁS IMPORTANTES DE JESÚS RESPECTO A LAS TINIEBLAS:
‖Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida‖. Juan 8:12
―El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me
envió. Yo la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no perezca en
tinieblas‖. Juan 12:44-46
111
La resurrección de Jesucristo (L. 16).
En 1878 se descubrió, en la ciudad natal de Jesús,
Nazaret, un edicto que se cree que vino o bien de
Tiberio Cesar, que fue emperador romano en la época
en que resucitó Jesucristo o de Claudio Cesar, que
gobernó poco después.
El edicto, mejor conocido como la inscripción de
Nazaret, estaba grabado en mármol con las
siguientes letras: ―Proclamación de Cesar. Es mi
deseo que las tumbas y las sepulturas permanezcan
selladas para beneficio de aquellos que las han hecho
y para sus hijos, miembros de la familia y su religión.
Sin embargo, si alguien acusa diciendo que otra
persona las ha destruido, quitado al que ha sido
enterrado o con mala intención ha quitado el sello en
otras piedras, ordeno que esa persona sea traída a
juicio.
De la misma manera que el hombre debe de respetar
a los dioses, lo mismo debe de hacerse con los
hombres, porque todos le deben un respeto a los que
han sido enterrados. Por lo tanto, está prohibido que
nadie los toque. Si se transgrede este edicto, la
persona que cometa la ofensa deberá ser sentenciada
a la pena capital con cargos de haber violado un
sepulcro‖.
La inscripción parece ser la respuesta del Emperador Romano a la petición realizada por los
dirigentes judíos para evitar que robasen las tumbas y que eliminasen los sellos colocados
sobre las lápidas.
Es evidente que debió de tener lugar algún importante suceso, relacionado con el que alguien
abriese una tumba lo cual debió de molestar enormemente al liderazgo judío.
La cuestión es ¿por qué se interesarían los romanos si era violada una tumba judía y por qué
amenazaría con la pena capital por cometer semejante ofensa? ¿Y por qué el edicto se
emitiría en Nazaret, la ciudad natal de Jesús?
La respuesta la podemos encontrar en el Evangelio de Mateo, que ofrece un relato de la
resurrección de Jesús de Nazaret: ―Al día siguiente, que es después de la preparación, se
reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato (el procurador romano de
Judea) diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de
tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que
vengan sus discípulos de noche, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el
postrer error peor que el primero.
112
Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. Entonces ellos fueron y
aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia. Pasado el día de reposo, al
amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el
sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y
llegando, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su
vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como
muertos.
Mas el ángel respondiendo, dijo a las mujeres:
No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a
Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues
ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar
donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a
sus discípulos que ha resucitado de los muertos,
y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le
veréis. He aquí, os lo he dicho. (L. 16).
Entonces ella, saliendo del sepulcro con temor
fueron corriendo a dar las nuevas a sus
discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a
los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ella, acercándose,
abrazó sus pies, y le adoraron.
Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a
Galilea y allí me verán. Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y
dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.
Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo:
Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron estando nosotros dormidos. Y
si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos,
tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los
judíos hasta el día de hoy‖. Mateo 27:62-28:15
Las sinagogas (L. 18)
En el Antiguo Testamento el vocablo
―sinagoga‖ solamente aparece en el Sal.
74.8 Versión moderna, ―lugares de reunión‖,,
Nueva Biblia Española, ―asambleas‖. La
Septuaginta utiliza frecuentemente el
término griego synagoµgeµ para la
asamblea de Israel, y aparece 56 veces en el
Nuevo Testamento. El sentido básico es
lugar de reunión, por lo que llegó a significar
lugar de culto judío. En las Escrituras se
refiere a una reunión de individuos de una localidad para el culto o la acción en común (Lc.
113
12.11; 21.12). Posteriormente sirvió para hacer referencia al edificio en el cual se llevaban a
cabo tales reuniones.
I. Su significación
No es posible sobrestimar la importancia de la sinagoga para el judaísmo. Más que ninguna
otra institución la sinagoga le dio carácter a la fe judía. Allí el judaísmo aprendió su
interpretación de la ley. Ez. 11.16, ―con todo eso les seré por un pequeño santuario‖, fue
interpretado por las autoridades judías como que en la dispersión mundial Israel tendría la
sinagoga como un santuario en miniatura para remplazar la pérdida del templo. A diferencia
del templo había sinagogas en distintos puntos del país, y de este modo el pueblo se
mantenía en contacto con sus líderes religiosos. A. Menes afirma que ―en el día de reposo y
los días sagrados la pérdida del templo y la ausencia de las solemnes celebraciones en torno
a los sacrificios fueron profundamente sentidas por los exiliados … la sinagoga … sirvió como
sustituto del templo. En la sinagoga no había altar, la oración y la lectura de la Torá ocuparon
el lugar del sacrificio. Además, la casa de oración cumplía una importante función social …
era punto de reunión y lugar de asambleas, donde podía congregarse el pueblo todas las
veces que fuera necesario considerar asuntos importantes de la comunidad. La sinagoga fue
la cuna de un tipo completamente nuevo de vida social y religiosa, y sirvió de base para la
formación de una comunidad religiosa de alcance universal. Por primera vez se emancipó el
monoteísmo judío, en la práctica religiosa, de los lazos con un lugar específicamente
designado. Ahora Dios se acercaba al pueblo dondequiera que morase‖ (―The History of the
Jews in Ancient Times‖, The Jewish People, 1, página(s) 78–152). Actualmente la sinagoga
sigue siendo una de las instituciones dominantes del judaísmo y centro de la vida religiosa de
la comunidad judía. El libro de Hechos indica el papel significativo que tuvo la sinagoga en la
propagación de la nueva fe mesiánica.
II. Su origen
La Biblia no ofrece información concreta sobre el origen de la sinagoga. Lo mismo pasa con
las fuentes extra bíblicas, porque los apócrifos no hacen referencia a esta institución. Los
libros apócrifos ni siquiera mencionan el incendio de las sinagogas en el país durante las
persecuciones de Antíoco Epífanes en el siglo II a.C. (aunque se ha visto una referencia a
este hecho en Sal. 74.8). Antes del cautiverio babilónico el culto se centraba en el templo de
Jerusalén. Durante el exilio, época en la que fue imposible mantener el culto en Jerusalén,
apareció la sinagoga como lugar de oración y de instrucción en las Escrituras. Esa es la
opinión general. R. W. Moss sostiene, sin embargo, que ―el exilio no marca la primera etapa
del origen de la sinagoga, sino una importante modificación de sus funciones; a partir de
entonces el culto se convirtió en la principal ocupación, aunque de ninguna manera la única, y
las funciones administrativas se interrumpieron por un tiempo‖. De todos modos, es probable
que Ez. 14.1 pueda servir de base para el origen de la institución: ―Vinieron a mí algunos de
los ancianos de Israel, y se sentaron delante de mí‖ (Ez. 20.1). Levertoff afirma sin dudar:
―Debe haber surgido durante el exilio babilónico‖.
114
III. Descripción general
En el siglo I d.C. había sinagogas en todos los lugares donde residían judíos. Hch. 13.5
(Salamina en Chipre); 13.14 (Antioquía en Pisidia); 14.1 (Iconio); 17.10 (Berea). Las grandes
ciudades como Jerusalén y Alejandría tenían numerosas sinagogas. Según una leyenda había
394 sinagogas en Jerusalén cuando Tito destruyó la ciudad en 70 d.C.; otras fuentes estiman
que había 480.
Los evangelios hablan de las sinagogas de Nazaret (Mt. 13.54; Lc. 4.16) y Capernaum (Mr.
1.21; Jn. 6.59) como lugares en los que ministró nuestro Señor. El apóstol Pablo las encontró
en todos los lugares que visitó: Palestina, Asia menor y Grecia. Según el Talmud (Shabbath
11a), había que construir las sinagogas en terreno elevado o más alto que las casas que la
circundaban. Los indicios arqueológicos confirman esta práctica en Palestina. Con toda
probabilidad se construyeron las sinagogas según el modelo del templo de Jerusalén. A.
Edersheim dice que la disposición interior ―es, generalmente, la de dos columnatas dobles,
que parecerían haber formado el cuerpo de la sinagoga, y las galerías al este (punto cardinal);
elohísta y al oeste probablemente fueron utilizadas como pasillos. La distancia entre las
columnas es muy pequeña, nunca mayor de 3 m‖ (435).
Había un arca portátil en la que se guardaban los rollos de la Ley y los Profetas (Mðgillah 3.1),
arca que se encontraba frente a la entrada del edificio. Se llevaba el arca en procesión en los
días de ayuno. Ante el arca y frente a los fieles se encontraban ―las primeras sillas‖ (Mt. 23.6)
para los líderes religiosos y las autoridades de la sinagoga. Se leía la ley desde una
plataforma (Mðgillah 3.1). Se pueden ver ruinas de tales edificios en Tell Hum (probablemente
el lugar donde se encontraba la antigua *Capernaum), Nebartim y otros sitios. Los restos
muestran la influencia de un estilo grecorromano. Los ornamentos de las sinagogas eran
hojas de parra, el candelabro de siete brazos, el cordero pascual y el recipiente del maná. Los
asientos ubicados cerca del pupitre desde el cual se leía eran los más honorables (Mt. 23.6;
Stg. 2.2–3). Maimónides dice que ―ponían una plataforma en el medio del edificio, de modo
que pudiera subir a ella el que leía la ley, o el que pronunciaba palabras de exhortación al
pueblo, y que todos pudieran oírlo‖. Los hombres se sentaban aparte de las mujeres.
La ―gran sinagoga‖ de la tradición puede haber sido organizada por Nehemías alrededor del
400 a.C. Se dice que tenía 120 miembros (Pirqe Aboth 1.1), que se ocupaban de estudiar la
ley de Moisés y trasmitirla. El sanedrín la sucedió (Aboth 10.1). Hay dudas sobre la existencia
de esa gran sinagoga, porque los apócrifos, Josefo, y Filón no mencionan dicho cuerpo. Sin
embargo, el silencio no es concluyente en cuanto a la existencia de dicho consejo.
IV. Propósito y prácticas
La sinagoga servía al triple propósito de ofrecer educación, culto y gobierno de la vida civil de
la comunidad. Aunque estaba sujeta a la ley del país, la sinagoga tenía su propio gobierno
(Josefo, Antigüedades de los judíos 19.291). La congregación estaba bajo el gobierno de
ancianos que estaban autorizados a ejercer disciplina y castigar a los miembros. Para el
castigo se empleaba el azote y la excomunión. El principal de la sinagoga era el que ejercía
su gobierno (Mr. 5.22; Hch. 13.15; 18.8). Supervisaba el servicio para controlar que se
115
realizara de acuerdo con la tradición. El ministro o ayudante (Lc. 4.20) presentaba los rollos de
las Escrituras para ser leídos, los colocaba de nuevo en el arca, azotaba a los miembros que
hubieran cometido una ofensa, y enseñaba a leer a los niños. Peritz ha demostrado que ―la f
unción primaria de las asambleas de la sinagoga era la enseñanza de la ley al pueblo‖. El
encargado de los fondos de caridad los recibía de la sinagoga y los distribuía. Finalmente, se
necesitaba un intérprete competente para parafrasear la Ley y los Profetas en la lengua
vernácula, o sea el arameo.
Los que reunían las condiciones podían dirigir el culto (Cristo, Lc. 4.16; Mt. 4.23; Pablo, Hch.
13.15). El sábado era el día establecido para el culto público (Hch. 15.21). La Misná (Mðgillah
4.3) indica que el culto se dividía en cinco
partes. Primero se leía el Shemu>. Esta oración
abarca Dt. 6.4–9; 11.13–21; Nm. 15.37–41.
Luego se recitaban oraciones preparadas por la
sinagoga, de las que las más antiguas y
conocidas son las dieciocho peticiones y
bendiciones.
La primera de las ―dieciocho bendiciones‖ dice:
―Bendito eres tú, Señor Dios nuestro, y Dios de
nuestros padres, Dios de Abraham, Dios de
Isaac, y Dios de Jacob; el grande, el poderoso y
el terrible Dios, el supremo Dios que muestra
misericordia y benevolencia, que creaste todas
las cosas, que recuerdas todos los hechos
piadosos de los patriarcas, y que con amor
proveerás un redentor a los hijos de sus hijos
por amor a tu nombre. ¡Oh Rey, Salvador y
Escudo! Bendito eres tú, o Señor, escudo de
Abraham.‖
Otra oración dice: ―Y a Jerusalén, tu ciudad, retornarás con misericordia, y vivirás en su
medio, como has dicho. Y conviértela pronto en nuestros días, en edificio eterno, y el trono de
David inmediatamente establecerás en medio de ella.‖
El retorno de Israel a la tierra de sus padres, el retorno de la gloria Sekiná al templo y a la
Jerusalén reconstruida, y el restablecimiento de la dinastía davídica son temas recurrentes en
las oraciones.
A ellas seguía la lectura de la Ley. El Pentateuco, que actualmente se lee en las sinagogas en
ciclos anuales, originalmente se cubría en tres años. A la lectura de la primera porción del
canon del Antiguo Testamento seguía una selección de los Profetas. En la época de Cristo
todavía no se había fijado esta porción, sino que el lector podía elegir su propio pasaje (Lc.
4.16ss). La lectura de la Escritura constituía la parte central del culto. Se explicaba la porción
de los Profetas y se hacía una exhortación tomándola como base. La bendición concluía el
servicio. Adiciones posteriores fueron la traducción y exposición del pasaje de la Escritura que
116
se había leído. Era necesario contar con diez hombres adultos para llevar a cabo el culto
público en la sinagoga.
―Sinagoga llamada de los libertinos‖ o ―libertos‖ (libertinoi, libertini, ―libertos‖, Versión moderna)
es el nombre que se aplicó a los fieles de una sinagoga de Jerusalén que disputaron con
Esteban (Hch. 6.9). Eran judíos capturados en la campaña de Pompeyo que posteriormente
fueron liberados por sus amos, y en consecuencia se les acordó el privilegio de la ciudadanía
romana.
En Ap. 2.9 y 3.9 se hace referencia a la ―sinagoga de Satanás‖. Como las citas son de
carácter general, es imposible identificar precisamente a aquellos a quienes se refiere Juan.
Aparentemente se trataba de un partido herético dentro de la naciente iglesia.
Iglesia Cristiana Primitiva (L. 21).
En un gran edificio, cerca de la costa de
Cesarea Marítima, fueron creados dos
mosaicos durante la iglesia primitiva, que
contienen el texto de Romanos 13:13:
¿"Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo
bueno, y tendrás alabanza de ella." Los textos
datan del siglo V d.C., a más tardar, y aunque
existen fragmentos de papiro del Nuevo
Testamento tan antiguos como de principios
del siglo II d.C., éstas son dos de las más
antiguas inscripciones de un versículo del
Nuevo Testamento. La ciudad es también conocida por haber sido un centro importante de la
cristiandad primitiva; Orígenes enseñó en una famosa escuela cristiana aquí, y había una
extensa biblioteca en la ciudad. Desafortunadamente, la biblioteca y sus obras fueron
destruidas en la conquista musulmana.
EL LIBRO DE LOS HECHOS
CAPITULO 5
Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los
hombres.‘ El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quién vosotros matasteis colgándole
en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a
Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas,
y también el Espíritu santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. Ellos, oyendo esto, se
enfurecían y querían matarlos.
Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado
de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles y luego dijo:
Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres. Porque
antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número
117
como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron
dispersados y reducidos a nada. Después de éste se levantó Judas el galileo, en los días del
censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él y todos los que le obedecían
fueron dispersados.
Y ahora os digo, apartaos de estos hombres y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es
de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez
hallados luchando contra Dios‖. Hechos 5:29-39. En el versículo 34, un fariseo muy respetado,
llamado Gamaliel, convence a los miembros del Sanhedrín enfurecidos que no maten a los
apóstoles.
La historia judía ha dejado constancia de muchos datos acerca de este hombre. Para
empezar Gamaliel era nieto de Hillel, que era considerado por los judíos como uno de los más
respetados eruditos alrededor de los tiempos de Cristo. Además la Biblia afirma que Gamaliel
disfrutada de un elevado respeto por parte del pueblo, que era uno de sus más grandes
rabinos y los escritos judíos lo confirman.
Uno de los más antiguos pasajes del Talmud afirma: ―Desde que murió el Rabino Gamaliel, la
gloria de la ley ha desaparecido‖. Los escritos que se encuentran en la Mishna afirman:
―Desde que murió el anciano Rabino Gamaliel, no ha habido más reverencia por la ley. La
pureza y la abstinencia desaparecieron por esa misma fecha‖. Uno de los dichos favoritos de
Gamaliel era ―para beneficio de la humanidad‖.
Era tan respetado por las gentes de su época que cuando murió Gamaliel, se quemaron más
de setenta libras de perfumes y de ungüentos por respeto a él al venir los judíos a rendirle
tributo y fue acerca de este hombre que Pablo afirmó: ―Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso
de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme
a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros. Hechos 22:3.
Otra persona mencionada en Hechos, capítulo 5 versículo 37 es Judas de Galilea, el padre
fundador de los Zelotes. A este hombre le menciona el historiador Josefo haciendo una
declaración detallada acerca de él en el siguiente párrafo de su obra titulada Antigüedades
Judías: ―Coponio, de la orden ecuestre romana (que gobernó del 6 al 9 d.C.) fue enviado
como procurador de Judea con toda la autoridad de Roma, incluyendo la pena capital. Cirenio,
el senador romano, de elevado rango, también fue enviado por Cesar a ser gobernador de
Siria y asesor de la propiedad allí y en Judea (6 d.C.)…. Mientras que los judíos eran reacios
a registrar sus propiedades, un cierto Judas de Gamala (el galileo) afirmó que este hecho
daría pie a la esclavitud, de manera que él y un fariseo llamado Sadoc iniciaron una
revolución, comenzando un nuevo movimiento (los zelotes) que causó la ruina‖.
Josefo menciona también a Judas y a sus hijos en el siguiente párrafo tomado de las
Antigüedades Judías: ―Fado se convirtió en procurador, sucediendo a Tiberio Alejandro, y
crucificó a Jacobo y a Simón, hijos de Judas el galileo que había causado un levantamiento
animando al pueblo a la rebelión cuando Cirenio estaba realizando el censo en Judea‖.
118
“Erasto” el compañero de Pablo
La mayoría de los cristianos conocen al apóstol Pablo como el hombre que fue el primero en
proclamar el evangelio del Señor Jesucristo a las naciones gentiles, pero Pablo recibió
además alguna ayuda de otros hombres menos conocidos, que viajaron junto a él
extendiendo el Evangelio. Uno de estos hombre fue Erasto, uno de los primeros discípulos de
Jesucristo, al que se le menciona brevemente en LA BIBLIA Romanos 16:23 donde se nos
dice: ―Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la
ciudad, y el hermano Cuarto‖. Y de nuevo en 2 Timoteo 4:20 leemos: ―Erasto se quedó en
Corinto, y a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto.‖
Se ha hallado confirmación de su existencia y de su título en la ciudad de Corinto. Unos
arqueólogos que estaban trabajando en una excavación de un camino del primer siglo
descubrieron una piedra con esta inscripción: “Erasto, Comisionado de Obras Públicas”.
Según LA BIBLIA, Erasto fue además uno de los primeros evangelistas en proclamar el
evangelio a los gentiles. Hechos 19:22 dice: ―Y enviando a Macedonia a dos de los que le
ayudaban, Timoteo y Erasto….
Sergio Paulo, Proconsul de Chipre (L. 21)
Hechos 13. Sergio Paulo fue el primer convertido
documentado por Pablo durante su primer viaje misionero
que se llevó cabo alrededor de 46 d.C. (Hc. 13:6-12).
Esta conversión ocurrió en la ciudad de Pafos en la isla de
Chipre, frente a las costas de Siria. Pablo y Bernabé
desembarcaron en Seleucia y viajaron por tierra hacia
Pafos, en la costa occidental, (169 kms). Chipre era una
provincia romana gobernada por un procónsul. Cicerón en
una carta a un Sextilio Rufo (50 d.C.) indico que pafos era
el centro administrativo de la isla.
Los romanos típicamente tenían tres nombres: un proenomen, un nomen, y un cognomen. El
proenomen era el nombre personal, el nomen el nombre del clan y el cognomen el nombre de
la rama particular dentro del clan. Por lo tanto, en el nombre Cayo Julio Cesar, Cayo era el
nombre personal (proenomen) Juio el nombre del clan (nomen) y Cesar el nombre de la
familia extendida (cognomen) dentro del clan juliano.
Existen una inscripción encontrada que mencionan a Sergio Paulo mencionado en Hechos
13:7. La inscripción designa a Quinto Sergio Paulo como procónsul durante el reinado de
Calígula, 37-41 d.C.. además una inscripción en latín, de Roma, se refiere a Lucio Sergio
Paulo, quien tuvo una posición administrativa durante el reinado de Claudio de 41-54 d.C.
119
Estas inscripciones demuestran que la familia romana Sergio Paulo fue prominente durante el
periodo de Hechos, y es completamente posible que un miembro de esa familia pudo haber
servido como procónsul en Chipre durante la época del primer viaje misionero de Pablo.
Galion, Proconsul de Acaya
Hechos 18. Durante su segundo viaje misionero Pablo pasó 18 meses en Corinto (V. 11), la
capital de la provincia romana de Acaya. Mientras estuvo allí, fue traído ante Galion, el
procónsul romano (V. 12-17).
Galion nació en Córdoba, España, como Marco Anneo Novato. Su nombre se cambio a Galion
después de que lucio Junio Galion lo adoptó. En 41 d.C., Galion y su hermano Seneca fueron
desterrados a Córcega debido al presunto adulterio de Seneca con Julia Livia, la hermana del
emperador Calígula. Agripina, la madre de Nerón, los volvió admitir en 49 d.C. para que
Seneca fuera el tutor de Nerón.
Galion fue procónsul de Acaya en 51-52, la fecha es precisa gracias a una inscripción
descubierta en Delfos, Grecia, una copia de una carta del emperador Claudio en la que se
refiere a Lucio Junio Galion como, mi amigo y procónsul de Acaya. Seneca escribió acerca
del encanto y la humildad de Galion y le dedico dos de sus libros a él. La inscripción de Galion
es de enorme importancia por fechar la estadía de Pablo en Corinto durante 18 meses.
Sugiere que él permaneció allí desde el otoño del 50 hasta el fin de la primavera en el 52.
Artemisa de los efesios
Hechos 19. Artemisa de los efesios (Diana) era una deidad tremendamente popular, el viajero
griego Pausanias declaró que ella era la diosa mas alabada en
las devociones privadas del mundo mediterráneo. Su ídolo de
culto era inusual, un cuerpo tieso y largo con piernas pegadas
una a la otra como una momia. La parte superior del frente del
torso estaba cubierta con protuberancias que parecían senos
humanos, de tal manera que a veces se le llamaba ―Artemisa de
muchos senos‖. Usaba un collar hecho de bellotas, ya que el
árbol roble era sagrado para ella y sobre su pecho aparecían los
símbolos del Zodiaco. Sobre su cabeza se elevaba una corona
alta que frecuentemente remataba con las torrecillas de la ciudad
de Éfeso. Su falda a menudo se decoraba con hileras de
animales, un indicador de la fertilidad, y a los lados se decoraba
con abejas representadas como insectos y como sacerdotisas.
La propia Artemisa se le conocía como abeja reina y a sus
sacerdotes castrados se les llamaba zánganos.
Una imagen aparece en monedas, papiros, pinturas, murales,
relieves, estatuillas (ídolos pequeños para llevarlos a todas
partes). Se han escavado cerca en sitios antiguos ceca de 50
estatuas de Artemisa hechas de piedra en lugares del mundo
120
antiguo bastante separados el uno del otro. Se decía que los conjuros en el nombre de
Artemisa tenían un poder fuerte (V. 19).
Se construyo un santuario en su honor en Éfeso y
pronto se convirtió en un sitio de peregrinajes. En
el sitio un templo sucedió a otro en tamaño y
esplendor, hasta que el santuario final llego a ser
considerado como una de las maravillas del
mundo antiguo.
Miles de persona sirvieron dentro de los confines
inmensos del santuario y grandes cantidades de
dinero eran encomendadas al cuidado de
Artemisa. Como resultado el complejo del templo se convirtió en el centro bancario principal
de Asia. No solo era Artemisa la deidad guardián de Éfeso, sino que también servía como
diosa salvadora en inscripciones. Los muertos eran encomendados al cuidado de Artemisa y
se creía que ella ayudaba a las mujeres durante la labor del parto. Rituales secretos
conocidos como ―misterios‖, retratando a ambos, el nacimiento y la muerte, iniciaba a sus
devotos.
El libro de los Hechos (19:23-41) documenta la primera de muchas confrontaciones entre los
seguidores de Cristo y aquellos de Artemisa. Al final la causa de Cristo prevaleció. Se demolió
el templo y se escondieron las estatuas del culto.
El sanedril
Hechos 23. El sustantivo griego synedrion puede usarse genéricamente para indicar un
consejo civil o una corte local. Dentro del Nuevo Testamento, sin embargo el sanedril se
refiere a la suprema corte de justicia judía en Jerusalén, bajo el liderazgo del sumo sacerdote
(Hc. 5:21; 22:5; 23:1-2). Según fuentes rabínicas el sanedril de Jerusalén se componía de 71
miembros, reflejando la practica bíblica instituida por Moisés (70 ancianos mas Moisés. Ex.
24:1, 9; Nm 11:16).
La idea de un consejo gobernante compuesto de destacados ciudadanos aristócratas, refleja
la estructura de las constituciones cívicas griegas. La aristocracia sumo sacerdotal jugó un
papel principal desde el principio, pero el sanedril fue forzado gradualmente hacer espacio
para representantes legos que provenían en gran parte de los fariseos. Durante el periodo del
Nuevo Testamento el sanedril de Jerusalén consistía a veces de una hostil mezcla de
saduceos aristócratas y sacerdotales, con fariseos legos y aprendidos (Hc 23:6-9). La
membresia del sanedril se concedía por nombramiento y se acompañaba con una ceremonia
de ordenación que incluía la imposición de manos (Nm 27:18-23; Dt. 34:9).
121
El sanedril funcionaba como la corte suprema judía, juzgando casos de apelación que
provenían de los tribunales menores y manteniendo una competencia exclusiva sobre ciertos
casos. Por ejemplo: el sumo sacerdote o un profeta falso, podían ser juzgados únicamente por
el sanedril de Jerusalén. Incluso durante la época del dominio directo romano, el sanedril
mantuvo un grado significativo de autoridad
jurídica. Esto era particularmente cierto en
cuestiones consideradas muy importantes dentro
de la ley judía (Jn 18:31; Hc. 18:15; 24:6).
La autoridad del sanedril de adjudicar crímenes
sancionados con la pena de muerte durante el S.
I. d.C. ha sido el enfoque de mucha investigación
y debate. Antes de esta época, el sanedril igual
que otras cortes supremas del mundo antiguo,
claramente poseía tal autoridad. Pero después el
poder de la espada parece haber caído
exclusivamente sobre manos romanas. Los
líderes romanos y los judíos compitieron por
control absoluto. Por una parte , fuentes claves
atestiguan un incremento gradual de alegaciones
romanas para juzgar y ejecutar crímenes
sancionados con la pena de muerte (Josefo,
Antigüedades, 18:1; Guerras, 28:1). (L. 20)
Algunas fuente judías y cristianas sugieren que
durante esta época se eliminó de Israel, la
autoridad de condenar a alguien a la pena de
muerte (Jn 18:31). Por otra parte, fuentes literarias y arqueológicas sugieren que el sanedril
de hecho poseía la autoridad en casos relacionados con la pena de muerte, especialmente
aquellos referentes a la profanación del santuario o otros cargos específicamente religiosos,
tales como la blasfemia (Mt. 26:59-66; Hc. 6:11-7:60; 21:27-33; Antigüedades 20.9.1; Guerras,
6.2.4).
El gobernador romano
Hechos 25. Seis gobernadores romanos se mencionan en el Nuevo Testamento: Quirino
(Siria; Lc. 2:2), Pilato (Judea Mt. 27:2-65), Galion (Acaya Hc. 18:12-17), Felix (Judea Hc.
23:23-24:27; 25:14), y Porcio Festo (Judea Hc. 24:27-26:32). Ellos administraban sus
provincias desde una ciudad capital y vivían en palacios-fortalezas llamados pretorios. En
Judea, el centro administrativo romano estaba en Cesarea marítima en la costa del
Mediterráneo; fue allí donde estuvo detenido Pablo (Hc. 23:33-35). También había un pretorio
en Jerusalén donde se quedaba el gobernador cuando estaba en residencia allí; el mismo
lugar donde Jesús fue juzgado y avergonzado (Mt. 27:27; Mr. 15:16; Jn. 18:28; 19:9).
122
Cuando Arquelao el hijo de Herodes el Grande, fue despojado del poder en 6 d.C. el gobierno
del territorio de Judea se transfirió al gobernador de Siria, Quirino. Coponio fue elegido como
nuevo gobernador de Judea y se le otorgo el titulo de prefecto. Solo el prefecto controlaba el
nombramiento de los sumos sacerdotes y retenía la prerrogativa del castigo de la pena de
muerte. Después del 44 d.C. el titulo de gobernador se cambio a procurador. Aunque el
procurador continuo ejerciendo por completo los poderes judiciales, él perdió el derecho de
nombrar y deponer sumos sacerdotes.
Feliz, un esclavo, liberado de la familia del emperador Claudio, fue gobernador de Judea de
52 hasta 60 d.C. durante su ocupación se caso con Drusila, la bisnieta de Herodes el Grande
(Hc. 24:24). Su gobierno se destaco por disturbios y al final el fue llamado a Roma y juzgado
por su mal gobierno, lo cual le resulto en su destierro. Pablo estuvo limitado a permanecer en
Cesarea durante dos años, hasta que Festo remplazó a Felix en 60 d.C. (Hc. 24:27). Festo
rápidamente se encargo del caso de Pablo y otorgo la solicitud de este de ser juzgado en
Roma (Hc. 25:12). El mandato de Festo se interrumpió de repente cuando este murió
inesperadamente dos años después de su nombramiento. Según Josefo (Antigüedades,
20.9.1). antes de que el sucesor de Festo llegara a Judea, el sumo sacerdote Ananías usurpo
el derecho que tenía solamente el procurador de imponer la pena de muerte y mando matar a
Santiago, el hermano de Jesús, junto con otros que él alegaba habían quebrantado la ley
judía.
Encarcelamiento en el mundo romano (L. 21).
Hechos 26. En tiempos romanos, las personas eran encarceladas mientras esperaban el
juicio o ejecución por razones políticas o para asegurar el cumplimiento de una orden judicial.
Pablo fue detenido en Cesarea (Hc. 23:33-24:37) y en
Roma (Hc. 28:16) para ser juzgado. Juan el bautista fue
encarcelado por acusar a Herodes de adulterio,
amenazando de este modo su autoridad política (Lc. 3:19-
20) y los deudores eran encarcelados a veces para
obligarlos a pagar sus deudas (Mt. 18:30; Lc. 12:58).
La cantidad de tiempo en detención no se limitaba ni se
imponía enérgicamente, y normalmente el prisionero era
maltratado. Muchos eran golpeados, torturados y se les
daba raciones insuficientes de agua y alimento, aunque a
un prisionero de estatus más alta le iba un poco mejor.
Herodes Agripa I, antes de convertirse en etnarca de Judea
y Samaria (Hc. 12), experimento varios grados de
encarcelamiento. Primeo el emperador Tiberio lo condeno en un campo militar bajo el prefecto
de los pretorianos en Roma. La cuñada de Tiberio, Antonia, redujo la severidad de las
condiciones durante este encarcelamiento, pidiendo al guardia que fuera más compasivo, que
le permitiera a Agripa bañarse todos los días y que le permitiera a sus amigos traerle ropa u
123
comida. Después de la muerte de Tiberio, se le permitió a Agripa vivir en su propia casa. Él
aun era encadenado a la muñeca de un guardia diariamente, pero se le permitía encargarse
de sus propios asuntos (Josefo, Antigüedades, 18.6. 6-11).
Pablo estuvo probablemente detenido en el pretorio, una residencia y fortaleza del
gobernador, mientras estuvo en Cesarea. Mientras que en Roma, se le permitió morar fuera
del campamento militar, así como encontrar y rentar su propio cuarto. Él recibió este
relativamente buen trato por tres razones: 1. Pablo era ciudadano romano. 2. ÉL había
recibido veredictos favorables de los gobernadores Festo y Agripa. 3. El prefecto pretoriano
que supervisaba a los prisioneros de las provincias durante los años 51-62 d.C. fuel el
honesto Afranio Burro.
El juicio de Pablo tomó dos años para concluirse. Según Eusebio (Historia, 2. 22, 25), Pablo
fue liberado, pero detenido de nuevo en Roma cuando Nerón comenzó a ejecutar cristianos.
En esa época Pablo fue probablemente colocado en una celda subterránea de ejecución en
la prisión de Roma.
La himnologia cristiana inicial
Santiago 5. Plinio el joven, en una famosa carta enviada al emperador Trajano por el año 110
d.C. (Epístola 10.96, describió su encuentro con los cristianos y relató sus prácticas. Entre
otras observaciones, el historiador mencionó que los seguidores de Cristo se reunían
temprano en la mañana para cantar a Cristo como si cantaran a un dios. No es una sorpresa
que cantar se convirtiera en una practica cristiana estándar; Santiago 5:13, insta a los
cristianos a que canten alabanzas como una expresión de gozo, y en otras partes del Nuevo
Testamento se encuentra exhortaciones similares y ejemplos de cantos de alabanza.
Pablo en Efesios 5:19, habló sobre salmos, himnos y canciones espirituales en la iglesia
cristiana. No se sabe con exactitud en que se diferencian, los salmos podrían ser los salmos
bíblicos.
Así mismo es difícil determinar el estilo musical de estos himnos antiguos. Es posible que las
canciones de los himnos antiguos de los primeros cristianos, estuvieran influenciados por la
liturgia de los cantos judíos.
Algunos sugieren que algunos fragmentos de algunos himnos son fragmentos de porciones
del Nuevo Testamento como Filipenses 2:6-11, 1 Timoteo 3:16 y 2 Timoteo 2:11-13.
124
Bibliografía:
1. Usos y costumbres de las tierras bíblicas pdf
2. Arqueología bíblica para creyentes tomo 1 y 2 pdf
3. O1 deca arqueología bíblica imágenes pdf
4. http://www.biblearchaeology.org/post/2008/06/The-Walls-of-Jericho.aspx#Article
5. Arqueología bíblica G. ERNEST WRIGHT, Biblioteca cristiandad.
6. Evidencia Arqueológica de la Biblia. Charlie H. Campbell. Editorial Portavoz, USA, 2012
7. Descubre la Biblia. Sociedad Bíblica unida Tomo 1.
8. Diccionario Bíblico Arqueológico. Charles F. Pfeiffer, Editorial Mundo Hispano.
9. Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Editorial Certeza Unida
10. La Biblia Arqueológica, Nueva Version Internacional, Editorial Vida.
11.Wikipedia. La enciclopedia libre
12.Plinio el joven. ―Carta sobre los cristianos‖
13.Flavio Josefo. ―La Guerra de los Judíos‖, ―Antigüedades judías‖ y ―Contra Apion‖
14.Eusebio ―Historia de la iglesia‖.
125
I N D I C E
Introducción 2
Definición 3
Porque debemos estudiar arqueología 4
Génesis el diluvio 7
Éxodo 12
Salida de Egipto 13
El pase del mar rojo 15
El vino en Egipto 17
El código de Hamurabi 18
Jericó 19
El sacrificio a Moloc 22
El palacio de Eglon 24
Los relatos de la batalla de Cades 24
Abimelec en Siquen 25
Mizpa 26
Jerusalén 28
David 35
Los filisteos 42
Los hititas 47
Asiria 48
Sargón rey de siria 54
El túnel de Ezequías 55 Babilonia 55
Daniel 64
Belsasar 66
Foso babilónico para bestias salvajes 69
Persia 69
Grecia 72
Qumram 73
El templo 75
El Nuevo testamento-Herodes el Grande 82
Masada 84
Cesarea 86
Herodion 88
Historiador Flavio Josefo 92
Cirenio y el censo 94
Juan el Bautista 96
Jesús 98
Los milagros de Jesús 102
Los sumos sacerdotes Anas y Caifás 103
Poncio Pilato 104
Las tinieblas de la crucifixión 110
La resurrección de Jesucristo 111
Las sinagogas 112
Hechos 116
Erasmo el compañero de Pablo 118
Sergio Paulo, procónsul de Chipre 118
Artemisa de los efesios 119
El sanedril 120
El gobernador romano 121
Encarcelamiento en el mundo romano 122
Himnologia cristiana inicial 123
126
Laminas
arqueológicas

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Arqueología Bíblica

  • 2. 2 Recuerda los días antiguos, considera los años de las pasadas generaciones; interroga a tu padre, y te indicará; a tus ancianos, y ellos te dirán (Dt 32:7). La arqueología bíblica es una parte especial de la arqueología general. El arqueólogo bíblico, sea o no excavador, estudia los descubrimientos de las excavaciones a fin de entresacar de ellos todos los hechos que puedan arrojar una luz directa, indirecta o incluso difusa sobre la Biblia. Debe interesarse por la estratigrafía y la tipología, disciplinas en que se basa la metodología de la arqueología moderna y de las que hablaremos en este capítulo. Pero su principal interés no se refiere a los métodos, vasijas o armas en sí, sino al entendimiento y la exposición de la Sagrada Escritura. La arqueología recobra el pasado de pueblos y culturas anteriores a nosotros por medio del descubrimiento, registro, estudio sistemático e interpretación de los materiales existentes que nos dejaron. Estos materiales consisten en variados tipos de documentos escritos, objetos de la vida cotidiana y testimonios no escritos de distintas épocas y culturas. Abarca, por lo tanto, dos actividades: descubrimiento e interpretación. La meta de ambas es comprender la vida y el tiempo de los individuos y comunidades de un lugar particular. En este trabajo de descubrimiento e interpretación, la arqueología nos ofrece, por un lado, una corroboración general del contexto histórico y cultural de la Biblia; por el otro, nos ofrece una corroboración particular de elementos específicos narrados en la Biblia. Casi todos los principales arqueólogos bíblicos coinciden en señalar que el propósito principal de la arqueología no es ni demostrar, ni probar, ni defender a la Biblia y sus enseñanzas. El objetivo es entenderla mejor. «El aporte de la arqueología al estudio de la Biblia es que arroja luz sobre el escenario histórico y cultural en que tienen lugar los sucesos que indican la intervención de Dios al desenvolverse sus planes para la redención del hombre». De modo que el propósito principal de la arqueología, en los estudios bíblicos, no es confirmación sino iluminación. El objetivo es entender la Biblia, no defenderla. La arqueología cumple en realidad su propósito cuando amplía nuestro conocimiento del contexto histórico y cultural en el cual un acontecimiento o relato bíblico se coloca. «La arqueología nos ha dado, ante todo, un fuerte sentido de la realidad histórica de los sucesos y los personajes de la Biblia». La historia, con la ayuda de la arqueología, planta sus pies en el suelo.1 La Biblia, a diferencia de las demás literaturas religiosas, aparte de las enseñanzas morales, espirituales y litúrgicas, relata la historia de un pueblo que vivió en un tiempo y en un lugar concreto. El hombre bíblico, a diferencia de otros hombres, había aprendido a confesar su fe narrando lo que había sucedido a su pueblo y viendo en ello la mano de Dios. En otras palabras: la fe fue transmitida mediante un relato histórico, y es preciso tomar en serio la historia para comprender la fe bíblica, la cual afirma rotundamente el significado de la historia. El investigador bíblico ha de ser un estudioso de la vida antigua, y la arqueología le ayuda a conocer las características del pasado. Al reconstruir la historia de los tiempos bíblicos, 1 Descubre la Biblia. Capitulo arqueologia biblica, pagina 63
  • 3. 3 hallamos muchos períodos que no resultan bien conocidos por los documentos escritos llegados hasta nosotros. Un ejemplo es el período patriarcal de la vida israelita que nos presenta el Génesis. ¿Quiénes fueron esos hebreos? ¿Cuándo vivieron y cómo ha de encajarse su movimiento en la historia antigua? El Génesis tan sólo insinúa las respuestas a estas preguntas. El material que contiene fue transmitido oralmente a lo largo de muchas generaciones antes de ser puesto por escrito, y nos es necesario recuperar su fondo original si queremos contestar a las preguntas del historiador. Esto sólo puede hacerse por medio de la investigación arqueológica, cuyos resultados debemos seleccionar y emplear cuidadosamente, pues no tenemos otros medios para introducirnos en el período en cuestión. Naturalmente, se podría preguntar: ¿Para qué necesitamos todo este esfuerzo histórico cuando lo que nos interesa es la Biblia? La historia y la arqueología dan testimonio de que lo escrito en la Biblia es veraz y no una invención de algunos. Definición La arqueología es la ciencia que se encarga del estudio de las sociedades de la antigüedad a partir de los restos materiales que dejaron, constituidos principalmente por objetos, artefactos, monumentos u obras artísticas. Como tal, la palabra proviene del griego ἀρχαιολογία (archaiología), que traduce ‗leyenda o historia antigua‘. La arqueología nos permite conocer más acerca de la vida de pueblos o culturas humanas ya desaparecidas, pues se encarga de buscar, reunir y analizar los objetos materiales que produjeron, y comprender su función, significado e importancia, para, a través de ellos, intentar reconstruir sus modos de vida, sus creencias religiosas, su organización social, política y económica, etc. En este sentido, es una ciencia auxiliar de la Historia y conexa a la Antropología. La arqueología bíblica es la parte de la arqueología que se especializa en el estudio de los restos materiales que tienen relación directa o indirecta con los relatos bíblicos, sean estos del Antiguo (Tanaj) o del Nuevo Testamento, y con la historia y cosmogonía de las religiones judeocristianas. El aporte de la arqueología al estudio de la Biblia es que arroja luz sobre el escenario histórico y cultural en que tienen lugar los sucesos que indican la intervención de Dios al desenvolverse sus planes para la redención del hombre. De modo que el propósito principal de la arqueología, en los estudios bíblicos, no es confirmación sino iluminación. El objetivo es entender la Biblia, no defenderla. La arqueología cumple en realidad su propósito cuando amplía nuestro conocimiento del contexto histórico y cultural en el cual un acontecimiento o relato bíblico se coloca.
  • 4. 4 ¿Porque debemos estudiar arqueología? 1. La Biblia no es un libro de mitos y leyendas. No se centra en una serie de enseñanzas morales, espirituales y litúrgicas. Es el relato de un pueblo y de personas concretas que vivieron en momentos históricos concretos. Con relación a esto, es importante señalar cómo la arqueología no solo corrobora el dato bíblico, sino que lo completa y lo aclara más. Una crónica babilónica del Museo Británico no solo confirma el relato bíblico de que Nabucodonosor tomó por primera vez Jerusalén en el 597 a.C. (2 R 24.8–17), sino que da el día de la conquista: 16 de marzo de ese año. Por lo tanto, una de las grandes contribuciones de la arqueología ha sido el ayudar a colocar los relatos de la historia del pueblo de Dios en los distintos contextos históricos a los que pertenecen. Nos ayuda a ver la historia bíblica como parte de la historia universal. 2. En relación con lo anterior, la arqueología nos ayuda a ser más cuidadosos con nuestras afirmaciones y conclusiones al estudiar el texto bíblico. Es ya muy conocido el ejemplo de los dos primeros capítulos del Génesis. Hasta mediados del siglo pasado la opinión común era que el mundo fue creado 6000 o 4000 años a.C. El arzobispo inglés Usher llegó a tal grado de certidumbre que fechó la creación del hombre en el 4004 a.C. En la actualidad, prácticamente nadie apoya esas fechas. Los estudios contemporáneos han encontrado fósiles humanos de hace un millón de años. Las excavaciones arqueológicas comprueban la existencia de Jericó desde 7000 a.C. Por otro lado, los descubrimientos arqueológicos impiden que saquemos conclusiones precipitadas en la lectura de algunos datos históricos. Por ejemplo, en Génesis 21.34 y 26.1 la referencia a los filisteos es sin duda una alusión anacrónica de esta gente, que se estableció en la costa sur de Palestina cinco o seis siglos más tarde. En la época patriarcal, los filisteos no habían emigrado de su lugar de origen, la isla de Creta. La arqueología también nos ayuda a conocer el significado de palabras y expresiones que hasta ahora habían permanecido oscuras o mal traducidas en nuestras traducciones y versiones. Por ejemplo, en 1 Reyes 10.28 la RVR dice: «Y traían caballos y lienzos a Salomón». Sin embargo, dice Edwin Yamauchi: El comercio de Salomón con otras regiones ha estado oscurecido por una mala traducción en la mayoría de las versiones. La palabra que se tradujo en nuestras versiones por «lienzos», realmente significa «de Cilicia». Una versión más contemporánea dice así: «Los caballos de Salomón provenían de Cilicia» (NBE). 3. La arqueología también nos ayuda a colocar a Israel (por ejemplo) en el mundo cultural y religioso de su época. El descubrimiento de escritos de pueblos y países vecinos y contemporáneos del Antiguo Testamento nos permiten ver cuánto compartió o no Israel con la cultura, creencias, modos de vida y literatura de otros pueblos. Es muy revelador considerar los varios datos ofrecidos por los descubrimientos de escritos procedentes de la época patriarcal con relación a la adopción, el matrimonio y ciertas prácticas religiosas. Por ejemplo, según las tablas de Nuzi, poseer los dioses
  • 5. 5 domésticos o terafim de que habla Génesis 31.19, 30, 34, 35 era de gran importancia, no sólo porque garantizaban una vida próspera, sino, porque aseguraban, a quien los tuviera en su poder, la posesión de la herencia. Eso explica por qué Raquel decidió apropiarse de los ídolos de su padre. En 2 Reyes 20.7 se habla de la cataplasma de higos usada para curar la llaga del rey Ezequías. Entre los textos de Ugarit se ha hallado un manual para veterinarios, y uno de los medicamentos mencionados en él es la «cataplasma de higos viejos». 4. La arqueología no sólo ayuda a recobrar el contexto histórico general de Israel (o de la iglesia en el Nuevo Testamento), sino también a colocar a Israel en el contexto de su historia religiosa. Es sorprendente ver cómo hasta los relatos de milagros pueden verse iluminados por los descubrimientos arqueológicos (por ejemplo, las diez plagas de Egipto). 5. Los descubrimientos arqueológicos apoyan, en un buen número de casos, los datos que ofrecen los textos bíblicos. Por ejemplo, 1 Samuel 13.19–22 dice que los israelitas dependían de los filisteos para el uso de instrumentos de hierro. Una cuidadosa comprobación de los yacimientos de hierro y de su entorno ha demostrado que los primeros que utilizaron el hierro en los siglos XI y X a.C. fueron los filisteos.10 En 1 Reyes 6.36 se describe la construcción del atrio interior del templo. Este tipo de construcción que pone una hilera de vigas de madera por cada tres hileras de piedras labradas se empleó también en el segundo templo (Esd 6.4); las excavaciones arqueológicas lo han encontrado en otros lugares del Próximo Oriente Antiguo. Probablemente se trata de una forma de proteger el edificio contra los terremotos. 6. Descubrimientos como los de Ras-Shamra, Qumrán y Ebla, ofrecen no sólo información sobre el contexto histórico, político, cultural y religioso, sino que, por la gran cantidad de documentos escritos, se han convertido en fuente importante para los estudios literarios y lingüísticos. Los estudios del ugarítico han demostrado ser importantes para entender el hebreo bíblico en cuestiones de estructura lingüística, sintaxis, problemas textuales y poesía. Qumrán ha hecho un gran aporte al ofrecernos escritos bíblicos cuya antigüedad es mil años anterior a la de los usados para el texto hebreo del Antiguo Testamento. Esto es esencial para la crítica textual. Los descubrimientos de Ebla nos permiten hacer estudios comparativos de nombres personales que hasta ahora sólo se encontraban en la Biblia. Esto permitirá refinar más el conocimiento de la historia del Antiguo Testamento en tiempos patriarcales. El eblita (un idioma semítico familiar del hebreo) será de gran ayuda para acercarse mejorar el significado de 1700 palabras que sólo aparecen una vez en hebreo, y que en Ebla se usan en profusión. 7. Los descubrimientos y los estudios continuos de ellos abren nuevas posibilidades que refutan o apoyan viejas teorías. Tal es el caso de la ocupación de la tierra de Canaán por parte de los israelitas. Los relatos bíblicos no permiten obtener un cuadro uniforme. Y los resultados obtenidos por la arqueología y otras ciencias auxiliares han dado pie a tres teorías para explicarla:
  • 6. 6 a) La ocupación pacífica de la tierra (escuela de Alt y Noth). b) La conquista violenta (Albright). c) Revolución interna (Mendenhall, Gottwald, Bright).Hoy por hoy la arqueología parece considerar más coherente la tesis de Mendenhall. Junto con los métodos científicos desarrollados para los estudios arqueológicos, tenemos que tomar en consideración los límites de la arqueología. Por más avances que haya en las técnicas de fijación de fechas, siempre es grande el margen de error. Hay muchas eventualidades que el arqueólogo no puede controlar. Por ejemplo, en la excavación de los montículos (tells), un nivel completo de establecimiento humano se pudo haber perdido por causa de la erosión, o porque un pueblo se fue del lugar donde existían otros pueblos, y siglos después los descendientes retornaron. Además, la información recabada por el arqueólogo siempre será incompleta porque ningún sitio se excava en forma total. Razones: excavar un sitio en su totalidad exige costos astronómicos; el arqueólogo sabe que debe dejar para la posteridad partes sin tocar (en espera de mejores métodos); no se excava todo para evitar gastos económicos y de tiempo, para que al final sólo se recabe información repetitiva. Dentro de los límites de la arqueología tenemos que considerar los diferentes períodos que toca el relato bíblico. Los descubrimientos arqueológicos han dado y pueden dar información y luz sobre ciertos elementos dentro de la narración bíblica; sin embargo, el estudioso de la Biblia se contentará con los datos humanamente alcanzables. Esto se torna más problemático si se considera que mientras que la arqueología provee información objetiva y concreta sobre un hecho o un pueblo, esta no puede ayudarnos mucho en aquellas afirmaciones bíblicas que se hicieron, no para referirse a un suceso en forma objetiva y directa, sino que son interpretaciones o declaraciones doctrinales sobre tal suceso. Sobre esto, el estudioso de la Biblia debe aprender a distinguir entre una información que se refiere a un dato corroborable por la arqueología y una declaración cuya intención no es el dato científico, sino la alabanza, la confesión de fe o la reflexión teológica. Todo esto señala que para recobrar o encontrar la verdad bíblica, la arqueología no está sola. El estudiante de la Biblia necesita echar mano de otras ciencias auxiliares. En el estudio de la Biblia es casi indispensable estar familiarizado con los diversos géneros y formas literarias. Estos, junto con otros elementos, ayudan a descubrir cuál fue la intención del autor. Así, de antemano, el estudiante no se acercará a la Biblia y a la arqueología temeroso de que una contradiga a la otra. Ningún arqueólogo bíblico responsable y serio hace sus investigaciones tratando de probar o desaprobar el mensaje bíblico.
