El desarrollo intelectual en la adolescencia ocurre de forma irregular y más lentamente que el desarrollo físico, tomando entre 7-8 años. A los 11-12 años comienza un cambio en la forma de pensar aunque de manera rudimentaria, y no es hasta los 20 años que muchos alcanzan la plenitud del pensamiento formal. Mientras los cambios físicos son determinados por la genética, los cambios intelectuales dependen de las influencias ambientales positivas, pues se ha visto que en algunas sociedades los adultos no demuestran