El documento resume las principales modificaciones introducidas en el nuevo Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (RETIE) de 2007, entre las que se incluyen la exigencia de certificación para nuevos productos eléctricos, la obligatoriedad de inspección de instalaciones para usuarios finales de más de 10 KVA o en edificios de 5 o más viviendas, y la eliminación de la calificación "condicionado" en las inspecciones, que solo podrán ser "aprobado" o "no aprobado".