  • 7. 7 Génesis el comienzo El diluvio La Biblia nos dice que Dios juzgo a la humanidad pecadora, desatando un diluvio catlaclismico que devasto el planeta. Si este acontecimiento tuvo lugar, tal como dijo Moisés y como afirmaron Jesús y Pedro (Mateo 24:39; 2 Pedro 3:6), sin duda debería haber evidencia al respecto. La arqueología hablando en términos estrictos, se interesa por los restos que han dejado los humanos, no por los actos de Dios. Por lo tanto, la evidencia que dejó el diluvio tiene más interés para los geólogos que para los arqueólogos. Pero a menudo los arqueólogos encuentran en sus excavaciones las mismas evidencias que los geólogos. Para este evento se debe revisar el registro fósil. En cualquier punto de los siete continentes en que excaven geólogos y arqueólogos encuentran miles de millones de animales muertos y de plantas enterrados y fosilizados en las rocas sedimentarias, compuestas de arena, barro y limo que fueron depositados rápidamente por el agua. ¿Restos de miles de millones de animales dentro de las piedras? Resulta extraño. Los animales que mueren por muerte natural se descomponen y desaparecen rápidamente. por ejemplo: el bisonte americano. Un paleontólogo especialista en invertebrados, Carl Dunbar señala: Los incontables millones de cadáveres de bisonte repartidos por las llanuras hace dos generaciones apenas han dejado rastros visibles. La carne se la comieron los lobos y los buitres al cabo de horas o días después de su muerte, e incluso los esqueletos han desaparecido casi del todo, porque los huesos se han disuelto y desmenuzado, reducidos a polvo debido a las inclemencias del tiempo Hoy día, cuando los animales mueren sus cadáveres quedan en tierra, y en cuestión de meses, los carroñeros esparcen sus huesos o si no los toca nadie, empiezan a corromperse debido al efecto de los elementos. (L. 1). Pero a los miles de millones de creaturas que encontramos en el registro fósil les paso algo distinto. Sus huesos están conservados, muchos de ellos intactos, con muy pocas evidencias de descomposición. Esto ha inducido a muchos paleontólogos, geólogos y arqueólogos a llegar a la conclusión de que tales animales murieron durante un diluvio. Sus cuerpos fueron atrapados en el aluvión del fango, enterrados rápidamente en los sedimentos mientras estos seguían húmedos, y luego conservados en ellos.
  • 8. 8 Los fósiles de miles de millones de criaturas muertas recubiertas de ocas sedimentarias por todo el mundo son un recordatorio poderoso del Diluvio descrito en el libro de Génesis. Además de la extensa evidencia fósil, los arqueólogos han desenterrado muchos escritos antiguos extra bíblicos que describen una inundación catastrófica. Los griegos, los hindúes, chinos, mexicanos, hawaianos, etc. Tienen relatos sobre el diluvio. Aunque existen diferencias entre los relatos, los paralelos entre ellos son impresionantes. Pensemos en la lista de similitudes entre el diluvio de Noé y el relato del diluvio conocido como la ―Épica de Gilgamesh‖, que se descubrió hace 150 años en las ruinas antiguas de una biblioteca de Nínive en ambos relatos: (L. 1).  El diluvio fue ordenado por un dios  El diluvio estuvo relacionado con el hecho de que la raza humana se aparto de Dios/dioses.  Se dio la noticia anticipada del diluvio a un individuo.  Se le ordenó que construyera un barco.  Una tormenta provocó el diluvio.  La familia del protagonista y los animales a bordo del barco se salvaron.  Todos los que no estuvieron en el barco murieron.  El barco encalló en la cumbre de una montaña  Tras el diluvio se enviaron aves para determinar si el mundo era habitable.  Tras el diluvio se ofrecieron sacrificios. La tableta número 11 de la Épica Gilgamesh data del siglo VII a. de C. y fue hallada en Nínive. Sobre ella está inscrito el relato del diluvio con algunas semejanzas Dado que existen tantos puntos en común entre la obra de Gilgamesh y el relato bíblico, no es difícil llegar a la conclusión de que ambos relatos hablan de un mismo acontecimiento. Cuantos más testigos hay que cuentan una historia parecida, más probable es que la esencia del relato sea cierta. La arqueología en este región también ha puesto al descubierto uno de los más antiguos relatos del diluvio. Aparece en una lista sobre un artefacto conocido como la Lista de los Reyes Sumerios que data del año 2.170 a. de C. La inscripción dice: “El diluvio cayo (sobre toda la tierra). Después de que hubiese caído el diluvio por toda (la tierra) (y) cuando la monarquía descendió (de nuevo) de los cielos, la (primera) monarquía fue la de Kish (Cush).
  • 9. 9 Lo que resulta interesante acerca de esta afirmación es no solo que se mencione el diluvio, sino una ciudad fundada por Cush que era el hijo de Jam, hijo de Noé. En Génesis 10:8 la Biblia afirma que Nimrod descendía de Cush. La ciudad de Kish (Cush) se encontraba en una región muy cercana a Babilonia. Otro artefacto de los sumerios se encontró en Nippur (la bíblica Calne) que afirma: “Cayó un diluvio sobre las ciudades para destruir la simiente de toda la humanidad.... todos los vientos de tormenta, terriblemente poderosos atacaron como uno solo. Al mismo tiempo, el diluvio cayó sobre los centros de cultura. Durante siete días y siete noches, el diluvio cayó sobre toda la tierra. La enorme barca había sido sacudida por los vientos de la tempestad sobre las grandes aguas.” (L. 1). Pasando tan solo unas cuantas páginas en la Biblia, leemos acerca de las primeras ciudades conocidas por el hombre después del diluvio global de los días de Noé. Uno de los descendientes de Noé era un hombre que se llamaba Nimrod, cuyo reino incluía las ciudades de Babel, Erec, Acad y Calen en la tierra de Sinar. Y Asur construyó Nínive, Rehoboth Ir, Cala y Resen en la tierra de Asiria. (L. 1). Las primeras ciudades se hallaban en una tierra que los historiadores modernos llaman la antigua Mesopotamia que significa: ‗la tierra entre dos ríos,‘ que eran el Tigris y el Éufrates. Esta tierra habría de convertirse después en el lugar donde habrían de surgir dos de los más temidos imperios del mundo, el de Asiria y el de Babilonia, la misma tierra que actualmente se llama Irak.2 Uno de los más asombrosos descubrimientos que salieron a la luz en Acad fue el de un sello que posiblemente demuestre que los acadios estaban enterados de la historia de la tentación de Adán y Eva en el Jardín del Edén. George Smith del Museo Británico, que vivió a mediados del siglo XVIII, escribió: ―Un extraordinario e importante espécimen de antiguos símbolos en el Museo Británico tenía dos figuras sentada una a cada lado de un árbol, extendiendo sus manos en dirección al fruto, mientras que a espaldas de una de ellas (la de la mujer) se encuentra tumbada una serpiente. Sabemos muy bien que en estas primeras esculturas ninguna de estas figuras eran dispositivos por casualidad, sino que todas ellas representaban sucesos o lo que eran 2 Arqueologia biblica para creyentes, tomo 2 cap 14 pag 63
  • 10. 10 supuestos sucesos y las figuras ... de modo que es evidente que una forma de la historia de la Caída, semejante a la que aparece en Génesis, era conocida incluso desde los tiempos de Babilonia.‖ Sello acadio de la Tentación Entre los años 2.300 a 2.200 a- de C. La primera ciudad que se menciona en la Biblia como una de las que se encontraban entre las ciudades de Nimrod es Babel y, de hecho, el nombre de la ciudad así como el del relato de la Torre de Babel han quedado también registrados aparte de la Biblia. Austen Henry Layard descubrió fragmentos de una tableta asiria en Nínive a mediados del siglo XVIII que son muy parecidos al relato bíblico de la Torre de Babel. Los artefactos se hallan actualmente en el Museo Británico (número de registro K.3657) y dice lo siguiente: ―su corazón era malvado en contra de su padre y de todos los dioses... Babilonia fue sometida, pequeños y grandes por igual. El fundó su lengua.... su fuerte palacio (torre) todos los días que construyeron, poniendo totalmente fin al lugar fuerte en la noche... En su ira Su palabra se hizo escuchar... con el fin de dispersar por doquiera fijó Su rostro y sus consejos fueron confundidos... el los vio y la tierra ... no se detuvo ... y lloraron amargamente en Babi(l).‖ La ciudad capital más antigua e importante de Sumer era Uruk (la bíblica Erec). El Irak de nuestros días posiblemente derivó su nombre de esta antigua ciudad. Ha quedado constancia de Uruk en un antiguo artefacto conocido como la ―Lista de los Reyes Sumerios‖ que también menciona a los elamitas, los mismos elamitas que descendían de Aram, el hijo de Sem, hijo de Noé, tal y como aparece en Génesis 10:22. Pasado el tiempo trasladaron la capital de Sumer de Erec a Ur, la misma ciudad de la que más adelante Abraham saldría para ir a la tierra de Canaán. La Biblia llama a esta ciudad Ur de los Caldeos en Génesis 11:31. Una inscripción de Argistis cerca de Van verifica este título diciendo: ―Estos son los despojos de las ciudades que obtuve del pueblo de los Khaldis (Caldeos) en un año.‖ Un descubrimiento arqueológico fascinante en Ur es el de una torre del templo a la que los acadios llamaban un zigurat. Esta torre, que se encontró en Ur, fue
  • 11. 11 posteriormente reconstruida por el rey Nabónido de Babilonia que reinó entre los años 555 y 539 a. de C. En inscripciones que se encontraron en el zigurat, Nabónido afirma que había reconstruido la estructura, que se había enterado que había sido construida por dos reyes que vivieron hacía 1.500 años antes que él. Hay otra inscripción que también lleva el nombre bíblico de otro príncipe babilónico conocido como Belsasar, que habría de vivir para ver las palabras escritas por Dios en las murallas de Babilonia, tal y como se menciona en el capítulo 5 de Daniel. Este zigurat que se parecía a los cuatro laterales empinados de una pirámide era probablemente similar a la construcción de la torre bíblica de Babel. Se han hallado además otras torres en Mesopotamia como la de Ur en Cala (Nimrod). Asur Acad (Sipar) Uruk, Cush (Kish) Borsippa, Aqaqui, Khorabad y Eridu, una ciudad cerca de Ur. Las inscripciones de diferentes reyes babilónicos también han dejado constancia de la construcción de estas torres del templo, que dicen que alcanzaban al cielo con descripciones semejantes a las que se usan para describir la torre de Babel en el relato de la Biblia. Hammurabi, que gobernó casi 2.000 años antes de Cristo, afirma: ―Restauró el templo Emeteursag... y construyó la torre del templo... cuya cima llega tan alto como el cielo.‖ Mucho después, en el siglo VI a. de C. Nabucodonosor, rey de Babilonia escribió: ―Yo hice erigir la cúspide de la Torre en etapas en Etemenanki de modo que su parte superior rivalizase con los cielos.‖ Sabemos por lo que dicen algunas inscripciones babilónicas que estas torres alcanzaban alturas de hasta 300 pies.
  • 12. 12 ÉXODO El Antiguo testamento nos dice que una hambruna en tierra de Canaán obligo a Jacob y a su familia a asentarse en la tierra de Egipto (Génesis 42-47), donde fueron creciendo a lo largo de cuatro siglos y se convirtieron en una nación de personas obligadas a elaborar ladrillos destinados a los proyectos arquitectónicos egipcios (Éxodo 1). Los críticos de la Biblia se quejan de que no se mencionan a los israelitas en Egipto ni en los muros de las tumbas de los templos. Para responder a esta objeción, Kenneth Kitchen, profesor emerito de egiptología de la universidad de Liverpool, escribe: ―¡Por supuesto que no! A los levantinos (Es un antiguo termino británico que se refiere a las personas que viven en la zona oriental del mediterráneo) en Egipto se les describía simplemente como asiáticos, sin especificar su origen. Tales personas no tenían lugar en las escenas de los templos, a menos que los hubieran derrotado fuera de Egipto. (L. 3). Dado que sucedía esto, es interesante comentar que las inscripciones en Egipto, que se remontan a la época en que los israelitas estuvieron en este país, retratan a prisioneros extranjero, procedente de Canaán, haciendo ladrillos de barro, mientras unos capataces armados de varas supervisan su labor durante la construcción de un templo. Es una escena que evoca vívidamente la tragedia que vivieron los israelitas descritos en el libo de Éxodo. Ladrillos hechos con paja En el libro de éxodo leemos que el faraón dio la siguiente orden a los capataces egipcios y a los jefes de trabajo israelitas: ―ya no les provean paja para hacer los ladrillos. Hagan que ellos mismos vallan a buscarla‖ (Éxodo 5:6-7). La dificultad de esta tarea extra, unida a una aparente carestía de paja, obligo a los judíos a repartirse por todo Egipto en busca de hierba seca para usar como paja (Éxodo 5:12). (L. 3). Había una razón para que la paja fuera importante. En su comentario de Éxodo, el Doctor Bruce Wells señala que los experimentos científicos han demostrado que el uso de paja picada en los ladrillos de adobe aumenta hasta tres veces su resistencia a la rotura. En la década de 1920, T. Eric Peet, el arqueólogo mundialmente famoso de la universidad de Liverpool, afirmó que este relato de Éxodo 5 era erróneo, y que manifestaba la ignorancia de la persona que escribió el libro. ¿Por qué? Según Peet, la paja era totalmente innecesaria para fabricar ladrillos, porque el fango del rio Nilo fragua tan bien que no es necesario añadir material cohesivo (paja o rastrojo).
  • 13. 13 La interpretación crítica que hace Peet de este pasaje de Éxodo se vino abajo cuando se descubrieron en Egipto ladrillos antiguos que contenían paja. El Arqueólogo Dr. Joseph Free escribe: He examinado muchos ladrillos de adobe que rodeaban los antiguos templos egipcios y he detectado la presencia de paja en mucho de ellos. John Wilson el eminente egiptólogo de la universidad de chicago, observo que la paja se usaba en buena parte de la fabricación egipcia de ladrillos. En resumen, sería justo afirmar que el punto de vista extremo de Peet debe modificarse, ineludiblemente, a la luz de la evidencia arqueológica. Salida de Egipto La biblia nos dice que Dios liberó a los israelitas de su esclavitud en Egipto y les condujo a una tierra situada al norte que ÉL le había prometido a Abraham unos siglos antes. Los críticos de la biblia llevan mucho tiempo manifestando su escepticismo respecto al relato del éxodo. Una de las objeciones que plantean los críticos, tiene que ver con la tremenda presencia militar qué los egipcios que seguía la ruta costera del Mediterráneo hasta llegar a Canaán. Los críticos afirman que hubiera sido imposible que los israelitas superaran tal ejército. Los críticos dicen eso porque no tienen en cuenta un par de cosas. Primero, un ejército del tamaño que sea, no es rival para Dios, puede que usted recuerde lo que hizo un solo ángel a 185, 000 asirios en una sola tarde (2 Reyes 19:35). Un segundo hecho que los críticos pasan por alto es que la Biblia nos dice, concretamente, que los israelitas no siguieron la ruta del Mediterráneo, no fuera que se echarán atrás cuando vieran a los ejércitos (Éxodo 13:17-18). No es inusual que los críticos de la Biblia malinterpreten o no logren entender los detalles de un relato bíblico, y luego ataque su propia mala interpretación. Otra objeción que plantean los críticos sobre el éxodo se refiere a la falta de documentos egipcios que mencionen la partida de los israelitas de su territorio. Pero la ausencia documental no debe preocuparnos. Es posible que los egipcios tuvieran un documento escrito sobre el éxodo, pero, como dice el egiptólogo británico Kenneth Kitchen, los voluminosos archivos de papiros que estuvieron almacenados en Egipto han desaparecido: En el fango del delta del Nilo, embebido de agua, no hay un papiro que sobreviva (mencione o no a los hebreos fugitivos) en otras palabras, dado que los archivos oficiales del siglo XIII procedentes de ciudades situadas en la parte este del delta del Nilo se han perdido al cien por ciento, no podemos esperar que contengan menciones de lo hebreos o de cualquier otro pueblo. ¿Por qué no están escritos en los gerogrifico? Estos se usaban para impresionar los dioses y a los enemigos potenciales; sería bastante sorprendente encontrar un relato de la destrucción del ejercito del faraón inmortalizado en los muros de un templo egipcio. En realidad, la ausencia de evidencias materiales directa de una estancia de los israelitas en Egipto no es
  • 14. 14 tan sorprendente o perjudicial para la credibilidad de la Biblia como podría parecer a primera vista. Las inscripciones faraónicas no plasman las catástrofes ni los contratiempos que experimentaban Egipto o su realeza. Joseph Free dice: Las plagas y el éxodo de Israel fueron una calamidad nacional, y sin duda se eliminarían cuidadosamente de los registros monumentales. Además, cuando se registraba algo que a un régimen posterior le resultaba poco halagüeño o de mal gusto se borraba a la primera oportunidad. Por ejemplo, después de los hicsos fueron expulsados (por los egipcios), sus monumentos fueron destruidos. Además, tras la muerte de Hatshepsut, Tutmosis III borró a golpes de escoplo el nombre y las representaciones de esa reina. Algunos cuestionan porque no hay restos de alfarería o vestigios en el desierto del Sinaí o por el recorrido que se realizó durante el éxodo. Cabe recordar que los israelitas vivieron como nómadas durante el tiempo que pasaron en esa zona. Los nómadas que viven en un entorno desértico, donde cada utensilio e instrumento tiene un gran valor, dejan pocas huellas en el registro arqueológico. Los campamentos de tiendas israelitas de hace 3,000 años, no dejarían mucho a sus espaldas en las arenas móviles del desierto. (L. 1). Un exprofesor de Yale, Miller Burrows, está de acuerdo: ―De hecho, es poco razonable esperar que encontraremos evidencias arqueológicas de su paso por allí. Para seguir la ruta de migración de un pueblo por el desierto no podemos esperar mucha ayuda por parte de la arqueología‖. También debemos tener en cuenta que los egipcios apresuraban al pueblo de Israel a que abandonaran la tierra cuanto antes, y que los israelitas fueron expulsados de Egipto con tanto apuro que no tuvieron tiempo de preparar pan ni cualquier otro alimento (Éxodo 12:33, 39). No previeron su desobediencia que les mantendría fuera de la tierra prometida y les acarrearía pasar un tiempo muy prolongado en el desierto. Originalmente, los israelitas partieron de un viaje corto a Canaán, entendiendo que Dios proveería para sus necesidades (Éxodo 3:8-12). No era necesario que transportaran todos sus utensilios de barro tan pesados. Ahora bien, tras admitir que las evidencias arqueológicas del éxodo son escasas, vale la pena destacar que hay ciertos detalles del relato bíblico que si ha corroborado la arqueología. Por ejemplo, la BBC (British Broadcasting Corporation) nos dice que: Según la Biblia, cuando los hebreos salieron de Egipto, el faraón cambio de opinión y envió 600 carros para perseguir a los esclavos fugitivos. Esta cifra de 600 ¿podría ser una exageración bíblica? En 1997, en el yacimiento de la ciudad de Ramsés II, unos arqueologos alemanes desenterraron los cimientos de un antiguo establo. Al final de la excavación, habían encontrado establos suficientes como para albergar al menos 500 caballos y sus carros. (L. 1).
  • 15. 15 En el Sinaí apenas se llevan a cabo excavaciones arqueológicas, y si la situación cambia es muy posible que se encuentren evidencias de una migración El pase del mar rojo La Biblia relata las vicisitudes y penurias que pasó el pueblo de Israel para escapar de la esclavitud en Egipto bajo la guía de Moisés, mientras el ejército y el faraón trataban inútilmente de alcanzarlos. Uno de los episodios más conocidos, es, sin duda, el cruce del Mar Rojo, cuando Moisés, después de levantar su bastón, abre espectacularmente las aguas y forma con ella dos inmensos diques o murallas de agua para que los hebreos pudieran huir de sus implacables perseguidores, quienes a bordo de sus carros tirados por caballos perecerían irremediablemente luego que el mar comenzara a cerrarse sobre ellos. Este extraordinario suceso es considerado por los israelitas como uno de los más importantes de toda su historia, ya que a partir de ese momento Israel habría comenzado a existir como pueblo. En Éxodo 14 la Biblia nos refiere textualmente que ―los egipcios, los caballos y los carros del faraón, sus caballeros y su ejército‖ siguieron al pueblo judío que ya se había marchado de Egipto, y les dieron alcance en el lugar donde estaban acampados junto al Mar Rojo. Luego que los aterrorizados israelitas vieran llegar al Faraón y su ejército, le dijeron a continuación a Moisés: ―¿Es que no había sepulcros en Egipto, que nos has traído al desierto a morir? ¿Qué nos has hecho con sacarnos de Egipto? ¿No es acaso mejor servir a los egipcios que morir en el desierto?‖. Moisés entonces les respondió: ―No temáis, estad tranquilos y veréis la victoria que os dará Jehovah, porque estos egipcios que ahora véis, ya nunca los volveréis a ver‖. A continuación Dios le dijo a Moisés: ―¿Por qué clamas a mí? Diles a los hijos de Israel que se muevan. Tú alza tu cayado, extiende la mano sobre el mar, y divídelo para que los hijos de Israel pasen por medio del mar en seco‖. La Biblia en Éxodo 14, 19, nos cuenta entonces que ―entonces el ángel de Dios que iba delante de las huestes de Israel se puso en movimiento y se colocó delante de ellos. Se puso igualmente en movimiento la columna de nube, que también fue a situarse delante de ellos, interponiéndose en el campo de los egipcios y el campo de Israel. Había sombra y oscuridad; así pasó la noche sin que aquellos se acercaran a los israelitas. Moisés extendió después su mano sobre el mar y Yavé, por medio de un recio viento solano, empujo al mar, dejándolo seco y dividiendo las aguas. Los hijos de Israel penetraron en medio del mar en seco, mientras las aguas formaban como una muralla a ambos lados. Los egipcios se lanzaron tras ellos. Toda la caballería del faraón, sus carros y caballeros entraron tras ellos en medio del mar. A la vigilia matutina miró Yavé desde la columna de fuego y de nube a las huestes
  • 16. 16 egipcias y las desbarató. Frenó las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Entonces los egipcios se dijeron: ―Huyamos ante Israel, porque Yavé combate por ellos contra los egipcios‖. y Yavé dijo a Moisés: ―Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se vuelquen sobre los egipcios, sobre sus carros y caballeros‖. Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer volvió el mar a su estado normal, mientras los egipcios en su huida topaban con él‖. La Biblia, finalmente, relata que ―las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo el ejército del faraón que había entrado en seguimiento de los hijos de Israel. No escapó ni uno solo… Así salvó Yavé aquel día a Israel de manos de los egipcios, e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar.‖ Las pruebas científicas del Cruce del Mar Rojo Este milagroso suceso, que para muchos escépticos es sólo una especie de alegoría religiosa, habría ocurrido realmente. Así al menos lo cree el arqueólogo y profesor de hebreo antiguo Michael Rood, profesor de hebreo antiguo y arqueólogo, que usando cámaras robóticas submarinas en el golfo de Aqaba (también conocido como ―Yam Soph‖) hizo unas increíbles grabaciones en vídeo de los yacimientos subacuáticos históricamente identificados como el punto de cruce donde Moisés cruzó con los israelitas, en un lugar que parece un gran campo de batalla, pues allí fueron hallados restos de un ejército incrustado en el fondo del mar. Allí, precisamente, se hallaron formaciones de coral que se asemejan a las ruedas de los carros egipcios, huesos humanos y otras evidencias que menciona el Antiguo Testamento. ―Los ateos han despreciado la mera mención de este hecho y los expertos dicen que los sitios tradicionales se equivocan. Sin embargo, hemos encontrado evidencia científica y arqueológica que se han conservado en los corales y piedras que prueban que Moisés e Israel sí cruzaron el Mar Rojo‖, dijo Rood, quien estimó que unos 20 mil carros fueron destruidos ese día, según algunas formaciones de coral que se han encontrado hasta el día de hoy, Además aseguró que se encontraron cuatro ruedas, de seis u ocho rayos, que según los análisis habrían pertenecido a la 18 ª dinastía egipcia, es decir, se remontarían al año 1.446 A.C., cuando se cree que el Éxodo se produjo. (L. 2). Otro equipo científico que se encontraba en el mismo Mar Rojo buscando barcos antiguos y artefactos relacionados con la Edad de Piedra y el comercio de la Edad del Bronce, a 1,5 km de la costa de la ciudad moderna Ras Gharib, también corroboró la historia bíblica, pues se tropezaron con restos de un gran ejército egipcio del siglo 14 antes de Cristo, en una gigantesca masa de huesos humanos ennegrecidos por los años de inmersión. Los científicos, dirigidos por el profesor Abdel Muhammad
  • 17. 17 Gader, de la Facultad de Arqueología de la Universidad de El Cairo, recuperaron más de 400 esqueletos, así como cientos de armas y piezas de armadura, y también los restos de dos carros, en un área de aproximadamente 200 metros cuadrados. Los expertos estimaron en más de 5 mil los esqueletos que podrían dispersarse sobre un área mayor, lo que sugiere que un gran ejército pereció en el lugar. En el lugar se encontró también la hoja de un khopesh egipcia (un sable egipcio), cerca de los restos de un coche de guerra ricamente decorado, lo que sugiere que podría haber pertenecido a un príncipe o noble. ―Los esqueletos parecían haber muerto en la tierra seca, ya que no hay el más mínimo rastro de barcos o buques en la zona. Las posiciones de los cuerpos y el hecho de que fueron detenidos en una gran cantidad de arcilla y roca, implica que podrían haber muerto debido a un deslizamiento de tierra o una gigantesca onda de marea‖, explicó Gader, quien agregó que el número de cuerpos sugiere que un gran ejército antiguo pereció en ese sitio en forma dramática, lo que parece corroborar la versión bíblica del cruce del Mar Rojo. Este descubrimiento, según los científicos, probaría que efectivamente un gran ejército egipcio murió ahogado en las aguas del Mar Rojo durante el siglo 14 A.C. La escritura en el tiempo de Moisés Muchos críticos de la Biblia solían afirmar que el arte de la escritura era desconocido en tiempos de Moisés. Nos aseguraban, confiadamente, que la era de Moisés estuvo sumida en el analfabetismo. Algunos eruditos incluso sostenían que la escritura no se inventó hasta 500 años después de la época de Moisés. Como se suponía que esto era cierto, era imposible que Moisés hubiera escrito los primeros 5 libros de la Biblia. Sus hipótesis sin fundamentos se desintegraron cuando se descubrieron amplias bibliotecas de tablillas de arcilla en la ciudad de Ur, en Irak, demostrando que en este mundo la gente ya escribía mucho antes del nacimiento de Abraham, por no mencionar el de Moisés. El vino en Egipto: Herodoto contra Moisés Herodoto, el historiador griego del S. V. a.C. (el padre de la historia) escribió los siguiente sobre los antiguos egipcios: ―Por lo que respecta a su dieta, es la siguiente: comen pan, elaborando panes de maíz, al que llaman kyllestis, y suelen consumir habitualmente un vino elaborado con cebada, porque en su tierra no tienen vides‖. El descubrimiento de los comentarios de Herodoto dio oportunidad a los críticos para cuestionar una vez más la veracidad de la Biblia. Y es que Moisés parece indicar en el libro de Génesis que los egipcios si cultivaban uvas y bebían vino tradicional elaborado con ellas.
  • 18. 18 Puede que recuerde el relato de Génesis en el que José estaba en una cárcel egipcia. José interpretó el sueño misterioso del copero sobre una vid, uvas y vino. Le dijo al copero que pronto seria librado de la cárcel y recuperaría su puesto como catador del vino del faraón. (Génesis 40:9-13). Escribiendo en 1939, el arqueólogo Harry Rimmer señaló que dado que se suponía que Herodoto era la autoridad definitiva sobre las materias de la antigüedad, los críticos de la Biblia se aprovecharon con un considerable regocijo de esta discrepancia, poniéndose de parte de Herodoto y en contra del texto bíblico. Pero Rimmer subrayó también como zanjó la arqueología este debate: Es posible que esta discusión (sobre quien tenía razón) siguiera hoy día de no ser por un descubrimiento de una evidencia incuestionable entre los frescos que decoraban las tumbas egipcias antiguas. Esos frescos mostraban a los egipcios practicando el arte de la viticultura… cuidando y podando las vides… recogiendo las uvas… extrayendo el mosto… alegrándose con el mosto de la uva. Y los hallazgos arqueológicos no solo revelan una pequeña parte de la historia egipcia. El Dr. Ippolito Rosellini, profesor de idiomas orientales en la universidad de Pisa, escribió que en las tumbas egipcias se han encontrado numerosas representaciones del cultivo de la vid, y de la elaboración del vino ―no solo en tumbas de la época de la dinastía XVIII y posteriores, sino también en aquellas pertenecientes a la época de las dinastías más antiguas‖, mucho antes de los tiempos de Moisés. Por tanto, hoy día nadie discute que en los tiempos de José había uvas y vino en el antiguo Egipto, tal como lo registra la Biblia. El código de Hammurabi Los críticos de la Biblia no solo cuestionaban el texto en lo relativo al vino y a la escritura egipcia en la época e Moisés, sino que cuestionaban que un código legal complejo, como el que redacto Moisés, se podría haber escrito en una época tan temprana. Su pregunta tuvo respuesta en 1901. Fue entonces cuando un excavador francés llamado Jacques de Morgan desenterró un monumento de piedra negra (llamado estela) de más de dos metros de alto, en Susa, en el sudoeste de Irán. Contiene 282 leyes escritas. Hammurabi que era amorreo, fue el sexto gobernador, y el más conocido, de la primera dinastía babilónica. Vivió aproximadamente entre los años 1792 y 1750 a.C. esto demuestra que para el tiempo de Moisés ya habían leyes complejas. (L.4). A los críticos les gusta comparar y ver las similitudes entre el Código de Hammurabi y las leyes del A T. muchos afirman que Moisés plagio a Hammurabi para gobernar una nación por lo que las palabras de Moisés tuvieron un origen humano y no divino, y la historia de que Moisés recibió la instrucción de un Dios es un gran engaño.
  • 19. 19 Es cierto que existen ciertas similitudes entre ambos en algunos pasajes, pero las similitudes no son evidencia de un plagio. La mayor parte de las similitudes en ambos conjuntos de leyes se limita en que ambos abordaron casos como el asesinato, el hurto, el adulterio, el secuestro, etc. Problemas que toda sociedad debe tratar. Esto no es prueba de plagio ni mucho menos. Actualmente muchos países tratan esos temas, y existe similitud entre diferentes leyes de varios países y no hay plagio en tales casos, simplemente se tratan problemas actuales que se tiene n que controlar. La Biblia dice que tenemos la ley escrita en nuestros corazones. (Romanos 2:15) Jericó Jericó está situada a unos 16 kilómetros al norte del mar Muerto, y a unos 8 kilómetros al oeste del rio Jordán. Es Muy recordada como la ciudad en torno a la cual marcharon los israelitas durante una semana, antes de que Dios hiciera caer sus muros. (Josué 6). El relato bíblico nos dice que su destrucción por los israelitas fue en realidad una intervención maravillosa de Dios, que hizo que la ciudad cayera después de marchar siete días su pueblo procesionalmente en torno a ella (Jos 6). Sea cual fuere la causa física, lo cierto es que hoy sabemos que la ciudad sufrió una terrible destrucción o una serie de destrucciones durante el segundo milenio antes de Cristo y que permaneció prácticamente desierta durante varias generaciones (cf. La maldición de Josué, Jos 6,26 y 1 Re 16,34) Después de escavar en este antiguo yacimiento de la década de 1950, la arqueóloga británica Katheleen Kenyon afirmó que en este punto no había existido una ciudad, y mucho menos con murallas, en la época en que supuestamente Josué la conquistó, en torno al 1400 a.C. Kenyon encontró los muros destruidos de una antigua ciudad fortificada en Jericó, junto con un estrato de tierra calcinada, lo cual indicaba la destrucción por fuego, pero dató las ruinas en torno al 1550 a.C. más de un siglo antes de que llegasen Josué y los Israelitas. Durante años, los críticos de la Biblia citaron la conclusión de Kenyon como prueba de que la conquista de Jericó a manos de Josué era solo leyenda. Pero la datación de Kenyon pasa por un mal momento. Un examen más reciente de la alfarería cananea que encontró en Jericó el Dr. Bryant Wood, arqueólogo y ex profesor de estudios sobre Oriente Próximo en la universidad de Toronto ha demostrado que Jericó fue conquistada en torna al año 1400 a.C. la misma época que ofrece el Antiguo Testamento como la del paso del pueblo hebreo a Canaán. La investigación del Dr. Wood apareció en un artículo publicado en la revista time en 1990 titulado ―La Biblia marca un tanto‖. Lo hallazgos de este yacimiento incluyen:  Los muros mencionados en el libro de Josué (Josué 6:20).  Evidencias de que los muros se derrumbaron en el momento en que fue conquistada la ciudad, no más tarde, por ejemplo debido al paso del tiempo y a la degradación.
  • 20. 20  Evidencias de que la ciudad fue destruida totalmente por el fuego (Josué 6:24). El carbón encontrado entre los escombros arrojo una fecha de 1410 a.C. según la datación del carbono 14, cuarenta años arriba o abajo.  Evidencias de que la destrucción tuvo lugar en la época de la cosecha primaveral, como indica la gran cantidad de grano almacenado en la ciudad (Josué 2:6; 3:15; 5:10).  Evidencia de que el asedio de los israelitas contra la ciudad fue breve. Por ejemplo: los almacenes de Jericó contenían sacos intactos llenos de trigo, cebada, dátiles y lentejas (alimentos que se hubieran consumido de haberse prolongado mucho el asedio. Josué 6:15-20).  Evidencia de que a los israelitas no se les permitió tocas nada de lo que había en la ciudad (excepto la plata, el oro y las vasijas de bronce y de hierro. Josué 6: 17-19). Otro descubrimiento interesante en Jericó ha contribuido a reivindicar el Nuevo Testamento. En el evangelio de Lucas leemos que Jesús encontró a un ciego ―al acercarse a Jericó‖ (Lucas 18:35). En el evangelio de Marcos, leemos que Jesús encontró a este ciego cuando Jesús y sus discípulos salían de la ciudad (Marcos 10:46). Los críticos dicen por tanto sin duda que Lucas o Marcos cometieron un error. Y, al menos al principio pareciera que así fuera. Pero cuando uno encuentra en la Biblia una contradicción aparente, no es de sabios concluir que la Biblia ha errado. Recordemos que un relato de dos testigos no puede ir idéntico, de otra forma se pensaría que es uno copia al otro. Mientras trabajaba en una excavación en Israel entre 1907 y 1909, Ernst Sellin, un arqueólogo alemán, descubrió que en la época de Jesús había dos ciudades gemelas de Jericó. Una era la antigua ciudad hebrea de Jericó, cuyos días de gloria eran cosa del pasado. La otra Jericó era la ciudad romana mas nueva, que estaba como a un kilometro y medio al sur de la antigua. Incluía el tremendo complejo del palacio de Herodes el Grande, con jardines, pórticos, una piscina, un teatro gigante y una pista de carreras de caballos y carros. De modo que, en realidad, había dos ciudades de Jericó, separadas entres si por un kilometro y medio aproximadamente. Saber esto resuelve el dilema de Marcos y Lucas, es probable que Jesús sanara al ciego entre las dos ciudades; Marcos menciona la ciudad de la que acababa de salir Jesús, y Lucas, aquella a la que se dirigía. Los escritores de la Biblia no erraban. Los críticos, que desconocen la geografía antigua y el modo en que la arqueología ha corroborado la Biblia, son los que se han equivocado. Podemos estar agradecidos por os versículos como los que mencionamos antes, de los evangelios de Marcos y Lucas. Entre 1930 y 1936 una expedición inglesa dirigida por el profesor John Garstang llevó a cabo ulteriores excavaciones, que dieron como resultado unos descubrimientos de enorme importancia. Se supo entonces que la ciudad había sido fundada a finales de la Edad de Piedra, antes de la invención de la cerámica, lo que hacía de Jericó la ciudad más antigua de toda la Palestina excavada hasta aquel momento.
  • 21. 21 En cuanto al período que ahora nos ocupa, Garstang creía haber encontrado pruebas sobradas de una destrucción por obra de Josué. Llamó «Ciudad D» a la del S. XV, y supuso que estaba dotada de un fuerte muro doble de ladrillo que circundaba la cumbre del montículo. El muro interior era de unos 3,50 m. de ancho y había sido construido sobre otro muro anterior, el de la «Ciudad B» (de hacia 2500 a. C.). La fortificación exterior tenía unos 2 m. de anchura. Los dos muros sustituían a la imponente fortificación de piedra con talud de ladrillo erigida más abajo, adosada a las laderas del montículo, como defensa de la «Ciudad C» del Bronce medio II (siglos XVII y XVI). El excavador manifiesta las pruebas de una violenta destrucción de los muros defensivos de la «Ciudad C». Los ladrillos habían rodado ladera abajo. Testimonio de un gran incendio eran las capas de ladrillos quemados, cenizas grises, restos del enlucido de los muros, los depósitos de materias carbonizadas. La inclinación que presentaba la base del muro exterior sugería los efectos de un terremoto, en que pudo consistir la intervención divina a que se alude en el libro de Josué. Dentro de la ciudad, los residuos del incendio alcanzaban en algunos puntos un espesor de 60 cm. Por otra parte, los restos de víveres almacenados, como las grandes tinajas llenas de grano, sugerían que la ciudad había sido destruida al poco tiempo de haber recogido las cosechas. Sobre el montículo, por encima de la fuente, se descubrió la única prueba de una estratificación de las ruinas entre la Edad del Hierro y el Bronce medio (es decir, desde el período israelita, pasando por el de Josué, hasta los siglos XVI y XVII). Los arqueólogos alemanes hallaron en aquel lugar un edificio fuertemente construido y alargado. Se consideró impropiamente como una construcción «hilani», por juzgarlo del tipo de edificios conocidos con este nombre en Siria. En realidad, lo más probable es que haya de interpretarse como un granero (miskenet en hebreo; cf. 1 Re 9,19), a juzgar por otros edificios similares hallados en otros lugares de Palestina, como ha demostrado W. F. Albright. Todos ellos, incluido éste de Jericó, datan de los siglos X o IX. Estaba tan fuertemente construido, seguramente para alejar los efectos de la humedad y evitar el ataque de los roedores, que salvó de la erosión las construcciones que se hallaban en el subsuelo. Garstang excavó debajo de este edificio una construcción muy fuerte a la que dio el nombre de «refugio», o «edificio intermedio», y debajo de ella los almacenes o viviendas de los siglos XVII-XVI. Juzgando por las piezas de cerámica más tardías halladas en la zona del «edificio intermedio» y en tres tumbas, creyó Garstang que la ciudad había sido destruida por Josué no más tarde del 1385 antes de Cristo. Supuso que el «edificio intermedio» representaba una reocupación del lugar después de esa fecha. W. F. Albright, quien esto escribe y, recientemente, K. Kenyon han llegado independientemente a la conclusión de que la cerámica más tardía de la «era de Josué» debe fecharse más acertadamente en la segunda mitad del siglo XIV.
  • 22. 22 De 1952 a 1958 volvió a trabajar en el emplazamiento de Jericó otra expedición de la British School of Archaeology, bajo la dirección de K. Kenyon. Se hallaron muchas más pruebas a favor de una ocupación muy antigua de este lugar, incluyendo una muralla erigida antes de la invención de la cerámica, que resultó la más antigua fortificación de una ciudad hasta ahora conocida. Pero el resultado más sorprendente de estos trabajos fue el descubrimiento de que allí no hay resto alguno del período comprendido entre 1500 y 1200 a. C. El montículo ha sufrido una erosión tan intensa que casi todos los restos posteriores al tercer milenio antes de Cristo han desaparecido de su cumbre. Los dos muros que rodeaban la parte más elevada de la ciudad antigua, que Garstang asignaba a su «Ciudad D» y que creía haber sido destruidos por un terremoto y un incendio en tiempos de Josué, resultaron ser del tercer milenio y representar tan sólo una parte de los catorce muros o lienzos de muro edificados sucesivamente durante aquel período. Tales resultados significan que todo lo que se había escrito durante las tres décadas anteriores a estos descubrimientos acerca de la fecha en que Jericó había sido tomada por Josué, al igual que sobre el problema de si Josué la pudo tomar realmente, si resulta que ésta cayó en el siglo XIV, lo tenemos superado. La tarea llevada a cabo por K. Kenyon y sus colaboradores ha demostrado que apenas contamos con prueba alguna para determinar en qué estado se hallaba la ciudad conquistada o la fecha de su caída. Todos los restos que pueden asignarse con cierta seguridad al período comprendido entre 1400 y 1200 a. C. son unas cuantas piezas de cerámica procedentes de las tres tumbas y de la zona situada sobre el manantial, así como, posiblemente, el «edificio intermedio». De todo esto se puede deducir que en la época de la conquista no habría allí aquella imponente ciudad que se buscaba en las primeras excavaciones. Si en tiempos de Josué había algún muro de fortificación, no sería éste más que el bastión del S. XVI reconstruido, aunque, no hay pruebas de que fuera reutilizado. La Jericó de tiempos de Josué apenas sería otra cosa que un fortín. Pero aquélla. fue la primera victoria conseguida por los invasores en Palestina occidental, y el recuerdo de la imponente ciudad que allí se alzó en otros tiempos debió de influir indudablemente en la forma en que sería narrado más adelante el acontecimiento. Sin embargo, todas estas observaciones no pasan del nivel de las sugerencias, ya que por, el momento hemos de confesar que somos absolutamente incapaces de explicar el origen de la tradición acerca de Jericó. El sacrificio de los niños a Moloc El libro de Números, escrito por Moisés, nos dice que Dios ordenó a los israelitas que expulsaran a los cananeos cuando entraran en la tierra prometida (Números 33:52), y debes destruirlas por completo… destruir sus altares paganos, hacer pedazos sus columnas sagradas, derribar sus postes dedicados a la diosa Asera y quemar sus ídolos (Deuteronomio 7:2, 5). Se ha planteado a menudo la pregunta de porque un Dios de amor ordenaría algo así. La arqueología nos ha ayudado a responder, aunque
  • 23. 23 parcialmente, a esta pregunta. Primero, es importante señalar que la Vivía no nos deja a oscuras respecto a este asunto. Parte de la respuesta puede hallarse en Levítico 18 y en Deuteronomio 18:9-14. En estos pasajes descubrimos que los cananeos en tiempo de Josué eran un pueblo tremendamente depravado, que practicaban el incesto, el adulterio, la poligamia, la zoofilia, la brujería, la homosexualidad, el sacrificio de niños a una deidad llamada Moloc, y otras prácticas detestables (Levítico 18:30). Los cananeos se habían convertido en una amenaza peligrosa para otros, y si se les hubiera permitido vivir habrían apartado a los israelitas de seguir a Dios (Deuteronomio 7:4), por tanto Dios decidió que el tiempo de los cananeos en su tierra, en el territorio de Dios, había concluido. La Biblia dice que Dios es lento para la ira (Génesis 15:16, Números 14:18). No se complace en la muerte de los inicuos; preferiría que el mundo se apartara de sus malos caminos y viviera unas vidas que Él pudiera bendecir (Ezequiel 18:23). Si los cananeos hubieran renunciado a los malos caminos como lo hicieron los ninivitas (Jonás 3:10), Dios hubiera mostrado misericordia. Pero no se arrepintieron, por lo cual el juicio divino cayó sobre ellos. Dios utilizó a los israelitas para expulsarlos del territorio, como siglos más tarde emplearía a los asirios y a los babilonios para echar a los israelitas de la tierra, ¡y por los mismos pecados! Dios no muestra parcialidad (Efesios 6:9). Cuando pensemos en el juicio de Dios sobre los cananeos y el posterior juicio sobre los israelitas, hay que recordar que Dios es soberano sobre la vida; Él creó a la humanidad y tiene derecho de hacer lo que mejor le parezca con su creación. Toda vida le pertenece; si considera que un pueblo es lo bastante malvado como para merecer un juicio. Podemos confiar en Él; es infinitamente más sabio que nosotros, y todas sus obras son santas y justas (Deuteronomio 32:4). Uno de los pecados que hizo caer el juicio de Dios sobre el pueblo de Canaán fue la espantosa práctica de sacrificar a niños al dios Moloc en la hoguera. A pesar de la numerosas referencias bíblicas a esta práctica tan horrible y al hecho de que la mencionaron los historiadores grecorromanos Cleitarco, Diodoro, Plutarco y algunos padres de la iglesia como Tertuliano, William F. Albright señaló que los critico racionalistas de los siglos XIX y XX se negaron a creer que esos informes tuvieran fundamento, sobre todo porque el trabajo arqueológico no parecía respaldarlos con evidencias. Esto ha cambiado, el Dr. Merrill Unger (―Archaelogy and the Old Testament) escribió: ―Las excavaciones en Palestina han desenterrado montones de cenizas y restos de esqueletos infantiles en cementerios situados en torno a altares paganos, lo cual señala la prevalencia de una abominación tan cruel‖. Edwin Yamauchi, profesor emérito de historia de la universidad de Miami en Oxford, Ohio y experto reconocida en historia antigua, nos dice: ―Los descubrimientos en los cementerios de Cartago, la colonia fenicia, han desvelado crudas evidencias de la costumbre de quemar bebes en piras‖. Esta era una práctica detestable, maligna, que la Biblia menciona y que ahora confirma la arqueología.
