Este documento presenta tres casos clínicos:
1) Un paciente de 40 años con deficiencia de vitamina A que presentó pérdida de visión y lesiones en las piernas y brazos. Sus niveles de retinol se mantuvieron normales con suplementación hasta que dejó el tratamiento.
2) Un lactante de 2 meses con hemorragia intracerebral e intraventricular secundaria a deficiencia de vitamina K que presentó sangrado profuso. Mejoró con vitamina K y plasma.
3) Una niña preescolar