Los Acuerdos de Bretton Woods establecieron el Sistema Monetario Internacional después de la Segunda Guerra Mundial para promover el crecimiento económico global, el comercio entre naciones y la estabilidad económica. Se creó el Fondo Monetario Internacional para proveer préstamos a países con déficit y el Banco Mundial para financiar la reconstrucción y el desarrollo. El sistema se basó en el patrón oro y el dólar estadounidense como moneda de reserva mundial.