  • 24. 24 El palacio de Eglon Jueces 3. Eglon, rey de Moab dirigió una coalición de moabitas, amonitas y amalecitas del este del Mar Muerto y el valle del Jordán y sometió a las tribus israelitas durante la segunda mitad del Siglo XIV a.C. (Jc 3:12-14). Estableció su centro de operaciones en Jericó, la ciudad de las palmeras (13 Km. Al noreste del Mar Muerto) y desde allí recolectaba tributo a los israelitas. Cuando el arqueólogo británico John Garstang excavo en Jericó en 1933 descubrió una estructura enorme que el identifico como el palacio de Eglon. Él lo apodo el edificio medio, puesto que se encontraba en medio de estructuras de la Edad de Hierro por encima y de la ciudad destruida de la edad de Bronce por debajo. Había sido construido en la segunda mitad del S. XIV a.C., exactamente en la época de Eglon. El edificio media 11.0 mts. Por 14.6. mts. Y tenia adentro mucha alfarería pintada, tanto de la región como importada. Una tablilla cuneiforme, un hallazgo insólito en palestina, testiguaba que su dueño había estado involucrado en actividades administrativas de alto rango. Ningún otro edificio de esa época fue descubierto, de manera que es evidente que no existía una comunidad local. La única estructura que fue excavada había sido ocupada por poco tiempo y luego abandonada. Esto calza con la situación de jueces 3. Aparentemente Eglon viajaba a Jericó de manera periódica a recoger el tributo de los israelitas. Allí, construyo un pueblo lujoso, como se menciona en el capítulo 3. Sin embargo, este edificio fue en efecto, abandonado luego de 18 años cuando Eglon fue asesinado por Aod y los moabitas huyeron hacia el otro lado del rio Jordán. Los relatos de la batalla de Cedes Jueces 5. Jueces 4 registra en prosa la derrota de Sisara, capitán del ejército de Jabín, a manos de una mujer quenita. Esto continúa en el capítulo 5 mediante una narración poética del mismo acontecimiento. Diferencias de estilo y detalles entre ambas versiones han llevado a muchos eruditos a descartar la veracidad de alguna de las dos versiones. Por ejemplo en el capítulo 4 menciona solo las tribus de Neftalí y Zabulón como los involucrados en la batalla (Jc. 4:6-10), mientras, el capitulo 5 incluye a Efraín, Benjamín, Manases e Isacar (Jc. 5:1-18). Algunos sostienen que las dos versiones vienen de fuentes separadas que más tarde fueron combinadas por el editor del libro de los jueces. Esta conclusión sin embargo, es innecesaria, ya que las aparentes discrepancias pueden ser explicadas por otros medios.
  • 25. 25 El hecho de que las narraciones en prosa y poéticas de los mismos acontecimientos ocurrieran juntas en la antigüedad, pueden ser demostradas por el estilo de la literatura egipcia. En el quinto año del reinado de Ramsés II en Egipto (1275 a.C.); el ejército egipcio peleo contra Muwatali II de los hititas en el sitio de Cedes cerca del rio Orontes. El triunfo egipcio es presentado en un par de paredes en relieve que fueron exculpadas en numerosos templos egipcios, siempre acompañados por inscripciones dobles que narraban el papel heroico de Ramsés II en la victoria. Uno de los relatos que aparecen con las escenas de la batalla se conoce como el poema, una descripción poética de la batalla completa con una sección ocasional en prosa. Un texto en prosa (conocido como el Boletín) provee información complementaria, a saber una narración del faraón interrogando a dos exploradores hititas. Así como jueces 4 y 5, el Boletín y el Poema contaban de nuevo acerca de una victoria militar de diferente manera: una en prosa, la otra poética. Además ninguno de los dos trabajos, repite la misma información con precisión sino que se complementan la una con la otra, ademas el Poema es la narración más completa o universal de la batalla. La presentación de estos dos segmentos, junto con los correspondientes dos relieves de la batalla en muchos templos, indica que estaban previstos para ser leídos juntos y habían sido encargados y elaborados al mismo tiempo. Por lo tanto, el hecho de que jueces 4 constituye un informe narrativo de la batalla contra Jabin y Sisara, mientras que jueces 5 es una interpretación poética del mismo acontecimiento, no es una señal de que alguno de los reportes sea menos veraz que otro. Era común que los acontecimientos importantes se conmemoraran de manera literaria y poética, a la vez que se registraba en una prosa más común. Mientras que la narración el Boletín da información más precisa con respecto a acontecimientos específicos en la batalla de Cedes; jueces 4, muy probablemente se enfoca en las dos tribus que proveían las fuerza militares más influyentes, aunque otras tribus ayudaron en la batalla. Abimelec en Siquen Jueces 9. Abimelec, el hijo de Gedeón, intentó convertirse en rey de Israel con la toma de control de Siquen, un importante centro comercial y político. Él recibió fondos del templo de Baal Berit (Jc. 9:4), también conocido como Baal del pacto. Baal fue el dios cananeo de la tormenta y la fertilidad. Muchos hallazgos arqueológicos en Siquen se relacionan directamente con jueces 9.  Un gran templo- fortaleza escavado ha sido identificado como el templo mencionado en ese capítulo. Fue construido en el S. XVII a.C. Es el templo mas grande hallado hasta ahora en Canaán, mide 21 mts. Por 26 mts. Con cimientos de 5 mts. De grosor.  Al frente hay un patio con una piedra sagrada de 1.5 m de alto. Esta piedra sagrada pudiera ser la columna en la que la ceremonia de coronación tomo lugar cuando Abimelec fue declarado rey (Jc. 9:6).  La puerta de la ciudad de la época de Abimelec fue excavada en el lado de este lugar. Fue desde este punto que Gaal, su rival, observó a Abimelec y a sus hombres
  • 26. 26 acercarse a la ciudad (Jc. 9:35-37). Al abandonar la seguridad de los muros de Siquem, Gaal entro en batalla con Abimelec pero fue derrotado (Jc. 38-40). La puerta es una estructura impresionante de unos 16.5 m de ancho y 13.4 m de profundidad con ortostatos (losas de piedra) que revestían sus paredes.  Se ha encontrado evidencia de destrucción masiva de la época de Abimelec por todo el sitio, lo que atestigua su destrucción de la ciudad. (Jc. 9:45). M I Z P A Mizpa, que significa ―torre del vigía‖, era un nombre bíblico común porque Palestina estuvo constantemente invadida desde afuera y luchando internamente en sus guerras intertribales y dinásticas. Una torre de esas, Mizpa, estaba ubicada en Benjamín cerca de Gabaón y Ramá (Jos. 18:25, 26; 1 R. 15:22). Parece que Mizpa era un lugar de reunión para Israel. En los días de los jueces cuando un benjamita violó a la concubina de un levita, los hombres de Israel se reunieron en Mizpa para planear el castigo (Jue. 20:1, 3; 21:1, 5, 8). En los días de Samuel, Israel se reunía en Mizpa para orar después que el arca había sido devuelta por los filisteos (1 S. 7:5, 6). Los filisteos atacaron a los israelitas reunidos; pero el enemigo fue rechazado y Samuel fue capaz de levantar una piedra conmemorativa por la ayuda divina en la vecina Ebenezer (―Piedra de ayuda‖). Saúl, un natural de Gabaa, fue presentado a Israel en Mizpa (1 S. 10:17) y allí se le aclamó rey. En sus controversias con Baasa de Israel, Asa de Judá fortificó a Mizpa como una importante ciudad fronteriza (1 R. 15:22). A continuación de la destrucción de Jerusalén, Mizpa tuvo un breve período de importancia cuando sirvió como la capital gobernada por Gedalías (2 R. 25:23, 25). Jeremías y otros refugiados emigraron a Mizpa; pero un grupo de zelotes mató a Gedalías y así llegó a su fin el último vestigio de la independencia israelita (Jer. 41). La historia de Mizpa continuó hasta el tiempo de los Macabeos. Cuando Judas, el Macabeo, se dio cuenta de la fuerza de la oposición siria, reunió a sus partidarios para la oración, pues ―se reunieron y fueron a Mizpa frente a Jerusalén, porque en otro tiempo Israel tenía un lugar de oración en Mizpa‖ (1 Mac. 3:46). La ubicación de Mizpa en Benjamín es aún incierta, aunque los eruditos bíblicos contemporáneos prefieren el promontorio de *Tell en-Nasbe, 13 kms. al norte de Jerusalén. Tradicionalmente Mizpa ha sido identificada con un promontorio a siete kms. al noroeste de Jerusalén conocido como Nebi Samwil (―el profeta Samuel‖). Nebi Samwil, se eleva 625 mts. sobre el nivel del mar y fue llamado el Monte del Gozo por los cruzados porque desde su cima
  • 27. 27 podían tener las primeras vistas de la Santa Ciudad. Este es uno de los sitios más altos en Judea y está aún sin excavar. Eusebio identificó Nebi Samwil con Mizpa como también Edward Robinson y George Adam Smith lo hicieron durante el siglo XIX. Desde la excavación de Tell en- Nasbe por W. F. Badé de la Escuela de Religión del Pacífico, los eruditos se han inclinado a identificar este último promontorio con Mizpa. Badé trabajó en el Tell en-Nasbe durante 5 temporadas (1926, 1927, 1929, 1932 y 1935). Murió antes de la publicación de los resultados de su trabajo; pero sus ayudantes, J. C. Wampler y C. C. McCown heredaron la tarea de editar los informes. Un número de cuevas y tumbas en la roca caliza del montículo sobre el cual Tell en-Nasbe está ubicado contiene cerámica, implementos y ornamentos de los colonizadores de la primera edad del bronce. Una ciudad pequeña, probablemente fundada por israelitas, existía allí durante el siglo XII a.C. Fue defendida por medio de una muralla de aproximadamente 0, 90 cms. de espesor construida con escombros. Las excavaciones indican que murallas mucho más fuertes, entre 5 y 6 mts. de espesor fueron construidas alrededor del 900 a.C., abarcando un área de 3. En salientes importantes, se proyectaban torres como 2 mts. más allá de la muralla. Estaban hechas de grandes bloques de piedra, pegados y asentados con mezcla de arcilla. La parte exterior estaba cubierta de una mezcla de yeso a una altura de 5 a 6 mts. En el lado noreste de la ciudad la pared se construyó en forma de zigzag y una puerta grande de entrada a la ciudad ocupaba un espacio de 9 mts. entre las 2 secciones de la pared Adentro, al lado de la puerta hubo cuartos para la guardia, y afuera, en cada lado del patio, hubo bancos de piedra. La puerta de una ciudad oriental era el lugar donde se llevaban a cabo los negocios y transacciones legales y la puerta del Tell en-Nasbe da una excelente ilustración de esta práctica (Dt. 22:14; Rt. 4:11; 2 S. 19:8). Tell en-Nasbe fue ocupada hasta los tiempos helénicos, aunque la población fue grandemente reducida después del siglo V. Más de 80 asas de jarrones del período inmediato anterior al exilio exhiben las palabras ―para el rey‖ (hebreo: lemelech), tal vez indicando que sus contenidos estaban asignados al rey en pago de impuestos. Esta inscripción ocurre en otros jarrones de ciudades de Judá y es evidencia de que Tell en-Nasbe perteneció al reino del Sur. Ninguno se encontró en Betel, sino a cinco kms. al norte, indicando así que la frontera entre el norte y el sur yacía entre las dos ciudades. La cerámica de un tipo posterior, postexílico, estuvo estampada con la palabra Yehud (Judá) lo que muestra que Tell en-Nasbe perteneció a Judá durante el período persa.
  • 28. 28 Otra cerámica del período persa ostenta una inscripción la cual se puede leer m s h o m s p. Los eruditos que indican la lectura ms p ven en las letras el nombre de Mizpa identificando así el promontorio. Especímenes de la misma inscripción han sido descubiertos en Jericó y en Gabaa, de suerte que la identificación con Mizpa no se puede considerar acertada. N. Avigad, un arqueólogo israelí, sugiere que las letras se refieren a la ciudad de Mozah (Jos. 18:26) y que productos de aquella ciudad fueron exportados a los lugares donde se descubrieron las inscripciones. JERUSALÉN I. Introducción y descripción general Jerusalén es una de las ciudades famosas del mundo. Bajo ese nombre data de, por lo menos, el 3º milenio a.C., y actualmente la consideran sagrada los adherentes de las tres grandes confesiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo, y el islam. La ciudad se encuentra en un lugar elevado en las montañas de Judea, a unos 50 kilómetro(s) del Mediterráneo, y más de 30 kilómetro(s) al oeste del extremo septentrional del mar Muerto. Está ubicada en una meseta de superficie bastante irregular, que desciende visiblemente hacia el sudeste. Hacia el este (punto cardinal); elohísta se encuentra el monte de los Olivos. Excepto en el norte, el acceso a la ciudad se ve dificultado por tres profundas hondonadas que se juntan en el valle de Siloé, cerca del pozo de Bir Eyyub, al sudeste de la ciudad. El valle oriental es Cedrón; el occidental se conoce ahora como uadi al-Rababi, y probablemente sea el valle de Hinom; y el tercero corta la ciudad en dos partes antes de dirigirse hacia el sur, y ligeramente hacia el este (punto cardinal); elohísta, para encontrarse con los otros dos. Esta última hondonada no se menciona o nombra en las Escrituras, de modo que generalmente se la denomina valle del Tiropeón, es decir, valle de los queseros, según Josefo. A cada lado del valle del Tiropeón se levantan eminencias, y la ciudad fácilmente puede dividirse en dos mitades, la oriental y la occidental. Si ignoramos alturas menos pronunciadas, podemos subdividir estas dos secciones en cerros septentrionales y meridionales. Cuando consideremos el crecimiento y el desarrollo de la ciudad será importante tener presente estos detalles. Al considerar las respectivas alturas y profundidades de estos montes y valles debemos tener en cuenta que han cambiado considerablemente a través de los siglos. Esto es inevitable en toda ciudad continuamente habitada durante siglos, y particularmente cuando se han producido destrucciones periódicas. Capa tras capa de escombros y cascotes se apilan, las que en partes de Jerusalén llegan a más de 30. En el caso de Jerusalén también está el hecho de que en distintos períodos se ha tratado deliberadamente de rellenar los valles (especialmente el Tiropeón) y de reducir la altura de los cerros. Jerusalén desde Salomón hasta Ezequías, donde se ven las ampliaciones hacia el N y el O, como también la zona del templo.
  • 29. 29 La provisión de agua para Jerusalén siempre ha presentado problemas. Aparte de Bir Eyyub, el pozo que ya hemos mencionado, sólo está el manantial de la Virgen, conectado mediante un acueducto con el estanque de Siloé. Hay, y siempre ha habido, otros embalses de agua, por supuesto, como Betesda en la época del Nuevo Testamento, y el estanque Mamila en el día de hoy, pero todos dependen de las lluvias o de acueductos para tener agua. Bir Eyyub y el manantial de la Virgen con toda probabilidad son el En-rogel y el Gihón bíblicos, respectivamente. Bir Eyyub se encuentra al sudeste de la ciudad, en la unión de las tres gargantas mencionadas anteriormente. El manantial de la Virgen se encuentra directamente al norte de Bir Eyyub, al este (punto cardinal); elohísta y un poco al sur del área del templo. De este modo resulta evidente que solamente la parte suroriental de Jerusalén tiene una provisión segura de agua. II. Nombre Jerusalén, sagrada para el pueblo judío, es una de las ciudades más antiguas del mundo, habitada por los jebuseos antes de la llegada de las tribus hebreas a Canaán a principios del siglo XIII antes de la Era Común. Fue la antigua capital del Reino de Israel y del Reino de Judá, y siglos más tarde del reino franco de Jerusalén. El origen de su nombre hebreo (‫ִם‬‫י‬ַ‫ל‬ ָׁ‫ְרּוש‬‫י‬ Yerushalayim) es incierto. Algunos afirman que procede de las palabras hebreas yeru (‫)ירו‬, (casa) y shalem o shalom (‫‘שלם‬, paz), por lo que Jerusalén significaría literalmente ―casa de la paz‖, acaso debido a que generalmente es conocida como la tierra de Dios. También podría hacer referencia a Salem, un antiguo nombre de la ciudad, que aparece en el Génesis. No es improbable que el nombre venga del antiguo dios pagano de los pueblos que habitaban esa zona, Salem ‗dios del sol poniente‘, viniendo a significar Jeru-Salem o lugar del dios Salem. Tras la conquista israelita este nombre perdió su significado original. Cuando en el siglo XIV a.C. aparecieron en Canaán los hebreos, el nombre de Salem fue confundido por el de Shalom: paz. En el griego neotestamentario el nombre se translitera de dos maneras diferentes: Hierosolyma (como en Mt. 2.1) y Hierousaleµm (como en Mt. 23.37). Esta última forma es evidentemente una buena aproximación a la pronunciación hebreo, y además una prueba adicional de la existencia de una ―e‖ como vocal final originalmente en hebreo. La primera de estas formas ha sido deliberadamente helenizada, a fin de que suene como palabra griego; la primera parte de la voz nos recuerda inmediatamente el término griego hieros, ‗santo‘, y probablemente se le dio a toda la palabra el significado de ―santo Salem‖. La Septuaginta sólo tiene la forma Hierousaleµm, mientras que los escritores griegos clásicos utilizan Hierosolyma (por ejemplo Polibio; así también en latín, por ejemplo Plinio). Jerusalén se describe en Is. 52.1 como la ciudad santa, y hasta nuestros días sigue recibiendo este título. La frase hebreo es, literalmente ―la ciudad de la santidad‖. Probablemente la razón de este título es que Jerusalén tenía templo, el santuario en el que Dios se dignaba encontrarse con su pueblo. Por ello el término adquirió también el significado de ―santuario‖ a la vez que ―santidad‖. Para el judaísmo, entonces, Jerusalén era la ciudad
  • 30. 30 santa, sin rival alguno. Resultaba natural, por lo tanto, que Pablo y Juan, al comprender que la ciudad terrenal distaba de ser perfecta, designaran el lugar en el que Dios mora en verdadera santidad como ―la Jerusalén de arriba‖ (Gá. 4.26), y la ―nueva Jerusalén‖ (Ap. 21.2). III. Historia Se han encontrado rastros de un asentamiento prehistórico en Jerusalén, pero no se ha podido determinar su historia primitiva. Después de una leve mención en los textos execratorios egipcios, a principios del 2º milenio, vuelve a aparecer en el S. XIV en las cartas de el-Amarna, en las que se indica que era gobernada por un rey de nombre Abd Jiba. En esa época se encontraba bajo el dominio de Egipto, y probablemente no era más que una fortaleza de montaña. Posibles referencias pentateucas a ella sean como Salem (Gn. 14.18) y la montaña en la ―tierra de Moríah‖ en Gn. 22.2. Según una tradición muy antigua, este último lugar es donde posteriormente se construyó el templo, pero no hay forma de comprobar esto. En lo que respecta a Salem, es casi seguro que se trata de Jerusalén (Sal. 76.2); de ser así, fue gobernada en los días de Abraham por un rey anterior, Melquisedec, que también era ―sacerdote del Dios altísimo‖. Cuando los israelitas entraron en Canaán Jerusalén se encontraba en manos de una tribu semita del lugar, los jebuseos, cuyo rey era Adonisedec. Este gobernante formó una alianza de reyes contra Josué, pero fueron completamente derrotados; empero Josué no tomó la ciudad, sin duda debido a las ventajas que ofrecía su posición natural. Quedó en manos de los jebuseos con el nombre de Jebús. Si comparamos Jue. 1.8 con Jue. 1.21 parecería que Judá tomó la parte de la ciudad por fuera de los muros de la fortaleza, y que Benjamín ocupó esta parte y vivió pacíficamente junto a los jebuseos en la fortaleza. Esta era la situación cuando David fue coronado rey. Su primera capital fue Hebrón, pero pronto comprendió el valor de Jerusalén y se dispuso a capturarla. No se trataba solamente de una medida táctica, sino también diplomática, porque el uso de una ciudad en la frontera entre Judá y Benjamín tendría la virtud de reducir los celos entre ambas tribus. Los jebuseos se sentían seguros detrás de los muros de la ciudad, pero los hombres de David entraron de manera inesperada y tomaron la ciudadela por sorpresa (2 S. 5.6). En este pasaje encontramos un tercer nombre, ―Sión‖. Probablemente era el nombre del cerro sobre el que se encontraba la ciudadela; sin embargo, Vincent piensa que originalmente este nombre se aplicaba más bien al edificio de la fortaleza que al lugar que ocupaba. Una vez tomada la ciudad, David mejoró las fortificaciones y construyó un palacio para sí; también instaló el arca en su nueva capital. Salomón siguió fortificando la ciudad, pero su mayor logro fue la construcción del templo. Después de su muerte, y de la consiguiente división de su reino, Jerusalén experimentó cierta declinación, como era de esperar, ya que en adelante sería la capital de Judá únicamente. Ya en el quinto año de su sucesor, Roboam, el templo y el palacio real fueron saqueados por tropas egipcias (1 R. 14.25). También los merodeadores filisteos y árabes saquearon el palacio en el reinado de Joram. Siendo rey
  • 31. 31 Amasías, parte de los muros de la ciudad fueron destruidos a causa de un pleito con el rey del norte, Joás, y nuevamente hubo pillaje en el templo y en el palacio. Uzías reparó el daño ocasionado a las fortificaciones, de modo que en el reinado de Acaz la ciudad pudo soportar los ataques de los ejércitos combinados de Siria e Israel. Poco tiempo después el reino del norte sucumbió ante los asirios. Ezequías de Judá también tenía buenas razones para temer el poder asirio, pero Jerusalén escapó providencialmente. Para casos de sitio construyó un conducto para mejorar la provisión de agua potable a la ciudad. Nabucodonosor de Babilonia capturó la ciudad en 597, y en 587 a.C. destruyó la ciudad y el templo. Al final de ese siglo los judíos, entonces bajo el dominio de los persas, fueron autorizados a retornar a su tierra y su ciudad, y reconstruyeron el templo, pero los muros de la ciudad permanecieron en ruinas hasta que Nehemías los restauró a mediados del S. V a.C. Alejandro Magno liquidó el poder del imperio persa a fines del siglo(s) IV, y después de su muerte su general Tolomeo, fundador de la dinastía tolemaica en Egipto, entró en Jerusalén y agregó la ciudad a su reino. En 198 a.C. Palestina cayó bajo el poder de Antíoco II, el rey seléucida de Siria. Alrededor de 30 años más tarde, Antíoco IV entró en Jerusalén, destruyó sus muros, y saqueó y profanó el templo, e instaló una guarnición siria en la ciudad, en el Acra. Judas Macabeo encabezó una revuelta judía, y en 165 a.C. se volvió a consagrar el templo. Él y sus sucesores gradualmente fueron ganando independencia para Judea, y la dinastía asmonea gobernó sobre una Jerusalén liberada hasta mediados del S. I .a.C., época en que Roma intervino. Los generales romanos forzaron la entrada de la ciudad en 63 y 54; un ejército la saqueó en el año 40; y tres años más tarde Herodes el Grande tuvo que entrar por la fuerza para volver a controlarla. Primero tuvo que reparar el daño causado por estas diversas incursiones, luego se embarcó en un vasto programa de construcciones, y erigió algunas torres notables. La más renombrada de sus obras fue la reconstrucción del templo, en escala mucho más grandiosa, aunque la tarea no se completó durante la vida de dicho monarca. Una de sus torres fue la Antonia, que dominaba el área del templo (y que posteriormente fue sede de la guarnición romana que acudió en ayuda de Pablo en Hch. 21.34). La revuelta judía contra los romanos en 66 d.C. sólo podía tener una conclusión; en el 70 d.C. el general romano Tito entró por la fuerza en Jerusalén y destruyó sus fortificaciones y el templo. Dejó tres torres en pie; una de ellas, Fasael, todavía se mantiene, y fue incorporada a la llamada ―torre de David‖. Pero mayores desastres tenían que caer sobre los judíos: otra revuelta en 132 d.C. dio como resultado la reconstrucción de Jerusalén (en escala mucho menor) como ciudad pagana, dedicada a Júpiter Capitolino, de la que fueron excluidos todos los judíos. Esto fue obra del emperador Adriano, quien llamó a la ciudad recién reconstruida Aelia Capitolina (nombre que fue incorporado al árabe, incluso, como Iliya). Sólo en el reinado de Constantino (S. IV) se permitió a los judíos entrar nuevamente en la ciudad. Desde entonces la ciudad dejó de ser pagana y se volvió cristiana, y se construyeron muchas iglesias y monasterios, entre ellas la iglesia del Santo Sepulcro. Jerusalén sufrió muchas vicisitudes después del S. II; ha sido capturada, ocupada y administrada, en diversas épocas, por tropas persas, árabes, turcas, británicas, e israelíes,
  • 32. 32 como también por los cruzados. Los adelantos edilicios más importantes en la ciudad vieja (en oposición a los suburbios modernos de rápido crecimiento) se deben a los musulmanes primitivos, los cruzados, y finalmente al sultán turco Suleimán el Magnífico, que en 1542 reconstruyó los muros de la ciudad en la forma en que podemos verlos actualmente. Los israelíes dieron a la ciudad su antiguo nombre; generalmente los árabes la llaman al-Quds, ‗el (noble) santuario‘. IV. Crecimiento y extensión Debemos aclarar desde el comienzo que la historia física de Jerusalén es bastante incierta. Esto, por supuesto, se debe en parte a los desastres y destrucciones periódicos, y a las capas de escombros que se han apilado a través de los siglos. Estos factores han causado dificultades en otras partes también, pero a menudo los arqueólogos han podido solucionarlas en gran medida. La dificultad particular con Jerusalén es que ha sido continuamente habitada y todavía lo está, de modo que es difícil llevar a cabo excavaciones. Los arqueólogos tienen que cavar donde pueden, y no donde piensan que valdría la pena hacerlo. Por otra parte, hay una abundancia de tradiciones: cristianas, judías, y musulmanas; pero en muchos casos no resulta fácil evaluarlas. De modo que subsisten las dudas y la controversia; sin embargo, en el último siglo se han hecho muchos trabajos arqueológicos valiosos, lo que ha permitido resolver algunos problemas. En ninguna parte de la Escritura encontramos una descripción sistemática de la ciudad. Lo más cercano es la narración de la reconstrucción de los muros por Nehemías. Pero hay un gran número de referencias que ofrecen alguna información. Es necesario unirlas y colocarlas dentro del cuadro que nos proporciona la arqueología. Nuestra primera descripción de la ciudad es la de Josefo (Josefo, Guerras de los judíos 5.136–141); Josefo ofrece allí el fondo para su narración de la captura gradual de la ciudad por Tito y los ejércitos romanos. También es necesario ubicar esto en el cuadro general. Las excavaciones han demostrado concluyentemente que la ciudad más primitiva se encontraba en el cerro al sudeste, zona que ahora está completamente fuera de los muros de la ciudad (el muro meridional fue llevado algo hacia el norte en el S. II d.C.). Debemos tener en cuenta que la Sión original se hallaba sobre la colina oriental; en la época de Josefo ya se había dado erróneamente el nombre al cerro del sudoeste. Poco queda del período anterior a los jebuseos, pero podemos inferir que una pequeña ciudad creció en la colina sudoeste, cerca del manantial de Gihón en el valle hacia el E. Los jebuseos agrandaron la ciudad hasta cierto límite, principalmente con la construcción de terrazas hacia el este (punto cardinal); elohísta, de modo que su muro oriental quedaba bastante abajo de la ladera, hacia el manantial. Parecería que esta terraza y el muro oriental necesitaron mantenimiento y reparaciones frecuentes, hasta su destrucción final por los babilonios a principios del S. VI a.C., después de lo cual el muro oriental fue nuevamente movido hacia la colina. La opinión actual se inclina a considerar que el término ―Millo‖ (2 S. 5.9; 1 R. 9.15), que se deriva de una raíz hebrea que significa ―llenar‖, se refiere a esta terraza.
  • 33. 33 En tiempos de paz era práctica común construir las casas fuera de los muros, lo que cada tanto requería la construcción de nuevos muros y fortificaciones. La ciudad de David y Salomón se extendía hacia el norte, en particular, y el templo se encontraba sobre el cerro noreste; el palacio real probablemente estaba ubicado en la zona entre la ciudad más antigua y el área del templo. La zona intermediaria es probablemente ―el Ofel‖ de pasajes tales romo 2 Cr. 27.3, Versión moderna, (el nombre significa ―hinchazón‖, y fue aplicado a la ciudadela de otras ciudades también, por ejemplo Samaria, compárese 2 R. 5.24, Biblia de Jerusalén, totalmente revisada, 1981 ); pero algunos eruditos aplican el término a toda la colina oriental que se encuentra al sur del templo. La ciudad jebusea, o quizás más estrictamente su fortaleza central, ya tenía el nombre de ―Sión‖ (cuyo significado es incierto, quizás ―área seca‖ o ―eminencia‖) en la época de su captura por David, después de lo cual se llamó ―ciudad de David‖ (2 S. 5.6–10; 1 R. 8.1). El nombre ―Sión‖ se volvió, o siguió siendo, sinónimo de Jerusalén en general. En los prósperos días del S. VIII a.C. la ciudad comenzó a extenderse hacia la colina occidental; parecería que este nuevo suburbio se conoció como segundo barrio o Misné (2 R. 22.14). Posteriormente un muro lo circundó, construido ya sea durante el reinado de Ezequías (2 Cr. 32.5) o algo más tarde. Lo que es seguro es que esta ampliación incluía el cerro noroeste, pero no se ha podido determinar si el cerro sudoeste estaba ocupado en esa época. Los arqueólogos israelíes han llegado a la conclusión de que sí lo estaba, y de que el estanque de Siloé se hallaba dentro de los muros de la ciudad en el reinado de Ezequías; pero K. M. Kenyon sostiene lo contrario. Jerusalén fue saqueada por las tropas de Nabucodonosor en 587 a.C.; la mayoría de los edificios fueron destruidos, y se demolieron los muros de la ciudad. El templo fue reedificado a fines del siglo, y Jerusalén nuevamente tuvo una pequeña población; pero no fue hasta mediados del S. V que las autoridades persas permitieron la reconstrucción de los muros de la ciudad por parte de Nehemías. Es indudable que Nehemías reconstruyó los muros anteriores hasta el punto que le fue posible, pero de las excavaciones se desprende claramente que la colina occidental quedó abandonada, como así también las laderas orientales del cerro sudeste. Las terrazas jebuseas fueron tan completamente demolidas que no fue posible repararlas, y fue por ello que Nehemías llevó el muro oriental hasta la colina. Lamentablemente la descripción que hace Nehemías de la Jerusalén de sus días plantea numerosos problemas. Por un lado, no resulta claro cuáles puertas se encontraban en los muros de la ciudad, y cuáles estaban en el templo. Por otra parte, hay numerosas dificultades textuales en los pasajes pertinentes de Nehemías. Además, no ofrece ninguna indicación en cuanto a dirección o en cuanto a cambios de dirección. A esto tenemos que añadir el hecho de que los nombres de las puertas cambiaban con cierta frecuencia. Debido a las recientes excavaciones es necesario revisar los intentos anteriores de interpretar los datos de Nehemías. Resulta bastante claro, sin embargo, que el circuito que se describe en Neh. 3 sigue una dirección contraria a las agujas del reloj, y que comienza al norte de la ciudad.
  • 34. 34 Hay pocos indicios de que la ciudad llegara hasta la colina occidental nuevamente hasta el S. II a.C. Después de la revuelta de los Macabeos la ciudad comenzó a crecer nuevamente. A Herodes el Grande se le debe un considerable programa de construcciones a fines del S. I a.C., y la ciudad siguió creciendo hasta su destrucción al final de la rebelión judía (66–70 d.C.). Nuestra principal fuente literaria para todo este período es Josefo; pero su información deja sin resolver una cantidad de problemas. El primero de ellos es la posición del ―Acra‖, la fortaleza siria levantada en Jerusalén en 169 a.C. Evidentemente su propósito fue mantener los atrios del templo bajo estrecha vigilancia, pero ni Josefo ni 1 Macabeos aclaran si la guarnición estaba ubicada al norte, al oeste, o al sur del templo. Las opiniones están divididas, pero las más recientes excavaciones tienden a apoyar la tercera posibilidad. Un segundo problema es la dirección de la ―segunda muralla‖ y la ―tercera muralla‖ mencionadas por Josefo, que nos dice que los romanos penetraron en Jerusalén en 70 d.C. atravesando progresivamente tres muros septentrionales. Josefo describe los puntos terminales de los tres muros, pero no ofrece información con respecto a la línea que seguían. Las excavaciones han complementado su información aquí y allí, pero aun así queda mucha incertidumbre. K. M. Kenyon identificó los restos de una antigua muralla en la actual puerta de Damasco como parte del tercer muro, pero según los arqueólogos israelíes es parte del segundo muro; los descubrimientos mas al norte han sido relacionados con el tercer muro por estos últimos, pero Kenyon afirma que se trata de una muralla de circunvalación (erigida por Tito durante el sitio de Jerusalén). La tercera muralla se comenzó bajo Agripa I (41–44 d.C.), y estaba recién terminada cuando empezó la guerra judía del 66 d.C., de modo que poco servirían los métodos estratigráficos para distinguir el muro de Agripa del de Tito. Un punto de especial interés relacionado con la segunda muralla, que debe haber sido construida en el S. II o I a.C. (Josefo no da la fecha de su construcción), es su relación con la iglesia del Santo Sepulcro. Si, en efecto, la iglesia señala el auténtico sitio de la crucifixión y el entierro de Cristo, debe haberse encontrado fuera de los muros de la ciudad; pero durante muchos años se dudó de si el lugar se encontraba dentro o fuera de la línea del segundo muro (todavía no existía el tercer muro). Actualmente se ha establecido que esta zona está al norte de la muralla, y por lo tanto, el lugar puede ser auténtico. La ciudad quedó en ruinas entre 70 d.C. y la revuelta de Barcoquebá, 60 años después. El emperador Adriano reconstruyó posteriormente la ciudad y la denominó Aelia Capitolina; esta ciudad fue mucho más pequeña que la anterior, con la permanente retracción del muro meridional. Durante la era cristiana el tamaño de Jerusalén se ha mantenido constante. El área amurallada actual (―la ciudad vieja‖) adquirió su forma definitiva bajo Sulcimán el Magnífico en el S. XVI.
  • 35. 35 V. Significación teológica Por metonimia natural los nombres ―Sión‖ y ―Jerusalén‖ frecuentemente se aplican al conjunto de ciudadanos (incluso cuando estaban en el exilio), a toda Judá, a todo Israel, o a todo el pueblo de Dios. Jerusalén representa un papel teológico importante en ambos testamentos; en este sentido tampoco es fácilmente distinguible del país en su totalidad. Dos temas predominan: Jerusalén es, al mismo tiempo, el lugar de la infidelidad y desobediencia de los judíos, y también el lugar de la elección, la presencia, la protección, y la gloria de Dios. La evolución de la historia ha demostrado la validez del primero de ellos, que inevitablemente provocó la ira divina y su correspondiente castigo; las glorias de la ciudad sólo pueden encontrarse en el futuro. (Véase especialmente Is. 1.21; 29.1–4; Mt. 23.37s; y Sal. 78.68s; Is. 37.35; 54.11–17). El contraste entre lo real y lo ideal naturalmente dio lugar al concepto de una Jerusalén celestial (Ga. 4.25; He. 12.22; Ap. 21). David Los libros 1 y 2 de Samuel del Antiguo Testamento nos dicen que el segundo hombre que fue ungido como rey de Israel fue David. Gobernó aproximadamente entre los años 1011 y 971 a.C. Escribió muchos de los salmos, y recibió la promesa de Dios de que el Mesías venidero pertenecería a su linaje (2 Samuel 7:12). (L. 6). Hasta 1993 no se había encontrado fuera de la Biblia ni una sola evidencia sobre la existencia de David. Por lo tanto en algunos círculos académicos se había puesto de moda rechazar los relatos sobre David como una invención de unos propagandistas sacerdotales que intentaban dignificar el pasado de Israel después del exilio en Babilonia. El veredicto de los críticos fue que David no fue más que una figura de la mitología religiosa y política. En 1993 se descubrió una inscripción de casi tres mil años de antigüedad, grabada en basalto negro, en la ciudad de Dan, al norte del mar de Galilea, en Israel. La inscripción escrita en arameo, menciona al rey de Israel y al rey de la casa de David. Fue un hallazgo sorprendente, y ayudo a verificar por primera vez que David fue un personaje histórico autentico Michael Lemonick, escribiendo para la revista Time, admitió correctamente que, a la luz de este descubrimiento, resulta difícil sostener la afirmación de los escépticos de que el rey David nunca existió. El redactor de la sección de religión en U.S. News & World Report, Jeffery Sheler dijo: La referencia fragmentaria de David es un bombazo histórico. En los registros de la antigüedad ajenos a las páginas de la Biblia nunca se había encontrado el nombre familiar del antiguo
  • 36. 36 rey-guerrero de Judá y, según las Escrituras cristianas, antepasados de Jesús. Los académicos escépticos llevaban tiempo aprovechando esa situación para sostener que David fue una mera leyenda… ahora, al fin, había evidencia material, una inscripción grabada no por los escribas hebreos, sino por un enemigo de los israelitas poco más de un siglo después de la época en que supuestamente vivió David. Este hallazgo fue una corroboración diáfana de la existencia de la dinastía del rey David y, por extensión, del propio David. Desde el descubrimiento en 1993 se ha identificado otra referencia a David en la antigua piedra Moabita o estela Mesha3 , descubierta en Jordania en 1868. La inscripción de eta piedra conmemora las victorias de Mesha rey de Moab, sobre Israel (2 Reyes 3:4), y contiene una referencia a ―la casa de David‖ y ―el altar de YHWH‖, la primera referencia clara al Dios de Israel por su nombre en las fuentes antiguas. En 1994 se encontraron dos fragmentos más de la inscripción en Tel-Dan. La siguiente es una traducción del texto que fue escrito en el antiguo lenguaje arameo, semejante a la escritura hallada en la alfarería perteneciente al siglo nueve a. de C. En esta traducción, las letras que se encontraron en las pulseras representan una sugerida reconstrucción de lo que pudieron ser las palabras. 1) … mi padre subió 2) y mi padre se murió, fue a estar con sus(padres…) rey de (Is-) 3) rael en el pasado era tierra que le pertenecía a mi padre…Hadad me nombró rey 4) Y Hadad fue antes de mi…Yo me marché de…siete… 5) De mi reino… Y maté…rey(es) …(ca…) 6) rros y dos mil hombres de a caballo…El (o yo) mató a Jeho/ram (Joram) hijo de (Ahab). 7) El rey de Israel. (El (o yo) mató a (Ahaz)iahu hijo de (Jehoram) rey 8) De la casa de David. Y yo dejé (sus ciudades en ruinas…) 9) Su tierra en (desolación…) 10) Otro (Jehu ru-) 11) dirigió sobre Is(rael…y yo dejé) 12) todo en desolación… Aunque el texto no menciona el nombre del rey que escribió la inscripción, un poco de trabajo detectivesco con la Biblia parece apuntar al Rey Hazael de Siria. Para empezar, puesto que la inscripción se encontró en Dan, la ciudad tuvo que estar bajo control sirio en la época en que se escribió. Según 1 Reyes 15:20 Ben-adad fue el primer rey sirio que tomó el control de la ciudad. ―Y Ben-adad consintió con el rey Asa, y envió los príncipes de los ejércitos que tenía contra las ciudades de Israel, y conquistó Ijón, Dan, Abelbetmaaca, y toda Cineret, con toda la tierra de Neftalí.‖ La ciudad permaneció también bajo control sirio durante el reinado de Azael, que es el que más posiblemente escribiría la inscripción. 3 Una estela es una losa de piedra vertical o una columna que, típicamente contiene una inscripción conmemorativa o relieve.
  • 37. 37 Las líneas 3 y 4 de la inscripción mencionan a uno con el nombre de Adad. Es posible que el nombre Adad se refiera a un dios pagano del mismo nombre, que era adorado por los sirios y por otros en esa época. También es posible que Adad se refiera al rey sirio Ben-Adad. La línea 4 afirma que Adad fue antes que él. Es posible que Hazael le conceda el crédito a su dios Adad por las victorias en contra de Israel. Esto es interesante porque en 1 Reyes 19:15 Dios le dijo al profeta Elías que enviase a Eliseo a ungir al Hazael como rey sobre Siria como castigo por los pecados cometidos por Israel. Puesto que Hazael adoraba a Hadad, posiblemente debió pensar que su dios pagano le estaba concediendo la victoria sobre Israel, a pesar de que fue el único Dios verdadero de Israel el que le permitió castigar a Su pueblo. Hazael posiblemente se estuviese refiriendo también a Ben-Hadad, que fue antes que él (es decir, le precedió como rey). Hazael se convirtió en rey después de haber matado a Ben- Hadad. El historiador Josefo deja constancia de cómo llegó al poder en el siguiente párrafo: ―Dios comenzó a atemorizar al ejército sirio. Los sirios empezaron a escuchar cosas que no eran reales, como los sonidos de un gran ejército de carros y de caballos. Los soldados informaron a Ben-Adad que Jehoram (Joram, rey de Israel) debía de haber mandado a buscar al rey de Egipto, su aliado. Ben- Adad oyó también los sonidos de los carros, como un eco en sus oídos, y él y su ejército huyeron de la batalla… Ben-Adad huyó a Damasco y se puso enfermo al enterarse de que Dios había producido la derrota de su ejército y no el enemigo… El profeta Elías vino y le habló a Azael…Entonces Elías se echó a llorar y Hazael le preguntó que por qué lloraba a lo que Elías le respondió: ―Lloro por Israel, mi pueblo, y por el sufrimiento que tendrán que soportar a manos tuyas. Porque tú destruirás a sus mejores hombres y sus mas fuertes ciudades….‖ Hazael preguntó: ¿Conforme a qué autoridad podré realizar estas cosas?‖ Eliseo le respondió: ―Dios ha declarado que serás rey de Siria‖. Al día siguiente extendió un grueso trapo húmedo sobre la cara del rey ahogándole, con lo cual Hazael pudo ocupar el poder.‖ Las líneas 6,7,10,11 se refieren al Rey Jehú y afirma que mató a Joram hijo de Acab, rey de Israel y Azariah hijo de Jehoram, rey de la casa de David, durante un tiempo en el que estaba atacando a Israel. Esto concuerda perfectamente con la Biblia en 2 Reyes 9:14-27 donde tuvieron lugar los siguientes sucesos: ―Así conspiró Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. Estaba entonces Joram guardando a Ramot de Galaad con todo Israel, por causa de Hazael rey de Siria; pero se había vuelto el rey Joram a Jezreel para curarse de las heridas que los sirios le habían hecho, peleando contra Hazael rey de Siria.) ….Entonces Jehú cabalgó y fue a Jezreel porque Joram estaba allí enfermo. También estaba Ocozías rey de Judá, que había descendido a visitar a Joram….Entonces Joram dijo: Unce el carro. Y cuando estaba uncido su carro, salieron Joram rey de Israel y Ocozías rey de Judá, cada uno en su carro, y salieron a encontrar a Jehú….Cuando vio Joram a Jehú dijo ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué paz con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías? Entonces Joram volvió las riendas y huyó y dijo a Ocozías: ¡Traición, Ocozías! Pero Jehú entesó su arco, e hirió a Joram entre las espaldas; y la saeta salió por su corazón y él cayó de su carro…. Viendo esto Ocozías rey de Judá, huyó por el camino de la casa del huerto. Y lo siguió Jehú, diciendo: Herid también a este en el carro. Y le hirieron a la subida de Gur, junto a Ibleam. Y Ocozías huyó a Meguido, pero murió allí‖.
  • 38. 38 Algunas traducciones de las Líneas 6 y 7 dicen El, refiriéndose a Hazael que dice que mató a estos dos reyes, no Jehú. Aunque esto no es cierto, Hazael, según 2 de Reyes 9:15 hirió, efectivamente, al rey Joram en la batalla. Puesto que Joram murió poco después Hazael probablemente pensó que fue a causa de las heridas que había recibido en la batalla y debido a que Ahazia murió al mismo tiempo, es probable que Hazael diese por hecho que también estaba en la batalla y murió a causa de sus lesiones. Las líneas 7 y 8 de la piedra de Tel Dan afirman que Israel era un reino dividido porque menciona al “rey de Israel” y al rey de la “Casa de David”. Pero es así exactamente como la Biblia describe a Israel, dividida, después de la muerte de Salomón. Aquí hallamos una de las más antiguas referencias fuera de la Biblia acerca del Rey David y sus descendientes demostrando, de este modo, que las afirmaciones hechas por los eruditos liberales acerca de que rey David no era más que un mito están equivocadas. LAS MÁS IMPORTANTES DECLARACIONES ACERCA DEL MESÍAS QUE LOS PROFETAS ANUNCIARON POR ADELANTADO QUE PROCEDERÍA DE LA CASA DE DAVID: ―En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra. En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le llamará: el SEÑOR, justicia nuestra. Porque así ha dicho el SEÑOR: No faltará a David varón que se siente sobre el trono de la casa de Israel‖. Jeremías 33:15-17 ―Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio‖. 2 Timoteo 2:8 ―Yo Jesús he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana‖. Apocalipsis 22:16 La Biblia deja constancia en 2 Reyes, capítulo 3, de las batalla entre Israel y este mismo Mesa. No es seguro de si las victorias mencionadas en la piedra se refieren a antes o después de que los reyes de Israel y Judá luchasen en contra del rey Mesa, alrededor del año 850 a. de C., tal y como dice en 2 Reyes 3:4-26, en donde Israel, con la ayuda de Dios, obtuvo la victoria. La siguiente es una traducción del texto tomado de la piedra de Mesa: 1) Yo soy Mesa y soy hijo de Quemos, rey de Mesa, el 2) Dibonita. Mi padre gobernó Moab durante 30 años y a continuación reiné yo 3) después de mi padre. He erigido este lugar elevado para Quemos en Qarhoh, elevado lugar de mi salvador. 4) Porque me salvó de todos los reyes e hizo que yo triunfase sobre todos mis enemigos. 5) En cuanto a Omri rey de Israel, oprimió a Moab durante muchos días, porque Quemos estaba furioso con su 6) Tierra. Y le sucedió su hijo y además dijo: “Derrotaré a Moab.” En mi época habló 7) pero yo triunfé sobre su casa e Israel ha perecido para siempre y Omri ocupó la tierra de Medeba. 8) Y vivió en ella durante su tiempo y en los días de sus hijos, 40 años; pero Quemos 9) la restauró en mis días y yo construí Baal-meon, hice un depósito en ella y construí
  • 39. 39 10) Qaryaten y los hombres de Gad habían habitado en la tierra de Atarot desde la antigüedad y el rey de Israel edificó 11) Atarot para ellos, pero yo luché contra la ciudad y maté a todas las gentes de 12) la ciudad como venganza por Quemos y Moab. Y yo traje su altar/hoguera de su amada y la arrastré 13) ante Quemos en Kerioth. Y establecí a los hombres de Sarón y los hombres de Maharith en ella. 14) y Chemoch me dijo: ―¡Ve! Trae a Nebo en contra de Israel. 15) De modo que fui por la noche y peleé desde el amanecer hasta el mediodía. 16) La tomé y maté a todos, a 7.000 hombres, niños, mujeres y niñas. 17) Y a los siervos, porque los dediqué a Ashtar- Quemos. Y tomé de allí el altar- 18) y las hogueras de YHWH, arrastrándolos ante Quemos Y el rey de Israel había edificado 19) Jahaz y vivió allí mientras luchó en contra mía, pero Quemos le eliminó de delante de mí. 20) Yo llevé conmigo a doscientos hombres de Moab, todos ellos jefes (guerreros) y les envié a Jahaz y la tomé 21) con el fin de añadirla a Dibon. Edifiqué Qarhoh: la muralla del bosque y la muralla 22) de la acrópolis y construí sus verjas y sus torres 23) construí la casa del rey y sus depósitos de agua para el interior de la 24) ciudad y no había cisterna alguna en el interior de la ciudad de Qarhoh, de modo que les dije a los residentes: ―Haceos 25) una cisterna en cada casa‖. Talé árboles para usarlos en Qarhoh con los prisioneros 26) de Israel. Construí Aroer e hice un camino pasando por Arnon. 27) Construí Beth-bamoth, porque estaba en ruinas y construí Bezer, que también estaba en ruinas 28) y los hombres de Dibon fueron leales a mi gobierno y reiné 29) sobre cien ciudades que añadí a la tierra. Y construí 30) el templo de Medeba y el templo de Diblaten y el templo de Baal-meon y establecí allí 31) (….) a las ovejas de la tierra. Y la casa de David habitó en Horonaim. 32) (….) y Quemos me dijo: ―¡Desciende! Lucha en contra de Horonaim y descendí y 33) luché en contra de la ciudad y me apoderé de ella y Quemos la restauró durante mi época. A) LAS LÍNEAS 1-3 mencionan al rey Mesa, un Dibionita que gobernó sobre Moab, que además adoraba a un dios moabita llamado Quemos al cual le atribuye sus victorias. En 2 de Reyes 3:4 la Biblia verifica que Mesa era el rey de Moab durante esta revuelta en contra de Israel. La Biblia afirma además en Número 21:29- 30 que Dibon era una ciudad en la tierra de Moab y menciona a su dios, Quemos. B) Las líneas 5-6 de la lápida de Mesa afirman que Omri era rey de Israel y que le sucedió su hijo. LA BIBLIA confirma este hecho en 1 Reyes 16:23 y 28: “En el año treinta y uno de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Omri sobre Israel….y reinó en su lugar Acab su hijo”. C) Las líneas 7 y 9 dicen que el Rey Omri de Israel tomó posesión de la tierra de Medeba y que Mesa la volvió a recuperar y a continuación edificó Baal-meon.
