La ética se basa en códigos antiguos y tiene sus orígenes en las civilizaciones griegas y romanas. Se refiere a las costumbres y prácticas de una sociedad, y estudia el objeto y la causa final de la vida humana para establecer conclusiones sobre lo que es bueno y malo. Aunque no es una ciencia exacta, la ética puede considerarse una ciencia práctica por orientar la acción humana y resolver problemas morales de manera objetiva y racional.