FUNDACION UNIVERSITARIA DE POPAYAN
FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES
PROGRAMA DE ECOLOGIA
COMPORTAMIENTO DE LAS PROPIEDADES
FISICAS DEL AGUA DE MAR.
La Composición química del agua del mar
La composición química del agua del mar a menudo
es descrita a base de fantasías, que a veces
parecen trabajos escritos por alquimistas, es decir,
los químicos de la Edad Media que, dejándose
arrastrar por su imaginación, la describen
compuesta por toneladas de metales preciosos.
Es cierto que el mar contiene, diseminados en el
seno de sus aguas, algunos de esos metales, pero
su extracción, a escala industrial y económica, a
pesar de los repetidos ensayos hechos en muchos
lugares, no es rentable.
Sin embargo, si estos metales no son, por el
momento, aprovechados por el hombre, la sal que el
océano contiene, sabor que pueden apreciar todos
los que la prueban, ha sido altamente utilizada a
través de la historia, por lo que su valor es
infinitamente superior al que podrían tener los
metales.
El primer componente del mar es el agua,
compuesto que tiene cada una de sus moléculas
formadas por un átomo de oxígeno y dos átomos de
hidrógeno (H20). En el sistema solar parece ser que
solo se encuentra en la Tierra y que en los otros
planetas puede estar en forma de cristales de hielo.
En nuestro planeta es abundante y se estima que
existen 1 370 millones de kilómetros cúbicos de
agua, la mayor parte de ella formando el agua del
océano, otra parte como agua dulce en los
continentes, como hielo o nieve en las montañas y
glaciares y como vapor de agua en la atmósfera. Se
ha calculado que por cada litro de vapor de agua
existen 33 litros de agua dulce, 1 500 litros de agua
de los hielos y las nieves y 90 mil litros de agua en
los océanos.
El agua de los océanos no es pura, sino que
contiene en solución una gran variedad de
elementos y compuestos químicos llamados sales,
en una proporción de 96.5 por ciento de agua y 3.5
por ciento de estos últimos.
Las sustancias disueltas en el agua llegan a ella a
través de una serie de procesos físicos, químicos y
biológicos, encargada de determinar las
propiedades químicas del agua oceánica.
Una gran cantidad de químicos analistas se ha
entregado al estudio de la composición química del
agua oceánica, tratando de determinar con exactitud
su composición salina. Desde los tiempos del
químico Lavoisier hasta nuestros días, los análisis
se han sucedido repetidamente.
Las primeras determinaciones de las sales disueltas
en el agua del mar, hechas con precisión, se deben
al oceanógrafo William Dittmar que analizó 77
muestras recolectadas en los océanos Atlántico,
Pacífico e Índico en la expedición del
Challengeralrededor del mundo que se realizó
durante los años 1873 a 1876. En 1884 determinó
halógenos, sulfatos, cloruros, carbonatos de sodio,
magnesio, calcio y potasio. Y descubrió que estas
sales se encontraban en cantidades más o menos
constantes, por ejemplo el ión cloruro representa
siempre el 56 por ciento de los sólidos totales
disueltos en el agua del mar, y el magnesio el 4 por
ciento.
Estos compuestos se encuentran en cantidades
más abundantes, proporcionan al mar sus
características especiales de salinidad,
desempeñan un papel muy importante en los
equilibrios fisicoquímicos y en los fenómenos
bioquímicos del medio marino.
Las sales disueltas en el océano constituyen casi 50
billones de toneladas y están formadas por 10
elementos principales por encontrarse en mayores
proporciones: cloro, sodio, magnesio, azufre, calcio,
potasio, bromo, estroncio, boro y flúor.
Toneladas
milla³ de
agua de
mar
Cloro 89 500 000
Sodio 49 500 000
Magnesio 6 400 000
Azufre 4 200 000
Calcio 1 900 000
Potasio 1 800 000
Bromo 306 000
Estroncio 38 000
Boro 23 000
Flúor 6 100
El cloro y el sodio son los constituyentes
fundamentales del agua del mar y se encuentran en
forma de cloruro de sodio que se conoce como la
sal común. Representa el 80 por ciento de las sales
en solución.
Esta cantidad y composición del cloro y el sodio en
el agua del mar es muy semejante a la de los
líquidos orgánicos como la sangre, los líquidos
viscerales que forman el medio interno de los
animales y que juegan un papel decisivo en la
fisiología, es decir, en las funciones de estos seres
vivientes.
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Después del cloro y el sodio, el magnesio es el
elemento más abundante en el agua del mar, se
encuentra en una relación constante respecto al
cloro. Se combina con otros elementos formando
cloruro de magnesio, sulfato de magnesio y bromuro
de magnesio y está presente en el esqueleto de
algunos organismos marinos. La extracción a escala
industrial de estas sales apenas se inicia.
El azufre se encuentra en forma de sulfatos,
compuestos cuya concentración varía poco, aunque
pueden cambiar notablemente sus proporciones en
las aguas próximas al litoral debido a la influencia
de las aguas fluviales, más ricas en sulfatos que las
marinas. En cuencas oceánicas más o menos
cerradas, como el Mar Negro, existen bacterias que
para respirar no necesitan oxígeno, reducen los
sulfatos marinos y los hacen precipitarse al fondo en
forma de sulfuros.
La cantidad de calcio que contienen las aguas
oceánicas es menor que la de los elementos
anteriores y su relación con el cloro permanece
relativamente constante. Este calcio, combinándose
con los carbonatos, constituye la estructura del
esqueleto calizo, interior o exterior, de un gran
número de organismos, como los foraminíferos,
pequeños animales del plancton marino, los corales
y las algas marinas que viven en el fondo del mar y
que forman el bentos; también se encuentran en los
caparazones de los crustáceos y en la concha de
los moluscos. Al morir estos organismos sus
esqueletos caen al fondo, en donde llegan a formar
acumulaciones submarinas de calcio de gran
extensión.
Figura 1. Conchas de foraminíferos.
El calcio en el mar presenta una extraordinaria
movilidad determinada por la abundancia y
distribución de estos organismos oceánicos, debido
a que el calcio concentrado por los seres vivos para
formar su esqueleto o su caparazón se disuelve
lentamente una vez muertos y de esta manera se
mantiene constante la cantidad de calcio en el mar a
causa de este comportamiento cíclico.
El sexto elemento en abundancia es el potasio, que
tiene su relación constante con el cloro. En las
zonas litorales la cantidad de potasio puede
modificarse al ser asimilado por los vegetales
marinos que tapizan el fondo costero. En la cantidad
de potasio también intervienen otros factores como:
aportes de agua dulce, presencia en el agua del mar
de sustancia orgánica en descomposición llamada
detritus y formación de compuestos arcillosos.
El bromo forma bromuros, aunque su proporción es
pequeña al encontrarse 65 g/m³ de agua del mar, se
ha logrado extraerlo en cantidades industriales y se
utiliza como detonante de los combustibles líquidos.
El estroncio es un elemento que se ha encontrado
en el agua oceánica pero ha sido poco estudiado,
se detecta junto con el calcio por la dificultad técnica
para poder separarlo. Puede formar parte del
esqueleto de algunos organismos marinos.
Los últimos elementos que los oceanógrafos
químicos consideran como componentes principales
del agua del mar son el boro y el flúor.
El boro está en forma de ácido bórico y colabora en
el equilibrio de los carbohidratos. El flúor constituye
fluoruros conociéndose poco sobre su significado en
el mar.