  • 40. 40 LA BIBLIA afirma que esta tierra le pertenecía a la tribu de Rubén, que juntamente con la tribu de Gad y la mitad de la tribu de Manases cruzaron a la tierra prometida, pero se establecieron en la orilla este del Río Jordán, según dice en Números capítulo 32. Este territorio (Moab) ha sido descrito en Josué 13:15-17. ―Dio, pues, Moisés a la tribu de los hijos de Rubén conforme a sus familias. Y fue el territorio de ellos desde Aroer, que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura hasta Medeba; Hesbón, con todas sus ciudades, que están en la llanura; Dibón, Bamotbaal, Bet-baal- meón… D) La línea 8 dice que Omri y sus hijos (familiares de su propio linaje) gobernaron durante 40 años. La BIBLIA dice lo mismo comenzando por 1 Reyes 16:23: “En el año treinta y uno de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Omri sobre Israel.” Omri gobernó durante doce años, seis de ellos juntamente con Tibni, y durante 6 de ellos gobernó como rey de Israel desde el año 880 al 874 a. de C., su hijo Acab ocupó a continuación el trono y gobernó durante 22 años, desde el 874 al año 853 a. de C. (1 Reyes 16:29), entonces el hijo de Acab, Azariah gobernó durante 2 años desde el 853 al 852 a.C. (1 Reyes 22:51). Joram, el último hijo de Acab, gobernó 10 años, desde el 852 al 841 a.C. durante un total de 40 años. Joram fue muerto por Jehú en su onceavo año como rey (2 Reyes 9:14-29). Jehú reinó desde el 841 al 814 a. de C., y no estaba emparentado con Omri. E) La línea 9 dice que después de que Omri y sus hijos estuviesen en la tierra durante 40 años, el territorio le fue restaurado. Es interesante fijarse que durante el reinado del siguiente rey de Israel, Jehú, LA BIBLIA dice en 2 de Reyes 10:32-33: ―En aquellos días comenzó el SEÑOR a cercenar el territorio de Israel; y los derrotó Hazael por todas las fronteras de Israel desde el Jordán al nacimiento del sol, toda la tierra de Galaad, de Gad, de Rubén y de Manasés, desde Aroer que está junto al arroyo de Arnón, hasta Galaad y Basán. La LÍNEA 26 menciona Aroer como una ciudad que estaba en manos de Mesa. Por lo tanto, es muy posible que los acontecimientos que se mencionan sobre la piedra, acerca de Mesa, tuviesen lugar durante el gobierno de Jehú como rey. F) La LÍNEA 10 menciona a una de las doce tribus de Israel, Gad y dice que vivían en la tierra de Atarot (Ataroth) desde la antigüedad. LA BIBLIA dice: ―Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manases hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y sus territorios, las ciudades del país alrededor. Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer”. Número 32:33-34. G) La LÍNEA 13 menciona a los hombres de Saron. Esta tierra se menciona en 1 de Crónicas 5:16: ―Y los gaditas habitaron en Gallad, en Basán y en sus aldeas, y en todos los ejidos de Sarón hasta salir de ellos.‖
  • 41. 41 H) La LÍNEA 14 menciona la ciudad de Nebo. LA BIBLIA menciona Nebo en Números 32:38 como territorio que le dio Moisés a la tribu de Rubén y a la de Gad. Jeremías, el profeta, también menciona Nebo como una ciudad perteneciente a Moab. Jeremías 48:20-22. I) La LÍNEA 17 hace mención de otro dio moabita, Astar-Kamosh. LA BIBLIA dice: ―Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo a los ojos del SEÑOR y sirvieron a los baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab...” Jueces 10:6 J) La LÍNEA 18 menciona las hogueras del altar de YHWH. YHWH es la palabra que se refiere al nombre de Dios (Yahweh). (Escrito tal y como aparece en la Biblia hebrea). Los Salmos 68:4 dice: ―Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los cielos. Su nombre es YHWH (Jah), alegraos delante de él. K) La LÍNEA 19 menciona la ciudad de Jahaza. LA BIBLIA menciona esta ciudad moabita en Isaías 15:4: ―Hesbón y Eleale, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo que ahullarán los guerreros de Moab‖. L) La LÍNEA 21 menciona la ciudad de Dibón. LA BIBLIA dice: “Gad edificó Dibón…. Número 32:33-34 M) LA LÍNEA 26 dice ―Edifiqué Aroer e hice un camino pasando por el Arnón‖. LA BIBLIA dice: ―Y los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer‖, (Números 32:34) ―Y esta tierra que heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón…. la di a los rubenitas y los gaditas”. Deuteronomio 3:12 N) La LÍNEA 27 menciona la ciudad de Bezer. Originalmente esta ciudad estaba bajo el control de la tribu de Rubén y según La Biblia dice: ―…y de la tribu de Rubén, Bezer con sus ejidos, Jahaza con sus ejidos…‖ Josué 21:36 O) La LÍNEA 30 menciona el templo de Medeba y el templo de Diblaten y el templo de Baal-meon, que edificó este rey moabita. El PROFETA ISAÍAS anunció la destrucción de estos templos paganos: ―Subió a Bayit y al templo de Dibón, lugares altos, a llorar; sobre Nebo y sobre Medeba aullará Moab; toda cabeza de ella será rapada y toda barba rasurada‖. Isaías 15:2 P) Las LÍNEAS 30 y 31 dicen que Mesa estableció allí…. las ovejas de la tierra. LA BIBLIA confirma que Mesa crió ovejas. “Entonces Mesa, rey de Moab, era propietario de ganados, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con sus vellones.” (2 Reyes 3:4)
  • 42. 42 Q) La LÍNEA 31 dice: ―Y la Casa de David vivió en Horonaim”. Aquí encontramos una de las primeras referencia, aparte de la Biblia, del Rey David y sus descendientes, que pertenecían a la tribu de Judá. Mesa establece también una distinción entre los hombres de Israel y la casa de David. Así es exactamente como dice LA BIBLIA que Israel quedó dividido como un reino durante su época. Josafat fue rey de Judá, perteneciente a la casa de David, mientras que Joram fue rey de Israel. 848 a. de C. – 852 a. de C. según dice en 2 Reyes capítulo 3. La ciudad de Horonaim también se menciona en Jeremías 48:3-7: ―¡Voz de clamor en Horonaim, destrucción y gran quebrantamiento! Moab fue quebrantada…..y Quemos será llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente‖. Conclusión: Una vez más se ha demostrado que la Biblia es cien por cien digna de confianza. EL MANDATO MAS IMPORTANTE DADO POR YHWH ―Oye Israel, el SEÑOR nuestro Dios, el SEÑOR uno es. Y amarás al SEÑOR tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas‖. Deuteronomio 6:4-5. ―No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo el SEÑOR‖. Levítico 19:18. ―Y uno de ellos, interprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: ‗Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” Mateo 22:35-40. Los filisteos En el Antiguo Testamento se habla a menudo de los filisteos. Sansón, Samuel, Jonatán, Saúl, y David tuvieron encuentros con ellos. Algunos académicos dudaban de la existencia de los filisteos, sugerían que eran invención de los judíos para dramatizar su poderío bélico de la dinastía davídica mística. Robert Henry Pfeiffer, asiriólogo y profesor de Harvard, escribió en 1941 sobre los inicios legendarios y fabulosos del conflicto con los filisteos. Sin embargo las excavaciones arqueológicas en las ciudades filisteas de Asdod, Ecron, Ascalon, y Gat, han desenterrado un autentico tesoro de información que confirman el retrato que hace la Biblia de ellas, incluyendo evidencias de que los filisteos eran expertos en metalurgia, como dice 1 Samuel 13:19-22.
  • 43. 43 Beisán fue reedificada durante el siglo XII, probablemente por los descendientes de la antigua guarnición egipcia de «pueblos del mar», o filisteos. Recuérdese que después de la última batalla librada por el rey Saúl, los filisteos le cortaron la cabeza y la colocaron en la «casa», o templo de Dagón en Beisán, mientras que su armadura era depositada en el templo de Astarot (Astarté), y el cuerpo pendía de los muros de la ciudad (1 Sm 31,10; 1 Cr 10,10). Estos templos han sido obviamente excavados; de hecho; las ruinas de esta ciudad resultan valiosísimas por la luz que arrojan sobre la religión cananea, pero dejaremos el estudio de este tema para nuestro capítulo siguiente. Beisán caería por fin en manos de los israelitas durante el siglo X, como demuestran las excavaciones, probablemente en tiempos de David. Para quien trabaja con los informes de los excavadores, los descubrimientos de Meguido, Beisán y la llanura filistea resultan muy reveladores, ya que ilustran con mucha claridad la situación en tiempos de los jueces. Israel atravesaba una etapa formativa como nación, aprendiendo muchas cosas de los pueblos vecinos, pero al mismo tiempo en conflicto continuo, y oprimido muchas veces por ellos. No es de extrañar que los triunfos ocasionales fueran celebrados en canciones y poemas, como el de Débora en Jue 5, o como los consignados en los libros, hoy perdidos, de Yasar y de las Guerras del Señor. El nombre Palestina se deriva de un pueblo conocido como los filisteos quienes se radicaron en la llanura costera del sur, posteriormente conocida como la llanura filistea, durante el siglo XII antes de Cristo. Sus cinco ciudades principales, conocidas como la pentápolis filistea, fueron Gaza, Ascalón, Asdod, Ecrón y Gad. El monte Carmelo constituyó el límite norte del territorio filisteo. En tiempos de fortaleza militar los filisteos amenazaron el control israelita del centro de Palestina, aunque el hogar propio de los filisteos era la llanura costera y el de Israel el distrito central de las tierras altas. De acuerdo con el profeta Amós (9:7) los filisteos llegaron a Canaán de Caftor, generalmente identificada con la isla de Creta. Durante el segundo milenio a.C. , la Creta minoica controló mucho del área egea y su cultura elevada se extendió por todo el mundo mediterráneo. Empezando 1400 a.C. , se inició un período de declinación y la evidencia arqueológica muestra que la mayor parte de las ciudades de Creta fueron destruidas. Hacia el fin del período de declinación (1400– 1125 a.C.) los griegos dóricos llegaron a la isla y sus anteriores habitantes se encontraron en numerosos lugares en el Mediterráneo oriental. Las ―gentes del mar‖ saquearon el Asia Menor y el norte de Siria, causando como consecuencia la caída del imperio heteo (1200 a.C.). La capital hetea en Hattusas y la ciudad-estado cananea de Ugarit fueron destruidas alrededor de este tiempo. Los filisteos estuvieron entre las gentes del mar que atacaron a Egipto durante los reinados de Merneptah y Ramesés III. Aunque rechazados por los egipcios, a los filisteos se les permitió radicarse en la costa sur de Canaán donde la clase dirigente de guerreros se radicó con sus familias. Después de su radicación en Canaán, los filisteos parecen haber adoptado rápidamente una de las formas del lenguaje cananeo y
  • 44. 44 también algunas de sus prácticas religiosas. Ellos adoraban a Dagón, una deidad mencionada en la literatura ugarítica (véase UGARIT). El hecho de que los filisteos eran incircuncisos (Jue. 14:3; Jue. 15:18) los diferenciaba de los hebreos. Los israelitas entraron a Canaán desde el oriente y se radicaron en las montañas aproximadamente al mismo tiempo que los filisteos se radicaron en los territorios de la costa sur de Palestina. Los intereses de los dos pueblos estaban necesariamente destinados a chocar, y la amenaza filistea condicionó mucha de la historia de Israel durante los días de Samuel, Saúl y los primeros años de David. Antes del tiempo de David los filisteos tenían un monopolio sobre el hierro (1 S. 13:19-22) dándoles así una superioridad tecnológica sobre los israelitas. Han sido excavadas unas calderas de fundición en los límites del territorio filisteo en Tell Qasile, Tell Jemme y ‗Ain Shems (Bet Semes). En Medinet Habu, en Egipto, hay escenas que representan los vagones, carros y barcos usados por los filisteos. Un guerrero filisteo es representado usando un tipo de falda hegea. Su yelmo es un sombrero de plumas con bandas para asegurarlo a la mandíbula, similar al que aparece en el disco Faestos de Creta. En Canaán los filisteos capturaron Ascalón, Asdod, Gad y Gaza de los cananeos. Ellos mismos pudieron haber fundado la ciudad de Ecrón. El libro de los Jueces registra las proezas del juez Samgar quien le quitó la vida a seiscientos filisteos, y también habla de Sansón quien se enamoró de una muchacha filistea pero posteriormente vino a ser un enemigo acérrimo de los filisteos. Las armas superiores de los filisteos los capacitaron para ocupar una posición segura en el territorio montañoso de Judea (1050 a.C.). En la batalla de Afec los israelitas fueron totalmente humillados. Los hijos de Elí fueron muertos y el arca de Jehová cayó en manos filisteas. Aproximadamente en este tiempo los filisteos destruyeron a Silo y ocuparon los fuertes de *Meguido y *Bet-sán en el valle de Esdraelón y Gabaón en Benjamín. Sin embargo, después de Ebenezer (1 S. 4), las fuerzas israelitas fueron capaces de pelear nuevamente. La amenaza filistea en parte motivó a los israelitas en su deseo de tener un rey, y bajo Saúl, Israel obtuvo importantes victorias sobre sus opresores. La historia de David y Goliat (1 S. 12) muestra que los filisteos aún eran capaces de aterrorizar a los ejércitos de Israel. La derrota del ejército de Israel en el monte Gilboa, ocasión en la cual Saúl y su hijo Jonatán murieron, permitió a los filisteos asumir el control de mucho del territorio israelita. David, sin embargo, quien había vivido con los filisteos por un tiempo cuando Saúl estaba queriendo quitarle la vida, conocía sus tácticas y fue capaz de atacarlos con éxito (2 S. 5:17-25). El recuperó el territorio montañoso para Israel y confinó a los filisteos al área de la costa. Mientras que los filisteos nunca llegaron a ser una amenaza seria para Israel nuevamente, continuaron causando problemas a través de toda la historia del reino dividido. Hubo luchas periódicas en la frontera (véanse 1 R. 15:27; 16:15). Josafat recibió tributo de los filisteos (2 Cr. 17:11) pero bajo Joram la ciudad limítrofe de Libnah se perdió para Israel (2 R. 8:22). Eran aún agresivos en el tiempo de Acaz (Is. 9:8-12). Los filisteos se aliaron con Egipto contra Nabucodonosor, pero sus gobernantes y su población fueron deportados casi de la misma manera en que Judá fue llevada al exilio (Jer. 25:20; 47:2-7; Sof. 2:4-7; Zac. 9:5, 6). El nombre
  • 45. 45 Filistea o Palestina, continuó siendo usado para referirse al territorio ocupado por los filisteos, pero para la época del Nuevo Testamento las ciudades fueron predominantemente helénicas con una población mixta. Las excavaciones en los centros filisteos revelan un tipo distintivo filisteo de cerámica que data del siglo XII y de la primera parte del siglo XI. Esta es una imitación de las formas micénicas del siglo XIII y tiene afinidades con la cerámica excavada en Chipre y Rodas. Entre los tipos principales están los tazones listados de amarillo, los jarrones de cerveza de cuello alto, las copas y los vasos cubiertos con una pintura blanca sobre la cual se dibujaron diseños geométricos con pintura negra o rojo-púrpura. Durante los años posteriores los estilos de cerámica de los filisteos llegaron a ser difíciles de distinguir de los de otros pueblos del sur de Palestina. I. Alfarería (L. 6). Se ha encontrado un tipo de alfarería en una cantidad de sitios centrados en Filistea, que pertenecen a niveles del 2º milenio a.C. Ya que la zona y el período corresponden a los filisteos, generalmente se atribuye dicha alfarería a ellos. En su decoración muestra marcada afinidad con la del Egeo, y excavaciones recientes en Enkomi y Sinda, Chipre, han proporcionado alfarería fabricada localmente (alrededor de 1225–1175 a.C.), que se clasifica como micena IIIC1b, derivada de originales egeos, y que muy probablemente representa una alfarería precursora de la filistea. II. Ataúdes de arcilla En *Bet-sán, Tell el-Fara, Laquis, y en la Transjordania se han encontrado ataúdes de arcilla, cada uno con un rostro moldeado en relieve en la cabecera. Probablemente haya que relacionarlos con ataúdes similares encontrados en Egipto, especialmente en Tell el- Yehudiyeh en el Delta. La fecha y la distribución de dichos ataúdes sugieren que se los podría atribuir a los filisteos, propuesta apoyada por el hecho de que algunos de los rostros aparecen coronados por una hilera de trazos verticales que podrían querer indicar el uso de plumas en la cabeza. III. Armamento Los relieves egipcios muestran hombres armados con lanzas, escudos redondos, espadones largos, y dagas triangulares. Llegaron a Palestina en el período de transición de la edad del bronce a la del hierro, de manera que las afirmaciones bíblicas de que aseguraron a Sansón con grillos de bronce pero que, ya para la época de Saúl, controlaban la industria del hierro en la zona, resultan perfectamente correctas.
  • 46. 46 IV. Cultura Si bien los filisteos retuvieron algunos rasgos culturales indicadores de su origen foráneo, básicamente fueron asimilados a la cultura cananea que los rodeaba. a. Gobierno Las cinco ciudades filisteas eran gobernadas cada una por un seren (Jos. 13.3; Jue. 3.3; 16.5, 8, 18, 27, 30; 1 S. 5.8, 11; 6.4, 12, 16, 18; 7.7; 29.2, 6–7; 1 Cr. 12.19). Es probable que dicho término sea un cognado del luvio (jeroglífico hitita) tarwanas, ‗juez‘ o algo semejante, y del griego prehelénico (probablemente indoeuropeo) tyrannos, ‗gobernante absoluto‘. El significado preciso de seren es incierto, ―gobernador‖ (Revised Standard Version: NT, 1946; AT, 1952; Common Bible, 1973) es una versión razonable (Versión de Reina y Valera, rev. 1960 ―príncipe‖; Biblia de Jerusalén, totalmente revisada, 1981 ―tirano‖). b. Lengua No se ha recuperado ninguna inscripción filistea, y su lengua se desconoce, aun cuando algunos especialistas han conjeturado que pudo haberse derivado de una lengua pregriega de la zona del Egeo, posiblemente indoeuropea. Es posible que ciertas palabras en la Biblia sean préstamos filisteos. Además de seren, la palabra para casco, cuyo origen extranjero se descubre en las diversas ortografías, generalmente se atribuye a los filisteos. Otra palabra que para algunos entendidos sería filistea es ‗caja‘ (1 S. 6.8, 11, 15). Otras palabras se han indicado como filisteas de tiempo en tiempo, pero sin que haya habido asentimiento general. Entre los nombres, Aquis probablemente sea igual que <ksû, que se indica como nombre de origen kftyw (* Caftor) en una inscripción egipcio de alrededor de la dinastía 18ª, y Goliat (golyat) quizá esté vinculado por su terminación -yat con nombres luvios (jeroglífico hitita) y lidios que terminan respectivamente en -wattas y -uattes. Aparte de estas pocas palabras, es evidente que los filisteos adoptaron la lengua semítica de los pueblos que despojaron. c. Religión El conocimiento de la religión filistea depende de la Biblia. Los tres dioses mencionados, *Dagón, *Astarot, y *Beelzebú, eran todos originarios del Cercano Oriente, y tal vez deba suponerse que equipararon a sus propios dioses con los que encontraron en Palestina, y acomodaron su propia religión a la que ya existía allí. El excavador de Bet- sán sugirió que dos templos que se encontraron allí podrían ser los de Dagón y Astarot, donde fueron colgados los trofeos de Saúl, pero ninguno de los templos excavados puede reconocerse decididamente como filisteo. Ofrecían sacrificios (Jue. 16.23), y usaban amuletos al entrar en batalla (2 S. 5.21). (L. 6).
  • 47. 47 V. Origen y papel Las pruebas acumulativas indican, sin dejar lugar a dudas prácticamente, que los filisteos vinieron directamente, aunque probablemente no en última instancia, del Egeo. Algunos entendidos querrían equiparar el nombre con el de los pelasgoi, los habitantes pregriegos del Egeo, punto de vista que tiene apoyo, dado que este último nombre aparece dos veces en la literatura griega, escrito con t en lugar de g. Es una opinión que todavía se discute, y, aun cuando se la aceptara, las referencias clásicas a los pelasgoi son demasiado inseguras como para resultar útiles. Los filisteos probablemente formaban parte de los ―pueblos del mar‖ que, en la última parte del 2º milenio, se alejaron del Egeo, probablemente como resultado de la llegada de los griegos, y emigraron por tierra y mar, algunos vía Creta y Chipre, hacia el Cercano Oriente, donde lograron hacer pie por la fuerza, primeramente como tropas mercenarias de los faraones, los reyes hititas, y los gobernantes cananeos, y finalmente como pobladores que fueron absorbidos por los habitantes del lugar. Si bien retuvieron su nombre por muchos siglos, los filisteos bíblicos, los tiekker que ocuparon una región costera adyacente, y seguramente otros integrantes de los ―pueblos del mar‖, en la práctica se hicieron cananeos. Los hititas El pueblo de los hititas o heteos se menciona muchas veces en el Antiguo Testamento (Éxodo 33:2). La Biblia nos dice que compraron carros y caballos a Salomón (1 Reyes 10:29). El esposo de Betsabe, Urias, era hitita (2 Samuel 11:3). A pesar de esta y otras referencias de los hititas, muchos académicos se burlaban de la idea de que existiera semejante pueblo, o que hablase en algún momento ese idioma. Usaban la leyenda de los hititas como evidencia contra la inspiración de las Escrituras, rechazando las referencias que hace la Biblia a ellos. (L.4). Esto ha cambiado hoy día, ya no se duda de la existencia de este pueblo. En la Turquía moderna se ha localizado y excavado la ciudad de Hattusa, el nombre de la antigua capital del reino hitita. Los hallazgos en ese yacimiento incluyen los muros de la ciudad, templos, almacenes, esculturas, sellos reales y miles de tablillas de arcilla que nos hablan sobre el ejército, las leyes y la religión de los hititas. La universidad de Chicago ha publicado incluso un diccionario hitita. Estos descubrimientos acaban con todas las dudas respecto a la existencia real del pueblo hitita, que sostiene la Biblia.
  • 48. 48 ASIRIA Asiria propiamente era el país ubicado en la parte superior de la llanura de Mesopotamia que limitaba al norte y al este con Armenia (el antiguo Urartu) y al oeste con el desierto sirio y al sur con Babilonia. Sus grandes ciudades *Asur y *Nínive estaban ubicadas a lo largo de la parte central del río Tigris (el Hidekel de En. 2:14). En el clímax de su poder, durante los siglos VIII y VII a.C., el imperio asirio comprendía Anatolia del Sur, Cilicia, Siria, Palestina, Elam, Media, Babilonia y partes de Arabia. (L. 7). Los orígenes raciales de los primeros habitantes de Asiria son desconocidos, aunque se sabe que los sumerios habían estado en Asur desde el año 2900 a. de J.C. Cerámica prehistórica (5000–3000 a.C.) ha sido encontrada en ciudades asirias como Asur, Nínive y Cala. Emigrantes de Babilonia fundaron las ciudades de *Asur, *Nínive y *Cala de acuerdo con Génesis 10:11, 12. La cultura posterior asiria estuvo en deuda en gran parte tanto con los sumerios como con los acadios semíticos con sus influencias desde el sur. Otros elementos de la cultura asiria vinieron desde los desiertos del oeste y de la parte montañosa del norte. Se sabe que el constructor del imperio semítico, *Sargón de Acad, había ocupado Nínive (2350 a.C.) y los príncipes asirios entraron en comercio con Capadocia en el Asia Menor durante los siglos XVIII y XIX a. de J.C. (véase las tabletas capadocias). El poder asirio creció bajo el gobernador amorreo Samsi-Adad I (1813–1781 a.C.), cuyos hijos Yasma-Adad y Zimri-Lim gobernaron el estado amorreo de *Mari. Por las cartas de Mari sabemos que Samsi-Adad era contemporáneo y rival de Hamurabi, el legislador de Babilonia. Bajo el influjo de los *hurrianos en Mesopotamia, Asiria sufrió un período de declinación. Durante el siglo XV a.C. Asiria fue vasallo de *Mitanni y solamente hasta que Mitanni fue subyugado por los heteos, Asiria fue libre para convertirse nuevamente en un estado fuerte e independiente. Bajo Asur-ubalit I (1365–1330 a.C.), cuya correspondencia con Akhenatón ha sido conservada en las *Cartas de Amarna, Asiria reconquistó su poder. Las rutas del comercio del norte fueron nuevamente abiertas a Asiria. Ciertos territorios lejanos del oeste tales como Carquemis, perdidos desde los días de Samsi-Adad fueron recuperados durante el reinado de Arik-denilu (1319–1308 a.C.) y Adad-Nirari I (1307–1275 a.C.). Salmanasar I (1274–1245 a.C.) era un guerrero vigoroso que peleó con las tribus iraníes en el campo montañoso oriente de Asiria y los horreos de Hanigalbat hacia el noroeste. Su hijo, Tukulti-Ninurta I (1244–1208 a.C.) determinó dominar Babilonia así como Asiria y en el proceso devastó a Babilonia. Después de Tukulti-Ninurta, la expansión asiria fue detenida por espacio de un siglo.
  • 49. 49 El siguiente gobernador asirio fuerte fue Tiglat-pileser I (1115–1077 a.C.) quien emprendió campañas hacia el norte hasta el mar Negro y el lago Van, hacia el sur hasta Babilonia y hacia el oeste hasta el Mediterráneo donde recibió tributos de Biblos, Sidón y Arvad en la costa fenicia. Después de Tiglatpileser, la presión ejercida por los arameos mantuvo a Asiria bajo control por un siglo y medio cuando Asur-nasir-pal II restauró su poder. Una nueva dinastía asiria se inició con Tukulti-Ninurta II (890– 885 a.C.) cuyo hijo *Asur-nasir-pal II (885–860 a.C.) empezó la política de presionar sobre el oeste. Las ciudades-estados de Siria y Palestina fueron mantenidas bajo tributo y los asirios buscaron controlar las rutas hacia Egipto y hacia el mar. Al mismo tiempo, Asiria había asegurado el control de los pasos por las montañas del norte para detener invasiones y así sofocar cualquier revuelta babilónica que pudiera surgir. Bajo Salmanasar III (859–824 a.C.), las tácticas de Asur-nasir- pal se continuaron, y Asiria gobernó el territorio que comprendía Armenia hasta el Golfo Pérsico, Media hasta la costa Siria, incluyendo Cilicia y el sur del Asia Menor. En el año 857 a. de J.C., Salmanasar tomó la ciudad de Carquemis lo que hizo que se confrontara con una coalición de ciudades-estados que determinaron resistir las usurpaciones asirias. En el año 853 a. de J.C., una batalla fue sostenida en *Karkar, en la cual Acab de Israel suplió dos mil carros y catorce mil hombres (de acuerdo con los anales asirios). Aunque Salmanasar cantó victoria prematuramente, la batalla fue irresoluta. Para el año 841 a.C., sin embargo, la coalición se había roto y Salmanasar fue capaz de controlar el territorio de Hazael, aunque la ciudad de Damasco no fue tomada. Salmanasar continuó hacia el oeste alcanzando el río Dog, en el Líbano, donde recibió tributo de los estados de Tiro y Sidón y de Jehú de Israel. Este evento, no registrado en la Escritura, está registrado y representado en el *Obelisco Negro de Salmanasar. (L. 8). Samsi-Adad V (823–810 a.C.) se ocupó en gran parte de aplicar las revueltas de las provincias orientales. Después de un corto reinado murió, y su viuda Sammuramat (la legendaria Semiramis) actuó como regente hasta el año 805 a.C. cuando su hijo Adadnirari III llegó a ser rey. Durante una breve tregua en el dominio asirio en el Asia occidental, el gobernador arameo, Hazael de Damasco, buscó construir su imperio per subyugar a Israel y otros estados . Cuando Adad-nirari atacó a Hazael (804 a.C.) eso pareció una bendición a los pequeños estados del Asia occidental, ya que trajo alivio a la presión de los arameos. Adad-nirari en sus anales afirma que recibió tributo de Hatti (Siria del norte), Amurru (Siria oriental), Tiro, Sidón, la tierra de Omri (Israel), Edom y Filistia hasta el Mediterráneo. Joás de Israel fue capaz de recuperar el territorio que se había perdido anteriormente a Hazael (2 R. 13:25).
  • 50. 50 La presión asiria sobre Damasco continuó bajo Salmanasar III (781–772 a.C.). Jeroboam II tomó ventaja de esta política asiria y fue capaz de extender los límites de Israel hasta el norte incluyendo el valle de Beq‘a (2 R. 14:25–28). Al comienzo del reinado de Tiglatpileser III (745–727 a.C.), él tomó el trono de Babilonia bajo el nombre de Pulu o Pul (2 R. 15:19; 1 Cr. 5:26). Entre las revueltas que había apaciguado estaba una organizada por ―Azariau de Yaudi‖ en alianza con Hatmat. Es tentador ver en este nombre el Azarías bíblico (una variante del nombre Uzías) de Judá. Había una pequeña ciudad sobre el norte de Siria llamada Yaudi y es probable que el rey de ese estado sea el mencionado, aunque el rey de Judea no puede ser totalmente ignorado. Los anales de Tiglat- pileser contienen la afirmación de que él recibió tributo de Manahem de Israel (compárese con 2 R. 15) y de Hiram de Tiro —un descendiente del Hiram perteneciente al Tiro davídico y salomónico. Para el año 732 a.C. Tiglatpileser había capturado Damasco y había puesto fin al entonces poderoso estado arameo que tenía allí su centro. Sus anales también nos dicen que él reemplazó a Peka, el asesino de Pekahiah, hijo de Manahem por ‘Auzi (Oseas, 2 R. 15:30). Los asirios avanzaron hasta la costa fenicia, a través ―del límite de Israel‖ hasta Gaza, cuyo rey huyó a través del arroyo el-Aris hasta Egipto. Acaz de Judá se alió con los reyes de Amón, Maob, Edom y Askalón para pagar tributo a los asirios en lugar de correr el riesgo de un combate. Mientras Damasco era una amenaza potencial a Asiria, su rey Rezín se alió con Peka de Israel en un esfuerzo para remover a Acaz de Judá y poner un rey antiasirio en el trono de Judá (Is. 7). Acaz sin duda buscó ayuda de Tiglat-pileser cuando su trono fue amenazado. Tal ayuda hubiera venido muy pronto. Sabemos que Israel fue atacado, Azor destruido (2 R. 15:29) y muchos fueron llevados al exilio. Aun Acaz fue sometido a Tiglat-pileser y leemos de las innovaciones religiosas que tuvieron lugar como resultado de la influencia asiria o de su presión (compárese 2 R. 16:10). (L.10). Salmanasar V (727–722 a.C.), hijo de Tiglat-pileser III, continuó la campaña en el occidente de Asia. Oseas de Israel aceptó el consejo de sus cortesanos proegipcios y rehusó pagar tributo a Salmanasar, esperando que Egipto lo ayudara en el caso de un ataque. El ataque vino, ya que Salmanasar sitió Samaria, y la capital israelita cayó ante los asirios tres años después. Durante el sitio, Salmanasar evidentemente murió ya que Sargón II (722–705 a.C.) se atribuye haber tomado la ciudad y haber deportado 27.270 personas, colocándolas en las provincias orientales de su imperio. Sargón fue un gobernador vigoroso. Después de la caída de Samaria (722 a.C.), derrotó a Carquemis (717 a.C.), saqueó Asdod y Gat (715 a.C.) y condujo ataques en sus tribus en el lago Van (714 a.C.). Al comienzo de su reinado invadió Elam (720 a.C.) y saqueó Susa. Una década más tarde sometió a Marduk-apal-iddina II (el Merodac-baladán) quien intentó
  • 51. 51 organizar una Babilonia independiente en los pantanos a la cabecera del Golfo Pérsico. Sargón edificó un gran palacio en *Khorsabad cerca de Nínive pero murió antes de poder terminarlo. Senaquerib (705–681 a.C.) pasó los primeros años de su reinado aplacando las revueltas que siguieron a la muerte de su padre Sargón. Marduk-apal-iddina tomó el trono de Babilonia (703–701 a.C.) y Senaquerib tuvo que juntar todas sus fuerzas para desalojarlo. En el proceso, la ciudad de Babilonia fue saqueada y Marduk-apal-iddina huyó a Elam y allí murió. Cuando los problemas en el lado oriental de su imperio se resolvieron, Senaquerib marchó hacia el occidente en el año 701 a.C., sitió Sidón y marchó por la costa mediterránea hasta *Askalón. Fue probablemente en esta época que sitió *Laquis. El sitio de Laquis (2 R. 18:13, 14) está representado en unos bajos relieves descubiertos en el palacio de Senaquerib en Nínive. (L. 8). Las Escrituras son claras en decir que Ezequías de Judá pagó tributo a Senaquerib —300 talentos de plata y 30 talentos de oro (2 R. 18:14–16). Los anales de Senaquerib hacen alarde del tributo recibido de Ezequías. Fue probablemente refiriéndose a la misma campaña que más tarde Senaquerib alardea en sus anales: ―En cuanto a Ezequías, el judío, lo encerré como un ave en su jaula‖ (léase 2 R. 18:17–19:9). Tanto la Biblia como los anales asirios afirman que el sitio fue levantado y que Senaquerib se retiró sin castigar a Ezequías por su rebelión (2 R. 19:35). La Biblia atribuye la liberación de Ezequías a la intervención milagrosa de Dios. Una declaración de Herodoto se ha interpretado como diciendo que la causa secundaria pudo haber sido un ataque de peste bubónica en el campamento asirio (véase Herodoto ii. 141). De acuerdo con la narración babilónica posteriormente fue asesinado por su hijo. La Biblia (2 R. 19:37) menciona dos hijos que asesinaron a su padre, mientras éste adoraba en el templo de Nisroc —posiblemente el templo de Nusku o Ninurta en Nínive. Senaquerib, el soldado, fue también constructor. Además de sus extensos palacios, templos y puertas de entrada fue responsable por el acueducto Jerwan (véase Acueducto) que suplió el agua para la irrigación de los grandes parques alrededor de Nínive. Fueron usados prisioneros de guerra en la construcción de estos proyectos. Esar-Haddon (680–669 a.C.), Príncipe de la Corona y Virrey de Babilonia bajo Senaquerib, tuvo que aplacar las revueltas resultantes de la muerte de su padre antes de poder gobernar efectivamente el imperio. Babilonia y Elam le dieron problemas así como las tribus del norte. Tiraka, de Egipto, soñó con que su tierra volviera a gozar de las glorias perdidas y animó a las ciudades- estados del oeste de Asia a rebelarse. Cuando Baal de Tiro rehusó pagar tributo, Esar-Haddon atacó. Abdi-Milki, de Sidón, también siguió el consejo de Tiraka y sufrió un sitio de tres años (676–673 a.C.). De acuerdo con sus anales, Esar-Haddon reclamó tributo de ―Baal de Tiro, Quemos-gabri de Edom, Musuri de Moab, Sili-Bel de Gaza, Metinti de Askalón, Mili-asapa de Gabal … Ahi-Milki de Asdod …‖
  • 52. 52 Dándose cuenta de que muchos de sus problemas en Asia occidental debían atribuirse a Tiraka, Esar-Haddon invadió Egipto en el año 672 a.C. e instaló gobernadores asirios en Menfis y Tebas. Con sabiduría política, Esar-Haddon reunió a sus estados vasallos y proclamó a su hijo Asurbanipal como Príncipe heredero de Asiria, y a Samas-sum-ukin como Príncipe heredero de Babilonia. Fue así como él buscaba detener las revueltas acostumbradas que se verificaban cuando un nuevo gobierno subía al poder. Sin embargo, los planes de Esar-Haddon encontraron obstáculos. Tiraka causó problemas en Egipto y Esar-Haddon decidió rendir a los egipcios a sus pies. Yendo rumbo a Egipto, Esar- Haddon murió en Harán. Le tocó a su hijo, Asurbanipal (679–627 a.C.) —famoso en la leyenda como Sardanápolis— marchar contra Tiraka. Después de tres dures campañas y del saqueo de Tebas (el ―No‖ o No-Ammon‖ de Nahúm 3:8) en el año 663 a.C., el control de Egipto estuvo nuevamente en manos asirias. La rebelión continuó, sin embargo, en otros lugares. Esar-Huddon peleó en Tiro, Arvad y en Cilicia. Gyges de Lidia envió emisarios a Nínive en busca de una alianza con Asiria, pero este fue el único aspecto atractivo en un cuadro totalmente oscuro. Los medos amenazaban en el oriente y en el año 652 a.C., Samas-sum-ukin llevó a los babilonios a otra revuelta. Asurbanipal volvió su atención hacia Babilonia, la cual saqueó en el año 648 a.C. *Susa, la capital de Elam que había sido su aliada, fue saqueada en el año 639 a.C. Los problemas asirios en el oriente dieron al Asia occidental un período de descanso. Josías estuvo en libertad para llevar a cabo sus reformas y continuar una política independiente en Judá. Egipto, nuevamente independiente, buscó unir las ciudades-estados de Siria y Palestina en una coalición antiasiria. Los registros de las dos siguientes décadas son escasos y no existe certeza alguna concerniente a la fecha de la muerte de Asurbanipal. Los escitas se movilizaron hacia el área media del Éufrates y el poder medo creció en el oriente. En el año 625 a.C. los asirios fueron expulsados de Babilonia. En ese entonces, los babilonios y los medos unieron sus fuerzas y cautivaron a Asur (614 a.C.) y a Nínive (612 a.C.). Sin-sar-iskan, hijo de Asurbanipal, pereció en las llamas de Nínive y las capital asiria fue rápidamente movida a Harán donde Asur-ubalit resistió por dos años. Los egipcios bajo el faraón Neko, deseando ahora ayudar a la debilitada Siria contra el nuevo gigante, Babilonia, llegaron demasiado tarde para impedir que Babilonia y los escitas aliados tomaran Harán y de esa manera ocasionaran el fin de la historia asiria. Los reyes asirios eran gobernadores absolutos. No eran deificados como lo fueron los faraones egipcios, pero el rey de Asiria era considerado como un agente en la tierra del dios nacional Asur. El rey era, además, sacerdote principal de Asur y comandante de los ejércitos de Asiria. En tiempos de paz tenía la responsabilidad de planear el bienestar del pueblo. Los gobernadores provinciales y de distritos cobraban y enviaban los impuestos y tributos a la capital en Nínive. La ley asiria dependía en gran parte de los antiguos códigos sumerios y babilonios, pero mostraba una severidad mayor y un nivel cultural más bajo que el *Código de Hamurabi. Los negocios se hacían a través de acuerdos escritos y las disputas eran resueltas por las cortes.
  • 53. 53 El Código de Ley de la Asiria Media fue descubierto por los arqueólogos en el antiguo sitio de *Asur, desde 1903 hasta 1914. No se conservó en una estela como el Código de Hamurabi, sino en tabletas de barro, algunas de las cuales estaban demasiado quebradas. Las tabletas datan del tiempo de Tiglat-pileser I (1115–1077 a.C.), pero las leyes mismas venían probablemente del siglo XV a.C. Como representante del dios Asur, el rey declaraba guerras santas contra aquellos que no reconocían su soberanía. La maquinaria de guerra asiria fue la más cruel que el mundo ha conocido. El ejército incluía una fuerza de carros muy bien entrenados, arqueros, lanceros y honderos. Rampas y arietes eran usados para capturar ciudades amuralladas y el botín de los pueblos capturados incluía la gente tomada como esclava que iría a Nínive a trabajar en la capital asiria. Gobernadores hostiles fueron algunas veces empalados o despellejados vivos como una advertencia a otros rebeldes potenciales. La religión de Asiria era similar a la de Babilonia y a la de otras naciones semíticas antiguas. Aunque Asur era la deidad a quien Asiria era devota —los asirios son, por definición, ―la gente de Asur‖ — otras deidades tenían intereses que no podían ser olvidados. Anu y Adad tenían templos en Asur; a Istar, la diosa de la guerra y del amor, se le concedía especial adoración en Nínive. Nabú, el dios de la sabiduría y patrono de las ciencias, tenía altares en Nínive y en Calah. La diosa luna, Sin, honrada desde la antigüedad por los sumerios en Ur, era todavía la patrona de la Harran asiria. Minurta, dios de la guerra y de la cacería, era adorado en Calah. (L. 9). Nínive El libro de Jonás del Antiguo Testamento nos dice que Dios ordeno a Jonás que fuera a una ciudad llamada Nínive (Jonás 1:2). Debía transmitir un mensaje de juicio inminente (dentro de cuarenta días Nínive será destruida, Jonás 3:4), porque aquel pueblo era extremadamente malvado. El pueblo se arrepintió (Jonás 3:10), y Dios aplazo la destrucción de la ciudad al menos unos 150 años. (L. 9). ¿Fue Nínive una ciudad legendaria, solo una parte de un cuento del gran pez? Austen Henry Layard la desenterró en 1847. La ciudad que había sido capital de Asiria, ya se ha escavado mucho, se han encontrado restos de su murallas, templos, palacios, biblioteca, fosos y defensas que sobreviven a la orilla oriental del rio Tigris, frente a la ciudad moderna de Mosul, en Irak. El museo Británico de Londres tiene toda una sección dedicada a los relieves y las esculturas que se encontraron en Nínive.
  • 54. 54 Sargón rey de Asiria (L. 10). El profeta Isaías, en una de las profecías de Dios acerca el juicio en contra de las naciones de Egipto y de Etiopía, menciona a un rey asirio llamado Sargón. Esto representó un problema para los arqueólogos en su primera época en el campo del estudio porque se descubrió un obelisco de piedra con los nombres de todos los reyes asirios, que habían gobernado en ese reino sin que mencionase en él a Sargón. Cuando fue descubierto la universidad de Chicago hizo una atrevida declaración diciendo que habían encontrado una evidente contradicción en la Biblia, dando por hecho que las Escrituras estaban equivocadas puesto que no habían encontrado el nombre de Sargón grabado en esa piedra. Pero sucedió algo muy gracioso, podríamos decir que fue una pequeña broma que le hizo Dios a los hombres de ciencia. A la postre encontraron el palacio real de Sargón y resultó ser verdaderamente majestuoso. ¿Cómo supieron que era el palacio de Sargón? Pues sencillamente porque los ladrillos que cubrían las paredes del palacio llevaban su nombre grabado en ellos. No solo es que encontraron su nombre, sino su captura de la ciudad de Asdod tal y como se menciona en Isaías 20, estaba también grabada en las paredes del palacio y no solo eso, sino que en las excavaciones de Asdod misma más adelante encontraron fragmentos de un monumento en el que quedaba constancia de su victoria. Una de las inscripciones decía: “Sargón, rey de Asiria, que conquistó Samaria y toda la región de Israel, el que tomó cautivos de Asdod.” Aparece en el Museo británico este monumento que se hallaba a la entrada del palacio de Sargón. En esta estatua de un toro alado hay una inscripción en la que aparece la lista de los títulos y las hazañas realizadas por Sargón. Bueno, da la impresión de que la arqueología siempre se pone al día en lo que se refiere a la verdad que se encuentra en la Biblia y la siguiente verdad acerca de la cual escribe Isaías, tuvo lugar. ―En el año en que Tartan vino a Asdod, cuando Sargón el rey de Asiria le envió y luchó en contra de Asdod y se apoderó de ella, al mismo tiempo el SEÑOR habló por medio de Isaías, el hijo de Amoz, diciendo: ―Ve, quita la ropa áspera de tus caderas y descalza las sandalias de tus pies‖. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo. ― Y él lo hizo, caminando desnudo y descalzo. Y dijo el SEÑOR: ―De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, como señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía, así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los deportados de Etiopía; a jóvenes y a
  • 55. 55 ancianos, desnudos, descalzos y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto. Y se turbarán y avergonzarán de Etiopía, su esperanza, y de Egipto, su gloria. Y dirá en aquel día el morador de esta costa: "¡Mirad qué fue de nuestra esperanza, a la que nos acogimos buscando socorro para librarnos de la presencia del rey de Asiria! Y ahora, ¿cómo escaparemos nosotros?" Isaías 20. Los habitantes de la tierra hicieron una de las más importantes preguntas que jamás puede hacer un hombre o una mujer. La pregunta tenía que ver con quién habría de liberarles: ―y ahora, ¿cómo escaparemos nosotros?‖ La Biblia nos ofrece una respuesta. ―Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.‖ Colosenses 1:13-14. ¿Cómo escaparemos si rechazamos una salvación tan grande? El túnel de Ezequías (L. 10). La biblia no habla de un túnel que fue construido por orden de Ezequías, el rey de Judá, a finales del S. VIII a.C. para llevar en secreto agua del fuente de Gihon, situada fuera de la muralla principal de Jerusalén, hasta la ciudad, donde los habitantes podían disponer de agua durante el asedio de algún enemigo (2 Reyes 20:20; 2 Crónicas 32:30). Este túnel, oculto durante mucho tiempo, fue descubierto en 1938. El túnel, que sigue considerándose una maravilla de la ingeniería, serpentea por 534 metros de roca caliza. Fue escavado por dos equipos de tuneladores que trabajaron desde los dos extremos y se encontraron en el punto central. En ese punto medio se talló una inscripción en el muro para conmemorar su finalización. Hoy día se puede caminar por este túnel, el túnel tiene una altura media de 1.80 metros y el agua sigue fluyendo por él, con una profundidad media de entre 60 y 90 centímetros. Babilonia La capital del imperio al cual ésta le dio su nombre está situada en las orillas del antiguo curso del Éufrates a 87 kms. al sur de Bagdad, en el lado oriental del actual cauce del río. El lecho plano depositario del río al no contar con minerales o piedras es reducido por el clima caliente y seco a una relativa improductividad, a menos que sea ayudado por canales de irrigación. Por su ubicación, Babilonia estaba destinada a ser importante comercialmente. Las rutas de acceso al norte, y al oeste seguían el curso del Tigris y el Éufrates. Hacia el sur el Golfo Pérsico hizo posible la comunicación naval con las naciones marítimas. Hacia el oriente, a través de las puertas de Zagros, estaba el camino hacia Irán.
