El documento describe la evolución de la arquitectura contemporánea desde el rechazo de los estilos históricos a finales del siglo XIX. La Revolución Industrial y Francesa contribuyeron con nuevos materiales de construcción y una visión austera. A medida que surgieron nuevos estilos como el Neoclásico, el hierro y el vidrio se convirtieron en materiales comunes. Más adelante, surgieron debates entre los arquitectos modernistas y racionalistas sobre el funcionalismo.