Además de estos elementos que se encuentran en
mayor proporción y en concentraciones constantes
en el agua del mar, existen otros que están
disueltos en pequeñas cantidades resultando difícil
identificarlos con técnicas sencillas de análisis
químicos. Estos elementos llamados por su escasez
oligoelementos, alternan entre un nivel máximo de
varias partes por un millón a una parte por 10
billones de agua del mar y generalmente se detecta
una porción en la estructura de los organismos que
habitan el océano.
Se calcula que son 79 los oligoelementos que están
presentes en el agua océanica, algunos de ellos
tienen una concentración relativamente constante
pero la mayoría varían por dos razones: al ser
utilizados por los seres vivos que posteriormente los
regresan al agua y por la actividad geoquímica del
mar.
La mayoría de estos oligoelementos son asimilados
por los organismos vivos acumulándose en su
cuerpo, por lo que pueden presentarse en
cantidades mayores que las que se encuentran en
el agua donde habitan.
Por su concentración los oligoelementos se dividen
en dos grupos. Unos son los de concentración
relativamente constante como hierro, manganeso,
cobre, sílice, yodo y fósforo. Otros que tienen
concentraciones variables y que se encuentran en
cantidades infinitesimales que a veces sólo se
sospecha que existan porque no se han aislado
propiamente del agua del mar, son el cadmio,
titanio, cromo, talio, germanio, antimonio y cloro,
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este último único de estos elementos que sí ha
podido extraerse del agua del mar.
A pesar de ser escaso el hierro en el agua del mar
es uno de los elementos indispensables para la vida
en el océano. Se encuentra en las aguas litorales
procedente de los aportes fluviales de donde lo
toman los organismos, como pequeños vegetales
hasta los grandes mamíferos que lo utilizan para
formar la hemoglobina de su sangre.
El hierro abunda en los sedimentos marinos, sobre
todo en los lodos de la plataforma continental y del
litoral en forma de hierro metálico como carbonato
ferroso, sulfato o sulfuro de hierro. Su concentración
es de 3.4 microgramos por litro de agua de mar. Su
origen puede ser: detrítico, es decir, de partículas
minerales arrastradas por los ríos después de ser
desgastadas de las rocas; químico, por precipitación
de las sales de hierro de los sedimentos, y
biológico, por la resultante de la actividad orgánica
de los animales y vegetales.
El manganeso es más abundante en los vegetales
marinos que en el medio líquido y cuya
concentración alcanza 0.5 microgramo por litro.
También se puede encontrar en los nódulos
localizados en los fondos marinos.
La concentración de cobre es de 1 microgramo por
litro y se incrementa si es mayor el aporte de agua
dulce. En los moluscos forma parte de la
hemocianina, que es su pigmento sanguíneo.
Uno de los oligoelementos más abundantes es el
sílice, del que se encuentran 3 gramos disueltos por
cada litro de agua. Su concentración varía de
acuerdo a las cantidades que utilicen las diatomeas
y los dinoflagelados, organismos microscópicos del
plancton que forman sus caparazones con este
elemento.
El yodo es más frecuente en las algas pardas que
disuelto en el agua del mar, en la que existen 64
microgramos por litro y se utiliza en su mayor parte
en la industria farmacéutica.
El fósforo se presenta como fosfatos y es otro
elemento indispensable para los seres vivos. Su
concentración en el agua es de 88 microgramos por
litro. Forma parte de la cubierta de los
dinoflagelados y permite que éstos produzcan
bioluminiscencia.
Otros de estos oligoelementos provienen de la
actividad radiactiva y uno de los más interesantes
es el radio, que se encuentra en mayor cantidad en
las capas profundas del mar; gracias a su presencia
los oceanógrafos pueden calcular la edad de los
sedimentos. La existencia de este radio en
depósitos litorales es un factor de interés
terapéutico en el tratamiento de afecciones
reumáticas, de ahí el empleo de lodos marinos para
tratarlas.
Gran cantidad de estos oligoelementos y los
compuestos que los forman, combinados con otras
sustancias orgánicas más, integran los llamados
nutrientes que son indispensables para iniciar las
cadenas de alimentación en el océano.
El aprovechamiento de los oligoelementos por los
organismos cambia según las diferentes especies.
Por ejemplo, el hierro puede ser indispensable para
el crecimiento de los peces y no de los moluscos.
El agua del mar también contiene gases en
disolución. Todos los gases atmosféricos se
encuentran en el agua del mar, siendo los más
abundantes el nitrógeno, el oxígeno y elbióxido de
carbono, de los cuales el último se halla
principalmente como carbonato y bicarbonato
porque reacciona químicamente con el agua marina.
Los gases raros también están presentes en
pequeñas cantidades como: argón, kryptón, xenón,
neón y helio y, en ausencia de oxígeno, suele haber
ácido sulfhídrico y probablemente también metano
en zonas de agua estancada y con activos procesos
fermentativos.
Como cada gas tiene su propia solubilidad, la
proporción en que están disueltos en el mar no es
igual a la que presentan en la atmósfera y se
encuentra un promedio de nitrógeno de 64 por
ciento, de oxígeno de 34 por ciento y de bióxido de
carbono de 1.6 por ciento. Los gases raros
representan una proporción de casi el 1.7 por
ciento.
La distribución de los gases disueltos depende de la
temperatura, la salinidad, las corrientes, la difusión,
la mezcla y la actividad biológica, variando
inversamente en ellas; por ejemplo a mayor
temperatura disminuye la concentración de gases.
La fotosíntesis de los vegetales marinos y la
respiración de los organismos vivos afectan la
cantidad de oxígeno y de bióxido de carbono
disueltos, cantidad que varía de acuerdo con la
abundancia de los animales y los vegetales.
El agua superficial del mar mantiene un equilibrio
con la atmósfera absorbiendo o perdiendo gases
debido a las corrientes del mar que originan la
evaporación, el enfriamiento y la congelación, y
también a la mezcla provocada por las olas y
turbulencias resultado de la acción del viento. La
circulación vertical y horizontal profunda del océano
se encarga luego de distribuir los gases disueltos en
toda su masa.
El nitrógeno es el gas que se encuentra en mayor
proporción en el mar, pero por su caracter inerte no
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interviene en el ciclo biológico de las sustancias
nitrogenadas, aunque existen en el mar ciertas
bacterias que son capaces de producirlo y otras de
fijarlo.
La reserva principal en el agua del mar está
constituida por los nitratos y en menor cantidad por
el amoníaco y los nitritos. Estas 3 combinaciones de
nitrógeno son indispensables para que los vegetales
marinos puedan sintetizar sus proteínas.
La distribución del nitrógeno depende de la
temperatura, la salinidad, la circulación de los
procesos de mezcla y la difusión que se realiza en
las aguas oceánicas. En total se han calculado 15
microgramos por litro.
El oxígeno es el gas que más se ha estudiado dada
su importancia en los procesos biológicos. Sin
embargo, el proceso de absorción del oxígeno por
los océanos y su transporte hacia las profundidades,
son los problemas que más interesan a los
oceanógrafos químicos, que todavía no cuentan con
una respuesta satisfactoria para explicarlos.
La distribución del oxígeno en el océano depende
de la circulación de las masas de agua. En la
superficie del agua está en equilibrio con la cantidad
que existe en la atmósfera siendo sus valores altos,
mientras que en las capas profundas la cantidad de
oxígeno depende de la temperatura que estas
aguas tienen en el momento en que se hundieron.
En las regiones polares el agua fría es rica en
oxígeno y cuando avanza hacia las zonas tropicales
se hunde perdiendo parte del oxígeno durante el
recorrido, pero conservando todavía abundante
cantidad.