  • 56. 56 I. Historia de la Ciudad. La historia primitiva de la ciudad es desconocida. La epopeya acadia de la creación, *Enuma elish, ofrece un relato mítico de su fundación, describiendo a Babilonia como la primera ciudad que llegó a existir, designando a sus altares como los lugares de habitación de los dioses (VI:50 y sigtes.). Los artefactos de pedernal y piedra testifican de la antigüedad del sitio, pero los arqueólogos no han sido capaces de penetrar debajo del estrato del tercer milenio debido al alto nivel del agua. Un antiguo texto mesopotámico indica que durante el tercer milenio la ciudad era conocida por los sumerios con el nombre de Kadingira, el equivalente del acadio Babilum, ―la puerta de dios‖. Durante el segundo milenio bajo el gobierno de los semitas *amorreos, ―pueblo del oeste‖, Babilonia fue la capital de un pequeño reino *acadio dedicado al dios Marduk, gobernado por una dinastía fundada por Sumu-abum. El sexto rey de la dinastía, Hamurabi, un militar, administrador y un genio en la economía, fortaleció y embelleció a Babilonia. Durante el siglo XVI los heteos atacaron y destruyeron la ciudad, dando por terminada la primera dinastía. Entonces los casitas, que se habían radicado en Babilonia en grandes números, ayudados por una invasión de sus paisanos de las montañas de Zagros, establecieron una nueva dinastía que gobernaría durante quinientos años continuando, al parecer, los esquemas gubernamentales de Hamurabi. *Asiria derribó el control casita y reemplazó el gobierno casita por la segunda dinastía de Isin. El más grande monarca de este período de 125 años, Nabucodonosor I, subió al trono al final del siglo XII. Los siglos siguientes de la historia de Babilonia son oscuros. Parece que sus gobernantes fueron únicamente los que Asiria aceptaba. En el siglo VIII, durante el reinado de Tiglat-pileser III de Asiria, Ukin-zer, los caldeos, cuyas tribus controlaban el territorio sur de Babilonia, tomaron la ciudad pero al cabo de 3 años Tiglat-pileser la reconquistó. Seis años después de la muerte de Tiglat-pileser (721 a.C.) cuando el rey Sargón estaba defendiendo las fronteras del norte, Merodac-baladán (2 R. 20:12 sgts.), un caldeo, pretendió el trono. Por 10 años el usurpador no tuvo oposición, pero entonces Sargón movilizándose hacia el sur fue proclamado vice regente de Babilonia. Merodac-baladán, prometiendo lealtad, regresó a su tribu sólo para hacer otro intento por el trono durante el reinado de Senaquerib, el sucesor de Sargón. El intento fracasó y Bel-ibni se convirtió en rey. La insurrección de Ezequías de Judá (2 R. 8:13; Is. 30:1) hizo necesario el movimiento de las tropas asirias a Palestina e inmediatamente Merodac-baladán incitó a la rebelión. Bel-ibni fracasó en dominar la situación, pero los ejércitos asirios rápidamente reconquistaron el control. Una serie de insurrecciones acabó con la paciencia de Asiria y Babilonia fue destruida 689 a.C. ). Los relatos de Senaquerib del evento hablan con jactancia de la devastación completa. Su hijo Esar-hadón asumió el poder de esa área. Cuando Senaquerib fue asesinado en el año 681, Esar-hadón fue coronado, empezó la restauración de Babilonia y Samas-sum-ukin, el hijo de Esar-hadón, fue proclamado el príncipe heredero. A la muerte de Esar-hadón su hijo, Asurbanipal, llegó a ser rey de Asiria y Samas-sum-ukin rey de Babilonia. Después de 20 años de la diarquía, Asurbanipal sitió a Babilonia imponiendo un reinado absoluto hasta su derrota por el caldeo Nabopolasar en 627–626. En 612 Asiria cayó y fue establecido el imperio neobabilónico. Nabucodonosor II, el hijo de Nabopolasar, coronado en 605 a.C., hizo de Babilonia una de las ciudades más bellas del mundo. Nabucodonosor murió en el año 562 y para el 556 se inició una nueva dinastía con el rey Nabunaid, cuyo hijo Bel-sar-usur fue por un tiempo regente de
  • 57. 57 Babilonia (Daniel. 5, 7, 8). Ciro de Persia conquistó Babilonia en el 539 y hasta el 331 Babilonia estuvo bajo el gobierno aqueménida. Alejandro Magno, después de derrotar a Persia, pensó reconstruir Babilonia restaurándola a su antigua grandeza; pero después de su muerte en 323 d.C., Babilonia fue descuidada y finalmente abandonada. Se encuentran referencias constantes a Babilonia en los antiguos textos y en los escritos de Herodoto, Cestio, Strabo y Plinio. La detallada descripción de Herodoto de la ciudad, a la vez que exagera las dimensiones, parece ser correcta en cuanto a la descripción de las murallas, torres, puentes y edificios y ha sido valiosísima en determinar la identificación de los edificios. II. Excavaciones. El interés científico en Babilonia empezó en 1616 cuando Pietro della Valle, un noble italiano, coleccionó ladrillos inscritos y realizó una descripción más o menos acertada de las ruinas. La exploración arqueológica comenzó con Abbe de Beauchamp, vicario general del Papa en Bagdad durante los años 1780–90, quien empleó trabajadores para excavar las ruinas descubriendo el así llamado ―león de Babilonia‖, algunos cilindros de arcilla y una porción de la puerta de Istar. La publicación de las memorias de Beauchamp en 1790 hizo un gran impacto en el mundo de la erudición y en la Compañía de la India Oriental Británica. Cladius James Rich, residente de la Compañía en Bagdad, autorizó la realización de estudios exploratorios, visitó Babilonia en 1811, fecha en la cual el estudio científico moderno del sitio puede decirse que empezó. (L. 7). Rich midió los montículos, coleccionó tabletas y cilindros inscritos para el Museo Británico y determinó que la ciudad medía aproximadamente 4 kms. de norte a sur y 3.80 kms. de este a oeste. Dentro de esta área casi cuadrada reconoció 4 promontorios. Babil, un tell (colina artificial) oblongo (más largo que ancho) o irregular de una altura de 869 mts. desde la ribera del río, que estaba en el extremo norte de la ciudad. A 2 kms. hacia el sur, en el centro, estaba Kasr (el Palacio), un conglomerado de promontorios de 2, 5 kms. 2. Separado del Kasr por un valle de 503 mts. de largo y elevándose sólo 15 mts. sobre la llanura estaba Tell Amran ibn Ali, llamado así por una cúpula conmemorativa en el centro. El montículo más al sur se llamaba Jumjuma, por el nombre de la villa árabe cercana. Robert Ker Porter, sucesor de Rich (1817–20), trazó un plano de toda el área. En 1828, Robert Mignan excavó un área de cuatro metros cuadrados a una profundidad de seis metros, encontrando un cilindro de arcilla, monedas y algunas piedras preciosas. Austin Henry Layard hizo algunos limitados trabajos exploratorios en 1850. En 1852, una expedición francesa bajo Fullgence Fresnel, Jules Oppert y Felix Thomas investigó 3 montículos. De Kasr se obtuvieron mosaicos esmaltados, ladrillos inscritos y un cilindro de arcilla. En Amran, las tumbas partias fueron abiertas: unos ladrillos neobabilónicos fueron recogidos y se recobraron terracota, arcilla, vidrio, cobre y unos pocos objetos de oro. De Babilonia se obtuvieron ladrillos y artefactos de piedra y de vidrio. Desafortunadamente, en 1855, el barco que regresaba con el material juntado por la expedición francesa se hundió y
  • 58. 58 los artefactos se perdieron. En general, la expedición francesa fue un fracaso. Oppert, desorientado por las dimensiones exageradas de Herodoto, incluyó dentro de los límites de la ciudad tales promontorios como Birs Nimrod (Borsipa) y El Ohemir (Kish). Poco tiempo después, los árabes, al estar excavando en busca de ladrillos en el área Amran- Jumjuma descubrieron recipientes de arcilla que contenían 3000 tabletas de arcilla del tiempo de Nabopolasar y sus sucesores. Estas fueron adquiridas por George Smith para el Museo Británico. En 1879 Hormuzd Rassam, un ex-ayudante de Layard, inició excavaciones. De Jumjuma extrajo miles de tabletas inscritas incluyendo registros de los días de Nabopolasar y Nabucodonosor del gran banco en Egibi, proveyendo así valiosa información acerca de la vida comercial de Babilonia. De este lugar proviene el *Cilindro de Ciro (véase más adelante). Desafortunadamente, muchas tabletas de arcillas no cocidas se deshicieron al ser expuestas al aire. En Kasr, Rassam dirigió una limitada investigación, pero en Babil descubrió acueductos y aljibes o norias de granito rojo importado, bellamente cortados y arreglados. Restos de una pared en un área fueron erróneamente identificados como el resto de los jardines de Nabucodonosor. El trabajo más extenso de investigación en Babilonia fue llevado a cabo por Robert Koldewey. En 1898, auspiciado por el Kaiser Wilhelm II y por la Sociedad Oriental Alemana, Koldewey empezó un estudio de dieciocho años que terminó en 1917 a consecuencia de la Primera Guerra Mundial. Entre sus colaboradores se contaban W. Andrae, F. Baumgarten, G. Buddensieg, J. Grossman, J. Jordan, F. Langenegger, B. Meisner, K. Müller, A. Nöldeke, O. Reuther, F. Weisbach y F. Wetzel. Casi todos los resultados de la expedición alemana están relacionados con el período posterior a la destrucción de Senaquerib. En una sola sección se halló material anterior a este período. Koldewey identificó cinco promontorios, Babil, Kasr y Amran, previamente identificados por Rich y Homer y Merkes, ligeramente hacia el oriente. La llanura entre Amran y Merkes conocida como Sachn (el pan) también fue excavada. La Babilonia de Nabucodonosor, desparramada por el Éufrates, estaba protegida por una inmensa muralla de más de 18 kms. de largo y 26 mts. de ancho. Los 8 mts. exteriores estaban compuestos de ladrillo cocido asentado sobre asfalto, la superficie interior de ladrillo crudo tenía 7 mts. de espesor y el resto del espacio se llenaba con desperdicios. Torres reforzadas estaban colocadas a cada 20 mts. y una fosa adyacente del lado de la ciudad forrada con ladrillos cocidos de un espesor de 3 mts. regulaba el Éufrates y fortalecía las defensas. Las paredes secundarias interiores de adobe aseguraban los flancos del Éufrates donde el río dividía la ciudad. (L. 8). Fuentes literarias señalan que 8 puertas, cada una nombrada en honor de una deidad, abrían paso en las murallas. Koldewey excavó 4, la puerta de Istar en el norte, en el oriente las puertas de Marduk y Ninurta y en el sur la puerta de Urash. Las 4 puertas restantes fueron identificadas con certidumbre razonable: la puerta de Sin, hacia el norte, la puerta de Adad, hacia el oriente, las puertas de Enlil y Samas hacia el sur. La puerta de Istar parece que fue la puerta de uso más frecuente y el camino que conducía a través de dicha puerta era conocido como ―la Vía Procesional‖.
  • 59. 59 La excavación de Babil, identificada a través de inscripciones como el sitio del palacio de verano de Nabucodonosor, no produjo resultados. El trabajo en Kasr descubrió el palacio central de Nabucodonosor y el pequeño templo de Ninmakh. Homera, el montículo rojo, no produjo más que un teatro griego. Los escombros masivos hacia el norte del teatro fueron considerados como el material sobrante tirado por los hombres de Alejandro cuando restauraron el ziggurat. El Merkes proveyó la clave para la historia arqueológica de la ciudad. A pocos metros bajo la superficie fueron encontrados artefactos partos y luego en sucesión también artefactos helenísticos, persas, neo-babilónicos, asirios y casitas. Doce mts. debajo de la cima, aparecieron restos de edificios y tabletas de la primera dinastía; pero debido al nivel del agua subterránea fue imposible bajar más. Casas de este período en forma de cubo, pequeñas y sin ventanas, aunque amontonadas en un bloque aislado separado por calles relativamente derechas, parecen haber sido bien construidas y haber estado provistas con suficiente agua y buen drenaje. Los artefactos de la primera dinastía incluían numerosos documentos comerciales que demostraban que esta área había sido un centro comercial, literatura de agüeros, vasijas, botellas de almacenaje, armas de bronce y joyería. La destrucción había ocurrido por medio del fuego, pero fue imposible determinar si el desastre fue ocasionado por los enemigos asirios o heteos. En el nivel neo-babilónico se encontró un templo a Istar. En Amran fue descubierto un templo dedicado a Marduk y en la llanura Sachn fueron encontradas las ruinas de un gran ziggurat. III. Templos. De 43 templos mencionados en los documentos, 15 mencionados en las inscripciones de Nabucodonosor, sólo 5 fueron excavados. Todos ellos estaban dentro del precinto amurallado y se entraba a ellos a través de puertas o pasillos interiores rodeados por edificios. Al edificio del templo mismo, a menudo con estrados elevados para las estatuas, los cuales aún permanecen, se llegaba a través de un patio. Un largo corredor limitaba 2 o 3 lados del lugar santo y pasaba a través del patio que daba al templo. Muy pocos artefactos se recobraron de los templos. Emah, el templo de Ninmah, diosa del mundo subterráneo, situada en el Kasr hacia el lado oriental de la puerta de Istar era una pequeña estructura (53 por 35 mts. ) en tan excelente estado de preservación que llegó a ser el modelo para interpretar los planos de los altares. La influencia de la arquitectura militar fue visible en las torres y almenas, pero las murallas fueron horadadas con largas hendiduras, verticales, ausentes en las estructuras militares. Enfrente de las torres que rodean la entrada había un pequeño altar callejero de adobe, cubierto originalmente con mezcla blanca. La entrada conducía a través de un pequeño cuarto hacia el patio con una noria revestida de ladrillos e inmediatamente opuesto a la entrada estaba el altar al que se llegaba a través de un vestíbulo y antesala. Ciertas depresiones circulares en el pavimento de asfalto del patio pudieron haber sido hechas con propósitos culticos. Había recipientes de ladrillo en cada lado de la entrada al templo los que servían para las ofrendas y en el frontis estaba la estatua de Ninmah. Tanto el altar como la antesala tenían cámaras a los lados y alrededor de uno de los lados y detrás del templo había un gran cuarto al que se entraba a través del patio o antesala. Las tabletas cuneiformes dan una lista de los materiales de construcción y de los obreros; fueron descubiertos numerosos figurines y un objeto de cerámica de un hombre con un cayado de oro. Un cilindro de arcilla identificaba el sitio y señalaba que Asurbanipal había edificado el templo.
  • 60. 60 E-patutila, ―la casa del cetro de la vida‖ dedicada a Ninurta, estaba en un ángulo oblicuo complejo, de 58 por 40 mts. y yacía bajo la parte sureste de Amran. Un cilindro de fundación informaba que Nabopolasar había completado el edificio y una inscripción registraba las restauraciones hechas por Nabucodonosor. Delante de la puerta oriental que se abría hacia la calle conduciendo a la puerta Ninurta había un pequeño altar. Los precintos incluían un patio central y el complejo de edificios y 3 altares unidos por medio de puertas, presumiblemente los templos sagrados a Ninurta, su consorte Gula y su hijo. Terracotas de hombres barbados, mujeres desnudas y monos se cree que simbolizaban las tres deidades. El templo Z, al oeste del templo de Ninurta, no pudo ser identificado porque la única inscripción encontrada faltó en designar el dios a quien el edificio se había dedicado. El complejo estaba encerrado dentro de murallas pesadas con dos entradas que daban al patio. En el lado sur del patio un vestíbulo conducía a la antesala y al templo. Fueron descubiertos pequeños patios con cuartos adyacentes en el lado occidental. Pocos artefactos fueron encontrados aparte de una paloma de arcilla y un figurín. (L. 7). El templo de Istar de Acadia estaba en medio de casas en el Merkes, al este de la Vía Procesional. Las entradas del sur y del este conducían a través de vestíbulos a un patio abierto que tenía una noria. En el lado opuesto de la puerta oriental se encontraba la antesala con un gabinete de ladrillo que contenía una estatuilla y la sala rodeada por un largo pasadizo. Esagila, ―la Casa con la Cabeza Levantada‖, el templo de Bel-Marduk, el dios patrono más importante en la sagrada Babilonia, fue descubierto en 1900 a una profundidad de 20 mts. en el montículo de Amran. Un área de 79 por 85 mts. fue excavada pero por medio de túneles se amplió la investigación. Dos estructuras rectangulares adyacentes con numerosas capillas formaban el complejo de edificios. El anexo oriental, con acceso a través de una puerta en la pared, al frente de la pared de la Vía Procesional, consistía de un patio central rectangular rodeado por cuartos aún no excavados. Un patio más pequeño rodeado por edificios sin excavar todavía se encuentra hacia el sur. Una entrada del lado occidental conducía al área principal del templo -un patio cuadrado limitado hacia el norte y hacia el sur por una hilera doble de cuartos. Al frente del patio y opuesta a la entrada, una inmensa puerta daba acceso a la antesala del santuario, llamado Ekua, que era un cuarto rectangular de 38 por 19 metros. En este santuario la estatua de Marduk pudo haberse levantado, probablemente sobre un podio elevado en el nicho de la capilla opuesto a la entrada principal. Se recuperaron recipientes de barro cocido que ostentaban la figura de arcilla de un hombre con barba, con pies de buey y con una palma en la mano. Cuáles dioses ocupaban otros cuartos es asunto de especulación a excepción, tal vez, de una capilla sola en la cual fueron descubiertos los símbolos Ea. Cuatro entradas, una de cada lado, abrían el paso hacia el área del templo, mientras que el anexo oriental tenía cinco puertas.
  • 61. 61 IV. La Vía Procesional y la Puerta de Istar. La gran Vía Procesional de 23 mts. de ancho que servía como arteria principal de la ciudad fue casi enteramente el trabajo de Nabucodonosor, aunque ya había existido anteriormente. Las capas básicas de ladrillo cubiertas con asfalto fueron revestidas con planchones de piedra caliza importada de 1 mt. cuadrado. Veredas de bloques de granito con vetas rojas de 0.55 mts. cuadrados cada uno, flanqueaban la vía. Los bordes biselados de cada piedra llevaban inscripciones señalando que Nabucodonosor había construido esta vía en honor a Marduk. La vía se extendía a través de la puerta de Istar, pasando por el palacio de Nabucodonosor hasta el templo de Marduk. Las puertas dobles con murallas que aún permanecen a una altura 12 mts. formaban un sólido bloque con puertas separadas por un patio angosto o pasadizo. Había torres que flanqueaban cada puerta. Las murallas de ladrillo azul esmaltado estaban adornadas con bueyes amarillos y blancos y dragones (sirrush) en filas alternadas. Una réplica de la puerta encontrada en una placa de oro de la tumba en el palacio de Nabopolasar presenta la entrada arqueada con 2 torres que sobresalen la muralla. Un bloque de piedra caliza inscrito entre las puertas anunciaba que la puerta había sido construida en honor de Marduk por Nabucodonosor. Más allá de la puerta, la Vía Procesional continuaba entre altas murallas defensivas de ladrillos azules esmaltados adornados con leones blancos con melenas amarillas y leones amarillos con melenas rojas, cada uno de ellos de más de dos metros de longitud. V. El Palacio de Nabucodonosor se levantaba entre la Vía Procesional y el Éufrates, un inmenso complejo de edificios protegidos por una muralla doble y maciza. Un palacio más pequeño debajo de las ruinas, probablemente el palacio de Nabopolasar, había sido arrasado por Nabucodonosor de acuerdo con una inscripción. Cinco patios mayores descansaban dentro de las murallas. Al primero se entraba desde la Vía Procesional por una puerta en una pequeña entrada en medio de torres protectoras a través de un patio de acceso diminuto rodeado de cuartos. Hacia el norte y el sur había viviendas que eran accesibles sólo a través de estrechos pasadizos. Numerosos alabastros y moldes cilíndricos fueron encontrados cerca de las habitaciones del norte los que hicieron que Koldewey dedujera que allí estaba ubicado un centro de manufactura. Un segundo patio, al que se entraba desde el primero a través de una enorme puerta, estaba junto a unos enormes edificios. Un amplio pasaje conducía a la esquina nor-oriental de la ciudadela donde Koldewey excavó catorce celdas similares en tamaño y forma, una que contenía una noria, todas rodeadas por una fuerte pared Koldewey creía que aquí estuvo el sitio de los jardines colgantes con su sistema de irrigación. Como su hipótesis no ha sido aceptada, la ubicación de la maravilla legendaria es aún desconocida. Más allá del segundo patio estaba el patio central, rodeado por fuertes murallas y al que se entraba a través de una gran puerta, y se distinguía por un estanque de agua, aunque este puede haber sido del período persa. Hacia el norte había 2 habitaciones mayores, una con 2
  • 62. 62 patios, la otra con 4 patios. Hacia el sur estaba el cuarto del trono revestido de blanco (17 por 52 mts. ) con una entrada central flanqueada por 2 puertas. El nicho de doble fondo opuesto a la puerta principal, que se creía era el sitio del trono, sería visible desde el patio. La fachada de loseta esmaltada exterior presentaba columnas amarillas y capiteles de azul brillante, conectados por una serie de capiteles, en cuya parte superior tenían un friso de palmas dobles de color blanco contra un fondo azul oscuro. El conjunto estaba bordeado por una banda de cuadros alternados de losetas amarillas, negras y blancas. Al oriente del patio central había 2 patios más, ambos de tamaño grande rodeados de edificios. Fragmentos de losetas unidas mostraron motivos de escorpiones, leones, aves, serpientes y panteras. Se encontraron restos de las puertas de cedro cubiertas con umbrales de bronce y una inscripción indicando que Nabucodonosor había importado el cedro del Líbano. Los artefactos incluían una estela hetea de dolomita con un grano tosco que representaba al dios de la temperatura, una figura de basalto de un león acosando a un hombre y una estela que representaba al gobernador local presentándose ante Istar y Adad, la restauración del canal Sukhi, el despliegue de una ciudad y la plantación de palmeras dátiles en las cercanías de Khabur en el Éufrates. VI. El Ziggurat de Babilonia, E-temenan-ki, ―la casa del fundamento del cielo y de la tierra‖, excavado en el Sachn entre 1908 y 1911 era un vasto complejo de más de 150.000 mts. 2 rodeado por una pared casamata. Torres ornamentales adornaban las paredes interiores y las 10 entradas elaboradas, 2 al norte, 2 al oriente, 2 al occidente y 4 al sur, cada una con patios interiores que conducían hacia el interior. Dentro de los períbolos había tres divisiones, un patio con numerosas casas pequeñas hacia el norte y un largo patio occidental y el patio principal del ziggurat y otros grandes edificios. El ziggurat mismo puede datar del tercer milenio. Después del sitio de Senaquerib fue restaurado por Nabopolasar y Nabucodonosor sólo para ser destruido por Jerjes. Koldewey encontró que la estructura era una inmensa masa de adobe asentada sobre capas de asfalto y estera, con una concha exterior de ladrillo cocido. La base medía 100 mts. por cada lado, pero es imposible determinar cómo era la estructura. Unas escaleras en ángulo recto hacia el sur indicaban una entrada y Koldewey, basándose en el plano conocido de Ur, lo reconstruyó, añadiendo dos escaleras que flanqueaban las escaleras centrales. Hay poca duda de que ésta fue la torre de Babel mencionada en Génesis 11:1–9. VII. El Puente. Los 7 pilares del famoso puente que se extendía sobre el Éufrates y unía las dos secciones de la ciudad fueron excavados. Construidos de ladrillo pequeño asentado en asfalto, cada pilar medía 21 mts. de largo y 9 mts. de ancho y estaban colocados a intervalos de 9 mts. La puerta hacia el puente estaba en una inmensa muralla protectora entre la tierra y el primer pilar del río. VIII. Babilonia y la Biblia. Numerosas referencias bíblicas a Babilonia tienen que ver con el período de subyugación de Judá por Nabucodonosor (2 R. 17-25; 2 Cr. 36; Jer. 20-51). Otros pasajes son más generales. La torre de Babel (En. 11) está seguramente asociada con el ziggurat de Babilonia. En el Apocalipsis de Juan, Babilonia es un símbolo escatológico.
  • 63. 63 Contribuciones muy limitadas han resultado de la excavación misma y muy poco del material de la primera dinastía ha tenido importancia directa con el estudio de la Biblia. Los intentos de asociar Amrafel (En. 14:1) con Hamurabi han sido abandonados. Las tabletas de la primera dinastía que tratan del arriendo de un buey o del arriendo de un campo por un cierto Abarama, hijo de Awel-Istar, obviamente no se refieren al Abraham de la Biblia. Abarama y Abraham son, esencialmente, el mismo nombre, lo cual demuestra que el nombre bíblico no necesita ser considerado como un nombre acuñado (―padre del pueblo‖) sino que representa una nomenclatura común en el antiguo Cercano Oriente. Los textos de las dos primeras dinastías son importantes para el estudio del problema Sa.Gaz-Hab/piru. Uno se refiere a la provisión de vestidos para los mercenarios *Habiru y el otro, una carta escrita por Hamurabi, menciona el sobreveedor de Sa.Gaz. Al presente no hay manera de relacionar estas referencias con los hebreos de la Biblia. De significado más directo son los materiales del período neo-babilonio tales como la tableta de Joacim. En las ruinas de los edificios fortificados de la ciudadela real, identificados como los jardines colgantes de Nabucodonosor, fueron halladas unas trescientas tabletas de arcilla que datan de 595 a 570 a.C. Muchas contenían listas de raciones para los cautivos de Egipto, Askalón, Fenicia, Siria, Cilicia, Lydia, Elam, Media, Persia y Judá, que incluían productos como el aceite y la cebada. A menudo se designa el status u oficio del recipiente. Una tableta, que medía 8 por 15 cts. , rota en 3 pedazos, se refería al rey Joacim de Judá como ―Yaukin, rey de Yahud‖, y menciona sus 5 hijos y otros cautivos judíos. Esta tableta, fechada en el año 592 a.C. deja en claro que aun en el exilio Joacim era considerado como el monarca judeo. El Cilindro de Ciro, un barril de arcilla cocida de 23 cts. de largo, registra las conquistas de Babilonia por Ciro de Persia. A pesar de la pérdida de varias líneas por roturas, el relato principal está claro. Habiendo planteado los problemas encontrados por los sacerdotes babilónicos en el rey Nabonido, el texto habla de Marduk, quien buscaba un hombre justo, pronunciando el nombre de Ciro y así destinándolo a ser el gobernador del mundo. Babilonia fue tomada sin batalla y Ciro fue bien recibido por el pueblo. Por edicto real fueron puestos en libertad los cautivos y se les permitió regresar a sus tierras de origen, a la vez que sus santuarios fueron restaurados y los objetos de culto reintegrados a sus lugares. (L. 8). Mucho de lo que se relata en el cilindro puede estar relacionado con las narraciones bíblicas. Isaías 44:24-28; 45:1-6 proclama las acciones de Ciro como el cumplimiento de la voluntad de Jehová, sea que Ciro se diera cuenta o no de ello (45:4). Bajo el decreto de regreso, algunos judíos volvieron a Jerusalén y debido al interés y ánimo de Ciro en la restauración del altar, el templo de Jehová fue reconstruido (2 Cr. 36:22 y Esd. 1).
  • 64. 64 Una tableta, conocida como la *Crónica babilónica que cubre la historia del período entre los años 605 y 594 a.C., tiene importancia para determinar la fecha de la caída de Jerusalén. Anota la derrota de Nínive por los babilonios y medos en el 612 y delinea las narraciones egipto-babilonias hasta la batalla de Carquemis en 605 (Jer. 46:2) cuando el faraón Necao fue derrotado por Nabucodonosor, el príncipe heredero de Babilonia. El relato registra la conquista de Siria y Palestina (2 R. 24:7). (L. 7). Nabopolasar murió el 15 de agosto y para el 7 de septiembre Nabucodonosor había sido elevado al trono. Se registra el pago de tributo por reyes de la tierra de Hatti, la cual incluiría a Judá y posiblemente Joacim estuvo entre los contribuyentes (2 R. 24:1). La derrota de Egipto por los babilonios en el año 601, debidamente registrada en la tableta, puede haber animado a Joacim a rebelarse. Después de haber atacado a los árabes en Cedar (Jer. 49:28–33) Nabucodonosor se movilizó sobre Jerusalén iniciando el sitio el 18 de diciembre de 598 a.C. El 16 de marzo de 597 la ciudad capituló y habiendo instalado un rey ―títere‖ Nabucodonosor se retiró llevando consigo muchos cautivos y grandes tributos (2 R. 24:10–17). No hay duda que la referencia indica la captura de Joaquín y la instalación de Zedequías como el nuevo monarca. El cronista informa de otras incursiones sobre la tierra de Hatti pero termina antes de la revuelta de Zedequías. Daniel LA BIBLIA afirma en Daniel 1:1-2: “En el tercer año del reinado de Joacim rey de Judá, Nabucodonosor rey de Babilonia fue a Jerusalén, y la sitió. El Señor entregó en su mano a Joacim rey de Judá y parte de los utensilios de la casa de Dios. Los trajo a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en el tesoro de su dios”. El hecho que Nabucodonosor saqueó las tierras que incluyeron Israel durante su primer año como rey es registrado en tabletas babilonias conocidas como las Crónicas de babilónio. Ellos registran que reyes del territorio conocido como Hatti-Tierra vino antes él y le ofreció tributo pesado. Esas ciudades que no se sometieron lo a, él vino contra y se llevó sus botín apoyan a Babilonia. Según la Biblia, Daniel 1:3-4, durante la invasión de Jerusalén en el año 606 a. de C., Nabucodonosor, rey de Babilonia, instruyó a Aspenaz el Amo de sus eunucos, que trajese de vuelta a algunos de los hijos de Israel para que sirviesen en el palacio del rey y con el propósito de enseñarles el idioma y la literatura de los caldeos.
  • 65. 65 Escogió a Daniel juntamente con sus tres amigos, Ananías, Misael y Azarías. Sorprendentemente el oficio babilonio de Amo de los eunucos ha sido confirmado por la arqueología. En el interior del museo británico hay una tableta de arcilla inscrita con las palabras: “Rab-Saris.” En arameo, la palabra Rab interpretada significa Amo y Saris quiere decir eunucos. Otro hecho sorprendente acerca del libro de Daniel es que en 1947 se descubrieron los primeros pergaminos del Mar Muerto, que contenían fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento a excepción del de Ester. Entre ellos se encuentra una copia de Daniel. Los capítulos 2:4 al 7:28 han sido escritos en el antiguo idioma arameo, conocido como caldeo (el lenguaje de Babilonia), la misma lengua que se usaba en los documentos del siglo séptimo a. de C. Esta es otra confirmación del hecho de que los acontecimientos acerca de los cuales habla Daniel fueron escritos por Daniel durante el tiempo de su cautividad en Babilonia. LA BIBLIA afirma en Daniel capítulo 1:6-7: ―Entre ellos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de la tribu de Judá. A estos, el jefe de los funcionarios les puso nombres: A Daniel llamó Beltesasar, a Ananías Sadrac; a Misael Mesac y a Azarías Abed-nego‖. En Babilonia se halló un prisma de arcilla de cinco lados (o polígono), que actualmente se encuentra en el museo de Istanbul y en él aparece una lista de los hombres juntamente con sus títulos. Tres de los hombres de la lista, que aparece en el prisma, tienen pronunciaciones que son muy parecidas a las de los tres amigos de Daniel, aunque si son o no son los hombres que de hecho se mencionan en la Biblia no es seguro. En dicha lista se ha encontrado el nombre Ardi-Nabu, Secretario del príncipe heredero. Este nombre es equivalente al nombre Abednego en arameo y puede, hecho, ser la primera mención de uno de los amigos de Daniel, aparte de la que se hace en la Biblia. Otro nombre que se ha encontrado en la lista es Hanunu-Jefe de los mercaderes reales. El nombre Hanunu puede ser el equivalente babilonio del nombre hebreo Ananías. Otro nombre que se ha hallado en la lista es el de Musalim-Marduk, que era un oficial de Nabucodonosor. Marduk era el nombre del dios babilonio. Si se elimina la parte de Marduk del nombre, nos quedamos con Musalim que bien puede referirse a Misael. Fíjese el lector que cada uno de estos hombres ocupaba un puesto administrativo en Babilonia. En Daniel 2:49 la Biblia afirma: Daniel solicitó del rey, y él designó a Sadrac, a Mesac y Abed-nego sobre la administración de la provincia de Babilonia. Y Daniel permaneció en la corte del rey.‖ El horno Babilónico En Daniel 3 leemos el episodio en que Ananías, Misael y Azarías fueron arrojados en el horno ardiente por desobedecer el mandato de inclinarse rostro en tierra y rendir culto a la estatua de oro que levanto Nabucodonosor (Daniel 3:5). Dios protegió milagrosamente a aquellos muchachos cuando pasaron por las llamas. ¿Es verdad que los babilónicos arrojaban a las personas a hornos ardientes? La arqueología ha contribuido a verificar que si lo hacían.
  • 66. 66 Se ha descubierto un gran horno en Babilonia con inscripciones donde se lee que aquellos que se negaran a adorar a los dioses eran incinerados. Harol Willmington, profesor en la Liberty University de Virginia, escribe: Los primeros excavadores en Babilonia recuperaron un edificio con una forma peculiar, que al principio les pareció un horno para cocer cerámica hecho de ladrillo. Encontraron una inscripción que especificaba el propósito de aquel edificio, y decía lo siguiente: ―Este es el lugar donde los hombres que blasfeman contra los dioses de Caldea morirían por fuego‖. Otras excavaciones en Babilonia han desenterrado un edificio con una inscripción que indica su uso: la instrucción de los príncipes y nobles cautivos sobre las costumbres de los caldeos. Esto contribuye a verificar que el trato benévolo que recibieron Daniel y sus tres amigos (Daniel 1:4 ;9) no era ajeno a la política de Babilonia. Belsasar En Daniel capítulo 5, un rey babilonio por nombre Belsasar se burla de Dios dando una fiesta con artículos que han sido tomados del templo judío. Como resultado de ello Dios juzga a Belsasar quitándole su reino y dividiéndolo entre los medas y los persas. A los críticos de la Biblia les encanta valerse de esta historia con el propósito de resaltar los aparentes errores en el texto, intentando demostrar que la Biblia no es exacta. Lo primero que dicen es que el último Rey que gobernó el imperio de Babilonia antes de que fuese destruido por los medas y los persas, fue un hombre llamado Nabonido no Belsasar. En segundo lugar, Belsasar no fue nunca rey de Babilonia y, en tercer lugar, la Biblia se refiere a Nabucodonosor como el padre de Belsasar, que no lo fue. Pero estas declaraciones hechas por los críticos de la Biblia son mentiras o verdades a medias. Para empezar, el nombre Belsasar se encuentra en la arqueología y da la casualidad de que fue hijo del rey Nabonido, lo cual le convertía en príncipe heredero del reino de Babilonia. Aunque algunas traducciones de la Biblia afirman que Nabucodonosor fue su padre, la palabra hebrea para padre también puede interpretarse en castellano con el significado de abuelo o antepasado y, de hecho, Belsasar fue un descendiente sanguíneo, de línea directa, de Nabucodonosor. Lo mismo se aplica al hecho de que la Biblia llama a Belsasar rey. Aunque los documentos históricos no mencionan que fuese rey, la palabra hebrea para rey también se puede interpretar como gobernador o príncipe real y los documentos de la historia dicen que fue ambas cosas. Nabóido, que gobernó el imperio de Babilonia entre los años 555 y 538 a. de C. menciona a su hijo primogénito Belsasar en una inscripción que se halló en la ciudad de Ur en 1853. La inscripción dice: ―Ojalá que yo, Nabónido, rey de Babilonia, no te falle y que mi primogénito, Belsasar, te adore con todo su corazón‖. Otro fragmento de evidencia a favor del
  • 67. 67 reinado de Belsasar en la ciudad de Babilonia procede de una inscripción en la cual se hace referencia a él como el hijo de Nabónido y se le concede autoridad para gobernar. “Poniendo el campo bajo el gobierno de su hijo mas mayor... Sus manos quedaban entonces libres, confiándole a él la autoridad del trono real.” Existe otra evidencia más que procede de una tableta que data del siglo seis en Babilonia, donde se le menciona a la misma luz que a su padre: “En lo que se refiere a la brillante estrella que ha aparecido, intentaré interpretar su significado para la gloria de mi señor Nabónido, rey de Babilonia, y también para el príncipe heredero, Belsasar.” Resulta interesante fijarse en que a la hora de hacer este juramento, el hombre juró tanto por Nabónido como por Belsasar, aunque en cuanto a los juramentos de aquella época, generalmente solo se mencionaba al rey. Esto parece indicar que Belsasar poseía una autoridad muy parecida, que solo ocupaba un segundo lugar a la de su padre por todo el imperio. Esto apoya totalmente a la Biblia: Belsasar hablándole a Daniel en el capítulo 5 versículo 16 dice: ….‖Si ahora puedes leer esta escritura y me das a conocer su interpretación, serás vestido de púrpura, tendrás un collar de oro en tu cuello y gobernarás como tercero en el reino.‖ (Aquí Belsasar indica que era el segundo gobernante más elevado en Babilonia y no el primero). Sabemos además que en aquella época en que los medas y los persas capturaron Babilonia, Nabónido no estaba viviendo en la ciudad de Babilonia, sino que estaba en un lugar conocido como Teima, al norte de Arabia. Dejando a su hijo en su país, a cargo del gobierno de la ciudad. El rey Ciro de Persia se refiere también a Belsasar cuando conquistó Babilonia en sus escritos: ―Un endeble fue puesto al cargo como el rey de este país….Interrumpiendo de manera malvadas las ofrendas habituales…La adoración de Marduk, el rey de sus dioses, convirtió en abominación. La afirmación de Ciro: ―La adoración de Marduk el rey de sus dioses convirtió en abominación‖ encaja muy de cerca con la historia del libro de Daniel. Aunque no fue la escritura de Marduk la que apareció en la pared, sino la del Dios verdadero de Israel. Según la Biblia, Belsasar estaba celebrando una fiesta en el momento en que la ciudad de Babilonia fue avasallada por los medas y los persas. La caída de Babilonia, tal y como ha sido escrita por los antiguos historiadores Herodoto, Berosus y Xenofon lo verifica: ―A continuación Ciro cavó una trinchera y desvió el curso del río Éufrates por el nuevo canal que conducía a un pantano existente. Entonces el nivel del río descendió de tal modo que parecía solo un arroyo. Fue así como el ejército pudo apoderarse de la ciudad al poder marchar por las aguas poco profundas.... En aquel entonces los babilonios estaban inmersos en la celebración de una fiesta a uno de sus dioses, de modo que les pilló totalmente por sorpresa.‖ Otra parte de la historia de la Biblia que los críticos intentan atacar es la mencionada en Daniel 5:30-31: ―Aquella misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos. Y Darío el medo tomó el reino siendo de 62 años‖. Los eruditos bíblicos liberales dicen que según la
  • 68. 68 historia no hubo un hombre que se llamase Darío el meda y dicen que el escritor de las Escrituras debió de confundirle con un rey que reinó mucho después, llamado Darío de Persia. Pero esta aparente equivocación también se puede explicar. Para empezar, todas las ―Crónicas Babilonias‖ nos dicen la fecha exacta en que cayó Babilonia, el 13 de Octubre del año 539 a. de C. Según la documentación histórica un hombre llamado Gubaru, un meda, fue nombrado por el Rey Ciro para que gobernase en Babilonia en esa época. Gubaru nació en el año 601 a. de C., lo cual significa que tendría 62 años cuando invadió Babilonia, exactamente la edad que se menciona en Daniel 5:31. Los datos babilonios acerca de la conquista de Babilonia por parte de Darío el meda aparecen a continuación: ―En el mes de Tashritu, cuando Ciro estaba batallando contra el ejército de Acad en Opis, en el río Tigris, los ciudadanos de Acad se sublevaron, pero Nabónido masacró a los confusos habitantes. En el día 14, sin que se produjese una batalla, fue tomada Sippar y Nabónido huyó para salvar su vida. En el día 16, Gubaru (Darío el meda) gobernador de Gutium y el ejército de Ciro entraron en Babilonia sin que hubiese una batalla y posteriormente arrestaron a Nabónido cuando regresó a Babilonia‖. En el tercer día del mes de Arahshamnu, Ciro entró en Babilonia y colocaron ramitas verdes delante de él y se impuso en la ciudad un estado de paz. Ciro envió sus saludos a toda Babilonia y Gubaru, su gobernador, instaló dirigentes que gobernasen sobre Babilonia‖. Este relato nos informa que Darío el meda instaló a subgobernadores en Babilonia y la Biblia dice lo mismo, siendo el profeta Daniel uno de los que lo relatan: ―Pareció bien a Darío constituir sobre el reino a 120 sátrapas que estuviesen en todo el reino y sobre ellos a tres ministros (de los cuales Daniel era uno), a quienes rindiesen cuenta estos sátrapas, para que el rey no fuese perjudicado. Pero Daniel mismo se distinguía entre los ministros y los sátrapas, porque en él había excelencia de espíritu. Y el rey pensaba constituirle sobre todo el reino. Entonces los ministros y los sátrapas buscaban hallar pretexto contra Daniel en los asuntos del reino, pero no podían hallar ningún pretexto o corrupción, porque él era fiel. Ninguna negligencia ni corrupción fueron halladas en él‖. Daniel 6:1-4 Este era el mismo Darío el meda que hizo que Daniel fuese echado en el foso de los leones, que se menciona en el capítulo seis de Daniel. En lo que a su nombre se refiere, los historiadores creen que el nombre Darío no era un nombre propio, ni mucho menos, sino un título de honor que significaba “el que tiene el Cetro”. En otras palabras, “El que tiene el Cetro (el rey) de los medas”. El historiador judío Josefo también escribió: ―Darío el Meda, junto con un familiar, Ciro el Rey de Persia, puso fin al imperio babilonio. Darío era hijo de Astyages.‖
  • 69. 69 El foso babilónico para las bestias salvajes Durante mucho tiempo, el relato de Daniel en el que es arrojado a un foso lleno de leones, en el capítulo 6 de su libro, por desobedecer la ley restrictiva de la oración que promulgó el rey, fue clasificado de leyenda, no histórica. Fred Wight explica como se ha cambiado esta situación: los excavadores han demostrado que en aquellos tiempos remotos ese castigo se infligía a menudo, un día, un excavador llamado Dieulafoy trabajaba entre las ruinas de Babilonia cuando cayó en lo que parecía un pozo. Sus compañeros lo rescataron, y más tarde tuvieron que plantearse cuál era la función de aquel lugar. En el petril del foso encontraron una inscripción que decía: ―El lugar de ejecución, donde los hombres que airaban al rey morían despedazados por animales salvajes‖. Wight menciona también otros descubrimientos de fosos para leones: Cuando se estaba escavando el palacio de Shushan (también conocida como Susa, una ciudad mencionada en los libros de Nehemías, Ester y Daniel), se encontró un listado de nombres de 484 hombres de alto rango que habían muerto en un foso de leones. Una inscripción del rey asirio Asurbanipal señala que en su época estaba de moda la misma costumbre: ―El resto de las personas que se habían rebelado fueron arrojadas vivas entre toros y leones, como solía hacer Senaquerib (Rey de Asiria 2 Reyes 18:13), mi abuelo. He aquí que siguiendo sus pasos arroje a esos hombres en medio de ellos:. Persia Los persas indoeuropeos, pastores nómadas del sur de Rusia, probablemente penetraron en la meseta irania a fines del 2º milenio a.C. En el 836 a.C. Salmanasar III de Asiria recibió tributo de los gobernantes de Parsua, cerca del lago Urmia. Su sucesor encontró la tierra de Parsua en el sur, en la que finalmente se asentaron varias tribus. Todavía se llama Farsistán a esta zona al este (punto cardinal); elohísta del golfo Pérsico. Persépolis y Parsagarda fueron sus ciudades principales. El hebreo paµras, ‗Persia‘, se refiere a esta tierra. (L. 9). I. Historia persa y judía Las primeras tradiciones del pueblo persa están registradas en el libro sagrado, el Zend-Avesta. Los primeros reyes que se registran gobernaron desde Ansán, al noroeste de Susa. El Aquemenes al cual reyes posteriores atribuyeron la fundación de la dinastía probablemente reinó, alrededor de 680 a.C. Su nieto, Ciro I, se opuso a Asurbanipal de Asiria, pero más tarde se sometió. Ciro II, nieto de Ciro I, se rebeló contra su amo medo, Astiages, lo mató y se apoderó de su capital, *Ecbatana, en 550 a.C. A partir de entonces el idioma y las costumbres de los medos ejercieron gran influencia sobre los persas. A este éxito siguió la subyugación de Anatolia y la
  • 70. 70 conquista de Creso de Lidia (547 a.C.). Luego se dirigió al este (punto cardinal); elohísta para extender su reino al noroeste de la India. Alrededor de 540 a.C. se sintió lo suficientemente fuerte para atacar Babilonia. Después de varias batallas entró triunfalmente en Babilonia el 29 de octubre del 539 a.C., diecisiete días después de que su ejército hubo tomado la ciudad (Dn. 5.30s; * Ciro). Pronto regresó el rey a Susa, pero su hijo Cambises permaneció en Babilonia para representarlo en las ceremonias religiosas. El imperio fue dividido en grandes regiones gobernadas por *sátrapas, elegidos entre los nobles persas o medos, pero bajo los cuales se encontraban funcionarios nativos (Dn. 6). Diversas estatuas de dioses que habían sido llevadas a Babilonia por el último rey nativo, Nabonido (que quizás se refleja en Is. 46.1s), volvieron a sus respectivos santuarios. Como no había imagen de Yahvéh que pudiera llevarse de vuelta a Jerusalén, Ciro devolvió a los judíos los preciosos utensilios que Nabucodonosor había sacado del templo (Esd. 1.7). Más importante aún, dio autorización real para la reconstrucción del templo a cualquier judío que deseara volver a Judá (Esd. 1.1–4). Un tal Sesbasar fue nombrado gobernador (Esd. 5.14). Evidentemente se trataba de un oficial especial responsable ante el rey. El gobernador de la provincia ―del otro lado del río‖ (la región al oeste del Éufrates) evidentemente no tenía conocimiento del edicto de Ciro cuando en el 520 a.C. trató de demorar las obras. Su carta fue a su superior, el sátrapa que estaba a cargo de Babilonia y el O. No se encontró registro alguno entre los archivos que se guardaban en Babilonia, pero se halló un memorando en Ecbatana, ciudad en la que Ciro había residido durante el primer año de su reinado. Darío I (522–486 a.C.) confirmó el decreto, y ordenó a sus funcionarios que ayudaran a los judíos. Darío y su sucesor Jerjes I (486–465 a.C.) pusieron considerable energía en su esfuerzo por conquistar a los griegos del Peloponeso, que era casi la única zona que había quedado fuera del imperio persa en el mundo conocido, porque Cambises II (530–522 a.C.) había anexado Egipto en el 525 a.C. La derrota en Maratón (490 a.C.), a manos de un pequeño ejército griego fue el único revés que sufrió Darío. Su reorganización de las satrapías, su sistema de comandancias militares, y su introducción de la acuñación de monedas, como también de sistemas legales y postales, duraron tanto como el imperio. Estas medidas, junto con un considerable grado de autonomía otorgado a los pueblos tributarios, contribuyeron grandemente a la estabilidad del imperio, y permitieron la supervivencia de una comunidad tan pequeña como Judá, en la que funcionarios judíos actuaban como gobernadores. (L. 8). Bajo Artajerjes I (465–424 a.C.) los asuntos judíos tuvieron representación oficial en la corte. Parece que *Esdras fue ―secretario de estado para asuntos judíos‖ (Esd. 7.12). Se lo acreditó como enviado especial para reorganizar el culto en el templo de Jerusalén (458 a.C.). El estímulo que recibieron los ansiosos judíos los llevó a exceder los términos de la comisión de Esdras, y reconstruyeron los muros de la ciudad. El rey se enteró de esto por el gobernador de Samaria, que evidentemente tenía cierta responsabilidad sobre Judá. El monarca (Esd. 4.17–23) ordenó el cese de las obras al comprobar en los registros que la ciudad se había rebelado contra reyes anteriores. Artajerjes se encontraba frente a una rebelión en Egipto (alrededor de 460–454 a.C.), de modo que no
  • 71. 71 podía permitir la construcción de una fortaleza tan cercana a dicho país. Pero el copero del rey era un judío, *Nehemías, que pudo contrarrestar los efectos de este decreto, y logró que lo nombraran *Gobernador de Judá (Neh. 8.9), con permiso para reconstruir los muros (445 a.C.). No hay registros sobre las relaciones entre los gobernantes persas y los judíos después de este período. Cuando el imperio persa estuvo bajo el poder de Alejandro (331 a.C.), los judíos simplemente transfirieron su lealtad de un monarca a otro. II. Cultura persa La lengua persa indoeuropea se escribía con un alfabeto cuneiforme compuesto por 51 signos silábicos simples (Escritura), pero su uso estaba limitado casi exclusivamente a los monumentos imperiales. La cancillería imperial empleaba la lengua y los caracteres arameos para las comunicaciones oficiales (p. ej. las cartas en Esdras). Est. 3.12; 8.9). Diversos objetos encontrados en diferentes sitios dan testimonio del lujo de la corte persa, como lo describe el libro de *Ester. Cierto número de bajos relieves en piedra muestran al rey y sus cortesanos, y el tributo de sus vencidos. Los retratos de los diferentes grupos raciales son ejemplos particularmente buenos del arte persa de esculpir la piedra. El tesoro de Oxo (actualmente en el Museo Británico en su mayor parte) y otros objetos encontrados por casualidad muestran la artesanía de orfebres y joyeros. Los cuencos y vasos de oro y plata macizos ilustran sobre la riqueza de los reyes. Podemos ver la influencia griega en algunas obras de los persas; y entre las listas de dependientes de palacio aparecen artesanos griegos. III. La religión persa Los primitivos persas reverenciaban a los dioses de la naturaleza, la fertilidad, y los cielos. La tribu de los magos componía, casi exclusivamente, la clase de los sacerdotes. Algún tiempo después del año 1000 a.C. Zoroastro proclamó una religión de elevados ideales morales bajo el principio de ―haz el bien, odia el mal‖. Para él existía un dios, Ahura-mazda, el Bien, representado por el fuego y el agua de la purificación. En contraposición con el bien había un tenebroso poder del Mal. Darío I adoptó este credo, pero pronto se perdió entre cultos más antiguos. Las doctrinas de Zoroastro sobrevivieron y se esparcieron ampliamente por otros países. Podemos ver su influencia en los escritos del judaísmo primitivo (* Mar Muerto, Rollos del) y según algunos estudiosos, en el Nuevo Testamento.
