El documento describe la arquitectura renacentista española del siglo XV, que pasó por tres fases: la fase plateresca que combinó elementos mudéjares y góticos, la fase renacentista pura que se inspiró en la antigüedad con elementos como arcos de medio punto y columnas lisas, y la fase herreriana caracterizada por la simetría, formas geométricas y ausencia de decoración. También presenta ejemplos representativos como la Casa de las Conchas, el Convento de San Esteban y el Palacio