La arquitectura ecológica surgió en el siglo XX como una forma de construcción sostenible que no daña el medio ambiente. Se trata de proyectar, construir y reciclar edificios de manera que se reduzca el impacto ambiental mediante el uso de materiales y sistemas que ahorren energía y agua, aprovechen las fuentes renovables y se adapten al clima local. Algunos ejemplos notables en México son el Museo de Sitio de Xochicalco, diseñado en 1994, y una unidad habitacional en Ciudad