El documento resume las características principales del arte bizantino entre los siglos V y XV. Describe la arquitectura de basílicas como San Apolinar y San Vital en Rávena, con plantas de nave central y ábside. También describe la iglesia de Santa Sofía en Constantinopla, con su innovadora cúpula y espacio interior dilatado. Explica que la pintura bizantina utilizaba mosaicos de figuras rígidas e inmateriales con esquemas teológicos en iglesias como Santa Sofía.