El documento discute cómo la física cuántica y la espiritualidad están convergiendo para cambiar nuestra comprensión de la realidad. La física cuántica muestra que estamos conectados a través de un campo energético cuántico y que somos co-creadores de nuestro universo junto con una fuerza divina. Esto sugiere que la oración, la meditación y otras prácticas espirituales pueden afectar el mundo material a través de este campo cuántico.