2. La arquitectura renacentista nace en el siglo XV en Italia, como parte del
movimiento cultural más amplio del Renacimiento, que buscaba un retorno a los
ideales de la antigüedad clásica, especialmente los de la antigua Grecia y Roma.
3. Uso de piedra
Mármol
Uso de elementos arquitectónicos clásicos
Preferencia por espacios centrales Orden
y claridad.
Proporciones
humanas
Características
4. Elementos sustentantes:
Sustentante Continuo:
El muro recupera su valor como sustentante. Es frecuente que estén articulados con
pilastras, líneas de imposta, etc.
El muro es un elemento sustentante continuo en cuanto que tiene juntas las piezas
que lo constituyen sin dejar “huecos” nada más que los vanos de acceso al interior o
de entrada de luz y aire.
Muro: Aparejo/Opus, Almohadillados y Cadenas.
Molduras ornamentales del muro.
Elementos constructivos de la
Arquitectura renacentista.
5. Sustentantes discontinuos:
Pilares y pilastras; contrafuertes.
Columnas y semicolumnas adosadas.
Se utilizan los órdenes clásicos en fachadas e
interiores: dórico, jónico, corintio y compuesto
con preferencia por el corintio. También se usan
entablamentos y frontones.
6. Elementos sostenidos:
El arco que se emplea es el arco de medio punto.
Como cubiertas, se emplea las planas con casetones o bóvedas (de cañón o de arista). La
cúpula adquiere un especial protagonismo y va a ser una constante preocupación técnica de
los arquitectos renacentistas.
7. Elementos decorativos:
Elementos constructivos para decorar:
pilastras, entablamento.
Medallones o tondos (círculos con relieves
en el centro).
Sillares almohadillados.
Guirnaldas.
Columnas abalaustradas.
Conchas.
Grutescos (seres fantásticos mezcla de humanos, animales y vegetales).
Es frecuente que la decoración se disponga a candelieri (con un eje central en torno al que
surgen los elementos ornamentales)
8. Exterior
El estuco, la piedra y el mármol son los materiales comunes utilizados en la construcción del
Renacimiento. Un tejado a cuatro aguas de tono bajo (en el que todos los lados tienen
pendientes descendentes hacia las paredes) con baldosas de terracota es una característica
típica. Los soportes decorativos de apoyo, los aleros del techo en cajas colgantes
moderadamente anchas son prominentes en las casas renacentistas italianas. El diseño
simétrico, los porches empotrados con aberturas arqueadas, además de columnas clásicas,
pilastras y frontones describen este tipo de arquitectura.
Materiales
9. Interior
Los tablones de madera o la madera parquet, el mármol y los azulejos de terracota se
utilizaban con frecuencia en los pisos del Renacimiento italiano. Las alfombras añaden un
agradable confort a la madera, al mármol o al azulejo. Las alfombras de pared a pared rara
vez se ven en este estilo de casas. Las encimeras de mármol, los manteles de chimeneas y las
columnas realzan el ambiente renacentista. La escayola es un sustituto menos caro para el
mármol natural. El yeso veneciano, un estuco decorativo, añade textura a las paredes.
Materiales
15. El efecto espacial:
Se ha dicho, con razón, que el efecto de una habitación de bellas proporciones tiene
que percibirse aunque se camine por ella con los ojos cerrados. La arquitectura
renacentista buscó siempre un efecto espacial, nunca visual. En un edificio del
Renacimiento nunca se incluirán estímulos para el ojo, independientes y diferentes,
que puedan dificultar la captación del conjunto del edificio.
La bóveda, por ejemplo, tiene como decoración las mismas líneas estructurales que la
forman, el círculo y los tirantes. Estos últimos, hechos a base de piedra más oscura,
decoran la bóveda, a la vez que poseen una función más estructural. En un edificio
renacentista, todo tenía que venir determinado por el elemento geométrico más
riguroso. Lo importante en un edificio del Renacimiento era la estructura, o sea,
aquello que ya estaba dibujado en planta.
29. Las proporciones humanas:
En estas obras de Brunelleschi puede apreciarse otra de las características
de la arquitectura del Renacimiento; un sistema de proporciones riguroso e
inflexible. Para el Renacimiento, la proporción extraída de los principios del arte
clásico era el elemento estético más importante. Así, se utilizó frecuentemente el
llamado rectángulo de sección áurea, descubierto por los griegos y usado en el
Partenón. De la misma manera, basándose en la autoridad de Vitruvio, se
estableció también una armonía entre las proporciones del cuerpo humano y la
arquitectura.