El oxígeno en el océano puede variar de cero a 8.5
centímetros cúbicos por litro. Por debajo de los 2
000 metros la concentración de oxígeno apenas
varía, manteniéndose entre 3.4 y 6.6 centímetros
cúbicos por litro en el Atlántico y algo menos en el
Pacífico.
El oxígeno del mar procede en primer lugar del
contenido en la atmósfera y en segundo lugar del
producido en la actividad fotosintética de los
vegetales verdes que viven en las capas
superficiales, donde penetra adecuada cantidad de
energía luminosa.
El agua oceánica representa el principal regulador
de la cantidad de bióxido de carbono en la
atmósfera, ya que cuando este gas se produce
durante la respiración de los organismos o por los
procesos de la industria, aumenta su cantidad en el
aire y cuando éste hace contacto con el agua de la
superficie marina se disuelve transformándose en
ácido carbónico.
El bióxido de carbono disuelto en el agua del mar,
suele encontrarse en la pequeña cantidad de 0.3
centímetros cúbicos por litro como promedio, debido
a que tiene gran solubilidad para reaccionar
químicamente con el agua del mar formándose en
carbonatos y bicarbonatos.
Tanto el bióxido de carbono, como los carbonatos y
bicarbonatos tienen especial importancia en la vida
marina. El bióxido de carbono interviene como
elemento fundamental en el proceso de la
fotosíntesis, y los carbonatos y bicarbonatos son
parte de la mayoría de las estructuras esqueléticas
de los seres marinos de naturaleza calcárea, y de
ellos toman los organismos marinos los materiales
necesarios para formarlas.
El bióxido de carbono llega a los océanos
principalmente del aire atmosférico, contribuyendo
asimismo a producirlo la respiración de los
vegetales y los animales marinos. Este gas es
consumido por los vegetales verdes durante el
proceso de la fotosíntesis.
En la superficie donde el agua está en contacto con
la atmósfera, el contenido total de bióxido de
carbono depende principalmente de la salinidad y
de la temperatura tendiendo a mantener una
situación de equilibrio entre la cantidad de bióxido
de carbono atmosférico y el que se encuentra
disuelto en el agua.
Sin embargo, en aguas superficiales con
temperatura y salinidades altas la cantidad de
bióxido de carbono disuelto desciende por la
actividad fotosintética, en la cual se consumen
grandes cantidades del gas, trayendo como
consecuencia una precipitación de los carbonatos.
En cambio, en aguas profundas, donde las
temperaturas y salinidades son más bajas, las
variaciones en el contenido de bióxido de carbono
total son más amplias. Entre los 400 y 600 metros
de profundidad el contenido alcanza su máxima
concentración, como en las aguas profundas del
Atlántico que están prácticamente saturadas de
carbonatos.
En relación con la abundancia de bióxido de
carbono en el océano, se tiene que considerar que
durante los últimos 100 años el hombre ha utilizado
en su industria abundantes combustibles de origen
fósil, como petróleo, carbón y gas natural, lo que ha
producido aproximadamente 2 000 millones de
toneladas de este gas, que se fueron añadiendo a la
atmósfera cada año y si todo quedara en ella
aumentaría hasta alcanzar 1.6 partes por millón al
año, pero como sólo se queda la mitad el aumento
ha sido de 0.7 partes por millón. Ello se debe a que
la mayor parte del bióxido de carbono penetra en los
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océanos, es decir, éstos actúan como un
moderador.
En el agua del mar existe un equilibrio entre las
variaciones de oxígeno y de bióxido de carbono,
ocasionado por el consumo del primero durante la
respiración de los organismos marinos y su
producción en el proceso fotosintético.
La zona donde la producción de oxígeno por
fotosíntesis excede al consumo respiratorio es la
zona fotosintética, y la profundidad donde el
consumo y la producción son iguales se llama zona
o profundidad de compensación. Esta profundidad
varía grandemente de un océano a otro y depende,
principalmente, de la transparencia del agua, por lo
que la profundidad de compensación será menor en
los lugares de mayor densidad de partículas en
suspensión, a lo que se denomina turbiedad.
La proporción en que se encuentran todos estos
gases disueltos en el agua del mar está
íntimamente relacionada con la abundancia y
distribución de los seres vivos en el océano.
A veces, los biólogos y los aficionados a montar
acuarios marinos, necesitan fabricar agua de mar
artificial, logrando preparar una solución que si no
resulta del todo idéntica a la del mar, al menos se
aproxima bastante. Esto lo hacen agregando a un
litro de agua destilada cloruro de sodio, magnesio,
calcio, potasio, estroncio, sulfato de sodio,
bicarbonato sódico, bromuro de potasio, fluoruro
sódico y ácido bórico en una proporción de 35
gramos por litro.
Fórmula del agua del mar*
Cloruro de
sodio
24 gramos
Cloruro de
magnesio
5 "
Sulfato
neutro de
sodio
4 "
Cloruro de
calcio
1.1 "
Cloruro de
potasio
0.7 "
Bicarbonato
de sodio
0.2 "
Bromuro de
sodio
0.096 "
Ácido
bórico
0.026 "
Cloruro de
estroncio
0.024 "
Fluoruro de
sodio
0.003 "
Agua
destilada
1.000
mililitros
"
(*Salinidad aproximada 34.5%-pH 7.9-8.3)
Los oceanógrafos continúan estudiando la
composición química del agua de los océanos, no
sólo para entender los interesantes problemas
científicos que se plantean en su estudio, sino con
el afán de contestarse preguntas como: ¿hay alguna
esperanza de que se pueda utilizar la abundancia
de elementos químicos disueltos en el agua del mar
en beneficio del hombre? Los estudiosos del mar
darán algún día la respuesta.
Las principales propiedades químicas del agua de
mar son la salinidad, la clorinidad y el pH.
La salinidad es una de las características que más
interesa estudiar al oceanógrafo, sea químico, físico
o biólogo. Esta propiedad resulta de la combinación
de las diferentes sales que se encuentran disueltas
en el agua oceánica, siendo las principales los
cloruros, carbonatos y sulfatos. Se puede decir que
básicamente el mar es una solución acuosa de
sales, característica que le confiere su sabor.
De estas sales, el cloruro de sodio, conocido como
sal común, destaca por su cantidad, ya que
constituye por sí sola el 80 por ciento de las sales.
El restante 20 por ciento corresponde a los otros
componentes.
Conforme los primeros investigadores se dieron
cuenta de que las proporciones de algunas de estas
sales se mantenían aparentemente constantes en
las muestras de agua marina, surgió la necesidad
de hacer uniformes y comparables entre sí las
distintas medidas de salinidad de los diferentes
mares y ello obligó a los oceanógrafos químicos a
proponer una definición de la misma: "Salinidad es
la cantidad total en gramos de las sustancias sólidas
contenidas en un kilogramo de agua del mar." Se
representa en partes por mil, y se encuentra en los
océanos como salinidad media la de 35 partes por
mil, o sea que un kilogramo de agua de mar
contiene 35 gramos de sales disueltas.
Los primeros científicos que aportaron datos
confiables sobre la salinidad del agua fueron
Forchhammer, Natterer y Dittmar en la segunda
mitad del siglo pasado. Ellos demostraron que los
componentes disueltos en el agua del mar
permanecen más o menos constantes,
encontrándose también que los cloruros
representan aproximadamente el 56 por ciento y el
magnesio el 4 por ciento.
