El documento describe el arte islámico en España, comenzando con los rasgos distintivos del arte islámico como la arquitectura de mezquitas y el uso limitado de esculturas. Luego resume el desarrollo del arte islámico en España bajo diferentes dinastías como los Omeyas, los Almorávides y finalmente los Nazaríes, cuyo ejemplo más destacado es la Alhambra de Granada con su arquitectura palaciega integrada en jardines.