La arquitectura gótica se originó en Francia en el siglo XIII y se desarrolló en Europa Occidental durante más de 300 años. Se caracteriza por el uso del arco apuntado y la bóveda de crucería, que permitieron construir edificios más altos y ligeros con amplios ventanales para dejar pasar más luz. La catedral gótica era el mayor exponente de este estilo y simbolizaba la unión entre lo humano y lo divino. Materiales como la piedra, el ladrillo y el vidrio fueron fundamentales en