  • 72. 72 Grecia Siempre fue un enigma determinar quiénes fueron los griegos. El idioma es indoeuropeo, y la ubicación más antigua que se conoce se encontraba en los estados micenios del Peloponeso (como se ha determinado por el reciente desciframiento de la escritura lineal B), en el 2º milenio a.C. Cuando irrumpen en la historia, ya avanzado el 1º milenio, pertenecen indistintamente a cualquiera de los lados del Egeo. El primer florecimiento de las dos instituciones que fueron símbolo del helenismo, la filosofía especulativa y el gobierno republicano, se produjo, aparentemente, en la costa jónica de Asia Menor. Jonia es quizás la Javán del Antiguo Testamento (Is. 66.19). La extensión que abarcaban los asentamientos griegos nunca se mantuvo estática. Desde muy temprano las repúblicas se establecieron en todo el mar Negro, Sicilia, y el sur de Italia, y aun en lugares tan alejados hacia el oeste como Marsella y España. Después de Alejandro hubo estados griegos en oriente también, en lugares tan distantes como la India. Bajo el control seléucida, y especialmente el romano, las antiguas y ricas naciones del Asia Menor y el Levante fueron divididas sistemáticamente en muchos cientos de repúblicas griegas, y sólo las regiones más atrasadas quedaron bajo gobiernos autóctonos, reales o sacerdotales. Esta fragmentación política fue siempre característica de los griegos, como también la consiguiente subordinación a las potencias extranjeras. Grecia nunca fue una entidad política. ―El rey de Grecia‖ (Dn. 8.21) debe ser uno de los gobernantes macedonios, Alejandro o un Seleucida, que controlaba los asuntos de muchos estados griegos, pero nunca de todos. ―Grecia‖ (Hellas) en Hch. 20.2 debe referirse a la provincia romana de *Acaya, que, si bien contenía muchos antiguos estados griegos, en esa época ya casi se había convertido en una zona más bien atrasada del helenismo. Por otra parte, la siempre creciente difusión de las instituciones griegas produjo unificación a un nivel diferente. Todo el Mediterráneo oriental, y muchas otras regiones, alcanzaron el nivel general de civilización que proporcionaba el helenismo. Las espléndidas ruinas que hoy se encuentran indiscriminadamente por esas regiones son testigos mudos de la opulencia de los estados, y de su grado de uniformidad. La idea de una vida libre y cultivada en una pequeña comunidad autónoma, que una vez fue el orgullo de unos cuantos estados egeos únicamente, ya se aceptaba en forma prácticamente universal. *Atenas seguía siendo la cuna del saber, pero Pérgamo, Antioquía, y Alejandría, y muchas otras ciudades en el nuevo mundo, rivalizaban con ella o la eclipsaron. (L. 8).
  • 73. 73 Los estados no sólo proveían educación, sino también excelente entretenimiento, y una amplia variedad de servicios relacionados con la salud y el bienestar social, en mayor medida que la mayoría de las comunidades modernas. Ser miembro de una de esas repúblicas, y hablar la lengua griega, eran las marcas de una persona civilizada (Hch. 21.37–39). Esa persona podía considerarse griega, cualquiera fuera su raza (Mr. 7.26); todos los demás eran ―bárbaros‖ (Rm. 1.14, Versión moderna). El término ―helenistas‖ en Hch. 6.1; 9.29 (VM), indica, presumiblemente, que esta distinción se aplicaba aun dentro de la comunidad étnica judía. No obstante, el vocablo ―griego‖ (Hch. 11.20; 19.17; Rm. 1.16, etc.) es el que regularmente se emplea en el Nuevo Testamento para los no judíos, y virtualmente equivalía a ―gentil‖. Con frecuencia había *griegos relacionados con las sinagogas como observadores (Jn. 12.20; Hch. 14.1; 17.4; 18.4), pero se preservaba celosamente la exclusividad de Israel como nación. El angustioso alumbramiento del evangelio desde esa matriz constrictiva fue lo que marcó el origen de la religión cristiana en su forma universal. La traducción del hebreo al griego abrió el evangelio a todos los hombres civilizados y produjo, también, el Nuevo Testamento. Qumrán (L. 17). Los rollos del mar muerto Es el nombre de unas antiguas ruinas en su cercanía, al noroeste del mar Muerto. No hay seguridad en cuanto a la derivación del nombre; ciertas tentativas de relacionarlo con Gomorra son inaceptables. Este nombre fue registrado por varios viajeros que pasaron por el lugar, pero era prácticamente desconocido hasta que se descubrieron ciertos manuscrito(s) en unas cuevas cercanas, en 1947 y años sucesivos, lo que aseguró su inclusión en el mapa (Mar Muerto, Rollos del). Las excavaciones llevadas a cabo en Jirbet Qumrán (―ruinas de Qumrán‖) entre 1951 y 1955 se consideran generalmente como demostración de que este complejo de edificios formaba el centro principal de la comunidad a la cual pertenecieron los manuscrito(s) encontrados. Es probable que un cementerio ubicado entre Jirbet Qumrán y el mar Muerto (que fue investigado por Clermont-Ganneau en 1873) sea el sitio donde descansan los restos de los que formaban parte de la comunidad; en este lugar se han identificado más de 1000 sepulturas, con los cuerpos sepultados en dirección N-S, con la cabeza hacia el S. Es evidente que el lugar fue ocupado durante el período de la monarquía judaica, a cuyo período se asigna una cisterna circular (2 Cr. 26.10; * Sal, Ciudad de la). Sin embargo, las fases ocupacionales más interesantes son las que se vinculan
  • 74. 74 generalmente con la ―gente de los rollos‖. La fas, (alrededor de 130–110 a.C.) se caracterizó por la eliminación de la antigua cisterna circular y la construcción de dos cisternas rectangulares nuevas, juntamente con algunas habitaciones y un horno de alfarero. Posteriormente siguió la fase, señalada por una completa reconstrucción del centro principal en escala compleja, con el evidente propósito de hacer frente a las necesidades de una comunidad mucho más numerosa. Esta fase llegó a su fin en el 40 a.C., quizá debido a la invasión de los partos. Durante la ausencia temporaria de la comunidad, los edificios fueron seriamente dañados por el terremoto del año 31 a.C. (Josefo, Antigüedades de los judíos 15.121s). El sitio permaneció abandonado hasta el año 4 a.C., cuando los edificios dañados fueron reparados y reforzados. Estos trabajos marcaron el comienzo de la fase II, durante la cual evidentemente el lugar sirvió para los mismos fines para los que había servido durante la fase. Entre las instalaciones que pueden identificarse claramente se encuentran salas para asambleas, cuarto para copistas, cocina, lavadero, fábrica de alfarería (la mejor preservada hasta ahora de la antigua Palestina), molinos harineros, recipientes para almacenaje, hornos, fundiciones, talleres metalúrgicos, y un complejo sistema de cisternas, hasta el cual se conducía agua por medio de un acueducto alimentado desde cisternas cavadas en las rocas de las montañas situadas al noroeste. Las distintas fases de ocupación se distinguen con bastante claridad por las indicaciones impresas en el sistema monetario, habiéndose encontrado varios centenares de monedas contemporáneas en el curso de las excavaciones. Estos descubrimientos sugieren que la fase II llegó a su fin en el 68 d.C. Otros elementos de juicio señalan que el final de la fase II fue de carácter violento; los muros fueron demolidos, una capa de cenizas negras cubre el lugar, y una cantidad de cabezas de flechas agrega su silencioso testimonio al cuadro general de lo acontecido. Resulta tentador relacionar estos acontecimientos con las operaciones de limpieza llevadas a cabo en esa región cuando los romanos ocuparon Jericó en el verano del año 68 d.C. Pero no se sabe si la comunidad de Qumrán se mantuvo en posesión del lugar hasta esa fecha, o si una guarnición insurgente se había apropiado de un cuartel general tan bien construido. Algunas habitaciones fueron edificadas encima de las ruinas, las que fueron ocupadas durante algunos años por una guarnición romana (fase III). Desde que fue excavada, Jirbet Qumrán ha sido identificada por muchos con el asentamiento *esenio que según refiere Plinio el Mayor (Plinio, Historia natural 5.17) estaba ubicado más arriba de En-gadi.
  • 75. 75 El templo I. Fondo histórico (L. 11). Algunas de las estructuras más primitivas construidas por el hombre son templos o santuarios donde podía ofrecer culto a su dios en su ―casa‖, para los santuarios mesolíticos y neolíticos de Jericó). La torre de *Babel es la primera estructura que se menciona en la Biblia y que indica la existencia de un templo (En. 11.4). Si bien parece que la intención era que fuese un lugar donde el hombre pudiera encontrarse con Dios, simbolizaba la confianza del hombre en sí mismo, al intentar ascender al cielo, y debido a este sentimiento de orgullo el proyecto fue condenado. En la Mesopotamia, de donde salió Abraham, cada ciudad tenía un templo dedicado a su deidad patronal. Se consideraba que ese dios era el propietario de la tierra, y si no recibía su bendición esa tierra habría de resultar improductiva, lo cual daría como resultado ingresos pobres para su templo. El rey o gobernante local actuaba como mayordomo del dios. No tenía sentido que los patriarcas seminómades edificasen un santuario fijo para su Dios. Él se les revelaba en los lugares y en la forma que a él le placía. A veces esas ocasiones ofrecían motivo para la erección de un *altar para sacrificios. A veces se conmemoraba dicho acontecimiento con una *columna (En. 28.22, ―piedra‖). Una vez que Israel adquirió características de nación se hizo necesario contar con un santuario central, un lugar de reunión para todo el pueblo, símbolo de su unidad en el culto a su Dios. Esta necesidad la suplió primero el *tabernáculo durante la peregrinación por el desierto, y luego los santuarios reconocidos durante el período de los jueces (p. ej. Siquem, Jos. 8.30; 24.1; Silo, 1 S. 1.3). Las naciones de Canaán tenían sus propios templos, llamados simplemente ―casa de Dagón‖ o casa de la deidad que fuera patrona de la ciudad correspondiente. Se han encontrado varios de estos templos en Betsán, Hazor, y otros sitios. La falta de un santuario dedicado a Yahvéh aparecía como una afrenta cuando David hubo consolidado su posición y edificó un palacio permanente para sí mismo. Dijo entonces el rey ―yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas‖ (2 S. 7.2). No le fue dado el que edificase el templo, porque sus propias manos estaban teñidas de la sangre de sus enemigos, pero él reunió los materiales, reunió fondos, y adquirió un lugar adecuado (1 Cr. 22.8, 3; 2 Sam. 24.18–25). Salomón inició la construcción en el año cuarto, y el templo se completó siete años después (1 R. 6.37–38).
  • 76. 76 II. El templo de Salomón (L. 12) a. El sitio El que se encontraba en la zona llamada ahora ―Haram esh-Sherif‖ en el lado oriental de la ―ciudad antigua‖ de *Jerusalén es algo que no se discute. La ubicación precisa dentro del vasto recinto resulta más incierta. La parte más alta de la roca (ahora cubierta por el edificio conocido como ―La cúpula de la roca‖) puede haber sido el lugar del santuario de más adentro o del altar de los holocaustos en la parte exterior (2 Cr. 3.1). Presumiblemente esta roca constituía parte de la era de *Arauna, comprada por David por una suma que se indica en cincuenta siclos de plata (2 Sam. 24.24) o 600 siclos de oro (1 Cr. 21.25). De la estructura de Salomón no queda nada en pie, y durante las excavaciones auspiciadas por el Fondo para la Exploración de la Palestina no se encontraron rastros concretos de la misma. Más aun, es probable que la tarea de nivelar la roca y de edificar los grandes muros de apoyo para el atrio del templo de Herodes hayan borrado todo vestigio de construcciones anteriores. b. Descripción Los pasajes de 1 R. 6–7 y 2 Cr. 3–4 deben servir de base para cualquier reconstrucción del templo de Salomón. Dichos relatos, si bien detallados, no abarcan todos los aspectos, no se entienden perfectamente, y contienen algunas aparentes discrepancias (p. ej. 1 R. 6.2 y 16). Pueden ser complementadas con referencias incidentales, y por la descripción del templo de Ezequiel, versión ampliada del edificio de Salomón (Ez. 40–43). El templo propiamente dicho era rectangular, orientado de este (punto cardinal); elohísta a O. Es razonable suponer que, como el templo de Ezequiel, se encontraba sobre una plataforma (Ez. 41.8). No se dan las dimensiones de la zona circundante. Siguiendo nuevamente el plano de Ezequiel, parecería que hubo dos patios, interior y exterior; sugerencia apoyada por 1 R. 6.36; 7.12; 2 R. 23.12; 2 Cr. 4.9. El altar de bronce para los sacrificios se encontraba en el patio interior (1 R. 8.22, 64; 9.25). Tenía 20 codos de lado, y 10 codos de altura (2 Cr. 4.1). Entre este y el pórtico se encontraba la fuente de bronce que contenía el agua para las purificaciones rituales (el ―mar … fundido‖, 1 R. 7.23–26). Este gran receptáculo, de 10 codos de diámetro, descansaba sobre cuatro grupos de cuatro bueyes de bronce orientados hacia los cuatro puntos cardinales. Fueron retirados por Acaz (2 R. 16.17).
  • 77. 77 En la dedicación del templo Salomón se ubicó sobre un ―estrado‖ (2 Cr. 6.12, palabra que se usa para ―fuente‖ en otras partes, Ex. 30.18, etc.; aquí puede significar fuente invertida), lo cual tiene paralelos en las esculturas sirias y egipcias, y posiblemente en las acádicas. Una serie de escalones probablemente llevaba del patio interior al *pórtico. La entrada tenía dos columnas, *Jaquín y Boaz, con capiteles profusamente ornamentados. Su función es incierta; no constituían parte de la estructura. Es probable que hubiera puertas para cerrar el pasillo (Ez. 40.48). El pórtico medía 10 codos de largo y 20 codos de ancho. Su altura se indica como 120 codos (2 Cr. 3.4), pero seguramente se trata de un error, porque el resto del edificio sólo tenía 30 codos de altura. Al oeste del pórtico se encontraba la gran cámara en la que se llevaban a cabo las ceremonias rituales ordinarias. Este ―lugar santo‖ medía 40 codos de longitud, 20 de anchura, y 30 de altura. Puertas dobles de madera de ciprés lo separaban del pórtico, y cada puerta se componía de dos hojas. La declaración de que los postes formaban una cuarta parte ( 1 R. 6.33; ―cuadrados‖, RV. 1960, sigue a la Septuaginta) de la pared resulta difícil de explicar. Posiblemente la entrada tenía cinco codos de anchura, es decir cuarta parte de la anchura de la pared divisoria, proporción que se conoce en algunos otros templos. Ventanas con rejas cerca del cielo raso iluminaban el lugar santo (1 R. 6.4). Allí se encontraba el *altar del incienso, la mesa de la *proposición, los cinco pares de *candeleros, juntamente con los instrumentos para los *sacrificios. Las puertas dobles de ciprés que conducían al santuario de más adentro raras veces se abrían, probablemente sólo para el sumo sacerdote en la ceremonia de la expiación. Los postes y el dintel constituían una quinta parte según la descripción (1 R. 6.31). El santuario de más adentro era un cubo perfecto de 20 codos. Si bien podría pensarse que el piso estaba elevado por sobre el, no hay indicación de que así fuese. Adentro había dos figuras de madera una al lado de la otra, de 10 codos de altura. Dos de las alas de las mismas se encontraban en el centro encima del *arca del pacto, y el ala restante de cada figura tocaba las paredes norte y sur respectivamente (1 R. 6.23–28; * Querubines). En este lugar santísimo la presencia de Dios se mostraba mediante una nube (1 R. 8.10s). Cada cuarto estaba forrado con madera de cedro y el piso cubierto con ciprés (o pino, * Arboles). Las paredes y puertas estaban labradas con flores, palmeras y querubines, y recubiertas con oro, del modo acostumbrado para los templos de la antigüedad, como lo demuestran las inscripciones. No se veía obra en piedra. Las paredes exteriores del santuario interior y del lugar santo se construyeron con dos retallos de un codo para sostener las vigas correspondientes a tres pisos de pequeñas cámaras en todo el contorno. Así, las cámaras del piso bajo medían 5 codos de ancho, las que estaban encima de estas 6, y las superiores 7. Una puerta en el lado sur daba acceso a una escalera en espiral que conducía a los pisos superiores. Dichos cuartos indudablemente servían para guardar elementos y vestimentas, proporcionaban lugar, tal vez, para los sacerdotes de turno, y albergaban las ofrendas en dinero y en mercadería que traían los fieles. Mucho se ha especulado acerca de la proximidad del palacio real al templo, y acerca de la posibilidad de que fuera la ―capilla real‖. Mientras se puede admitir una relación de esta naturaleza
  • 78. 78 (sugestión apoyada por el pasadizo que conectaba ambos edificios, 2 R. 16.18), es preciso tener presente que era apropiado que el virrey de Yahvéh morase cerca de la casa de Dios; la entrada al templo no estaba limitada al rey. Salomón contrato a un tirio para que se hiciese cargo de la obra, y utilizó artesanos fenicios (1 R. 5.10, 18; 7.13–14). No resulta sorprendente encontrar paralelos con el diseño del templo y su decorado en ejemplos que se han conservado de la artesanía fenicia o cananea. El plano del edificio es muy similar al de un pequeño santuario del S. IX a.C. excavado en Tell Tainat sobre el Orontes. Se ven los tres cuartos, un altar en el de más adentro y dos columnas en el pórtico, pero sosteniendo el techo. En Hazor un santuario de la edad de bronce tardía también consta de tres partes, y fue construido con madera entre los tramos de piedra (1 R. 5.18; 6.36). Numerosos paneles de marfil labrado (procedentes de las paredes o el moblaje de palacios) que se han encontrado en todo el oriente antiguo son de artesanía fenicia, a menudo con temas egipcios. Entre los temas comunes se encuentran las flores, las palmeras, y las esfinges aladas, indudablemente comparables con las talladuras en el templo. Como en el caso de los paneles del templo, dichos tallados estaban recubiertos con oro y adornados con piedras de colores. c. La historia posterior Los templos antiguos generalmente hacían de tesorería estatal, vaciada para pagar tributo, o llenada y decorada con botín, según el poderío del país correspondiente. Si, por alguna razón, el gobernante le prestaba poca atención al templo, este perdía sus ingresos y rápidamente comenzaba a venirse abajo (2 R. 12.4–15). El templo de Salomón no fue ninguna excepción. Los tesoros que Salomón almacenó en el templo fueron saqueados durante el reinado de su hijo, Roboam, por Sisac de Egipto (1 R. 14.26). Reyes posteriores, incluido el propio Ezequías, que adornó el templo (2 R. 18.15), usaron el tesoro para comprar aliados (Asa, 1 R. 15.18), o para pagar tributo y evitar invasiones (Acaz, 2 R. 16.8). Los reyes idólatras agregaron los accesorios de un santuario cananeo, entre los que se incluían símbolos de deidades paganas (2 R. 21.4; 23.1–12), mientras que Acaz introdujo un altar de tipo foráneo, desplazando la fuente, en la época en que se sometió a Tiglat-pileser III (2 R. 16.10–17). Para la época de Josías, (alrededor de 640 a.C.), tres siglos después de su construcción, el templo requería reparaciones considerables, que tuvieron que ser financiadas con las contribuciones de los que acudían a adorar (2 R. 22.4). En el 587 a.C. fue saqueado por Nabucodonosor y despojado (2 R. 25.9, 13–17). Aun después de la destrucción acudía gente a sacrificar allí (Jer. 41.5). III. El templo de Ezequiel Los exiliados recibieron aliento en medio de su sufrimiento (Sal. 137) mediante la visión que tuvo Ezequiel de un nuevo templo (Ez. 40–43, alrededor de 571 a.C.). De este templo se dan más detalles que del de Salomón, a pesar de que nunca se llegó a construirlo. El santuario mismo se diferenciaba más que nada en tamaño (pórtico 20 codos de ancho, 12 de largo; lugar santo 20 codos de ancho y 40 de largo; santuario de más adentro 20 codos de lado). Aquí también las paredes estaban recubiertas y labradas con palmeras y querubines. El edificio descansaba sobre una plataforma a la que se ascendía por diez peldaños que tenían
  • 79. 79 dos columnas de bronce a los lados. Tres filas de dependencias rodeaban al santuario interior y al lugar santo. La visión ofrece una descripción del área circundante, algo que falta en el relato del primer templo. Una sección de 500 codos de lado estaba rodeada por un muro que contenía una sola entrada en tres de sus lados, norte, este (punto cardinal); elohísta y S. Otras tres puertas, enfrentando a las anteriores, conducían a un patio interior, donde se encontraba el altar del sacrificio ante el santuario. Todas estas puertas estaban bien fortificadas a fin de evitar la entrada de toda persona que no fuese israelita. Había varios edificios en los patios, para almacenaje y para uso de los sacerdotes. IV. El segundo templo Este templo permaneció por casi 500 años, más tiempo que el primero, y más que el templo de Herodes. Y sin embargo se lo conoce muy imperfectamente, mediante referencias incidentales. Los exiliados que regresaron (537 a.C.) llevaron consigo los vasos que había sacado Nabucodonosor, y la autorización de Ciro para la reedificación del templo. Aparentemente el sitio fue preparado, removiéndose los escombros; se edificó un altar, y comenzó la preparación de los cimientos (Esd. 1; 3.2–3, 8–10). Un trecho de muro en el lado occidental del recinto actual, colindante con la mampostería de piedra de Herodes, podría constituir parte de dichos cimientos. Cuando por fin fue terminado tenía 60 codos de longitud y 60 codos de altura, pero hasta los cimientos evidenciaban el hecho de que era inferior al templo de Salomón (Esd. 3.12). Alrededor del santuario había lugares para almacenamiento, y habitaciones para los sacerdotes. De algunas de ellas Nehemías expulsó al amonita Tobías (Neh. 13.4–9). 1 Macabeos. 1.21; 4.49–51 ofrece información acerca del moblaje. El arca desapareció en la época del exilio y nunca fue recuperada ni remplazada. En lugar de los diez candelabros de Salomón, un candelabro de siete brazos iluminaba el lugar santo, donde también estaba la mesa de la proposición y el altar del incienso. Estos elementos fueron llevados por Antíoco IV Epífanes (175–163 a.C.), quien fue el que colocó allí la ―abominación de la desolación‖ (altar o estatua pagano) el 15 de diciembre de 167 a.C. (1 Mac. 1.54). Los *Macabeos triunfantes purificaron el templo después de esta contaminación, y volvieron a colocar el mobiliario a fines del 164 a.C. (1 Mac. 4.36–59). También convirtieron el recinto en una fortaleza tan poderosa que resistió el sitio de Pompeyo durante tres meses (63 a.C.). V. El templo de Herodes (L.13) La edificación del templo de Herodes, comenzada a principios del 19 a.C., fue un intento de reconciliar a los judíos con su rey idumeo, más bien que para glorificar a Dios. Se tuvo gran cuidado de respetar la zona sagrada durante las obras, hasta el extremo de preparar a 1.000 sacerdotes como albañiles para que edificasen el santuario. Si bien la estructura principal se completó en 10 años (9 a.C.), las obras continuaron hasta el 64 d.C.
  • 80. 80 Como base para los edificios del templo, y a fin de proporcionar un lugar de reunión, se niveló una extensión de unos 450 mm metro(s) de norte a sur y de unos 300 metros de este (punto cardinal); elohísta a O. En algunos lugares se cortó la superficie de la roca, pero una buena parte fue nivelada con escombros, y todo el espacio fue encerrado con un muro de bloques macizos de piedra (normalmente alrededor de 1 metros de altura y hasta 5 metros de largo; Mr. 13.1). En el rincón sudeste, mirando hacia la garganta del Cedrón, el patio interior se encontraba a unos 45 metros por encima de la roca. Tal vez el parapeto sobre este rincón haya sido el pináculo del templo (Mt. 4.5). Todavía existen porciones de este muro. Una puerta atravesaba el muro norte (puerta de Tadi), pero aparentemente no se usaba nunca, y otra atravesaba el muro en el lado este; elohísta (bajo la actual puerta de Oro). Rastros de las dos puertas de Herodes en el lado sur pueden verse todavía debajo de la mezquita de el- Aqsa. Había rampas que llevaban de estas puertas al nivel del patio. Cuatro puertas daban de frente a la ciudad en el lado occidental. Se llegaba a ellas por viaductos que cruzaban el valle del Tiropeón (* Jerusalén). En el rincón noroeste la fortaleza Antonia dominaba el recinto. Esta era la residencia de los procuradores cuando se encontraban en Jerusalén, y su guarnición estaba siempre lista para sofocar cualquier disturbio en el templo (Lc. 13.1; Hch. 21.31–35). La vestidura del sumo sacerdote se guardaba allí en señal de sujeción. El patio exterior del templo estaba rodeado de un pórtico, dentro de los muros. Según la descripción de Josefo (Josefo, Antigüedades de los judíos 15.410–416), el pórtico sur tenía cuatro hileras de columnas y se llamaba pórtico Real. Los pórticos de los otros lados tenían dos hileras cada uno. El pórtico de Salomón se extendía a lo largo del lado este (punto cardinal); elohísta (Jn. 10.23; Hch. 3.11; 5.12). En estas columnatas funcionaban las escuelas de los escribas y allí se llevaban a cabo los debates (Lc. 2.46; 19.47; Mr. 11.27), y los mercaderes y cambistas tenían allí sus puestos (Jn. 2.14–16; Lc. 19.45–46). La parte interior estaba algo más alta que el patio de los gentiles, y estaba rodeada por una balaustrada. Avisos en griego y en latín advertían que las autoridades del templo no se hacían responsables de la probable muerte del gentil que se aventurase a entrar. Dos de dichas inscripciones han sido encontradas. Cuatro puertas daban acceso en los lados norte y sur, y una en el lado E. Esta última tenía puertas de artesanía de bronce corintia y puede haber sido la puerta llamada la Hermosa en Hch. 3.2. El primer patio interno (patio de las mujeres) contenía las cajas para los donativos destinados a cubrir los gastos que ocasionaban los servicios (Mr. 12.41–44). A los hombres se les permitía entrar en el patio de Israel, que se encontraba más alto que el patio de las mujeres, y en la época de la fiesta de los tabernáculos podían entrar en el patio de adentro (de los sacerdotes) para circunvalar el *altar. El altar era de piedra sin cortar, y estaba a 22 codos de distancia del pórtico (Mt. 23.35). El plano del santuario era copia del de Salomón. El pórtico medía 100 codos de anchura y 100 codos de altura. Una entrada de 20 codos de ancho y 40 codos de alto daba acceso, y una que medía la mitad de la anterior conducía al lugar santo. Este medía 40 codos de largo por 20 codos de ancho. Una cortina dividía el lugar santo del santuario de más adentro (el velo, Mt. 27.51; Mr. 15.38; 2 Cr. 3.14). El santuario interior medía 20 codos de lado y, como el lugar santo, tenía 40 codos de altura. Un cuarto vacío encima del lugar santo y del santuario interior alcanzaba la altura del pórtico, 100 codos, proporcionando de este modo un techo uniforme. Tres pisos de cuartos rodeaban los lados norte, sur y oeste hasta una altura de 40 codos. Puntas de oro cubrían el techo para evitar que se asentaran las aves.
  • 81. 81 Esta magnífica estructura de oro y de piedra color crema apenas llegó a completarse (64 d.C.) cuando fue destruida por los soldados romanos (70 d.C.). El candelabro de oro, la mesa de la proposición y otros objetos fueron llevados a Roma, como se ve en el arco de Tito. Para la organización del templo, véase *Sacerdotes y levitas. a. “Templo” en los evangelios La actitud de Jesús hacia el templo de Jerusalén contiene dos rasgos opuestos. Por un lado, Jesús lo respetaba grandemente; por el otro, le asignó importancia relativamente pequeña. Así, lo llamaba ―casa de Dios‖ (Mt. 12.4; Jn. 2.16). Todo en él era santo, enseñaba, porque había sido santificado por Dios, que moraba en él (Mt. 23.17, 21). El celo por la casa de su Padre lo impulsó a purificarlo (Jn. 2.17), y el pensamiento del próximo fin que le esperaba lo hizo llorar (Lc. 19.41). Por contraste tenemos esos pasajes en los que Jesús relegaba el templo a una posición muy subordinada. El era más que el templo (Mt. 12.6). El templo se había convertido en cobertura para la esterilidad espiritual de Israel (Mr. 11.12–26 y paralelos). Pronto habría de desaparecer, ya que una terrible profanación habría de inutilizarlo totalmente (Mr. 13.1, 14). Véase también Mr. 14.57; 15.29 y paralelos. Esas actitudes contrapuestas no dejan de tener, empero, su explicación. Al comienzo de su ministerio Jesús se dirigió a los judíos e instó a todo Israel a arrepentirse. A pesar de la creciente oposición, vemos que no deja de tratar de atraer a Jerusalén (Mr. 11.1 y paralelos). El templo fue purificado con el propósito de reformar el orden existente (11.15 y paralelos). Pero el sentido mesiánico de esta acción (Mal. 3.1, Salmos de Salomón 17.32; Mr. 11.27) provocó mayor hostilidad todavía de parte de los dirigentes religiosos, y el judaísmo, persistentemente obstinado e incapaz de reformarse, fue finalmente juzgado indigno de la divina presencia (Mr. 12.1–12). De manera que Jesús, que comenzó venerando el templo, finalmente anunció que su rechazo y muerte darían por resultado la destrucción del mismo. La acusación esgrimida durante el juicio, según la cual Jesús había expresado, ―yo derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano‖ (Mr. 14.58; 15.29), constituiría por lo tanto un tipo de peroración adecuado para el impacto que nuestro Señor quería hacer ante los judíos. Marcos atribuye el dicho, sin embargo, a testigos falsos, y aquello que constituía la parte falsa del testimonio es asunto de conjeturas entre los entendidos. Probablemente sea mejor entender la acusación como una inescrupulosa combinación de la predicción de Jesús de que el templo de Jerusalén sería destruido (Mr. 13.2 y paralelos), y el dicho de que el Hijo del hombre sería destruido y que se levantaría al tercer día (Mr. 8.31; 9:31; 10.34 y paralelos). Vale decir que la falsedad estaba en la tergiversación de lo que Jesús enseñaba. Una de las razones de que Marcos no se ocupase de corregir dicha tergiversación puede deberse al hecho de que la acusación era exacta en un sentido más profundo del que pretendían los falsos testigos. La muerte de Jesús arrojó como resultado justamente la anulación del templo de Jerusalén, y su resurrección colocó en su lugar otro templo. El nuevo templo estaba formado por la congregación escatológica de Jesús el Mesías (Mt. 18.20; Jn. 14.23). Lucas y Juan, por consiguiente, no hicieron alusión a los testigos falsos, porque cuando ellos escribieron sus respectivos evangelios la acusación ya no se entendía como infundada.
  • 82. 82 b. “Templo” en Hechos de los Apóstoles Pasó algún tiempo, sin embargo, antes de que se pusieran de manifiesto todas las ramificaciones de la obra de Cristo, y en Hechos vemos que los apóstoles siguieron adorando en el templo de Jerusalén (Hch. 2.46; 3.1; 5.12, 20, 42; Lc. 24.52). Parecería que el partido judaico-helenístico representado por Esteban fue el primero en descubrir que seguir a Jesús como Mesías significaba la abrogación del orden simbolizado por el templo de Jerusalén (Hch. 6.11). Consecuentemente, la defensa de Esteban se convirtió en un ataque al templo o, más correctamente, a la actitud mental a la que daba lugar el templo (Hch. 7). Pero el que se justifique encontrar en las palabras de rechazo del templo por Esteban una insinuación del nuevo templo hecho sin mano, como lo hacen algunos comentaristas, no puede aseverarse totalmente. Nos encontramos en terreno más firme en Hch. 15.13–18. El ―tabernáculo caído de David‖ de Em. 9.11, por cierto, tiene el sentido primario de dinastía o reino, pero el uso de este versículo del Antiguo Testamento en la escatología de los que se adherían al pacto de Qumrán para apoyar su novedosa concepción de un templo espiritual (Documentos de los covenantarios de Damasco (en la Genizá de El Cairo) 3.9), nos permite ver aquí un esbozo de la doctrina de la iglesia como el nuevo templo de Dios, esbozo que es un rasgo muy común de las epístolas. E L N U E V O T E S T A M E N T O Herodes el Grande El constructor 1. Herodes el Grande, rey de los judíos en 40–4 a.C., nacido, alrededor de 73 a.C. Su padre Antípater, judío de origen idumeo, adquirió una posición de gran influencia en Judea después de la conquista romana, y fue designado procurador por Julio César en el 47 a.C. Él, a su vez, designó a su hijo Herodes prefecto militar de Galilea, quien demostró sus condiciones por el vigor con que suprimió el bandolerismo en dicha región; el gobernador romano de Siria quedó tan impresionado por su energía que lo designó prefecto militar de Celesiria. Después del asesinato de César, y la guerra civil que se desencadenó, Herodes disfrutó de la buena voluntad de Antonio. Cuando los partos invadieron Siria y Palestina, y colocaron en el trono de Judea al asmoneo Antígono (40–37 a.C.), el senado romano, aconsejado por Antonio y Octavio, dio a Herodes el título de ―rey de los judíos‖. Le llevó tres años de luchas lograr hacer efectivo su título, pero cuando lo hizo gobernó Judea por 33 años como leal ―amigo y aliado‖ de Roma. Hasta el 31 a.C., y a pesar de la buena voluntad de Antonio, la posición de Herodes resultó precaria debido a los ardides de Cleopatra, que esperaba poder reunir a Judea y Celesiria
  • 83. 83 bajo el reino tolemaico. Este peligro desapareció con la batalla de Accio, tras lo cual Herodes fue confirmado en su reino por Octavio (Augusto), el nuevo amo del mundo romano. Otra fuente de ansiedad para Herodes la constituía la familia de los asmoneos, que estaba resentida por haber sido desplazada del trono por una persona a la que consideraba advenediza. Aunque estableció vínculos con dicha familia al casarse con Mariamne, nieta del sumo sacerdote anterior, Hircano II, las sospechas de Herodes lo llevaron a librarse de los asmoneos uno por uno, incluyendo finalmente a su mujer Mariamne (29 a.C.). Herodes pacificó los territorios en su frontera noreste por encargo de Roma, y Augusto los agregó a su reino. Impulsó la política cultural del emperador mediante extravagantes proyectos edilicios, no sólo en su propio reino sino en ciudades extranjeras. En su propio territorio reedificó Samaria, y la rebautizó con el nombre de Sebaste en honor del emperador (griego Sebastos = latín Augustus); reedificó la torre de Estratón en la costa mediterránea, la proveyó de un espléndido puerto artificial, y la denominó Cesarea, también en honor del emperador. En otras partes del territorio fundó otros pueblos y fuertes. En Jerusalén edificó para su propio uso un palacio en el muro occidental; ya había reedificado la fortaleza de Antonia (llamada así por Antonio) al noroeste de la zona del templo. La mayor de sus empresas edilicias fue la reconstrucción del templo de Jerusalén, comenzada en el 19 a.C. Nada de lo que Herodes pudiera hacer, ni siquiera la prodigalidad con que encaró la reconstrucción del templo, logró granjearle las simpatías de sus súbditos judíos. Su ascendencia edomita no fue olvidada nunca; el que fuera judío por religión, y reedificara el templo del Dios de Israel en Jerusalén, no le impidió levantar templos a deidades paganas en otras partes. Sobre todo, no le pudieron perdonar el hecho de haber exterminado a la familia de los asmoneos. Esa acción drástica, en efecto, no sirvió para terminar con sus problemas domésticos. Había fricción entre sus propios parientes femeninos y sus mujeres, y entre los hijos de sus respectivas mujeres. Los dos hijos que tuvo con Mariamne, Alejandro y Aristóbulo, se criaron en Roma y eran sus herederos designados. Su ascendencia asmonea (por la madre) significaba que serían aceptados por el pueblo judío. Pero su posición privilegiada despertó la envidia de sus hermanastros, y especialmente la del hijo mayor de Herodes, Antípater, quien se propuso envenenar la mente de su padre a fin de que cambiara de opinión. Por fin (7 a.C.) fueron acusados de complotar contra su padre y ejecutados. Antípater no sacó partido alguno de estas muertes, porque tres años más tarde él mismo fue víctima de las sospechas de Herodes, y fue ejecutado pocos días antes de la muerte del mismo Herodes (4 a.C.). La tendencia de Herodes a sospechar se ve claramente en el relato de la visita de los magos y el exterminio de los niños de Belén (Mt. 2); aun cuando dicha historia no aparece en ninguna otra parte, cualquier rumor sobre un rey rival indudablemente habría de despertar sus peores temores. Esta tendencia suya adquirió finalmente proporciones enfermizas, y en consecuencia Herodes es recordado más por sus arrebatos asesinos que por su habilidad administrativa. En su testamento legó su reino a tres de sus hijos: Judea y Samaria a Arquelao (Mt. 2.22), Galilea y Perea a Antipas, y los territorios del noreste a Felipe (Lc. 3.1). Dichos legados fueron ratificados por Augusto.
  • 84. 84 Masada (L. 14) Masada, la fortaleza en el desierto construida por Herodes, se convirtió en uno de los símbolos más patéticos para el pueblo judío. En 73 d. de C., 960 hombres, mujeres y niños se suicidaron para no rendirse a los soldados de la X Legión Extranjera Romana. Este fue el último capítulo de una rebelión que había empezado con la destrucción de Jerusalén tres años antes. Masada se utilizó por primera vez como fortaleza durante el período de los reyes asmoneos. Después, en 40 a. de C., Herodes dejó aquí a su familia mientras huía del ejército del pretendiente parto, Antígono. Sometidos a asedio, los partidarios de Herodes se salvaron cuando una lluvia repentina llenó las cisternas. Poco después Herodes consiguió recuperar su reino, rescató Masada, e hizo construir una fortaleza y un palacio inexpugnables para protegerse, tanto de la amenaza del belicoso pueblo judío como de la reina de Egipto, Cleopatra. La edificación más impresionante de Masada sigue siendo el palacio con tres niveles encaramado en la parte norte de la cima. La terraza superior servía de residencia y contaba con una columnata circular sobre el acantilado. El segundo nivel tenía también una galería circular y se destinaba principalmente al esparcimiento. El nivel inferior era cuadrado y disponía de una pequeña sala de baños. Las paredes interiores estaban pintadas con frescos de vivos colores, y algunos de ellos se han conservado hasta ahora Los motivos principales eran flores, dibujos geométricos e imitaciones de mármoles finos. Los suelos de mosaico tenían dibujos geométricos en blanco y negro. Si el Palacio Suspendido servía para el esparcimiento, y también para demostrar la riqueza y el poder de Herodes, el Palacio del Oeste era más funcional y además de los aposentos reales, habitaciones para el servicio, talleres y almacenes, había salas que prestaban funciones administrativas, como podían ser recepciones de jefes de estado. En el suelo había magníficos mosaicos y existen pruebas que demuestran que algunas partes de este palacio tenían varios pisos de altura. Al lado se habían construido otros tres palacios. Incluso ahora, la gran sala de baños con cuatro compartimentos es realmente impresionante y una de las mejor conservadas de los yacimientos romanos. La entrada, o apodyterium, estaba ornamentada con frescos y suelo de baldosas blancas y negras. La sala tibia, el tepidarium, conducía a la piscina con escalones de la sala fría, el frigidarium. En la habitación caliente, elcalidarium, los pequeños pilares redondos sostenían el suelo sobre la cámara de calentamiento, el hypocausto, y se han conservado bastante bien.
  • 85. 85 Contiguo a la casa de baños había un complejo de depósitos para guardar alimentos y vino, y uno de estos almacenes estaba especialmente reforzado para la seguridad de objetos valiosos, como armas o joyas. Esta zona de Masada, incluidos los palacios, las termas y los almacenes, estaba separada del resto de la cima por una muralla y una puerta. De nuevo, el mayor problema para un recinto que podía verse en la necesidad de alojar en cualquier momento a mil personas era el suministro y almacenamiento del agua. Masada no solo estaba en un desierto con lluvias escasas y de temporada, sino que además estaba ubicada en un peñasco rodeado de montañas y barrancos escarpados. Se ingenió un sistema de drenaje que transportaba el agua desde presas de valles próximos hasta una red de doce cisternas en los declives. Las cisternas podían contener hasta 40.000 metros cúbicos, y desde allí hombres o mulas subían el agua por un sendero tortuoso, y a través de la puerta del Agua, hasta las cisternas del pico. Pese a que era casi inaccesible, en un lugar remoto y abrupto, Masada se fortificó con altas murallas que rodeaban todo el recinto excepto el extremo norte de la montaña y con casamatas se construyó un muro interior y otro exterior separados por una cámara. En total, las murallas de Masada miden unos 5 Km. de largo y suman setenta casamatas, treinta torres y cuatro puertas. Cuando los judíos rebeldes tomaron Masada durante los seis años de la rebelión judía contra Roma, realizaron grandes cambios en el complejo de Herodes. Para alojar a las muchas familias, todas las cámaras de la casamata exterior se destinaron a uso doméstico y gran parte de las habitaciones del palacio se dividieron por la mitad para convertirlas en dos viviendas. Los rebeldes construyeron también dos mikvehs y se han encontrado restos de un salón que debía de utilizarse como beit midrash, gabinete de estudios religiosos. El yacimiento de la sinagoga en el extremo noroeste se reconstruyó parcialmente. Orientada hacia Jerusalén, pudo haber sido construida por los zelotes sobre el solar de una sinagoga anterior del tiempo de Herodes. Gracias a la sequedad del clima han sobrevivido fragmentos de tejidos y objetos, incluidos chales de rezo, sandalias de cuero, alfarería y cestos. Los sublevados acuñaban su propia moneda y se han encontrado en abundancia en el mismo yacimiento. Son muy importantes, para su investigación dentro de los textos bíblicos, catorce rollos descubiertos en diversos lugares de las ruinas. También se encontraron más de setecientos ostraca(trozos de cerámica con inscripciones) que nos proporcionan pistas de cómo era la vida social de los rebeldes aislados en la cima de Masada. Los ostraca estaban escritos por lo general en hebreo o en arameo, y en contadísimas excepciones en griego o latín. Muchos ostraca se encontraron cerca de depósitos, y según parece se llevaba a cabo algún sistema de racionamiento de víveres. En cuatro casos, se encontraron ostraca de gran tamaño con inscripciones de nombres y a su lado un número. Esto indicaría algún tipo de lista burocrática. Al lado de las puertas interiores que cerraban el acceso a los depósitos se encontró un grupo de once ostraca, cada uno con
  • 86. 86 un nombre. Uno de estos nombres era Ben Yair, el líder de los rebeldes de Masada. Debían de ser para que los líderes de la rebelión echaran suertes el último día, cuando se dieron cuenta de que todo estaba perdido. Josefo nos explica que cada hombre era el responsable de matar a su familia y después ―siguieron la misma norma echando suertes para sí mismos, y a quien le tocara era el primero en matar a los otros nueve antes de suicidarse‖ Existen pruebas físicas que confirman el relato de Josefo con respecto al asedio de Masada por el general romano Flavio Silva y la X Legión. Los romanos construyeron ocho campamentos fortificados alrededor del pie de la montaña y un muro en circunferencia con doce torres de vigilancia que enlazaba los campamentos entre sí. Los judíos rebeldes no podían ni entrar ni escapar de la cima. El abrupto y sinuoso Sendero de la Serpiente era inaccesible para un grupo numeroso de soldados y los artefactos de guerra tenían que abrir una brecha en las murallas de la cima de la fortaleza. Así que Flavio Silva ordenó construir una enorme rampa en la parte oeste de la montaña. La maquinaria de asedio – catapultas – fue situada en un promontorio cercano para cubrir a los soldados que construían la rampa. Una vez estuvo terminada la rampa, los enormes arietes pudieron ser arrastrados hasta su posición. Uno de los arietes logró penetrar en la muralla construida por Herodes. Los rebeldes, en un desesperado intento defenderse, levantaron a toda prisa un inútil parapeto de tablones de madera y escombros, pero cuando los soldados romanos abrieron una brecha, Masada cayó. Cesarea Marítima (L.14) Cesarea Marítima fue construida por Herodes el Grande en la costa de Israel, al norte de Jaffa, como una importante ciudad portuaria, aproximadamente entre los años 23 y 13 a.C. Fue una nueva ciudad construida por Herodes, y los escritos de Josefo Flavio le dan a uno la impresión de que fue una gran ciudad, diseñada para exhibir la grandeza tanto de Herodes, como de Augusto. Originalmente, el lugar poseía una fortificación conocida como la torre de Stratos, o de Strato, construida por los fenicios en el período persa. El lugar continuó siendo habitado hasta adentrado el periodo de las Cruzadas, y todavía pueden ser vistos impresionantes restos de fortificaciones, de un castillo, de una catedral, y de una iglesia. Asiento Romano del Poder Aproximadamente en el año 13 a.C. Cesarea Marítima (Cesarea del Mar) se convirtió en el asiento de poder del prefecto romano de la provincia de Judea, y la capital fue transferida completamente aquí después de la destrucción de Jerusalén, en el año 70 d.C. Eventualmente, alrededor del año 133 d.C., la ciudad fue rebautizada como Cesarea
  • 87. 87 Palestina, y continuó siendo una ciudad influyente por más de 1.000 años. En el Nuevo Testamento, Pedro visitó al centurión Cornelio en su casa en Cesarea (Hechos 10), Herodes Agripa I murió aquí (Hechos 12:19-23), Pablo visitó a Felipe aquí (Hechos 21:8), y Pablo es llevado ante Felix, Festo, y Agrippa II aquí (Hechos 23:33-26:32). Proeza de Ingeniería Cesarea Marítima demuestra la naturaleza de una antigua ciudad romana, con calles bien planeadas, un sistema de alcantarillado subterráneo, un acueducto, y un puerto. Todo el litoral de Israel tenía sólo un puerto natural—en Haifa—pero Herodes no permitió que la naturaleza lo detuviera para construir lo que Josefo describe como aún más grande que el de Atenas en el Pireo. El puerto en Cesarea Marítima fue el primer puerto artificial del mundo, y fue construido con un cemento hidráulico hecho de arena volcánica puzzoliana de Santorini, un cemento capaz de endurecerse bajo el agua, formando bloques de hasta 12 m. X 15 m. X 1,5 m., y bloques que pesaban más de 50 toneladas. Aún más asombroso es el hecho de que esta tecnología revolucionaria se perdió por más de 1.000 años. Aunque mucho del puerto hoy es visible solamente a través de la fotografía aérea o de la exploración submarina, la investigación revela que el rompeolas del puerto se extendía más de 457 m. en el agua, y una vez adentro, los envíos podían ser transportados al distrito de almacenaje a través de un muelle de 152 metros de largo. Sin embargo, un terremoto alrededor del año 130 d.C. dañó severamente el puerto y dejó de ser utilizado en algún momento durante el período bizantino. Aunque el puerto fue una asombrosa proeza de ingeniería, esto no significa que fue la única estructura impresionante construida en Cesarea Marítima. Edificios de la era herodiana y del Nuevo Testamento incluyen un acueducto, un teatro, un palacio, un estadio, y un templo dedicado a César. El acueducto, el cual todavía se mantiene en pie, llevaba agua a la ciudad aproximadamente desde 21 km. en las afueras, y se elevaba a una altura aproximada de 6 metros a lo largo de la costa. El palacio está mayormente en ruinas, pero todavía pueden verse hoy algunos mosaicos, pilares, y lo que parecen ser restos de piscinas. Fue aquí donde el apóstol Pablo habría comparecido ante Félix, Festo, y luego Agrippa II, aproximadamente en el año 58 d.C. Marco Antonio Félix, el procurador de Judea desde alrededor del año 52 al 58 d.C., es aludido en Hechos 23-25, Josefo, Suetonio, y Tácito. Fue reemplazado por Porcio Festo, procurador alrededor del año 58 al 62 d.C., aludido en Hechos y Josefo. El estadio de los días de Herodes ya no existe, y fue reemplazado por un hipódromo en el siglo III a.C. Aunque las dos estructuras probablemente fueron bastante semejantes. El teatro ha sido restaurado parcialmente, e incluso es utilizado para algunos actos en la actualidad.
