La civilización China se desarrolló entre los ríos Amarillo y Azul, con una economía basada en la agricultura de arroz y la ganadería. Hizo importantes contribuciones culturales como la imprenta, la brújula y la porcelana. Políticamente estaba gobernada por una monarquía hereditaria dividida en una estructura social jerárquica encabezada por el emperador. Sus principales creencias religiosas eran el budismo, taoísmo y confucianismo.