La escultura de la Ménade de Scopas representa a una sacerdotisa de Dionisos en un estado de éxtasis durante un ritual. La figura se muestra en una postura muy forzada y retorcida, con la cabeza echada hacia atrás y la mirada perdida, reflejando la completa enajenación producida por el trance. Scopas logra transmitir de forma realista las emociones patéticas a través de la dinámica postura y la expresión del rostro, rompiendo con el clasicismo anterior para mostrar los sentimientos