La crisis asmática aguda severa se caracteriza por la falta de respuesta al tratamiento estándar con broncodilatadores y corticoides. Requiere monitoreo cercano e incluso puede necesitar soporte ventilatorio como ventilación no invasiva o intubación. El tratamiento incluye oxígeno, broncodilatadores, corticoesteroides, sulfato de magnesio y terapias adicionales como antagonistas muscarínicos, agonistas beta2 intravenosos o aminofilina.