Posteriormente, en 1902, se reunió una Comisión
Internacional con el objeto de señalar normas
comunes para determinar la salinidad de los mares,
para que los investigadores pudieran contar con
datos comparables. Esta Comisión acordó definir la
salinidad como: "La cantidad de sales por kilogramo
de agua marina, en el momento que todas las
sustancias químicas llamadas carbonatos se
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convirtieran en óxidos, y el bromo y el yodo fueran
reemplazados por cloro, y toda la materia orgánica
se encontrara oxidada."
La determinación de la salinidad, según esta
definición, presenta muchas dificultades, y sería
prácticamente imposible realizar los cientos de
determinaciones que requiere una campaña
oceanográfica. Afortunadamente, un hecho
experimental, vino a simplificar el problema al
comprobarse a través de miles de análisis
efectuados con muestras de agua obtenidas en
todas las partes del océano, que la cantidad de las
diferentes sales permanece prácticamente
constante, lo cual permitió al científico danés Martin
Knudsen medir la salinidad en función de la
cantidad de cloro que se encuentra en el agua del
mar, a lo que se le dio el nombre de clorinidad.
La clorinidad se define como: "La cantidad total de
gramos de cloro contenida en un kilogramo de agua
del mar, admitiendo que el yodo y el bromo han sido
sustituidos por el cloro." Esta clorinidad así definida
es más sencilla de determinar por análisis químico y
permite calcular la salinidad hasta con una precisión
de dos centésimas de gramo.
La relación entre la clorinidad y la salinidad se ha
establecido para los diferentes mares y se han
elaborado las tablas correspondientes basadas en
las Tablas Hidrográficas de Knudsen que permiten
pasar rápidamente de la clorinidad a la salinidad,
calculando únicamente la clorinidad y sumándole
una cantidad que ha sido determinada por la
Comsión Internacional.
Existen otros métodos para determinar la salinidad
de los mares, que dan valores aproximados
apoyados en las propiedades físicas del agua del
mar como la densidad, el índice de refracción, la
conductividad eléctrica y la temperatura de
congelación; cada uno de ellos ofrece sus ventajas
y sus inconvenientes.
Desde hace algunos años, los científicos de
Estados Unidos utilizan el método eléctrico para
determinar la salinidad. Se basa en los cambios que
sufre la conductividad eléctrica del agua marina en
relación a la cantidad de sales disueltas. Cuanto
más concentrada esté el agua marina, será mejor
conductora. Se ha demostrado que este método es
el más confiable.
A partir de innumerables mediciones realizadas en
diferentes puntos del océano, se ha podido
determinar que 35 partes por mil es la salinidad
media del agua del mar, con ligeras variaciones de
un océano a otro. En los mares del Hemisferio Norte
se encuentra menor salinidad que en el sur, debido
a que los continentes están más próximos y tienen
mayor escurrimiento de agua dulce que los del Sur
pero tomando en cuenta el promedio de cada
océano se tiene que en el Pacífico es de 34.62
partes por mil, en el Índico 34.76 y, finalmente, en el
Atlántico 34.90 partes por mil.
La salinidad varía en dirección tanto horizontal como
vertical y aun en un mismo punto puede sufrir
variaciones en las diferentes estaciones del año.
Los factores que hacen cambiar la salinidad son, en
primer lugar, la temperatura ya que si es elevada
provoca una evaporación intensa y por lo tanto un
incremento de salinidad resultante de la
concentración de sales; en segundo lugar, los
aportes de agua dulce, que por dilución, disminuye
la salinidad.
Relación temperatura / salinidad
Profundidad
en metros
Temperatura
0° C
Salinidad
0 26.44 37.45
50 18.21 36.02
100 13.44 35.34
500 9.46 35.11
1 000 6.17 34.90
1 500 5.25 34.05
De aquí que, por regla general, se presente una
mayor salinidad en las zonas tropicales que en las
de latitud elevada.
Con los datos que se han obtenido al medir las
variaciones de salinidad, los oceanógrafos químicos
elaboraron la Carta General de Salinidad para los
diferentes océanos del planeta, y al unir los puntos
de igual salinidad establecieron unas curvas a las
que se les llama isohalinas, muy útiles de conocer
para la oceanografía y el aprovechamiento de los
organismos en la pesca.
En el Océano Atlántico, la salinidad más elevada se
encuentra en las latitudes tropicales localizadas
entre los trópicos de Cáncer y el de Capricornio,
alcanzando más de 36 partes por mil, por tratarse
de zonas en donde la evaporación ocasionada por
el sol es mayor durante todo el año y las lluvias son
escasas. En el Ecuador se observa una
concentración de sales más elevada, aunque menor
a la de las zonas tropicales debido a que, si bien la
temperatura se mantiene alta, las lluvias, en cambio,
son abundantes.
En las latitudes altas del Océano Atlántico, cerca de
los polos, la salinidad desciende a 34 partes por mil,
porque al encontrarse la temperatura baja, la
evaporación es débil y además se presenta la fusión
periódica de los glaciares y, por consiguiente,
aumenta la cantidad de agua dulce, lo que hace que
descienda la concentración salina.
Con ligeras variaciones se observa un
comportamiento semejante en el Océano Pacífico, y
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sólo se encuentra que su zona tropical es menos
salada sin rebasar nunca las 36 partes por mil. En el
océano Índico las variaciones también son mínimas.
En los mares interiores, como los mediterráneos, los
golfos y las zonas costeras, la salinidad es muy
variable, siendo en las lagunas costeras y los
estuarios donde presentan las variaciones más
intensas.
En los mares interiores se pueden registrar
aumentos considerables, como en el Mar Rojo,
donde sus aguas superficiales constituyen las más
saladas del mundo, ya que pasan de 40 partes por
mil. Asimismo, el Golfo Pérsico tiene su agua
superficial con una salinidad superior a 40 partes
por mil.
El Mar Muerto, situado en los límites entre Palestina
y Jordania, es en realidad un lago salado de forma
alargada con una superficie de 926 kilómetros
cuadrados, encontrándose a 392 metros debajo del
nivel del Mediterráneo. Sus aguas son tan densas
por su salinidad que un hombre flota en ellas sin
esfuerzo. Los ojos arden irritados por la luz que se
refleja en la sal y si se trata de beber el agua, es de
un sabor intolerable. Al salir del agua, es necesario
limpiar el cuerpo con agua fresca para desprender
la salmuera que se le adhiere.
Muchos objetos así como los detritos fluviales, flotan
sobre el agua, en vez de hundirse en su seno. Tan
extraordinaria concentración salina se debe al clima
cálido y seco, que produce una intensa evaporación.
Las sales aportadas por los ríos se han ido
concentrando progresivamente y se calcula que la
totalidad de las sales actualmente disueltas en este
Mar Muerto necesitaron más de 30 mil años para
acumularse. Esta masa de agua se halla tan
cargada de sales, sobre todo de cloruro de
magnesio, que un litro de agua de la zona
superficial contiene casi 10 veces más de sales que
el agua normal del océano, es decir, tiene 275
gramos de sales.
Sin embargo existen otros mares interiores en que
la salinidad disminuye, al grado de que sus aguas
resultan prácticamente dulces, tal es el caso del Mar
Báltico situado entre Suecia, Polonia y la URSS, en
donde la salinidad decrece regularmente hasta
valores que no rebasan una parte por mil.
