La ponencia analiza el impacto de la crisis económica en la gestión del suelo y la evolución del concepto de plusvalía urbanística, destacando la desconexión entre el interés público y la rentabilidad de la propiedad del suelo. Propone una reestructuración del modelo urbanístico mediante la colaboración público-privada y la desvinculación de la propiedad del suelo de la actividad urbanizadora. Se plantea la necesidad de nuevas estrategias para abordar la sostenibilidad y adaptación a los desafíos urbanos contemporáneos.