El documento presenta un análisis exhaustivo sobre la evolución y tratamiento de las dislipemias, destacando hitos clave desde la década de 1950 hasta la actualidad. Se subraya la importancia de las estatinas y su combinación con ezetimiba para optimizar el control del LDL-C en pacientes de alto riesgo cardiovascular. Además, se hace énfasis en la necesidad de mejorar el control lipídico en la población, ya que aún persisten desafíos significativos en la práctica clínica.