Variaciones de salinidad
MAR
SALINIDAD
%
Golfo de
botnia
5.0
Báltico 1-10
Promedio 34-35
Mar de
los
38
Sargazos
Golfo
Pérsico
40
Mar Rojo 225
En la zona costera, en las lagunas litorales y en las
áreas donde los ríos se abren hacia el mar
formando los esteros, la salinidad se presenta baja
descendiendo desde la boca hasta su interior
llegando a alcanzar concentraciones de cero partes
por mil, sobre todo en aquellos lugares donde se
deja de sentir el efecto de las mareas conociéndose
sus aguas como salobres. En estas zonas
estuarinas la salinidad presenta una variación
estacional notable. Generalmente disminuye en la
época de lluvias y aumenta en la de sequía, pero en
las altas latitudes la variación estacional se invierte
siendo en verano cuando se da el mínimo de
salinidad, porque los ríos aumentan su caudal a
consecuencia del deshielo.
Aunque generalmente las aguas estuarinas están
más diluidas que las oceánicas, se localizan zonas
cálidas en donde la evaporación es muy elevada,
presentándose salinidades superiores a la del mar.
Casos extremos se pueden encontrar en lagunas
costeras con poca profundidad y con escasa
comunicación con el mar, como por ejemplo la
Laguna Madre en México, que tiene salinidad de 65
partes por mil y el Sivash, en el Mar de Azof, que
llega a 132 partes por mil.
La salinidad interviene directamente sobre las
características fsicoquímicas del agua del mar
relacionándose con la temperatura, la densidad y el
pH; caracteriza las masas de agua oceánicas e
influye en la distribución de los seres vivos, ya que
sus estructuras y funcionamiento están íntimamente
ligados a las variaciones de la salinidad.
Esta propiedad también es importante para la
navegación tomándola en cuenta los arquitectos
navales para el diseño de sus embarcaciones. Por
ejemplo, la baja concentración de sales del Mar
Báltico presenta dos consecuencias; como el agua
es menos densa, es decir, menos pesada, la
flotabilidad de los barcos disminuye de modo
sensible, lo cual hace que se cambie el tonelaje de
los que van a navegar en él y además esta agua se
congela más fácilmente que el agua de mayor
salinidad, por lo tanto, los puertos sufren la
consecuencia y sólo son utilizables en ciertas
épocas del año.
Otro de los factores que quieren de un mayor
estudio es el pH, es decir, la relación entre la
concentración de iones hidrógeno (H
+
) y oxhidrilos
(OH
-
) que le confiere las características de
alcalinidad o de acidez a una solución. El agua
oceánica es ligeramente alcalina, y el valor de su pH
está entre 7.5 y 8.4 y varía en función de la
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FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES
PROGRAMA DE ECOLOGIA
temperatura; si ésta aumenta, el pH disminuye y
tiende a la acidez; también puede variar en función
de la salinidad, de la presión o profundidad y de la
actividad vital de los organismos marinos.
El valor del pH es un dato de importancia en la
oceanografía química desde cualquier punto de
vista que se considere, por lo que se ha hecho
clásica la técnica de su registro en las naves
científicas y en los laboratorios en tierra, a la vez
que se toman otros datos de importancia, tales
como temperatura, salinidad, oxígeno disuelto
etcétera, pudiéndolo medir por métodos
colorimétricos casi ya no utilizados en la
oceanografía química o por métodos eléctricos al
aplicar el potenciómetro, resultando más precisos.
Figura 2. Potenciómetro.
Las medidas del pH no pueden hacerse con
facilidad in situ, sino atendiendo a la presión
atmosférica, lo que produce errores, por ser
diferentes las presiones parciales del bióxido de
carbono en la atmósfera y en las profundidades de
que proceden las muestras. Hoy en día, estos
errores son calculados por las tablas de corrección.
El conocimiento del pH del agua del mar tiene
importancia en oceanografía biológica, ya que
muchos fenómenos biológicos pueden estar
regulados por el mismo; parece ser que incluso
puede haber una influencia del pH en las
migraciones de diversas especies de animales
marinos. Por tal razón es de interés su
determinación y valoración.
Estas propiedades químicas del agua del mar, al
caracterizar masas de agua del océano, permiten
seguir su curso y modificaciones a lo largo de miles
de kilómetros del mar y así entender el desarrollo de
muchas especies marinas, por lo que su
conocimiento no sólo tiene un interés científico, sino
que presenta una importancia práctica para el
aprovechamiento de los recursos vivos del mar.
MATERIALES
1. TERMOMETRO -10 A 110 °c
2. BALANZA O GRAMERA
3. BEAQUERS
4. PINZA VARAIBLE
5. SOPORTE UNIVERSAL
6. VARILLA DE VIDRIO
7. AGITADOR
8. TRIANGULO DE SOPORTE O ARO DE SOPORTE
9. MECHERO DE GAS
10. MALLA DE ASBESTO
11. MORTERO
12. PROBETA DE 500 ML
13. VASO DE PRECIPITADO DE 300 ML
14. SAL MARINA
15. PH-METRO
16. FRASCO LAVADOR
17. 1 GALON DE AGUA DESTILADA
18. UN GALON DE AGUA DE LA LLAVE
19. UN TAPON DE CAUCHO
20. UN CORCHO
21. UNA PELOTA DE PING PON
ACTIVIDADES
1. Hacer el flujo grama de la guía de laboratorio y
presentarlo al finalizar el mismo.
2.
PASO NUMERO UNO:
Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de
precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua
destilada, con esta cantidad de agua destilada se debe
poner a hervir y tomar las respectivas curvas de
temperatura hasta que ella haga ebullición, una vez el
agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y
observar el comportamiento, posteriormente introducir el
tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la
medición de ph y calular la densidad a través del principio
de Arquímedes.
PASO NUMERO DOS:
Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de
precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua
destilada, con 30% en volumen de sal marina, esta
cantidad de agua destilada se debe poner a hervir y
tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que
ella haga ebullición, una vez el agua hierva poner en su
interior la bola de ping pon y observar el comportamiento,
posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su
comportamiento, hacer la medición de ph y calular la
densidad a través del principio de Arquímedes.
PASO NUMERO TRES:
Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de
precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua
destilada, con 50% en volumen de sal marina, esta
cantidad de agua destilada se debe poner a hervir y
tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que
ella haga ebullición, una vez el agua hierva poner en su
interior la bola de ping pon y observar el comportamiento,
posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su
comportamiento, hacer la medición de ph y calcular la
densidad a través del principio de Arquímedes.
PASO NUMERO CUATRO:
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FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES
PROGRAMA DE ECOLOGIA
Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de
precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua
destilada, con 90% en volumen de sal marina, esta
cantidad de agua destilada se debe poner a hervir y
tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que
ella haga ebullición, una vez el agua hierva poner en su
interior la bola de ping pon y observar el comportamiento,
posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su
comportamiento, hacer la medición de ph y calular la
densidad a través del principio de Arquímedes.
PASO NUMERO CINCO:
Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de
precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua
destilada, esta cantidad de agua destilada se debe poner
a congelar y tomar las respectivas curvas de temperatura
hasta que ella se solidifique, una vez el agua hierva poner
en su interior la bola de ping pon y observar el
comportamiento, posteriormente introducir el tapón de
caucho y describir su comportamiento, hacer la medición
de ph y calular la densidad a través del principio de
Arquímedes.
PASO NUMERO SEIS:
Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de
precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua
destilada, esta cantidad de agua destilada se debe
agregar el 30% en volumen de sal y poner a congelar y
tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que
ella se solidifique, una vez el agua hierva poner en su
interior la bola de ping pon y observar el comportamiento,
posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su
comportamiento, hacer la medición de ph y calular la
densidad a través del principio de Arquímedes.
