El cadmio no se degrada en el ambiente sino que cambia de forma, pudiendo transportarse a largas distancias en el aire antes de depositarse en el suelo o agua. Las plantas y animales incorporan cadmio del ambiente a través del suelo y agua. Las personas pueden exponerse a cadmio a través de alimentos, cigarrillos, aire o agua contaminados, o trabajos con exposición industrial. La exposición prolongada a cadmio, incluso a bajos niveles, puede dañar los riñones y hues