  • 88. 88 Tenía cerca de 91 metros de diámetro y tenía una capacidad aproximadamente de 4.000 personas, y es probablemente donde Agripa I dio su último discurso, muriendo poco después en el año 44 d.C. Hechos 12 dice que el ángel del Señor le hirió, y murió comido por gusanos. Josefo dice que inmediatamente fue afligido con dolores violentos en el abdomen, y murió pocos días después. Los diferentes relatos de la muerte de Herodes Agripa I se complementan entre sí, en lugar de contradecirse. El libro de los Hechos da la razón y causa de la muerte, mientras que Josefo da el marco temporal de la muerte y la localización en el cuerpo del dolor de Agripa, aunque ambos contienen numerosos detalles semejantes. Herodion Fortaleza (L. 15) A unos 12 kilómetros al sur de Jerusalén, en un monte con forma de cono truncado, que se eleva a 758 m. por sobre el nivel del mar, se encontraba Herodión, el palacio-fortaleza construido por el rey Herodes. Tenía una impresionante vista que cubría el Desierto de Judea y las Montañas de Moab al este, y los Montes de Judea hacia el oeste. Herodión está descrito con gran detalle por el historiador judío del siglo I Flavio Josefo: Esta fortaleza, que se encuentra a unos sesenta estadios de distancia de Jerusalén, es naturalmente fuerte y muy apropiada para una estructura así porque en la cercanía hay un monte que se eleva a (mayor) altura por la mano del hombre y redondeado en forma de un seno. A intervalos tiene torres redondas y un escarpado ascenso formado por doscientos escalones de piedra labrada. Dentro de él hay costosos apartamentos reales hechos para la seguridad y el ornamento. En la base del monte hay zonas construidas de tal forma que vale la pena ver, entre otras cosas por el modo en que se trae allí el agua, que escasea en ese lugar, desde lejos y a gran costo. La planicie alrededor fue construida como una ciudad que no tiene paralelo, y el monte sirve de acrópolis para las demás residencias. (Guerra I, 31, 10; Antigüedades XIV, 323-325) De acuerdo con Josefo, el Herodión fue construido en el lugar en que Herodes derrotó a sus enemigos hasmoneos y partos en el año 40 a.C (Antigüedades XIV, 352-360). Para conmemorar el evento, el rey construyó allí una fortaleza y un palacio, que llevaron su nombre. Construyó además, en la planicie debajo del monte, un centro administrativo para la región, que no había sido establecido previamente. Aquí, en Herodión, construyó también una tumba real para sí mismo; Josefo describe (Guerra I, 33, 8; Antigüedades XVII, 196-199) la procesión fúnebre del rey y su entierro en Herodión.
  • 89. 89 Herodión, junto con Macareus (hoy en el Reino Hashemita de Jordania) y Masada, cerca del Mar Muerto, fueron las últimas tres fortalezas en las que se defendieron los combatientes judíos después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Herodión fue conquistada y destruida por los romanos en el año 71 EC (Guerra VII, 6, 1). El sitio fue identificado en el siglo XIX; su nombre en árabe, Jabal Fureidis, es probablemente una deformación del nombre primitivo, Herodis (mencionado en las cartas de Bar Kojba). Las ruinas del palacio-fortaleza en la cima del monte han sido excavadas por varias expediciones desde comienzos de la década del 60. Las excavaciones de los edificios a los pies del monte se han llevado a cabo intermitentemente desde 1972 hasta la actualidad. Herodión fue construido en dos áreas separadas, cada una con una función diferente: la primera, una fortaleza circular, que incluía un primoroso palacio, rodeada por un muro con torres en la cima del monte; y la Herodión inferior, en la planicie hacia el norte, con un grupo de edificios reales alrededor de una gran pileta. Palacio-Fortaleza La combinación de fortaleza y palacio es una singular innovación herodiana, que repitió en varios otros lugares, incluyendo Masada. En Herodión, se construyó un palacio-fortaleza circular en la cima de un monte, que se eleva 60 metros por encima de sus alrededores. Las fortificaciones consisten en dos muros concéntricos con un espacio de 2,5 m. entre ellos. Los muros exteriores miden 62 m. de diámetro. La fortificación tenía originalmente unos 30 metros de altura, con siete pisos. Dos de estos pisos eran cimientos subterráneos, reforzados por techos abovedados y la estructura superior de cinco pisos era considerablemente más alta que el patio del palacio. Techos de madera separaban los pisos, que se utilizaban para guardar y como cuartos para soldados y sirvientes. Enormes torres emergían de los muros hacia el exterior por los cuatro lados. La torre oriental - la más alta - era una imponente torre redonda sobre una sólida base de piedra y tenía 18 m. de diámetro. Contaba con varios pisos superiores con lujosas habitaciones, probablemente para el uso de la comitiva real. Esta torre oriental se elevaba por sobre toda la fortaleza y desde el piso más alto se domina una vista panorámica; el lugar servía también como lugar de escondite en tiempos de peligro. Las otras tres torres eran semicirculares, de 16 m. de diámetro y sus pisos superiores servían como centros de almacenamiento y de áreas residenciales. Después de haberse construido un área fortificada alrededor del monte, se tendió un terraplén de considerable altura contiguo
  • 90. 90 a los cimientos exteriores del fuerte, elevando artificialmente el monte y dándole una forma cónica. Al portón de entrada a la fortaleza, en el noreste, se llegaba por medio de una escalinata recta y escarpada dentro de un corredor construido en el terraplén. Cisternas debajo de la fortaleza, que se llenaban con el agua de lluvia que era canalizada desde lo alto, aseguraban el abastecimiento de agua. Además, tres cisternas muy grandes se excavaron en la ladera exterior de la fortaleza (cerca de la entrada a la escalinata) y el agua de lluvia era canalizada a ellas desde el monte. El agua de esas cisternas era extraída por sirvientes que la llevaban a la cisterna en la cima del monte, que probablemente siempre se mantenía llena. El palacio privado de Herodes, de modestas dimensiones, se encontraba dentro de la fortaleza. Estaba espléndidamente equipado, con pisos de azulejos de color, mosaicos y pinturas en las paredes, e incluía cualquier todo artículo imaginable que proporcionara comodidad. La parte oriental del palacio era un jardín, con un atrio de 41 x 18 metros rodeado por pórticos en sus tres lados; sus columnas estaban adornadas con capiteles corintios. La parte occidental del palacio tenía dos pisos. La planta baja incluía: - un salón (triclinio) con un techo sostenido por cuatro columnas (bancos de piedra fueron agregados en tres de sus costados por los combatientes judíos durante la Rebelión Judía contra Roma [66-70 d.C.], que lo convirtieron en sinagoga); - un patio cruciforme con habitaciones en sus esquinas; - una pequeña casa de baños (el techo en forma de cúpula conservado en una de sus habitaciones es el más antiguo ejemplo de cúpula encontrado hasta la fecha en Israel) Herodión Inferior En la planicie debajo de la fortaleza, hacia el norte, el Herodión Inferior cubría una superficie de unas 15 hectáreas. Estaba bien planificado, los edificios y jardines estaban ordenados en un eje norte-sur. Los edificios se construyeron alrededor de una gran pileta (70 x 46 m. y 3 m. de profundidad) que se llenaba con el agua de un acueducto construido especialmente para transportar agua desde los manantiales en Artas, cerca de las piletas de Salomón, en el oeste. La pileta fue cubierta con estuco para prevenir filtraciones y se la utilizaba como depósito principal de Herodión así como para nadar. En el centro de la pileta se encontraron los cimientos de un edificio redondo (15 m. de diámetro). En su tiempo debe haber tenido un techo sostenido por una hilera de columnas y probablemente era un pabellón para el relajamiento y la entretención. La pileta estaba rodeada por amplios jardines. Pórticos de seis metros de ancho, formados por columnas adornadas con capiteles jónicos, rodeaban los jardines por tres lados con una longitud de 250 m. En los lados este y oeste de la pileta se construyeron salones de 110 x 10 m. cada uno. El salón se levantaba sobre un muro de terraza bastante alto, de 13 m. de ancho. La habitación octogonal en el centro del salón oeste
  • 91. 91 tenía paredes decoradas con pilastras y frescos. Es de suponer que esta habitación servía como salón de actos, o quizás era la sala del trono del rey cuando residía en Herodión. El complejo de la pileta estaba rodeado por edificios que cumplían diferentes funciones. En el norte había una gran estructura que incluía áreas de almacenamiento y las viviendas de los sirvientes. En el noroeste se descubrió un depósito y en él, entre los escombros se encontraron fragmentos de decenas de jarros de cerámica. En el suroeste se excavó una gran casa de baños que probablemente servía al séquito real y a los huéspedes del rey. Constaba de varias habitaciones y piletas, un caldario que se calentaba por medio del sistema de hipocausto (el piso se elevaba sobre soportes permitiendo al aire caliente circular por debajo del piso y calentar así la habitación). Las paredes de la casa de baños estaban decoradas con motivos cuadrados pintados e imitaciones de mármol. Los pisos estaban pavimentados con mosaicos de colores en formas geométricas y florales, y con granadas, hojas de parra y racimos de uvas. El Edificio Monumental El edificio apodado por los excavadores como el "edificio monumental" se encontraba al sur de la pileta, en la esquina occidental de una galería artificial de 350 x 30 m. En este edificio hay un lujoso salón cuadrado abierto hacia el lado que da hacia la galería; mide 12 x 9 m. y se ha conservado hasta una altura de 7 m. Las paredes particularmente gruesas del salón están construidas de piedras bien labradas, con nichos entre las pilastras. Elementos arquitectónicos, con decoraciones características de los lujosos monumentos sepulcrales en Jerusalén y el baño ritual encontrado en el lugar han dado la impresión de que el edificio era parte del mausoleo del rey Herodes. El salón descrito podría haber servido como un triclinio para las ceremonias en memoria del rey. La galería en frente del edificio quizás sirvió como una plaza para la procesión funeral descrita por Josefo (Guerra I, 33, 9). Para desilusión de los excavadores, la tumba misma aún no ha sido encontrada. Muy probablemente está oculta en las cercanías, en las laderas de la fortaleza de Herodión. A medida que progresaban las excavaciones, se llevaron a cabo amplias restauraciones en los edificios de Herodión. Actualmente es posible caminar por un cómodo sendero hasta la parte superior de la fortaleza, trepar por sus muros y disfrutar, como en el pasado, de la vista de la región alrededor. Uno puede también descender a los 300 m. de túneles, cisternas y espacios excavados en la roca debajo del monte. Estos pasajes subterráneos fueron cavados como lugares de escondite por los combatientes judíos de la Rebelión de Bar Kojba (132-135) cuando Herodión fue asediado nuevamente por el ejército romano. Y la gran pileta en Herodión Inferior está, como en los tiempos antiguos, rodeada nuevamente por pórticos (restaurados). Las recientes excavaciones en el palacio-fortaleza y en el Herodión inferior fueron efectuadas en nombre de la Universidad Hebrea de Jerusalén bajo la dirección de E. Netzer.
  • 92. 92 Historiador Flavio Josefo Flavio Josefo (en griego antiguo Ἰώσηπος, Iốsēpos, en hebreo rodederla óican (‫מתתיהו‬ ‫בן‬ ‫יוסף‬ del año 37 en el seno de una familia sacerdotal de Judea ligada a la monarquía de los asmoneos. Su nombre originario era Yosef ben Mattityahu o Yossef bar Mattityahu, es decir, José hijo de Matías, aunque cuando el emperador Vespasiano hizo de él un ciudadano romano, lo latinizó asociándolo a la familia del bienhechor que lo liberó tras hacerle prisionero, como Tito Flavio Josefo (Titus Flavius Iosephus). En los siglos XVI y XVIII se impuso la modalidad ortográfica de «Josefo» para distinguirlo de los santos llamados José, aunque los ingleses lo citan por su nombre latino «Josephus». Ya desde pequeño se caracterizó por su buena memoria y su facilidad de aprendizaje, lo que le permitió desarrollar sus dotes intelectuales. En el año 64 se trasladaría a Roma para conseguir de Nerón la liberación de algunos sacerdotes judíos amigos suyos capturados durante las revueltas judías contra los romanos, causa por la que es procesado y encarcelado. Sin embargo, pronto es liberado gracias al apoyo de Popea Sabina, esposa del emperador. Tras su vuelta a Jerusalén, en el año 66 estalló la Gran Revuelta Judía. Fue designado por el Sanedrín de Jerusalén como comandante en jefe de Galilea, organizando su administración y defensa. Capituló en el verano del año 67, tras seis semanas defendiendo la casi inexpugnable fortaleza de Jotapata. La mayoría de sus compatriotas fueron asesinados y Josefo fue capturado y llevado ante la presencia del por entonces general Vespasiano. Ante él hizo muestras de su gran formación y predijo que pronto sería emperador, lo que le llevó a ganarse el perdón cuando se cumplió la predicción. Así, Josefo pasó a llamarse Flavio Josefo, siendo liberado en el año 69. Josefo se unió al séquito de Tito, hijo de Vespasiano, en el año 70 en su marcha hacia Judea, siendo testigo ocular de la destrucción de Jerusalén y del Segundo templo y participando como mediador entre ambas partes. En el año 71 viaja a Roma y, por orden del emperador, se le otorga una pensión, la ciudadanía romana bajo el nombre de Tito Flavio y una casa que fue residencia del mismo Vespasiano. Será aquí donde desarrollará su trabajo literario e histórico. Murió durante el mandato de Trajano (probablemente en 101)4 . 4 Biografia en Wikipedia. https://es.wik
  • 93. 93 Obras literarias “La guerra de los judíos” Su primera obra escrita en Roma fue un relato de la guerra judía, dirigida a ciertos "bárbaros superiores" -normalmente considerados como la comunidad judía de Mesopotamia- en su "lengua paterna" (Guerra I.3), posiblemente el idioma era arameo occidental. En el 78 d.C. terminó la obra en siete volúmenes en griego, conocida como "Guerra judía" (en latín Bellum Judaicum o "De Bello Judaico"). Comienza con los hechos del período de los Macabeos y concluye con los relatos de la caída de Jerusalén y la caída sucesiva de las fortalezas de Herodión, Maqueronte y Masada y las posteriores celebraciones romanas de victoria en Roma, las operaciones de limpieza, y el levantamiento contra el imperio en Cirene. Junto con el relato de algunos de esos mismos eventos en su autobiografía "Vida", también en ella proporciona al lector una visión general de la parte de Josefo en los acontecimientos desde su regreso a Jerusalén después de una breve visita a Roma a principios de los años 60 (Vida 13- 17). A raíz de la supresión de la revuelta judía, Josefo habría presenciado las marchas de las legiones triunfantes de Tito dirigiendo a sus cautivos judíos y llevando los tesoros del Templo despojado de Jerusalén. Fue en este contexto que Josefo escribió su Guerra, alegando estar en contra de las cuentas anti judías. Él discute la demanda de que los judíos sirvieran a un dios derrotado, y que eran naturalmente hostiles a la civilización romana. Más bien, culpa de la guerra judía a lo que él llama "fanáticos no representativos y excesivamente celosos" entre los judíos, que llevaron a las masas lejos de sus líderes aristocráticos tradicionales (como él), con resultados desastrosos. Josefo también culpa a algunos gobernadores romanos de Judea, representándolos como administradores atípicamente corruptos e incompetentes. Según Josefo, el judío tradicional era, debería ser, y puede ser, un ciudadano leal y amante de la paz. Los judíos pueden e históricamente han aceptado la hegemonía de Roma precisamente porque su fe declara que Dios mismo da a los imperios su poder. “Antigüedades judías‖ El siguiente trabajo de Josefo en veintiún volúmenes fue "Antigüedades de los judíos", completado durante el último año del reinado del emperador Flavio Domiciano (entre 1.9.93 y 14.3.94, véase AJ X.267). Al exponer la historia, la ley y las costumbres de los judíos, estaba entrando en muchos debates filosóficos de actualidad en la Roma de esa época. Una vez más, ofrece una apología de la antigüedad y el significado universal del pueblo judío. Josefo afirma estar escribiendo esta historia porque "vio que otros pervirtieron la verdad de esas acciones en sus escritos", siendo esos escritos sobre la historia de los judíos. En cuanto a algunas de sus fuentes para el proyecto, Josefo dice que él dibujó e "interpretó de las Escrituras Hebreas" y que era un testigo ocular de la guerra entre los judíos y los romanos, que había contado anteriormente en las guerras judías. Describe la historia judía comenzando con la Creación, tal como se transmite a través de la tradición histórica judía. Asegura que Abraham enseñó ciencia a los egipcios, quienes, a su
  • 94. 94 vez, enseñaron a los griegos. Moisés estableció una aristocracia senatorial sacerdotal, que, como la de Roma, resistió a la monarquía. Presenta a las grandes figuras del Tanaj como filósofos ideales. E incluye un apéndice autobiográfico defendiendo su conducta al final de la guerra cuando cooperó con las fuerzas romanas. Louis H. Feldman esboza la diferencia entre llamar a esta obra Antigüedades de los judíos en lugar de la Historia de los judíos. Aunque Josefo dice que describe los acontecimientos contenidos en las Antigüedades "en el orden del tiempo que les pertenece", Feldman argumenta que Josefo "tenía la intención de organizar [su] material sistemáticamente en lugar de cronológicamente" y tenía un alcance que " Politiza a las instituciones políticas, a la vida religiosa y a la vida privada". “Contra Apión‖ "Contra Apión" es una defensa en dos volúmenes del judaísmo como religión clásica y filosófica, haciendo hincapié en su antigüedad, en contraposición a lo que Josefo afirmaba que era la tradición relativamente más reciente de los griegos. También se abordan algunas acusaciones anti judaicas atribuidas por Josefo al escritor griego Apion, y los mitos acreditados a Manetón. Cirenio y el censo Durante muchos años, los críticos de aquellos que creen que la Biblia es cien por cien exacta, han venido usando un pasaje que se encuentra en la Biblia con el fin de apuntar a un aparente error histórico. Lucas 2:1-2 afirma: Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto Cesar, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria‖. Puesto que la Biblia afirma que Jesús nació antes de la muerte de Herodes el Grande, que murió en la primavera del año 4 a.C., los críticos afirman que la Biblia estaba equivocada, porque la historia ha dejado constancia de que Cirenio no fue nombrado gobernador de Siria hasta el año 6 d.C. Pero recientemente, se ha hallado confirmación de que Cirenio estuvo en Siria cuando se realizó el primer censo romano, entre los años 8 y 5 a.C. Para empezar, echemos un vistazo a unos cuantos relatos antiguos, tomados de la historia, y veamos de qué modo concuerdan con lo dicho en la Biblia.
  • 95. 95 El siguiente es un documento de un censo que se llevó a cabo en el año 104 d.C. que fue escrito de una manera muy parecida a lo que dice el Evangelio: ―Del Prefecto de Egipto, Gaius Vibius Maximus: ―Viendo que ha llegado el tiempo de realizar el ceso de casa en casa, es necesario que todos los hombres que vivan fuera de sus distritos regresen a su propia tierra, para que se pueda llevar a cabo el censo….‖ Otro censo fue descubierto en el año 48 d.C. dejando constancia oficial del regreso del pueblo a su tierra natal para el censo. Dice lo siguiente: ―Yo, Termoutarion, juntamente con Apolonio, mi guardián, juro por Tiberio Claudio Cesar Augusto Emperador Germánico que el documento que precede ofrece un relato exacto acerca de los que regresaron, que vivieron en mi casa, y que no hay nadie más viviendo conmigo, ni forastero, ni alejandrino, ni libre, ni ciudadano romano ni egipcio.‖ Es interesante fijarse en el hecho de que estos dos relatos sobre los censos requieren que la persona regrese a su tierra a registrarse, lo cual también es cierto en el relato del Evangelio. Unos cuantos destacados antiguos dirigentes de la iglesia primitiva, Justino y Tertuliano, creen que el registro del censo, incluyendo el que se registrasen José y María se puede hallar en los archivos oficiales del reinado de Augusto cesar, y que se referían a cualquier persona que fuese interrogada respecto a su nacimiento virginal, pudiendo comprobar los documentos oficiales ellos mismos. En lo que se refiere al hecho de que Cirenio fuese gobernador de Siria durante dicho censo, es interesante darse cuenta de que la Biblia nunca le llama gobernador, al menos la nueva versión inglesa del Rey Jaime no lo hace. Dice que gobernaba en Siria. Y sabemos que Quirino estaba gobernando, en cierta capacidad, en esta región durante esa época. La evidencia histórica también indica que Quirino no era ni mucho menos un personaje insignificante de la política romana, pues su nombre se menciona en ―Res Gestae – The Deeds of Augustus by Augustus‖ situándole en el puesto de cónsul ya para el año 12 a. de C. Tácito, el historiador romano, también menciona que Quirino fue nombrado por Augusto como consejero de su hijo menor, Cayo Cesar, en Armenia, bastante antes del censo del año 6 a.C. (Cayo fue enviado con el fin de administrar Siria en el año 1 a.C. y fue herido en la cercana Armenia en el año 3 a.C.) Evidentemente, Augusto deseaba a alguien que tuviese experiencia en la administración anterior de la región con el fin de que pudiese aconsejar a su hijo. Y ¿quién mejor que Quirino? Josefo, el historiador del primer siglo, también menciona que Quirino se convirtió posteriormente en gobernador, en el año 6 a.C. Escribe diciendo: Quirino, un senador romano que ocupado otras magistraturas y había pasado por ellas antes de
  • 96. 96 convertirse en cónsul, fue nombrado gobernador de Siria por Cesar y además se le encomendó la tarea de asesorar la propiedad allí así como en Judea.‖ De modo que ¿quién estuvo encargado como asesor de la propiedad en Judea durante ese primer censo? Es lo que había venido diciendo todo el tiempo la Biblia, Cirenio. JUAN EL BAUTISTA HA QUEDADO CONSTANCIA DEL BAUTISMO DE JESÚS EN MATEO 3:13-17: ―Entonces Jesús vino de Galilea a Juan en el Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: o necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia‖. Jesucristo dijo: ―de cierto os digo, que entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista‖. Aunque Juan fue un gran profeta, murió de manera trágica a manos de Herodes Antipas. El historiador Josefo nos ofrece el siguiente relato: "Herodes (Antipas) se vio envuelto en una discusión con el Rey de Petra, Aretas, con cuya hija había contraído matrimonio y con la cual había estado viviendo durante algún tiempo. Pero cuando estaba en Roma, con su hermanastro Herodes (también conocido como Felipe, el hijo de Herodes el Grande por Mariame, la hija de Simón el sumo sacerdote), Antipas se enamoró de Herodias, la mujer de su hermano, y prometió casarse con ella y divorciarse de la hija de Areta. Pero la hija de Areta puso al descubierto el plan de Herodes y le pidió a Herodes que le permitiese ir a visitar a Macario. Desde allí se fue apresuradamente a ver a su padre en Arabia y le contó lo que estaba planeando Herodes. Esto y una disputa relacionada con los límites de tierra llevó a Areta a atacar a Herodes, cuyo ejército quedó completamente destruido. Herodes le escribió acerca de esto a Tiberio. Cesar se sintió dominado por la ira y ordenó al gobernador sirio, llamado Vitellius, que declarase el estado de guerra con Aretas, pero muchos de los judíos sintieron que el desastre acontecido a Herodes era el juicio de Dios sobre él por la manera de haber tratado a Juan, de sobrenombre el Bautista. Aunque Juan era un buen hombre y había enseñado a los judíos a adorar a Dios, a llevar vidas rectas y a practicar la justicia con otros, Herodes dio orden de que le matasen. Juan había estado enseñando que no se debía usar el bautismo para obtener el perdón de los pecados cometidos, sino para que fuese una consagración del cuerpo….Comenzaron a reunirse grandes multitudes alrededor de Juan por causa de su predicación y Herodes se temía que su gran poder de persuasión sobre los hombres diese lugar a la rebelión. Por lo tanto, decidió que sería mejor matarle antes de que se produjese un levantamiento. Juan fue llevado encadenado a la fortaleza de Macario y fue muerto en esa cárcel. Los judíos creían que Dios había vengado su muerte destruyendo al ejército de Herodes‖. (Antigüedades Judías XVIII, 106)
  • 97. 97 Echemos ahora un vistazo a fin de descubrir de qué modo el relato bíblico encaja con el relato de Josefo. 1) Josefo afirma que Juan el Bautista exhortaba a las gentes a llevar una vida recta. LA BIBLIA hace la misma afirmación en Mateo 3:8, Juan pido al pueblo que hiciese frutos dignos de arrepentimiento de acuerdo con una vida de arrepentimiento. 2) Josefo afirma que el Bautista pidió al pueblo que practicase la justicia con su prójimo. LA BIBLIA afirma en Lucas 3:11-18 que Juan le dijo a una multitud de personas: ‖El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo‖. … A los recaudadores de impuestos les dijo: ―No recojáis más impuestos de los que debáis‖. Y a un grupo de soldados les dijo: ―No extorsionéis dinero y no acuséis falsamente a las personas‖. 3) Josefo escribió: ―Juan enseñó que no se debía usar el bautismo para obtener el perdón por los pecados cometidos, sino para consagrar al cuerpo‖ Da la impresión de que esta afirmación es contraria a lo que dice Lucas 3:3 donde leemos: ―Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados‖. Pero si lee usted este pasaje con cuidado, dice el BAUTISMO DEL ARREPENTIMIENTO por el perdón de los pecados. El ARREPENTIMIENTO es la palabra clave y significa cambiar de opinión y de actitud en relación con el pecado, apartarse de él y pedirle perdón a Dios. El acto exterior del bautismo por inmersión en sí mismo no perdona los pecados ni tampoco puede conseguirlo ningún acto realizado por el hombre. Jesús llevó él mismo todos los pecados del mundo en la cruz y solo aceptándole como su Salvador puede usted obtener el perdón de sus pecados. Por lo tanto, el bautismo es un acto de obediencia al mandato del Señor y la promesa que nos ha hecho, en el sentido de que igual que el agua limpia nuestros cuerpos cuando están sucios, la sangre derramada por Cristo lava lo sucio que hay en nuestra alma, es decir, todos nuestros pecados. 4) La Biblia dice en Mateo 14:3-10: ―Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, porque Juan le decía: No te es lícito tenerla‖. Y a pesar de que deseaba matarle, temía a la multitud, porque le consideraban un profeta, pero cuando se celebró el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó antes ellos y le complació a Herodes. Por lo tanto, le prometió con un juramento que le daría cualquier cosa que ella le pidiese y ella, a instancias de su madre, le dijo: ―dame la cabeza de Juan el Bautista en un plato‖. Y el rey lo lamentó, pero por causa del juramento y por motivo de los que estaban sentados con él, dio orden de que se la diesen, así que envió que Juan fuese decapitado en la prisión‖. Josefo escribió la misma cosa: ―Herodes se había enamorado de la esposa de su hermanastro, de modo que prometió casarse con ella divorciándose de la hija de Areta (cosa
  • 98. 98 que hizo y al hacerlo quebrantó los Diez Mandamientos cometiendo adulterio.) …Herodes hizo que matasen a Juan…que fue traído encadenado a Macario y le mataron en la cárcel‖. LAS MAS IMPORTANTES DECLARACIONES HECHAS POR JUAN EL BAUTISTA ―El día siguiente vio Juan a Jesús que venía a él y dijo: He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo….Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios‖. Juan 1:29-34 ―El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él‖. Juan 3:36 Jesús Los reyes del este se inclinaran Cuando Jesús nació, en Belén de Judea, en días del rey Herodes, llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios, preguntando: -- ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo. (L. 21). Al oír esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y, habiendo convocado a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le respondieron: --En Belén de Judea, porque así fue escrito por el profeta: ―Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.‘ Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios y se cercioró del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Y enviándolos a Belén, dijo: --Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño y, cuando lo halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron. Y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Luego, abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.‖ Mateo 2:1-11. Dos conocidos historiadores también confirman que era una creencia corriente entre los judíos, así como entre los pueblos del este, que habría de surgir un gobernante de Judea. El historiador romano Tácito escribió: ―(los judíos) creían firmemente que sus antiguas escrituras, citadas por sus sacerdotes, contenían una profecía acerca de cómo en un tiempo determinado, cuando el Este fuese poderoso, surgiría un gobernante de Judea y aseguraría un imperio universal.‖ (Tácito, Historias 5.13) Otro de los antiguos historiadores, llamado Suetonio, escribió las siguientes palabras: ―En todo Oriente existía la firmemente establecida creencia, de que surgiría en Judea uno que
  • 99. 99 habría de establecer un gobierno sobre todos los hombres.‖ (Las Vidas de los Césares – Vida de Vespasiano 4.5) Fue descubierto un texto más antiguo todavía, que se conoce como ―El Testamento de Judá,‖ que era parte de una colección de textos que se supone que fueron escritos por los doce hijos de Jacob, conocido como: ‗Los Testamentos de los Doce Patriarcas,‘ pero lo más factible es que fuese escrito en el segundo siglo antes de Cristo. Se han encontrado fragmentos de los dos Testamentos en los Rollos del Mar Muerto, los de Levy y de Neftalí. Al ‗Testamento de Levy‘ le puso fecha el Instituto de Oriente de la Universidad de Chicago usando el Carbón 14 y la fecha era entre los años 100 y 200 a.C., es decir bastante tiempo antes del nacimiento de Cristo. El ‗Testamento de Judá‘ revela la clase de Mesías que estaba esperando el pueblo y además anunciaba que habría de surgir una estrella en Israel que acompañaría Su venida. Dice lo siguiente: ―Aparecerá para ti una estrella, que surgirá de Jacob en paz y aparecerá un hombre que es mi heredero, como el sol de justicia, caminando entre los hijos de los hombres con mansedumbre y justicia y no se hallará pecado en él. Y de los cielos lloverá sobre él el espíritu como una bendición del que es Santo y él derramará el espíritu de gracia sobre ti. Este será el retoño del Dios Altísimo; el agua de vida para toda la humanidad. El hará que su luz brille sobre el cetro de mi reino y de tu raíz surgirá el retoño y por medio de él habrá de surgir la vara de justicia para las naciones, para juzgar y para salvar a todos los que clamen al Señor.‖ (Testamento de Judá 24.1-6) Y esa estrella, que siguieron los sabios del este, les guió hasta Jesús, el gobernante de todos los reyes y, de este modo, las siguientes profecías que se encontraban en el Antiguo Testamento cobraron vida: ―¡Levántate, resplandece porque ha venido tu luz y la gloria del SEÑOR ha nacido sobre ti! Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las naciones; mas sobre ti permanecerá el SEÑOR y sobre ti será su gloria. Andarán las naciones a tu luz y los reyes al resplandor de tu amanecer. Alza tus ojos alrededor y mira: todos estos se han juntado, vienen hacia ti. Tus hijos vendrán de lejos y a tus hijas traerán en brazos. Entonces lo verás y resplandecerás. Se maravillará y se ensanchará tu corazón porque se habrá vuelto a ti la abundancia del mar y las riquezas de las naciones habrán llegado hasta ti. Multitud de camellos te cubrirá y dromedarios de Madián y de Efa. Vendrán todos de Sabá trayendo oro e incienso, y publicarán las alabanzas del SEÑOR.‖ Isaías 60:1-6. ―¡Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra! Ante él se postrarán los moradores del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo. Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones lo servirán. Él librará al menesteroso que clame y al afligido que no tenga quien lo socorra. Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso; salvará la vida de los pobres. De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. Vivirá, y se le dará del oro de Sabá, y se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá. Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano; los de la ciudad florecerán
  • 100. 100 como la hierba de la tierra. Será su nombre para siempre; se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado.‖ Salm 72:8- 17 (Nota: Sabá y Midian son tribus de Arabia, que descienden de Cetura, la concubina de Abraham. 1 Crónicas 1:32). Según la Biblia, poco después de que naciese Jesús en Belén, Herodes el Grande recibió la visita de unos Magos procedentes del este, que buscaban al Rey cuya estrella había surgido en el cielo. Herodes, turbado por el Rey, al cual consideraba una amenaza para su reinado imperial, envió llamar a los sacerdotes con el propósito de averiguar dónde iba a nacer. Estos le dijeron que el Niño nacería en Belén y entonces Herodes envió a sus soldados a esa ciudad, a matar a todos los niños varones menores de dos años. Es posible que el escritor, llamado Ambrosio Macrobius, que no era cristiano, hiciese alusión a este suceso, al escribir alrededor del año 430 d.C., lo siguiente en su obra Saturnalia, Volumen II, capítulo 4:11: „Mientras escuchaba entre los huesos de los niños varones, que en Siria el Rey Herodes de los judíos había ordenado matar, aquellos que entonces tenían menos de dos años, entre los cuales se encontraba también su hijo, al que dieron muerte.‟ El (Augusto César) dice: “Es mejor vivir como el cerdo de Herodes que ser su hijo.” (Nota: Siria, en aquella época, era conocida como la región entre Asia Menor y Egipto, incluyendo a ISRAEL.) Otros fragmentos de la evidencia histórica confirman el mal carácter de Herodes el Grande, que concuerda con la evidencia bíblica: Josefo, escribiendo durante el primer siglo, cuenta que Herodes hizo que quemasen vivos a una serie de eruditos de la Toráh por haber eliminado las águilas doradas de Roma de las puertas del Templo, haciendo también asesinar a su esposa y a unos cuantos de sus hijos sencillamente por considerarles una amenaza para su propio trono. Temiendo que nadie llorase su muerte, ordenó a hombres, en miles, se encerrasen en el interior del hipódromo en Jericó para que fuesen masacrados cuando él muriese. Eso aseguraría que hubiese un gran duelo en el día en que él abandonase este mundo. Afortunadamente, para los implicados, esa orden nunca se llevó a efecto. La primera evidencia relacionada con la vida de Jesús, que se menciona aparte de la Biblia, procede del historiador judío llamado Josefo. En su obra titulada Antigüedades Judías que fueron escritas entre los años 70 y 100 d.C. menciona a Jesús el Mesías. Eusebio, uno de los primeros obispos cristianos, del año 324 d.C. cita más abajo a Josefo: “Por aquella época vivió Jesús, un hombre sabio, si es que verdaderamente se le puede llamar hombre porque realizó muchas obras fuera de lo corriente y fue maestro de aquellos que aceptaban la verdad y muchos de los judíos y de los griegos depositaron su confianza en él. Fue el Mesías y cuando nuestros principales dirigentes le acusaron, Pilato le condenó a la cruz, pero aquellos que le habían querido originalmente no dejaron de hacerlo, porque se les apareció al tercer día de nuevo con vida, como habían dicho que sucedería los profetas de Dios además de haber dicho muchas otras cosas maravillosas acerca de él y la tribu de cristianos, así llamados por ser sus seguidores, permanecen hasta el día de hoy”.
  • 101. 101 Un manuscrito árabe posterior, escrito en el décimo siglo, por el historiador melquita llamado Agapeo también cita el mismo pasaje de Josefo de la siguiente manera: “En aquel entonces hubo un hombre sabio llamado Jesús y sus obras eran buenas y era conocido por ser santo. Muchas personas entre los judíos y otras naciones se convirtieron en sus seguidores. Fue condenado a ser crucificado y a morir por orden de Pilato, pero aquellos que se habían convertido en sus discípulos no se apartaron de sus enseñanzas. Informaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Por lo tanto, puede que fuese el Cristo, acerca del cual los profetas habían contado cosas maravillosas y los cristianos, llamados conforme a su nombre, no han desaparecido hasta la fecha”. Estas declaraciones confirman las siguientes verdades cristianas que se encuentran en la Biblia: 1) Jesús era el Mesías del cual habían hablado los profetas. 2) Realizó milagros. 3) Fue crucificado bajo Poncio Pilato. 4) Se levantó de los muertos tres días después y se le apareció a sus discípulos. EL ESTANQUE DE SILOE (L. 10) En el Evangelio de Juan ha quedado constancia de que Jesús sanó a un hombre que había estado ciego desde su nacimiento junto al estanque de Siloe. La piscina de Siloam fue alimentada por agua de una primavera subterránea que fluyó por un túnel originalmente construido por el Rey Ezequías, que gobernó entre los años 716 y 687 a.C. tal y como dice en II Reyes 20:20: ―Los demás hechos de Ezequías, y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?‖ En 1880 se descubrió una inscripción en el lugar del estanque de Siloe describiendo de qué modo dos equipos de judíos cavaron un túnel un equipo en dirección al otro para finalmente encontrarse a fin de terminar la construcción de dicho túnel. El descubrimiento se conoce como la inscripción de Siloam y se halla en el Museo Arqueológico de Estambul, en Turquía. Dice lo siguiente: ―Y este es el relato del descubrimiento. Mientras los que cavaban el túnel estaban trabajando con sus picos, los unos en dirección a los otros, y mientras quedaban aún cinco pies de rocas que atravesar, la roca se partió hacia el sur y hacia el norte, y se escucharon las voces, llamándose las unas a las otras. En ese momento los obreros lograron
  • 102. 102 establecer contacto golpeando un pico contra el otro. Luego el agua comenzó a fluir desde el manantial al estanque a lo largo de una distancia de 1.900 pies y la altura del túnel, sobre las cabezas de los obreros era de 160 pies‖. LOS MILAGROS DE JESÚS Una de las más antiguas menciones que se hacen acerca de los milagros del Cristo corresponden a Julián el Apóstata (emperador romano entre el 361-363 d.C.) que era enemigo del cristianismo y escribió lo siguiente: ―Hace unos tres mil años....que se viene celebrando a Jesús aunque no hizo nada que fuese digno de la fama, a menos que alguien pueda considerar que es una gran obra sanar a los cojos y a los ciegos y ejercitar actos demoniacos en los pueblos de Betsaida y Betania‖. Esta afirmación muestra que era algo corrientemente aceptado que Jesús realizaba milagros en los pueblos de Betsaida y Betania, según queda constancia en la Biblia. Marcos 8:22 afirma que Jesús sanó a un hombre que había estado ciego desde su nacimiento en Betsaida y Juan 12:1 cuenta que Jesús levantó a Lázaro de los muertos en Betania. Los escritos rabínicos judíos, que se encuentran en el Talmud, también dan testimonio del hecho de que Jesús tenía poder para sanar. Uno de estos escritos de alrededor del año 100 d.C. tiene que ver con el caso del Rabino Eleazar ben Dama al que le mordió una serpiente venenosa: Jacob de Kefar Sama llegó con el propósito de sanarle en el nombre de Jesús (Yeshua), pero el Rabino Ismael no se lo permitió y le dijo: ―¡Ben Dama, no debes de hacerlo!‖ (Ben Dama) le contestó: ―¡Te traeré pruebas (de las Escrituras) de que puede sanarme!‖ Pero se murió antes de poder producir dichas pruebas.‘ –Tosefta, Hullin 2.22-23. Hasta los primeros rabinos del primer siglo se abstuvieron de negar que Jesús realizaba milagros, pero intentaron atribuirlos a hechos relacionados con la brujería. Un pasaje tomado del Sanhedrín babilonio escrito entre los años 95 y 119 d.C. afirma: ―Durante el tiempo de la Pascua ejecutaron a Yeshu (de Nazaret). Se hizo un anuncio durante cuarenta días antes de este dicho (Yeshu de Nazaret) será apedreado por haber practicado la brujería, por haber engañado y haber descarriado a Israel. Que todo el que sepa lo contrario, acuda y hable en su defensa, pero no hallaron nada en su defensa y le crucificaron….‖ Estas falsas alegaciones, por parte de los dirigentes judíos, que intentaban decir que Jesús realizaba estos milagros practicando la brujería y las artes de la magia también se pueden encontrar en la Biblia. Lucas 11:14-20 dice: ―Estaba Jesús echando fuera a un demonio que era mudo; y aconteció que salido el demonio, el mudo habló; y la gente se maravilló. Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.‖ ―Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo. Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma,
  • 103. 103 cae. Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? Ya que decís por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Mas si por el dedo de Dios hecho yo fuera a los demonios, ciertamente el reino de Dios se ha llegado a vosotros‖. LOS SUMOS SACERDOTES ANAS Y CAIFÁS (L.16) La Biblia afirma que en el tiempo del juicio de Jesús, había dos sumo sacerdotes, Anas y Caifás. Lucas 3:1-3 dice lo siguiente: ―En el año decimoquinto del imperio de Tiberio Cesar, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados‖. Todos los hombres mencionados en el anterior pasaje bíblico, incluyendo a los sumos sacerdotes Anás y Caifás, los menciona el historiador judío Josefo en su obra titulada Antigüedades Judías. Afirma en los siguientes pasajes: ―Anás, hijo de Set quedó instalado como sumo sacerdote por Cirenio. Durante este tiempo, Herodes Antipas y Felipe estaban administrando las tetrarquias…. El tercer Cesar fue Tiberio, que nombró a Valerius Gratus como sucesor de Rufo, como procurador sobre los judíos. Gratus eliminó a Anás del puesto de sumo sacerdote y realizó tres cambios más antes de nombrar a José Caifás para que ocupase el puesto. Gratus se retiró a Roma después de haber estado durante once años en Judea, siendo sucedido por Poncio Pilato‖. …. Herodes Agripa se convirtió en rey y el emperador Claudio añadió Judea y Samaria a su gobierno así como el resto de las tierras que habían sido anteriormente gobernadas por Herodes el Grande, además de Abilinia, que había sido gobernada por Lisanias. En lo que se refiere al sumo sacerdote Caifás, Josefo menciona que su nombre completo era José Caifás. Los arqueólogos descubrieron en 1990 una cueva cementerio en las afueras de Jerusalén, que contenía una colección de cajas con huesos. Durante el primer siglo, los cadáveres de los muertos los colocaban en el interior de las cuevas y una vez que la carne se había descompuesto recogían los huesos y los metían en cajas, lo cual refleja una creencia en la resurrección. Una de esas cajas, que parecía un féretro, que encontraron en la cueva estaba elaboradamente tallada y tenía inscritas las palabras: “José, hijo de Caifás”. La caja contiene los restos del personaje bíblico de Caifás.