PASO NUMERO SIETE:
Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de
precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua
destilada, esta cantidad de agua destilada se debe
agregar el 50% en volumen de sal y poner a congelar y
tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que
ella se solidifique, una vez el agua hierva poner en su
interior la bola de ping pon y observar el comportamiento,
posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su
comportamiento, hacer la medición de ph y calular la
densidad a través del principio de Arquímedes.
PASO NUMERO OCHO:
Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de
precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua
destilada, esta cantidad de agua destilada se debe
agregar el 90% en volumen de sal y poner a congelar y
tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que
ella se solidifique, una vez el agua hierva poner en su
interior la bola de ping pon y observar el comportamiento,
posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su
comportamiento, hacer la medición de ph y calular la
densidad a través del principio de Arquímedes.
RESPONDA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS.
a) ¿Cómo es el comportamiento de las temperaturas
con respecto a su ebullición y congelación?
b) ¿Cuál es la razón de la diferencia en el
comportamiento de las temperaturas al ebullir y
enfriar?
c) ¿Cómo se comporta la densidad en cada uno de
los diferentes ambientes, calor y frio?
d) ¿Qué parámetros influyen en el comportamiento
de la densidad en cada ambiente?
e) ¿Cómo considera usted que influyen estos
parámetros en la adaptación de los organismos
acuáticos?

Comportamiento de las propiedades fiscas del agua de mar

  • 1.
    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA COMPORTAMIENTO DE LAS PROPIEDADES FISICAS DEL AGUA DE MAR. La Composición química del agua del mar La composición química del agua del mar a menudo es descrita a base de fantasías, que a veces parecen trabajos escritos por alquimistas, es decir, los químicos de la Edad Media que, dejándose arrastrar por su imaginación, la describen compuesta por toneladas de metales preciosos. Es cierto que el mar contiene, diseminados en el seno de sus aguas, algunos de esos metales, pero su extracción, a escala industrial y económica, a pesar de los repetidos ensayos hechos en muchos lugares, no es rentable. Sin embargo, si estos metales no son, por el momento, aprovechados por el hombre, la sal que el océano contiene, sabor que pueden apreciar todos los que la prueban, ha sido altamente utilizada a través de la historia, por lo que su valor es infinitamente superior al que podrían tener los metales. El primer componente del mar es el agua, compuesto que tiene cada una de sus moléculas formadas por un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno (H20). En el sistema solar parece ser que solo se encuentra en la Tierra y que en los otros planetas puede estar en forma de cristales de hielo. En nuestro planeta es abundante y se estima que existen 1 370 millones de kilómetros cúbicos de agua, la mayor parte de ella formando el agua del océano, otra parte como agua dulce en los continentes, como hielo o nieve en las montañas y glaciares y como vapor de agua en la atmósfera. Se ha calculado que por cada litro de vapor de agua existen 33 litros de agua dulce, 1 500 litros de agua de los hielos y las nieves y 90 mil litros de agua en los océanos. El agua de los océanos no es pura, sino que contiene en solución una gran variedad de elementos y compuestos químicos llamados sales, en una proporción de 96.5 por ciento de agua y 3.5 por ciento de estos últimos. Las sustancias disueltas en el agua llegan a ella a través de una serie de procesos físicos, químicos y biológicos, encargada de determinar las propiedades químicas del agua oceánica. Una gran cantidad de químicos analistas se ha entregado al estudio de la composición química del agua oceánica, tratando de determinar con exactitud su composición salina. Desde los tiempos del químico Lavoisier hasta nuestros días, los análisis se han sucedido repetidamente. Las primeras determinaciones de las sales disueltas en el agua del mar, hechas con precisión, se deben al oceanógrafo William Dittmar que analizó 77 muestras recolectadas en los océanos Atlántico, Pacífico e Índico en la expedición del Challengeralrededor del mundo que se realizó durante los años 1873 a 1876. En 1884 determinó halógenos, sulfatos, cloruros, carbonatos de sodio, magnesio, calcio y potasio. Y descubrió que estas sales se encontraban en cantidades más o menos constantes, por ejemplo el ión cloruro representa siempre el 56 por ciento de los sólidos totales disueltos en el agua del mar, y el magnesio el 4 por ciento. Estos compuestos se encuentran en cantidades más abundantes, proporcionan al mar sus características especiales de salinidad, desempeñan un papel muy importante en los equilibrios fisicoquímicos y en los fenómenos bioquímicos del medio marino. Las sales disueltas en el océano constituyen casi 50 billones de toneladas y están formadas por 10 elementos principales por encontrarse en mayores proporciones: cloro, sodio, magnesio, azufre, calcio, potasio, bromo, estroncio, boro y flúor. Toneladas milla³ de agua de mar Cloro 89 500 000 Sodio 49 500 000 Magnesio 6 400 000 Azufre 4 200 000 Calcio 1 900 000 Potasio 1 800 000 Bromo 306 000 Estroncio 38 000 Boro 23 000 Flúor 6 100 El cloro y el sodio son los constituyentes fundamentales del agua del mar y se encuentran en forma de cloruro de sodio que se conoce como la sal común. Representa el 80 por ciento de las sales en solución. Esta cantidad y composición del cloro y el sodio en el agua del mar es muy semejante a la de los líquidos orgánicos como la sangre, los líquidos viscerales que forman el medio interno de los animales y que juegan un papel decisivo en la fisiología, es decir, en las funciones de estos seres vivientes.
  • 2.
