El documento discute la importancia de exponer a los niños al inglés desde temprana edad, destacando que pueden comenzar a aprender a partir de los 4 meses mediante la escucha de palabras y frases. A medida que crecen, desde los seis meses imitan sonidos y, a los ocho meses, pueden producir palabras simples en cualquier idioma al que hayan sido expuestos. Se sugiere que los padres utilicen canciones y programas infantiles en inglés para facilitar el aprendizaje.