C:\fakepath\la familia y los valores
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Este documento describe la importancia de la familia y los valores cristianos. Argumenta que la familia debe ser un ejemplo de fe, esperanza y caridad para la comunidad, y que los padres deben compartir su fe con sus hijos a través de la oración, lectura bíblica y tiempo devocional. También enfatiza la necesidad de apreciar el tiempo que pasamos con la familia y cuidar nuestro "ministerio familiar".
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- 1. La familia y los valores Colegio Evangélico Capitán Correa Hatillo, Puerto RicoEducación CristianaSrta. Michelli Morales Reyes
- 2. La familia y los valores En el ministerio familiar, los padres, mediante su testimonio, son los primeros embajadores de la Palabra de Dios ante sus hijos. En medio de esta labor evangelista, es importante que los padres compartan tiempo orando con los hijos, dedicándose con ellos a la lectura de la Palabra de Dios e introduciéndolos ala intimidad con Dios a través del tiempo devocional delante de Él, así, llegan a ser más plenamente padres. Es por esto que la familia es parte integral enla educación cristiana de sus hijos. La educación cristianade los hijos sitúan a la familia en el ámbito de la Iglesia como un verdadero sujeto de evangelización y de apostolado.
- 3. “La familia cristiana como ejemplo”La familia, es una comunidad de fe, esperanza y caridad que imparte valores morales y cristianos en medio de la comunidad que la rodea. La familia cristiana reflejan la comunión que existe en Dios entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.Así como Dios es creador, la familia comparte con Él esa obra, al educar a los hijos en la fe cristiana.La familia cristianasigue el ejemplo de Jesús que cuando vino al mundo se dedicó a llevar la palabra de su Padre a todos los hombres. Así también, la familia tiene la misión de seguir los pasos de Jesús, de evangelizar, primero que nada, a sus propios hijos y a todos los quele rodean. La familia cristiana también es misionera, pues querrá que otras personas también conozcan a Dios, y serán testimonio del amor de Dios por todos.
- 4. Compartiendo con la familia En ocasiones desperdiciamos tiempo de nuestras vidas buscando afuera las cosas que tenemos dentro o cerca de nosotros. Buscamos personas que nos valoren, nos amen y nos entiendan fuera de nuestro entorno, pero dentro del núcleo de nuestra casa, existen seres tan cercanos como nuestros familiares que están dispuestos a ofrecernos todo esto que en ocasiones buscamos fuera. La familia no es algo que se puedes escoger, pero si algo que debemos valorar, cuidar, amar y por lo que vivir agradecidos de Dios. Demos gracias a Dios por la familia. Son el regalo más bello que Dios nos ha dado. Nuestro sostén en momentos en que la vida nos golpea, nos destroza o en medio de situaciones difíciles que quieren enloquecernos.
- 5. Esos tiempos que pasamos junto a nuestras familias como lo son: las conversaciones intimas con nuestros padres, ver películas juntos, salir de compras, compartir en el auto cuando vamos de camino a algún lugar, ir a la iglesia juntos, orar, leer la Biblia, tener un tiempo devocional, todas esas cosas son importantes en medio de la familia. Es importante que cada día que pasa apreciemos más cada momento que pasamos con nuestra familia. Pero también es importante que estemos atentos en que en ocasiones les causamos mucho dolor cuando los herimos o lastimamos sin proponéroslo. Porque a veces las palabras cargadas de coraje en momentos en que nos hemos sentido vulnerables, los lastiman. Recuerda, la familia es muy importante delante de Dios y somos seres incompletos cuando no le dedicamos el tiempo necesario o no la cuidamos como es debido.
- 6. Tal vez hace tiempo no dedicas tiempo para compartir con tu familia. Tal vez te has acostumbrado a la rutina de tal modo que has perdido los detalles y no te has percatado de lo bendecido que eres al tenerlos. Es tiempo de que te dedique a la familia, sin importar cuan apretada esté tu agenda, saca tiempo para los que verdaderamente te importan.Recuerda, nuestro ministerio familiar es importante y debemos cuidarlo y amarlo. Valoremos este tiempo que Dios nos regala junto a ellos y vivamos cada instante al máximo.