El documento compara las vidas y misiones de San Pablo y San Francisco de Asís. Ambos dedicaron sus vidas a difundir el evangelio de Cristo, viajando por tierras lejanas para llevar la palabra de Dios. Del mismo modo, los franciscanos seglares de hoy deben seguir su ejemplo y ser apóstoles que den testimonio de su fe cristiana y carisma franciscano en el mundo moderno.