En el primer semestre de 2015, Banco Santander reportó un beneficio ordinario de 3.426 millones de euros, un aumento del 24% respecto al año anterior, impulsado por un crecimiento del crédito y los depósitos. La rentabilidad se ve respaldada por la mejora en la eficiencia operativa y la calidad del crédito, con un ratio de eficiencia del 46,9%. Los resultados reflejan un crecimiento sólido en los principales mercados, destacando especialmente España, Reino Unido y Brasil.