El documento discute las ideas de Antonio Gramsci sobre la cultura y la educación. Gramsci ve la cultura como una forma de crítica que ayuda a desarrollar una concepción coherente de la vida. Aboga por una escuela única que forme a las personas para pensar y dirigir, y compensar las deficiencias de origen. La escuela debe transmitir experiencias pasadas y enseñar contenidos culturales de manera dogmática en las primeras etapas.