    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA Después del cloro y el sodio, el magnesio es el elemento más abundante en el agua del mar, se encuentra en una relación constante respecto al cloro. Se combina con otros elementos formando cloruro de magnesio, sulfato de magnesio y bromuro de magnesio y está presente en el esqueleto de algunos organismos marinos. La extracción a escala industrial de estas sales apenas se inicia. El azufre se encuentra en forma de sulfatos, compuestos cuya concentración varía poco, aunque pueden cambiar notablemente sus proporciones en las aguas próximas al litoral debido a la influencia de las aguas fluviales, más ricas en sulfatos que las marinas. En cuencas oceánicas más o menos cerradas, como el Mar Negro, existen bacterias que para respirar no necesitan oxígeno, reducen los sulfatos marinos y los hacen precipitarse al fondo en forma de sulfuros. La cantidad de calcio que contienen las aguas oceánicas es menor que la de los elementos anteriores y su relación con el cloro permanece relativamente constante. Este calcio, combinándose con los carbonatos, constituye la estructura del esqueleto calizo, interior o exterior, de un gran número de organismos, como los foraminíferos, pequeños animales del plancton marino, los corales y las algas marinas que viven en el fondo del mar y que forman el bentos; también se encuentran en los caparazones de los crustáceos y en la concha de los moluscos. Al morir estos organismos sus esqueletos caen al fondo, en donde llegan a formar acumulaciones submarinas de calcio de gran extensión. Figura 1. Conchas de foraminíferos. El calcio en el mar presenta una extraordinaria movilidad determinada por la abundancia y distribución de estos organismos oceánicos, debido a que el calcio concentrado por los seres vivos para formar su esqueleto o su caparazón se disuelve lentamente una vez muertos y de esta manera se mantiene constante la cantidad de calcio en el mar a causa de este comportamiento cíclico. El sexto elemento en abundancia es el potasio, que tiene su relación constante con el cloro. En las zonas litorales la cantidad de potasio puede modificarse al ser asimilado por los vegetales marinos que tapizan el fondo costero. En la cantidad de potasio también intervienen otros factores como: aportes de agua dulce, presencia en el agua del mar de sustancia orgánica en descomposición llamada detritus y formación de compuestos arcillosos. El bromo forma bromuros, aunque su proporción es pequeña al encontrarse 65 g/m³ de agua del mar, se ha logrado extraerlo en cantidades industriales y se utiliza como detonante de los combustibles líquidos. El estroncio es un elemento que se ha encontrado en el agua oceánica pero ha sido poco estudiado, se detecta junto con el calcio por la dificultad técnica para poder separarlo. Puede formar parte del esqueleto de algunos organismos marinos. Los últimos elementos que los oceanógrafos químicos consideran como componentes principales del agua del mar son el boro y el flúor. El boro está en forma de ácido bórico y colabora en el equilibrio de los carbohidratos. El flúor constituye fluoruros conociéndose poco sobre su significado en el mar. Además de estos elementos que se encuentran en mayor proporción y en concentraciones constantes en el agua del mar, existen otros que están disueltos en pequeñas cantidades resultando difícil identificarlos con técnicas sencillas de análisis químicos. Estos elementos llamados por su escasez oligoelementos, alternan entre un nivel máximo de varias partes por un millón a una parte por 10 billones de agua del mar y generalmente se detecta una porción en la estructura de los organismos que habitan el océano. Se calcula que son 79 los oligoelementos que están presentes en el agua océanica, algunos de ellos tienen una concentración relativamente constante pero la mayoría varían por dos razones: al ser utilizados por los seres vivos que posteriormente los regresan al agua y por la actividad geoquímica del mar. La mayoría de estos oligoelementos son asimilados por los organismos vivos acumulándose en su cuerpo, por lo que pueden presentarse en cantidades mayores que las que se encuentran en el agua donde habitan. Por su concentración los oligoelementos se dividen en dos grupos. Unos son los de concentración relativamente constante como hierro, manganeso, cobre, sílice, yodo y fósforo. Otros que tienen concentraciones variables y que se encuentran en cantidades infinitesimales que a veces sólo se sospecha que existan porque no se han aislado propiamente del agua del mar, son el cadmio, titanio, cromo, talio, germanio, antimonio y cloro,
  • 3.
    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA este último único de estos elementos que sí ha podido extraerse del agua del mar. A pesar de ser escaso el hierro en el agua del mar es uno de los elementos indispensables para la vida en el océano. Se encuentra en las aguas litorales procedente de los aportes fluviales de donde lo toman los organismos, como pequeños vegetales hasta los grandes mamíferos que lo utilizan para formar la hemoglobina de su sangre. El hierro abunda en los sedimentos marinos, sobre todo en los lodos de la plataforma continental y del litoral en forma de hierro metálico como carbonato ferroso, sulfato o sulfuro de hierro. Su concentración es de 3.4 microgramos por litro de agua de mar. Su origen puede ser: detrítico, es decir, de partículas minerales arrastradas por los ríos después de ser desgastadas de las rocas; químico, por precipitación de las sales de hierro de los sedimentos, y biológico, por la resultante de la actividad orgánica de los animales y vegetales. El manganeso es más abundante en los vegetales marinos que en el medio líquido y cuya concentración alcanza 0.5 microgramo por litro. También se puede encontrar en los nódulos localizados en los fondos marinos. La concentración de cobre es de 1 microgramo por litro y se incrementa si es mayor el aporte de agua dulce. En los moluscos forma parte de la hemocianina, que es su pigmento sanguíneo. Uno de los oligoelementos más abundantes es el sílice, del que se encuentran 3 gramos disueltos por cada litro de agua. Su concentración varía de acuerdo a las cantidades que utilicen las diatomeas y los dinoflagelados, organismos microscópicos del plancton que forman sus caparazones con este elemento. El yodo es más frecuente en las algas pardas que disuelto en el agua del mar, en la que existen 64 microgramos por litro y se utiliza en su mayor parte en la industria farmacéutica. El fósforo se presenta como fosfatos y es otro elemento indispensable para los seres vivos. Su concentración en el agua es de 88 microgramos por litro. Forma parte de la cubierta de los dinoflagelados y permite que éstos produzcan bioluminiscencia. Otros de estos oligoelementos provienen de la actividad radiactiva y uno de los más interesantes es el radio, que se encuentra en mayor cantidad en las capas profundas del mar; gracias a su presencia los oceanógrafos pueden calcular la edad de los sedimentos. La existencia de este radio en depósitos litorales es un factor de interés terapéutico en el tratamiento de afecciones reumáticas, de ahí el empleo de lodos marinos para tratarlas. Gran cantidad de estos oligoelementos y los compuestos que los forman, combinados con otras sustancias orgánicas más, integran los llamados nutrientes que son indispensables para iniciar las cadenas de alimentación en el océano. El aprovechamiento de los oligoelementos por los organismos cambia según las diferentes especies. Por ejemplo, el hierro puede ser indispensable para el crecimiento de los peces y no de los moluscos. El agua del mar también contiene gases en disolución. Todos los gases atmosféricos se encuentran en el agua del mar, siendo los más abundantes el nitrógeno, el oxígeno y elbióxido de carbono, de los cuales el último se halla principalmente como carbonato y bicarbonato porque reacciona químicamente con el agua marina. Los gases raros también están presentes en pequeñas cantidades como: argón, kryptón, xenón, neón y helio y, en ausencia de oxígeno, suele haber ácido sulfhídrico y probablemente también metano en zonas de agua estancada y con activos procesos fermentativos. Como cada gas tiene su propia solubilidad, la proporción en que están disueltos en el mar no es igual a la que presentan en la atmósfera y se encuentra un promedio de nitrógeno de 64 por ciento, de oxígeno de 34 por ciento y de bióxido de carbono de 1.6 por ciento. Los gases raros representan una proporción de casi el 1.7 por ciento. La distribución de los gases disueltos depende de la temperatura, la salinidad, las corrientes, la difusión, la mezcla y la actividad biológica, variando inversamente en ellas; por ejemplo a mayor temperatura disminuye la concentración de gases. La fotosíntesis de los vegetales marinos y la respiración de los organismos vivos afectan la cantidad de oxígeno y de bióxido de carbono disueltos, cantidad que varía de acuerdo con la abundancia de los animales y los vegetales. El agua superficial del mar mantiene un equilibrio con la atmósfera absorbiendo o perdiendo gases debido a las corrientes del mar que originan la evaporación, el enfriamiento y la congelación, y también a la mezcla provocada por las olas y turbulencias resultado de la acción del viento. La circulación vertical y horizontal profunda del océano se encarga luego de distribuir los gases disueltos en toda su masa. El nitrógeno es el gas que se encuentra en mayor proporción en el mar, pero por su caracter inerte no
  • 4.
