La biomecánica de la marcha se refiere a la locomoción bípeda, que implica interacciones complejas entre las grandes articulaciones del cuerpo, especialmente en las extremidades inferiores. El ciclo de la marcha está dividido en fases portantes y oscilantes, cada una con movimientos específicos de cadera, rodilla, tobillo y pie. También se discuten marchas patológicas, como la hemipléjica y la espástica, que presentan características distintivas en su ejecución.