El pensamiento reflexivo implica examinar activa y cuidadosamente las creencias y conocimientos a la luz de la evidencia que los sustenta. Esto puede conducir a conclusiones o resolver dudas. El pensamiento reflexivo posibilita la acción dirigida y los inventos mediante la preparación sistemática. Requiere regular tendencias como la superstición y pensamientos incorrectos mediante actitudes como la mente abierta y el entusiasmo unidos a métodos de investigación.