  • 104. 104 PONCIO PILATO Inscripción de Poncio Pilatos (L. 16) En 1961 se descubrió en una excavación italiana una inscripción que llevaba el nombre de Poncio Pilato. Esta es la primera evidencia física que se ha encontrado aparte de la Biblia que confirma su existencia. El enorme bloque de piedra caliza que llevaba la inscripción se encontró en la ciudad de Cesarea y en la misma estaban grabadas las palabras: . . . . . . . S TIBERIEVM (Tiberieum) . .[PO]NTIVS PILATVS (Poncio Pilato) [PARA]ECTVS IVDA[EA]E (Prefecto de Judea) La primera palabra, Tiberieum, probablemente se refiere a un templo dedicado al emperador Tiberio. Del nombre de Pilato también dejó constancia el conocido historiador romano Cornelio Tácito, que menciona el hecho de que Pilato crucificó a Cristo, tal y como dice la Biblia. Tácito, que nació alrededor del año 52 d.C. y se convirtió en el Gobernador de Asía en el año 112 A.D., escribió lo siguiente en su Historia: ―Nada de lo que pudiese hacer el hombre ni fuese cual fuese el tamaño de un tesoro que pudiera dar el príncipe, ni todos los sacrificios que se pudiesen presentar a los dioses, podrían librar a Nerón de ser acusado de haber sido él que dio orden de que se prendiese fuego, produciendo el gran incendio de Roma. De modo que con el fin de silenciar el rumor, torturó y acusó falsamente a aquellos a los que se les llamaba cristianos, que eran odiados por el enorme seguimiento que tenían. Cristo, el fundador del nombre, fue ejecutado por Poncio Pilato, el procurador de Judea, durante el gobierno de Tiberio.” Algunos escritores de la antigüedad creían también que Pilato envió un informe a Roma acerca del juicio de Jesús. Por ejemplo, alrededor del año 150 d.C.., Justino Mártir, escribiendo en su defensa del Cristianismo (Primera Apología), que envió al Emperador romano Antonio Pío, le dirigió al informe de Pilato, que estaba convencido de que existía en alguna parte en los archivos imperiales: ―La afirmación ‗horadaron mis manos y mis pies‘ dice, ¿no es acaso un fiel reflejo de los clavos que atravesaron sus manos y sus pies en la cruz, y después de que fue ejecutado, los que le crucificaron echaron suertes y dividieron sus vestiduras entre ellos; estas cosas sucedieron y las podéis encontrar escritas en los “Hechos” bajo Poncio Pilato?” Según otros historiadores, a Pilato se le presenta como un hombre terriblemente cruel. Filo de Alejandría, que escribió alrededor del año 40 d.C. y que fue contemporáneo de Jesús, dijo lo siguiente acerca de Pilato y su obra titulada The embassy to Gaius 299-305: ―Cualquier oficial con el nombre de Pilato era nombrado como prefecto de Judea. En lugar de honrar a Tiberio, lo que hacía era causar problemas entre los judíos. En el palacio de Herodes, en la Ciudad Santa, instaló escudos dorados, que no llevaban inscrita imagen o cosa alguna que estuviese prohibida, a excepción de una pequeña inscripción, que afirmaba dos cosas, el nombre de
  • 105. 105 aquel en cuyo honor estaba dedicada y el nombre de la persona que dio orden de que fuese instalado. Pero cuando esta noticia se difundió Extensamente entre los judíos, apelaron a los cuatro hijos del Rey Herodes, por los cuales sentían un gran respeto y a los que trataban como reyes. Animaron a Pilato a deshacerse de los escudos y a no transgredir sus costumbres, como habían hecho con anterioridad otros reyes y emperadores. Pilato era un hombre orgulloso, que era al mismo tiempo testarudo y cruel, de modo que se negó a acceder a sus demandas, pero ellos siguieron aún clamando con más insistencia: ―¡No provoques una guerra! ¡O una revuelta entre tu pueblo! ¡Permite que haya paz entre nosotros! El deshonrar nuestras tradiciones, de larga duración, no le dará honor al emperador. No insultes a nuestra nación y traigas el deshonor a Tiberio. El no aprueba que elimines nuestras tradiciones y si tú dices que él lo aprueba, muéstranos alguna carta o decreto, de manera que podemos dejar de apelar a ti y podamos acudir a nuestro señor por medio de un embajador.‖ Al oír esto, Pilato se sintió atemorizado, porque sabía que si realmente acudían al Emperador, también le informarían acerca de cómo él había estado gobernando, temiendo que le acusasen, con justicia, de crueldad, violencia, robos, asaltos, ejecución de prisioneros sin haberles sometido antes a juicio y muchas otras cosas. Entonces Pilato se puso furioso y se mostró aprehensivo, no sabiendo qué hacer, porque ni tenía el valor para eliminar lo que había hecho ni el deseo de hacer lo más mínimo que pudiese complacer a aquellos que se encontraban bajo su gobierno. Pero al mismo tiempo sabía que Tiberio no aprobaría su comportamiento, de modo que Pilato intentó ocultar sus emociones, pero cuando los oficiales judíos se dieron cuenta de que lamentaba lo que había hecho, ellos escribieron a su vez una carta a Tiberio, presentando su caso tan convincentemente como pudieron hacerlo. ¡Tiberio se puso furioso y le escribió a Pilato reprendiéndole con grandes amenazas! Eso era algo totalmente inusitado, porque él (el Cesar) no se dejaba llevar fácilmente por la ira, sino que dejaba que sus acciones hablasen por sí mismas. De inmediato, sin la menor demora, le escribió de nuevo a Pilato, usando un gran número de duras palabras para reprenderle por su arrogancia y su orgullo, al mismo tiempo que le ordenó que eliminase de inmediato los escudos y que los enviase otra vez al puerto de Cesarea.... donde deberán quedar colocados en el templo de Augusto, cosa que se hizo de inmediato. De esta manera tanto el honor del emperador como la política de Roma respecto a Jerusalén permanecían en su lugar. El temor que sintió Pilato de que Tiberio Cesar le volviese a reprender también se ve reflejado en el evangelio de Juan capítulo 19:6-14. ―Pilato les dijo: ―Tomadlo vosotros y crucificadlo, porque yo no hallo delito en él. Los judíos le respondieron: ―Nosotros tenemos una ley y, según nuestra ley, debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios. Cuando Pilato oyó decir esto, tuvo más miedo. Entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ―¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le respondió. Entonces le dijo Pilato: ―¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte y autoridad para soltarte? Respondió
  • 106. 106 Jesús: ―Ninguna autoridad tendrías contra mí si no te fuera dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene. Desde entonces procuraba Pilato soltarlo, pero los judíos daban voces diciendo: ‖Si a este sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone. Entonces Pilato, oyendo esto, llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado El Enlosado, en hebreo, Gábata. Era la preparación de la Pascua y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ―¡Aquí tenéis a vuestro Rey!‖ Otro historiador, Flavio Josefo, también escribió un relato en el que mencionó a Pilato: ―En otra ocasión causó un tumulto al gastarse el tesoro sagrado del templo, sin permiso, en la construcción de un acueducto que hizo posible que el agua llegase a la ciudad desde una distancia de setenta kilómetros. Ciega de ira por esta manera de actuar, la multitud formó un círculo alrededor del tribunal de Pilato, que en esos momentos estaba visitando Jerusalén, y le atacaron con un estallido de indignación violenta. Pero él previendo de antemano la sublevación, había despachado a una tropa de sus soldados entre la multitud, disfrazados de civiles, pero armados, con órdenes de no usar sus espadas, pero sí de golpear a los alborotadores si las cosas se ponían feas y en un momento determinado le hizo señales a sus hombres. Los judíos perecieron en gran número, algunos de ellos debido a los golpes que recibieron, mientras que otros se vieron pisoteados hasta la muerte por la multitud que intentaba huir de las palizas. Asustada por el espectáculo de las víctimas, se hizo el silencio entre la multitud. La Guerra Judía 2.175-177. Es posible que Jesús hiciese alusión a este suceso en el evangelio de Lucas 13:1-3, donde dice: ―En ese mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo: ―¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que los demás galileos? Os digo: no, antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.‖ La Biblia afirma en Juan 18:33-38 lo siguiente: ―Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo: ―¿Eres tú el Rey de los judíos?‖ Jesús le respondió: ―¿Dices tú esto por ti mismo o te lo han dicho otros de mí? Pilato le respondió: ―¿Soy yo acaso judío? Tu nación y los principales sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: ―Mi reino no es de este mundo; si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí.‖ Le dijo entonces Pilato: ―Luego, ¿eres tú el rey? Respondió Jesús: ―Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. ¿Qué es la verdad? Y dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo: ―Yo no hallo en él ningún delito.‖
  • 107. 107 POR SUS AZOTES Pilato les dijo: ―Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte a un preso en la Pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?‖ Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: --¡A éste no! ¡A Barrabás! --y Barrabás era ladrón--. Así que tomó entonces Pilato a Jesús y lo azotó. Los soldados entretejieron una corona de espinas y la pusieron sobre su cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura, y le decían: --¡Salve, Rey de los judíos! --y le daban bofetadas. Y salió Jesús llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Pilato les dijo: --¡Este es el hombre! Cuando lo vieron los principales sacerdotes y los guardias, dieron voces diciendo: --¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Pilato les dijo: --Tomadlo vosotros y crucificadlo, porque yo no hallo delito en él.‖ Juan 18:39-19:6. Un ejemplo de la exactitud de este relato del Evangelio puede verse en la práctica habitual que tenían de soltar a un preso en el tiempo de la Pascua, tal y como hemos mencionado más arriba y también en Lucas 23:17. Los datos históricos de los que ha quedado constancia confirman que este era, efectivamente, el acontecimiento anual que llevaban a cabo durante la Pascua. Los siguientes escritos judíos de la Mishna, Pesahim 8:6 afirman: ―Podrán sacrificar (un cordero pascual) para llorar la pérdida de su familia o por uno que despeja una ruina, así como por aquel al que se le ha prometido dejarle en libertad, sacándole de la prisión.‖ Otro ejemplo de la exactitud del Evangelio lo podemos hallar en la manera en que los romanos azotaban y crucificaban a sus enemigos. El historiador Josefo nos permite tener una visión de esta bárbara costumbre. ―Entrando por la fuerza en todos los hogares, mataban a sus ocupantes, de manera que los ciudadanos salían huyendo por los estrechos caminos, al tiempo que los soldados asesinaban a todos los que cogían, sin pasar por alto ninguno de los métodos de saqueo; también cogían a muchos de los que formaban el común del pueblo y los llevaban ante Floro, a los que primero castigaba azotándoles y después crucificándoles.
  • 108. 108 El número total de los que mataron ese día, incluyendo a las mujeres y a los niños, (porque ni siquiera dejaban con vida a los más pequeños bebés) fue de tres mil seiscientos. Y lo que hizo que este ataque fuese peor todavía fue que la barbarie romana había alcanzado un nuevo nivel de maldad porque Floro hizo lo que nadie había hecho jamás, es decir, había dado órdenes de que a los hombres que eran de nobleza ecuestre, se les pegase latigazos y se les clavase a la cruz ante el concilio, que aunque siendo por nacimiento judíos, aún se les consideraba como ciudadanos romanos.‖ Guerras Judías, Libro 2, capítulo 14:9. La manera en que fue tratado Cristo y tuvo que sufrir durante su juicio también se salía totalmente de lo normal respecto a la cultura durante los tiempos en los que caminó sobre la tierra. La historia ha dejado constancia de que las naciones de alrededor se burlaban de cualquiera que afirmaban ser un rey de los judíos. El historiador Filo menciona uno de esos incidentes poco tiempo después de Cristo: ―Gayo César le dio a Agripa, el nieto de Herodes, la tercera parte de su herencia familiar para que pudiese gobernar, donde en el pasado había gobernado su tío Felipe el tetrarca.... (Agripa fue a Alejandría).... (Pero los hombres de Alejandría) estaban dominados por un antiguo y, lo que yo puedo llamar odio interior hacia los judíos. Estaban furiosos pensando que nadie pudiese convertirse en el rey de los judíos...de modo que se pasaban una gran parte de su tiempo insultando al rey en las escuelas y planeando toda clase de actos para ridiculizarle.... Había un cierto hombre llamado Carabas, que se había visto afligido con una ligera forma de enfermedad mental que le afectaba de vez en cuando. Este hombre se pasaba la mayor parte de los días y las noches desvalido por las calles, siendo víctima de los abusos de los jóvenes de la ciudad... que llevaron a este pobre hombre, en contra de su voluntad, hasta el auditorio. Al llegar allí le colocaron sobre un lugar elevado donde todo el mundo pudiese verle. A continuación aplanaron una hoja de papiro y la colocaron sobre su cabeza a modo de corona, y vistieron el resto de su cuerpo con una alfombrilla, como si hubiera sido una capa real y en lugar de un cetro colocaron en su mano un pequeño palo, que habían encontrado junto al camino y se lo dieron. Y cuando le hubieron vestido y adornado de modo que pareciese un rey, los jóvenes en la multitud cogieron palos sobre sus hombros y se pusieron firmes a cada lado del hombre haciendo como si fuesen sus guardaespaldas con espadas. Luego se
  • 109. 109 acercaron otros haciendo como si le saludasen mientras que otro grupo se le acercó pretendiendo que deseaban consultarle respecto a asuntos de gobierno. Entonces una multitud de voces gritaron el título Maris (Señor) que es el nombre que se usa para los reyes de Siria, porque sabían que Agripa era sirio de nacimiento y además que gobernaba sobre un gran distrito de Siria.‖ Si las naciones podían burlarse de un rey terrenal de ese modo, ¿cuánto más aumentaría su odio en contra del verdadero Rey de los judíos? El profeta Isaías, en una de las profecías sobre la venida del Mesías habló acerca de Su siervo sufriente y describe cómo la gente se burlaría de Él y los hombres le rechazarían. ―He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, será puesto muy en alto. Como se asombraron de ti muchos (pues de tal manera estaba desfigurada su apariencia, que su aspecto no parecía el de un ser humano), así asombrará él a muchas naciones. Los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado y entenderán lo que jamás habían oído. ¿Quién ha creído a nuestro anuncio y sobre quién se ha manifestado el brazo del SEÑOR? Subirá cual renuevo delante de él, como raíz de tierra seca. No hay hermosura en él, ni esplendor; lo veremos, mas sin atractivo alguno para que lo apreciemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas EL SEÑOR cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como un cordero fue llevado al matadero; como una oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, no abrió su boca. Por medio de violencia y de juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte. Aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca. El SEÑOR quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá descendencia, vivirá por largos días y la voluntad del SEÑOR será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará sobre sí las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los poderosos repartirá el botín; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los transgresores.‖ Isaías 52:13-53:12.
  • 110. 110 LAS TINIEBLAS DE LA CRUCIFIXIÓN ―Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena….Jesús clamó a gran voz, y entregó el espíritu….El centurión y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios‖. Mateo 27:45-54 (L. 21). La primera referencia que se encuentra aparte de la Biblia, en la que se menciona que hubo tinieblas sobre la tierra durante a crucifixión de Cristo, fue la que hizo un historiador samaritano llamado Talo, que escribió alrededor del año 52 d.C. Su historia fue citada por otro antiguo escritor llamado Julio Africanus, que investigó el tema de estas tinieblas y escribió lo siguiente: Hubo tinieblas en todo el mundo, produciéndose la más espantosa oscuridad. Muchas rocas quedaron partidas por la mitad debido al terremoto y muchos lugares en Judea y en otros distritos fueron derribados. Me parece poco razonable que Talo, en el tercer libro de sus historias, intentase justificar estas tinieblas como si hubieran sido debidas a un eclipse solar, puesto que los judíos celebraban la Pascua en el día 14, según la luna y la muerte de su Salvador cae en el día anterior a la Pascua. Pero un eclipse solar es algo que solo se puede producir cuando la luna se encuentra debajo del sol, así que ¿cómo era posible que se hubiese producido un eclipse cuando la luna se encontraba justo delante del sol?‖ (Desde el punto de vista científico, es imposible que haya una luna llena el mismo día en que se produce un eclipse solar.). Otro historiador del primer siglo que también menciona la oscuridad fue Flegón, que escribió una historia titulada las ―Olimpiadas‖. Julio Africano mencionó una cita tomada de esta obra, que decía: ―Flegón deja constancia de que en la época de Tiberio Cesar, habiendo luna llena, se produjo un eclipse total del sol de la sexta a la novena hora... Es evidente que no estaba enterado de que se hubiera producido un acontecimiento así en años anteriores.‖ Orígenes también menciona a Flegón en su obra, en el segundo libro: ―El oscurecimiento del sol tuvo lugar en la época de Tiberio Cesar, durante cuyo reinado Jesús fue crucificado, y los grandes terremotos que se produjeron entonces. Creo que Flegón ha escrito un relato en el libro trece o catorce de sus Crónicas. LAS DECLARACIONES MÁS IMPORTANTES DE JESÚS RESPECTO A LAS TINIEBLAS: ‖Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida‖. Juan 8:12 ―El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Yo la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no perezca en tinieblas‖. Juan 12:44-46
  • 111. 111 La resurrección de Jesucristo (L. 16). En 1878 se descubrió, en la ciudad natal de Jesús, Nazaret, un edicto que se cree que vino o bien de Tiberio Cesar, que fue emperador romano en la época en que resucitó Jesucristo o de Claudio Cesar, que gobernó poco después. El edicto, mejor conocido como la inscripción de Nazaret, estaba grabado en mármol con las siguientes letras: ―Proclamación de Cesar. Es mi deseo que las tumbas y las sepulturas permanezcan selladas para beneficio de aquellos que las han hecho y para sus hijos, miembros de la familia y su religión. Sin embargo, si alguien acusa diciendo que otra persona las ha destruido, quitado al que ha sido enterrado o con mala intención ha quitado el sello en otras piedras, ordeno que esa persona sea traída a juicio. De la misma manera que el hombre debe de respetar a los dioses, lo mismo debe de hacerse con los hombres, porque todos le deben un respeto a los que han sido enterrados. Por lo tanto, está prohibido que nadie los toque. Si se transgrede este edicto, la persona que cometa la ofensa deberá ser sentenciada a la pena capital con cargos de haber violado un sepulcro‖. La inscripción parece ser la respuesta del Emperador Romano a la petición realizada por los dirigentes judíos para evitar que robasen las tumbas y que eliminasen los sellos colocados sobre las lápidas. Es evidente que debió de tener lugar algún importante suceso, relacionado con el que alguien abriese una tumba lo cual debió de molestar enormemente al liderazgo judío. La cuestión es ¿por qué se interesarían los romanos si era violada una tumba judía y por qué amenazaría con la pena capital por cometer semejante ofensa? ¿Y por qué el edicto se emitiría en Nazaret, la ciudad natal de Jesús? La respuesta la podemos encontrar en el Evangelio de Mateo, que ofrece un relato de la resurrección de Jesús de Nazaret: ―Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato (el procurador romano de Judea) diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.
  • 112. 112 Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia. Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. (L. 16). Entonces ella, saliendo del sepulcro con temor fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ella, acercándose, abrazó sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea y allí me verán. Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy‖. Mateo 27:62-28:15 Las sinagogas (L. 18) En el Antiguo Testamento el vocablo ―sinagoga‖ solamente aparece en el Sal. 74.8 Versión moderna, ―lugares de reunión‖,, Nueva Biblia Española, ―asambleas‖. La Septuaginta utiliza frecuentemente el término griego synagoµgeµ para la asamblea de Israel, y aparece 56 veces en el Nuevo Testamento. El sentido básico es lugar de reunión, por lo que llegó a significar lugar de culto judío. En las Escrituras se refiere a una reunión de individuos de una localidad para el culto o la acción en común (Lc.
  • 113. 113 12.11; 21.12). Posteriormente sirvió para hacer referencia al edificio en el cual se llevaban a cabo tales reuniones. I. Su significación No es posible sobrestimar la importancia de la sinagoga para el judaísmo. Más que ninguna otra institución la sinagoga le dio carácter a la fe judía. Allí el judaísmo aprendió su interpretación de la ley. Ez. 11.16, ―con todo eso les seré por un pequeño santuario‖, fue interpretado por las autoridades judías como que en la dispersión mundial Israel tendría la sinagoga como un santuario en miniatura para remplazar la pérdida del templo. A diferencia del templo había sinagogas en distintos puntos del país, y de este modo el pueblo se mantenía en contacto con sus líderes religiosos. A. Menes afirma que ―en el día de reposo y los días sagrados la pérdida del templo y la ausencia de las solemnes celebraciones en torno a los sacrificios fueron profundamente sentidas por los exiliados … la sinagoga … sirvió como sustituto del templo. En la sinagoga no había altar, la oración y la lectura de la Torá ocuparon el lugar del sacrificio. Además, la casa de oración cumplía una importante función social … era punto de reunión y lugar de asambleas, donde podía congregarse el pueblo todas las veces que fuera necesario considerar asuntos importantes de la comunidad. La sinagoga fue la cuna de un tipo completamente nuevo de vida social y religiosa, y sirvió de base para la formación de una comunidad religiosa de alcance universal. Por primera vez se emancipó el monoteísmo judío, en la práctica religiosa, de los lazos con un lugar específicamente designado. Ahora Dios se acercaba al pueblo dondequiera que morase‖ (―The History of the Jews in Ancient Times‖, The Jewish People, 1, página(s) 78–152). Actualmente la sinagoga sigue siendo una de las instituciones dominantes del judaísmo y centro de la vida religiosa de la comunidad judía. El libro de Hechos indica el papel significativo que tuvo la sinagoga en la propagación de la nueva fe mesiánica. II. Su origen La Biblia no ofrece información concreta sobre el origen de la sinagoga. Lo mismo pasa con las fuentes extra bíblicas, porque los apócrifos no hacen referencia a esta institución. Los libros apócrifos ni siquiera mencionan el incendio de las sinagogas en el país durante las persecuciones de Antíoco Epífanes en el siglo II a.C. (aunque se ha visto una referencia a este hecho en Sal. 74.8). Antes del cautiverio babilónico el culto se centraba en el templo de Jerusalén. Durante el exilio, época en la que fue imposible mantener el culto en Jerusalén, apareció la sinagoga como lugar de oración y de instrucción en las Escrituras. Esa es la opinión general. R. W. Moss sostiene, sin embargo, que ―el exilio no marca la primera etapa del origen de la sinagoga, sino una importante modificación de sus funciones; a partir de entonces el culto se convirtió en la principal ocupación, aunque de ninguna manera la única, y las funciones administrativas se interrumpieron por un tiempo‖. De todos modos, es probable que Ez. 14.1 pueda servir de base para el origen de la institución: ―Vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel, y se sentaron delante de mí‖ (Ez. 20.1). Levertoff afirma sin dudar: ―Debe haber surgido durante el exilio babilónico‖.
  • 114. 114 III. Descripción general En el siglo I d.C. había sinagogas en todos los lugares donde residían judíos. Hch. 13.5 (Salamina en Chipre); 13.14 (Antioquía en Pisidia); 14.1 (Iconio); 17.10 (Berea). Las grandes ciudades como Jerusalén y Alejandría tenían numerosas sinagogas. Según una leyenda había 394 sinagogas en Jerusalén cuando Tito destruyó la ciudad en 70 d.C.; otras fuentes estiman que había 480. Los evangelios hablan de las sinagogas de Nazaret (Mt. 13.54; Lc. 4.16) y Capernaum (Mr. 1.21; Jn. 6.59) como lugares en los que ministró nuestro Señor. El apóstol Pablo las encontró en todos los lugares que visitó: Palestina, Asia menor y Grecia. Según el Talmud (Shabbath 11a), había que construir las sinagogas en terreno elevado o más alto que las casas que la circundaban. Los indicios arqueológicos confirman esta práctica en Palestina. Con toda probabilidad se construyeron las sinagogas según el modelo del templo de Jerusalén. A. Edersheim dice que la disposición interior ―es, generalmente, la de dos columnatas dobles, que parecerían haber formado el cuerpo de la sinagoga, y las galerías al este (punto cardinal); elohísta y al oeste probablemente fueron utilizadas como pasillos. La distancia entre las columnas es muy pequeña, nunca mayor de 3 m‖ (435). Había un arca portátil en la que se guardaban los rollos de la Ley y los Profetas (Mðgillah 3.1), arca que se encontraba frente a la entrada del edificio. Se llevaba el arca en procesión en los días de ayuno. Ante el arca y frente a los fieles se encontraban ―las primeras sillas‖ (Mt. 23.6) para los líderes religiosos y las autoridades de la sinagoga. Se leía la ley desde una plataforma (Mðgillah 3.1). Se pueden ver ruinas de tales edificios en Tell Hum (probablemente el lugar donde se encontraba la antigua *Capernaum), Nebartim y otros sitios. Los restos muestran la influencia de un estilo grecorromano. Los ornamentos de las sinagogas eran hojas de parra, el candelabro de siete brazos, el cordero pascual y el recipiente del maná. Los asientos ubicados cerca del pupitre desde el cual se leía eran los más honorables (Mt. 23.6; Stg. 2.2–3). Maimónides dice que ―ponían una plataforma en el medio del edificio, de modo que pudiera subir a ella el que leía la ley, o el que pronunciaba palabras de exhortación al pueblo, y que todos pudieran oírlo‖. Los hombres se sentaban aparte de las mujeres. La ―gran sinagoga‖ de la tradición puede haber sido organizada por Nehemías alrededor del 400 a.C. Se dice que tenía 120 miembros (Pirqe Aboth 1.1), que se ocupaban de estudiar la ley de Moisés y trasmitirla. El sanedrín la sucedió (Aboth 10.1). Hay dudas sobre la existencia de esa gran sinagoga, porque los apócrifos, Josefo, y Filón no mencionan dicho cuerpo. Sin embargo, el silencio no es concluyente en cuanto a la existencia de dicho consejo. IV. Propósito y prácticas La sinagoga servía al triple propósito de ofrecer educación, culto y gobierno de la vida civil de la comunidad. Aunque estaba sujeta a la ley del país, la sinagoga tenía su propio gobierno (Josefo, Antigüedades de los judíos 19.291). La congregación estaba bajo el gobierno de ancianos que estaban autorizados a ejercer disciplina y castigar a los miembros. Para el castigo se empleaba el azote y la excomunión. El principal de la sinagoga era el que ejercía su gobierno (Mr. 5.22; Hch. 13.15; 18.8). Supervisaba el servicio para controlar que se
  • 115. 115 realizara de acuerdo con la tradición. El ministro o ayudante (Lc. 4.20) presentaba los rollos de las Escrituras para ser leídos, los colocaba de nuevo en el arca, azotaba a los miembros que hubieran cometido una ofensa, y enseñaba a leer a los niños. Peritz ha demostrado que ―la f unción primaria de las asambleas de la sinagoga era la enseñanza de la ley al pueblo‖. El encargado de los fondos de caridad los recibía de la sinagoga y los distribuía. Finalmente, se necesitaba un intérprete competente para parafrasear la Ley y los Profetas en la lengua vernácula, o sea el arameo. Los que reunían las condiciones podían dirigir el culto (Cristo, Lc. 4.16; Mt. 4.23; Pablo, Hch. 13.15). El sábado era el día establecido para el culto público (Hch. 15.21). La Misná (Mðgillah 4.3) indica que el culto se dividía en cinco partes. Primero se leía el Shemu>. Esta oración abarca Dt. 6.4–9; 11.13–21; Nm. 15.37–41. Luego se recitaban oraciones preparadas por la sinagoga, de las que las más antiguas y conocidas son las dieciocho peticiones y bendiciones. La primera de las ―dieciocho bendiciones‖ dice: ―Bendito eres tú, Señor Dios nuestro, y Dios de nuestros padres, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob; el grande, el poderoso y el terrible Dios, el supremo Dios que muestra misericordia y benevolencia, que creaste todas las cosas, que recuerdas todos los hechos piadosos de los patriarcas, y que con amor proveerás un redentor a los hijos de sus hijos por amor a tu nombre. ¡Oh Rey, Salvador y Escudo! Bendito eres tú, o Señor, escudo de Abraham.‖ Otra oración dice: ―Y a Jerusalén, tu ciudad, retornarás con misericordia, y vivirás en su medio, como has dicho. Y conviértela pronto en nuestros días, en edificio eterno, y el trono de David inmediatamente establecerás en medio de ella.‖ El retorno de Israel a la tierra de sus padres, el retorno de la gloria Sekiná al templo y a la Jerusalén reconstruida, y el restablecimiento de la dinastía davídica son temas recurrentes en las oraciones. A ellas seguía la lectura de la Ley. El Pentateuco, que actualmente se lee en las sinagogas en ciclos anuales, originalmente se cubría en tres años. A la lectura de la primera porción del canon del Antiguo Testamento seguía una selección de los Profetas. En la época de Cristo todavía no se había fijado esta porción, sino que el lector podía elegir su propio pasaje (Lc. 4.16ss). La lectura de la Escritura constituía la parte central del culto. Se explicaba la porción de los Profetas y se hacía una exhortación tomándola como base. La bendición concluía el servicio. Adiciones posteriores fueron la traducción y exposición del pasaje de la Escritura que
  • 116. 116 se había leído. Era necesario contar con diez hombres adultos para llevar a cabo el culto público en la sinagoga. ―Sinagoga llamada de los libertinos‖ o ―libertos‖ (libertinoi, libertini, ―libertos‖, Versión moderna) es el nombre que se aplicó a los fieles de una sinagoga de Jerusalén que disputaron con Esteban (Hch. 6.9). Eran judíos capturados en la campaña de Pompeyo que posteriormente fueron liberados por sus amos, y en consecuencia se les acordó el privilegio de la ciudadanía romana. En Ap. 2.9 y 3.9 se hace referencia a la ―sinagoga de Satanás‖. Como las citas son de carácter general, es imposible identificar precisamente a aquellos a quienes se refiere Juan. Aparentemente se trataba de un partido herético dentro de la naciente iglesia. Iglesia Cristiana Primitiva (L. 21). En un gran edificio, cerca de la costa de Cesarea Marítima, fueron creados dos mosaicos durante la iglesia primitiva, que contienen el texto de Romanos 13:13: ¿"Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella." Los textos datan del siglo V d.C., a más tardar, y aunque existen fragmentos de papiro del Nuevo Testamento tan antiguos como de principios del siglo II d.C., éstas son dos de las más antiguas inscripciones de un versículo del Nuevo Testamento. La ciudad es también conocida por haber sido un centro importante de la cristiandad primitiva; Orígenes enseñó en una famosa escuela cristiana aquí, y había una extensa biblioteca en la ciudad. Desafortunadamente, la biblioteca y sus obras fueron destruidas en la conquista musulmana. EL LIBRO DE LOS HECHOS CAPITULO 5 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.‘ El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quién vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos. Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número
  • 117. 117 como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. Después de éste se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él y todos los que le obedecían fueron dispersados. Y ahora os digo, apartaos de estos hombres y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios‖. Hechos 5:29-39. En el versículo 34, un fariseo muy respetado, llamado Gamaliel, convence a los miembros del Sanhedrín enfurecidos que no maten a los apóstoles. La historia judía ha dejado constancia de muchos datos acerca de este hombre. Para empezar Gamaliel era nieto de Hillel, que era considerado por los judíos como uno de los más respetados eruditos alrededor de los tiempos de Cristo. Además la Biblia afirma que Gamaliel disfrutada de un elevado respeto por parte del pueblo, que era uno de sus más grandes rabinos y los escritos judíos lo confirman. Uno de los más antiguos pasajes del Talmud afirma: ―Desde que murió el Rabino Gamaliel, la gloria de la ley ha desaparecido‖. Los escritos que se encuentran en la Mishna afirman: ―Desde que murió el anciano Rabino Gamaliel, no ha habido más reverencia por la ley. La pureza y la abstinencia desaparecieron por esa misma fecha‖. Uno de los dichos favoritos de Gamaliel era ―para beneficio de la humanidad‖. Era tan respetado por las gentes de su época que cuando murió Gamaliel, se quemaron más de setenta libras de perfumes y de ungüentos por respeto a él al venir los judíos a rendirle tributo y fue acerca de este hombre que Pablo afirmó: ―Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros. Hechos 22:3. Otra persona mencionada en Hechos, capítulo 5 versículo 37 es Judas de Galilea, el padre fundador de los Zelotes. A este hombre le menciona el historiador Josefo haciendo una declaración detallada acerca de él en el siguiente párrafo de su obra titulada Antigüedades Judías: ―Coponio, de la orden ecuestre romana (que gobernó del 6 al 9 d.C.) fue enviado como procurador de Judea con toda la autoridad de Roma, incluyendo la pena capital. Cirenio, el senador romano, de elevado rango, también fue enviado por Cesar a ser gobernador de Siria y asesor de la propiedad allí y en Judea (6 d.C.)…. Mientras que los judíos eran reacios a registrar sus propiedades, un cierto Judas de Gamala (el galileo) afirmó que este hecho daría pie a la esclavitud, de manera que él y un fariseo llamado Sadoc iniciaron una revolución, comenzando un nuevo movimiento (los zelotes) que causó la ruina‖. Josefo menciona también a Judas y a sus hijos en el siguiente párrafo tomado de las Antigüedades Judías: ―Fado se convirtió en procurador, sucediendo a Tiberio Alejandro, y crucificó a Jacobo y a Simón, hijos de Judas el galileo que había causado un levantamiento animando al pueblo a la rebelión cuando Cirenio estaba realizando el censo en Judea‖.
  • 118. 118 “Erasto” el compañero de Pablo La mayoría de los cristianos conocen al apóstol Pablo como el hombre que fue el primero en proclamar el evangelio del Señor Jesucristo a las naciones gentiles, pero Pablo recibió además alguna ayuda de otros hombres menos conocidos, que viajaron junto a él extendiendo el Evangelio. Uno de estos hombre fue Erasto, uno de los primeros discípulos de Jesucristo, al que se le menciona brevemente en LA BIBLIA Romanos 16:23 donde se nos dice: ―Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto‖. Y de nuevo en 2 Timoteo 4:20 leemos: ―Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto.‖ Se ha hallado confirmación de su existencia y de su título en la ciudad de Corinto. Unos arqueólogos que estaban trabajando en una excavación de un camino del primer siglo descubrieron una piedra con esta inscripción: “Erasto, Comisionado de Obras Públicas”. Según LA BIBLIA, Erasto fue además uno de los primeros evangelistas en proclamar el evangelio a los gentiles. Hechos 19:22 dice: ―Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto…. Sergio Paulo, Proconsul de Chipre (L. 21) Hechos 13. Sergio Paulo fue el primer convertido documentado por Pablo durante su primer viaje misionero que se llevó cabo alrededor de 46 d.C. (Hc. 13:6-12). Esta conversión ocurrió en la ciudad de Pafos en la isla de Chipre, frente a las costas de Siria. Pablo y Bernabé desembarcaron en Seleucia y viajaron por tierra hacia Pafos, en la costa occidental, (169 kms). Chipre era una provincia romana gobernada por un procónsul. Cicerón en una carta a un Sextilio Rufo (50 d.C.) indico que pafos era el centro administrativo de la isla. Los romanos típicamente tenían tres nombres: un proenomen, un nomen, y un cognomen. El proenomen era el nombre personal, el nomen el nombre del clan y el cognomen el nombre de la rama particular dentro del clan. Por lo tanto, en el nombre Cayo Julio Cesar, Cayo era el nombre personal (proenomen) Juio el nombre del clan (nomen) y Cesar el nombre de la familia extendida (cognomen) dentro del clan juliano. Existen una inscripción encontrada que mencionan a Sergio Paulo mencionado en Hechos 13:7. La inscripción designa a Quinto Sergio Paulo como procónsul durante el reinado de Calígula, 37-41 d.C.. además una inscripción en latín, de Roma, se refiere a Lucio Sergio Paulo, quien tuvo una posición administrativa durante el reinado de Claudio de 41-54 d.C.
  • 119. 119 Estas inscripciones demuestran que la familia romana Sergio Paulo fue prominente durante el periodo de Hechos, y es completamente posible que un miembro de esa familia pudo haber servido como procónsul en Chipre durante la época del primer viaje misionero de Pablo. Galion, Proconsul de Acaya Hechos 18. Durante su segundo viaje misionero Pablo pasó 18 meses en Corinto (V. 11), la capital de la provincia romana de Acaya. Mientras estuvo allí, fue traído ante Galion, el procónsul romano (V. 12-17). Galion nació en Córdoba, España, como Marco Anneo Novato. Su nombre se cambio a Galion después de que lucio Junio Galion lo adoptó. En 41 d.C., Galion y su hermano Seneca fueron desterrados a Córcega debido al presunto adulterio de Seneca con Julia Livia, la hermana del emperador Calígula. Agripina, la madre de Nerón, los volvió admitir en 49 d.C. para que Seneca fuera el tutor de Nerón. Galion fue procónsul de Acaya en 51-52, la fecha es precisa gracias a una inscripción descubierta en Delfos, Grecia, una copia de una carta del emperador Claudio en la que se refiere a Lucio Junio Galion como, mi amigo y procónsul de Acaya. Seneca escribió acerca del encanto y la humildad de Galion y le dedico dos de sus libros a él. La inscripción de Galion es de enorme importancia por fechar la estadía de Pablo en Corinto durante 18 meses. Sugiere que él permaneció allí desde el otoño del 50 hasta el fin de la primavera en el 52. Artemisa de los efesios Hechos 19. Artemisa de los efesios (Diana) era una deidad tremendamente popular, el viajero griego Pausanias declaró que ella era la diosa mas alabada en las devociones privadas del mundo mediterráneo. Su ídolo de culto era inusual, un cuerpo tieso y largo con piernas pegadas una a la otra como una momia. La parte superior del frente del torso estaba cubierta con protuberancias que parecían senos humanos, de tal manera que a veces se le llamaba ―Artemisa de muchos senos‖. Usaba un collar hecho de bellotas, ya que el árbol roble era sagrado para ella y sobre su pecho aparecían los símbolos del Zodiaco. Sobre su cabeza se elevaba una corona alta que frecuentemente remataba con las torrecillas de la ciudad de Éfeso. Su falda a menudo se decoraba con hileras de animales, un indicador de la fertilidad, y a los lados se decoraba con abejas representadas como insectos y como sacerdotisas. La propia Artemisa se le conocía como abeja reina y a sus sacerdotes castrados se les llamaba zánganos. Una imagen aparece en monedas, papiros, pinturas, murales, relieves, estatuillas (ídolos pequeños para llevarlos a todas partes). Se han escavado cerca en sitios antiguos ceca de 50 estatuas de Artemisa hechas de piedra en lugares del mundo
  • 120. 120 antiguo bastante separados el uno del otro. Se decía que los conjuros en el nombre de Artemisa tenían un poder fuerte (V. 19). Se construyo un santuario en su honor en Éfeso y pronto se convirtió en un sitio de peregrinajes. En el sitio un templo sucedió a otro en tamaño y esplendor, hasta que el santuario final llego a ser considerado como una de las maravillas del mundo antiguo. Miles de persona sirvieron dentro de los confines inmensos del santuario y grandes cantidades de dinero eran encomendadas al cuidado de Artemisa. Como resultado el complejo del templo se convirtió en el centro bancario principal de Asia. No solo era Artemisa la deidad guardián de Éfeso, sino que también servía como diosa salvadora en inscripciones. Los muertos eran encomendados al cuidado de Artemisa y se creía que ella ayudaba a las mujeres durante la labor del parto. Rituales secretos conocidos como ―misterios‖, retratando a ambos, el nacimiento y la muerte, iniciaba a sus devotos. El libro de los Hechos (19:23-41) documenta la primera de muchas confrontaciones entre los seguidores de Cristo y aquellos de Artemisa. Al final la causa de Cristo prevaleció. Se demolió el templo y se escondieron las estatuas del culto. El sanedril Hechos 23. El sustantivo griego synedrion puede usarse genéricamente para indicar un consejo civil o una corte local. Dentro del Nuevo Testamento, sin embargo el sanedril se refiere a la suprema corte de justicia judía en Jerusalén, bajo el liderazgo del sumo sacerdote (Hc. 5:21; 22:5; 23:1-2). Según fuentes rabínicas el sanedril de Jerusalén se componía de 71 miembros, reflejando la practica bíblica instituida por Moisés (70 ancianos mas Moisés. Ex. 24:1, 9; Nm 11:16). La idea de un consejo gobernante compuesto de destacados ciudadanos aristócratas, refleja la estructura de las constituciones cívicas griegas. La aristocracia sumo sacerdotal jugó un papel principal desde el principio, pero el sanedril fue forzado gradualmente hacer espacio para representantes legos que provenían en gran parte de los fariseos. Durante el periodo del Nuevo Testamento el sanedril de Jerusalén consistía a veces de una hostil mezcla de saduceos aristócratas y sacerdotales, con fariseos legos y aprendidos (Hc 23:6-9). La membresia del sanedril se concedía por nombramiento y se acompañaba con una ceremonia de ordenación que incluía la imposición de manos (Nm 27:18-23; Dt. 34:9).
  • 121. 121 El sanedril funcionaba como la corte suprema judía, juzgando casos de apelación que provenían de los tribunales menores y manteniendo una competencia exclusiva sobre ciertos casos. Por ejemplo: el sumo sacerdote o un profeta falso, podían ser juzgados únicamente por el sanedril de Jerusalén. Incluso durante la época del dominio directo romano, el sanedril mantuvo un grado significativo de autoridad jurídica. Esto era particularmente cierto en cuestiones consideradas muy importantes dentro de la ley judía (Jn 18:31; Hc. 18:15; 24:6). La autoridad del sanedril de adjudicar crímenes sancionados con la pena de muerte durante el S. I. d.C. ha sido el enfoque de mucha investigación y debate. Antes de esta época, el sanedril igual que otras cortes supremas del mundo antiguo, claramente poseía tal autoridad. Pero después el poder de la espada parece haber caído exclusivamente sobre manos romanas. Los líderes romanos y los judíos compitieron por control absoluto. Por una parte , fuentes claves atestiguan un incremento gradual de alegaciones romanas para juzgar y ejecutar crímenes sancionados con la pena de muerte (Josefo, Antigüedades, 18:1; Guerras, 28:1). (L. 20) Algunas fuente judías y cristianas sugieren que durante esta época se eliminó de Israel, la autoridad de condenar a alguien a la pena de muerte (Jn 18:31). Por otra parte, fuentes literarias y arqueológicas sugieren que el sanedril de hecho poseía la autoridad en casos relacionados con la pena de muerte, especialmente aquellos referentes a la profanación del santuario o otros cargos específicamente religiosos, tales como la blasfemia (Mt. 26:59-66; Hc. 6:11-7:60; 21:27-33; Antigüedades 20.9.1; Guerras, 6.2.4). El gobernador romano Hechos 25. Seis gobernadores romanos se mencionan en el Nuevo Testamento: Quirino (Siria; Lc. 2:2), Pilato (Judea Mt. 27:2-65), Galion (Acaya Hc. 18:12-17), Felix (Judea Hc. 23:23-24:27; 25:14), y Porcio Festo (Judea Hc. 24:27-26:32). Ellos administraban sus provincias desde una ciudad capital y vivían en palacios-fortalezas llamados pretorios. En Judea, el centro administrativo romano estaba en Cesarea marítima en la costa del Mediterráneo; fue allí donde estuvo detenido Pablo (Hc. 23:33-35). También había un pretorio en Jerusalén donde se quedaba el gobernador cuando estaba en residencia allí; el mismo lugar donde Jesús fue juzgado y avergonzado (Mt. 27:27; Mr. 15:16; Jn. 18:28; 19:9).
  • 122. 122 Cuando Arquelao el hijo de Herodes el Grande, fue despojado del poder en 6 d.C. el gobierno del territorio de Judea se transfirió al gobernador de Siria, Quirino. Coponio fue elegido como nuevo gobernador de Judea y se le otorgo el titulo de prefecto. Solo el prefecto controlaba el nombramiento de los sumos sacerdotes y retenía la prerrogativa del castigo de la pena de muerte. Después del 44 d.C. el titulo de gobernador se cambio a procurador. Aunque el procurador continuo ejerciendo por completo los poderes judiciales, él perdió el derecho de nombrar y deponer sumos sacerdotes. Feliz, un esclavo, liberado de la familia del emperador Claudio, fue gobernador de Judea de 52 hasta 60 d.C. durante su ocupación se caso con Drusila, la bisnieta de Herodes el Grande (Hc. 24:24). Su gobierno se destaco por disturbios y al final el fue llamado a Roma y juzgado por su mal gobierno, lo cual le resulto en su destierro. Pablo estuvo limitado a permanecer en Cesarea durante dos años, hasta que Festo remplazó a Felix en 60 d.C. (Hc. 24:27). Festo rápidamente se encargo del caso de Pablo y otorgo la solicitud de este de ser juzgado en Roma (Hc. 25:12). El mandato de Festo se interrumpió de repente cuando este murió inesperadamente dos años después de su nombramiento. Según Josefo (Antigüedades, 20.9.1). antes de que el sucesor de Festo llegara a Judea, el sumo sacerdote Ananías usurpo el derecho que tenía solamente el procurador de imponer la pena de muerte y mando matar a Santiago, el hermano de Jesús, junto con otros que él alegaba habían quebrantado la ley judía. Encarcelamiento en el mundo romano (L. 21). Hechos 26. En tiempos romanos, las personas eran encarceladas mientras esperaban el juicio o ejecución por razones políticas o para asegurar el cumplimiento de una orden judicial. Pablo fue detenido en Cesarea (Hc. 23:33-24:37) y en Roma (Hc. 28:16) para ser juzgado. Juan el bautista fue encarcelado por acusar a Herodes de adulterio, amenazando de este modo su autoridad política (Lc. 3:19- 20) y los deudores eran encarcelados a veces para obligarlos a pagar sus deudas (Mt. 18:30; Lc. 12:58). La cantidad de tiempo en detención no se limitaba ni se imponía enérgicamente, y normalmente el prisionero era maltratado. Muchos eran golpeados, torturados y se les daba raciones insuficientes de agua y alimento, aunque a un prisionero de estatus más alta le iba un poco mejor. Herodes Agripa I, antes de convertirse en etnarca de Judea y Samaria (Hc. 12), experimento varios grados de encarcelamiento. Primeo el emperador Tiberio lo condeno en un campo militar bajo el prefecto de los pretorianos en Roma. La cuñada de Tiberio, Antonia, redujo la severidad de las condiciones durante este encarcelamiento, pidiendo al guardia que fuera más compasivo, que le permitiera a Agripa bañarse todos los días y que le permitiera a sus amigos traerle ropa u
  • 123. 123 comida. Después de la muerte de Tiberio, se le permitió a Agripa vivir en su propia casa. Él aun era encadenado a la muñeca de un guardia diariamente, pero se le permitía encargarse de sus propios asuntos (Josefo, Antigüedades, 18.6. 6-11). Pablo estuvo probablemente detenido en el pretorio, una residencia y fortaleza del gobernador, mientras estuvo en Cesarea. Mientras que en Roma, se le permitió morar fuera del campamento militar, así como encontrar y rentar su propio cuarto. Él recibió este relativamente buen trato por tres razones: 1. Pablo era ciudadano romano. 2. ÉL había recibido veredictos favorables de los gobernadores Festo y Agripa. 3. El prefecto pretoriano que supervisaba a los prisioneros de las provincias durante los años 51-62 d.C. fuel el honesto Afranio Burro. El juicio de Pablo tomó dos años para concluirse. Según Eusebio (Historia, 2. 22, 25), Pablo fue liberado, pero detenido de nuevo en Roma cuando Nerón comenzó a ejecutar cristianos. En esa época Pablo fue probablemente colocado en una celda subterránea de ejecución en la prisión de Roma. La himnologia cristiana inicial Santiago 5. Plinio el joven, en una famosa carta enviada al emperador Trajano por el año 110 d.C. (Epístola 10.96, describió su encuentro con los cristianos y relató sus prácticas. Entre otras observaciones, el historiador mencionó que los seguidores de Cristo se reunían temprano en la mañana para cantar a Cristo como si cantaran a un dios. No es una sorpresa que cantar se convirtiera en una practica cristiana estándar; Santiago 5:13, insta a los cristianos a que canten alabanzas como una expresión de gozo, y en otras partes del Nuevo Testamento se encuentra exhortaciones similares y ejemplos de cantos de alabanza. Pablo en Efesios 5:19, habló sobre salmos, himnos y canciones espirituales en la iglesia cristiana. No se sabe con exactitud en que se diferencian, los salmos podrían ser los salmos bíblicos. Así mismo es difícil determinar el estilo musical de estos himnos antiguos. Es posible que las canciones de los himnos antiguos de los primeros cristianos, estuvieran influenciados por la liturgia de los cantos judíos. Algunos sugieren que algunos fragmentos de algunos himnos son fragmentos de porciones del Nuevo Testamento como Filipenses 2:6-11, 1 Timoteo 3:16 y 2 Timoteo 2:11-13.
  • 124. 124 Bibliografía: 1. Usos y costumbres de las tierras bíblicas pdf 2. Arqueología bíblica para creyentes tomo 1 y 2 pdf 3. O1 deca arqueología bíblica imágenes pdf 4. http://www.biblearchaeology.org/post/2008/06/The-Walls-of-Jericho.aspx#Article 5. Arqueología bíblica G. ERNEST WRIGHT, Biblioteca cristiandad. 6. Evidencia Arqueológica de la Biblia. Charlie H. Campbell. Editorial Portavoz, USA, 2012 7. Descubre la Biblia. Sociedad Bíblica unida Tomo 1. 8. Diccionario Bíblico Arqueológico. Charles F. Pfeiffer, Editorial Mundo Hispano. 9. Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Editorial Certeza Unida 10. La Biblia Arqueológica, Nueva Version Internacional, Editorial Vida. 11.Wikipedia. La enciclopedia libre 12.Plinio el joven. ―Carta sobre los cristianos‖ 13.Flavio Josefo. ―La Guerra de los Judíos‖, ―Antigüedades judías‖ y ―Contra Apion‖ 14.Eusebio ―Historia de la iglesia‖.
  • 125. 125 I N D I C E Introducción 2 Definición 3 Porque debemos estudiar arqueología 4 Génesis el diluvio 7 Éxodo 12 Salida de Egipto 13 El pase del mar rojo 15 El vino en Egipto 17 El código de Hamurabi 18 Jericó 19 El sacrificio a Moloc 22 El palacio de Eglon 24 Los relatos de la batalla de Cades 24 Abimelec en Siquen 25 Mizpa 26 Jerusalén 28 David 35 Los filisteos 42 Los hititas 47 Asiria 48 Sargón rey de siria 54 El túnel de Ezequías 55 Babilonia 55 Daniel 64 Belsasar 66 Foso babilónico para bestias salvajes 69 Persia 69 Grecia 72 Qumram 73 El templo 75 El Nuevo testamento-Herodes el Grande 82 Masada 84 Cesarea 86 Herodion 88 Historiador Flavio Josefo 92 Cirenio y el censo 94 Juan el Bautista 96 Jesús 98 Los milagros de Jesús 102 Los sumos sacerdotes Anas y Caifás 103 Poncio Pilato 104 Las tinieblas de la crucifixión 110 La resurrección de Jesucristo 111 Las sinagogas 112 Hechos 116 Erasmo el compañero de Pablo 118 Sergio Paulo, procónsul de Chipre 118 Artemisa de los efesios 119 El sanedril 120 El gobernador romano 121 Encarcelamiento en el mundo romano 122 Himnologia cristiana inicial 123