    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA interviene en el ciclo biológico de las sustancias nitrogenadas, aunque existen en el mar ciertas bacterias que son capaces de producirlo y otras de fijarlo. La reserva principal en el agua del mar está constituida por los nitratos y en menor cantidad por el amoníaco y los nitritos. Estas 3 combinaciones de nitrógeno son indispensables para que los vegetales marinos puedan sintetizar sus proteínas. La distribución del nitrógeno depende de la temperatura, la salinidad, la circulación de los procesos de mezcla y la difusión que se realiza en las aguas oceánicas. En total se han calculado 15 microgramos por litro. El oxígeno es el gas que más se ha estudiado dada su importancia en los procesos biológicos. Sin embargo, el proceso de absorción del oxígeno por los océanos y su transporte hacia las profundidades, son los problemas que más interesan a los oceanógrafos químicos, que todavía no cuentan con una respuesta satisfactoria para explicarlos. La distribución del oxígeno en el océano depende de la circulación de las masas de agua. En la superficie del agua está en equilibrio con la cantidad que existe en la atmósfera siendo sus valores altos, mientras que en las capas profundas la cantidad de oxígeno depende de la temperatura que estas aguas tienen en el momento en que se hundieron. En las regiones polares el agua fría es rica en oxígeno y cuando avanza hacia las zonas tropicales se hunde perdiendo parte del oxígeno durante el recorrido, pero conservando todavía abundante cantidad. El oxígeno en el océano puede variar de cero a 8.5 centímetros cúbicos por litro. Por debajo de los 2 000 metros la concentración de oxígeno apenas varía, manteniéndose entre 3.4 y 6.6 centímetros cúbicos por litro en el Atlántico y algo menos en el Pacífico. El oxígeno del mar procede en primer lugar del contenido en la atmósfera y en segundo lugar del producido en la actividad fotosintética de los vegetales verdes que viven en las capas superficiales, donde penetra adecuada cantidad de energía luminosa. El agua oceánica representa el principal regulador de la cantidad de bióxido de carbono en la atmósfera, ya que cuando este gas se produce durante la respiración de los organismos o por los procesos de la industria, aumenta su cantidad en el aire y cuando éste hace contacto con el agua de la superficie marina se disuelve transformándose en ácido carbónico. El bióxido de carbono disuelto en el agua del mar, suele encontrarse en la pequeña cantidad de 0.3 centímetros cúbicos por litro como promedio, debido a que tiene gran solubilidad para reaccionar químicamente con el agua del mar formándose en carbonatos y bicarbonatos. Tanto el bióxido de carbono, como los carbonatos y bicarbonatos tienen especial importancia en la vida marina. El bióxido de carbono interviene como elemento fundamental en el proceso de la fotosíntesis, y los carbonatos y bicarbonatos son parte de la mayoría de las estructuras esqueléticas de los seres marinos de naturaleza calcárea, y de ellos toman los organismos marinos los materiales necesarios para formarlas. El bióxido de carbono llega a los océanos principalmente del aire atmosférico, contribuyendo asimismo a producirlo la respiración de los vegetales y los animales marinos. Este gas es consumido por los vegetales verdes durante el proceso de la fotosíntesis. En la superficie donde el agua está en contacto con la atmósfera, el contenido total de bióxido de carbono depende principalmente de la salinidad y de la temperatura tendiendo a mantener una situación de equilibrio entre la cantidad de bióxido de carbono atmosférico y el que se encuentra disuelto en el agua. Sin embargo, en aguas superficiales con temperatura y salinidades altas la cantidad de bióxido de carbono disuelto desciende por la actividad fotosintética, en la cual se consumen grandes cantidades del gas, trayendo como consecuencia una precipitación de los carbonatos. En cambio, en aguas profundas, donde las temperaturas y salinidades son más bajas, las variaciones en el contenido de bióxido de carbono total son más amplias. Entre los 400 y 600 metros de profundidad el contenido alcanza su máxima concentración, como en las aguas profundas del Atlántico que están prácticamente saturadas de carbonatos. En relación con la abundancia de bióxido de carbono en el océano, se tiene que considerar que durante los últimos 100 años el hombre ha utilizado en su industria abundantes combustibles de origen fósil, como petróleo, carbón y gas natural, lo que ha producido aproximadamente 2 000 millones de toneladas de este gas, que se fueron añadiendo a la atmósfera cada año y si todo quedara en ella aumentaría hasta alcanzar 1.6 partes por millón al año, pero como sólo se queda la mitad el aumento ha sido de 0.7 partes por millón. Ello se debe a que la mayor parte del bióxido de carbono penetra en los
  • 5.
    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA océanos, es decir, éstos actúan como un moderador. En el agua del mar existe un equilibrio entre las variaciones de oxígeno y de bióxido de carbono, ocasionado por el consumo del primero durante la respiración de los organismos marinos y su producción en el proceso fotosintético. La zona donde la producción de oxígeno por fotosíntesis excede al consumo respiratorio es la zona fotosintética, y la profundidad donde el consumo y la producción son iguales se llama zona o profundidad de compensación. Esta profundidad varía grandemente de un océano a otro y depende, principalmente, de la transparencia del agua, por lo que la profundidad de compensación será menor en los lugares de mayor densidad de partículas en suspensión, a lo que se denomina turbiedad. La proporción en que se encuentran todos estos gases disueltos en el agua del mar está íntimamente relacionada con la abundancia y distribución de los seres vivos en el océano. A veces, los biólogos y los aficionados a montar acuarios marinos, necesitan fabricar agua de mar artificial, logrando preparar una solución que si no resulta del todo idéntica a la del mar, al menos se aproxima bastante. Esto lo hacen agregando a un litro de agua destilada cloruro de sodio, magnesio, calcio, potasio, estroncio, sulfato de sodio, bicarbonato sódico, bromuro de potasio, fluoruro sódico y ácido bórico en una proporción de 35 gramos por litro. Fórmula del agua del mar* Cloruro de sodio 24 gramos Cloruro de magnesio 5 " Sulfato neutro de sodio 4 " Cloruro de calcio 1.1 " Cloruro de potasio 0.7 " Bicarbonato de sodio 0.2 " Bromuro de sodio 0.096 " Ácido bórico 0.026 " Cloruro de estroncio 0.024 " Fluoruro de sodio 0.003 " Agua destilada 1.000 mililitros " (*Salinidad aproximada 34.5%-pH 7.9-8.3) Los oceanógrafos continúan estudiando la composición química del agua de los océanos, no sólo para entender los interesantes problemas científicos que se plantean en su estudio, sino con el afán de contestarse preguntas como: ¿hay alguna esperanza de que se pueda utilizar la abundancia de elementos químicos disueltos en el agua del mar en beneficio del hombre? Los estudiosos del mar darán algún día la respuesta. Las principales propiedades químicas del agua de mar son la salinidad, la clorinidad y el pH. La salinidad es una de las características que más interesa estudiar al oceanógrafo, sea químico, físico o biólogo. Esta propiedad resulta de la combinación de las diferentes sales que se encuentran disueltas en el agua oceánica, siendo las principales los cloruros, carbonatos y sulfatos. Se puede decir que básicamente el mar es una solución acuosa de sales, característica que le confiere su sabor. De estas sales, el cloruro de sodio, conocido como sal común, destaca por su cantidad, ya que constituye por sí sola el 80 por ciento de las sales. El restante 20 por ciento corresponde a los otros componentes. Conforme los primeros investigadores se dieron cuenta de que las proporciones de algunas de estas sales se mantenían aparentemente constantes en las muestras de agua marina, surgió la necesidad de hacer uniformes y comparables entre sí las distintas medidas de salinidad de los diferentes mares y ello obligó a los oceanógrafos químicos a proponer una definición de la misma: "Salinidad es la cantidad total en gramos de las sustancias sólidas contenidas en un kilogramo de agua del mar." Se representa en partes por mil, y se encuentra en los océanos como salinidad media la de 35 partes por mil, o sea que un kilogramo de agua de mar contiene 35 gramos de sales disueltas. Los primeros científicos que aportaron datos confiables sobre la salinidad del agua fueron Forchhammer, Natterer y Dittmar en la segunda mitad del siglo pasado. Ellos demostraron que los componentes disueltos en el agua del mar permanecen más o menos constantes, encontrándose también que los cloruros representan aproximadamente el 56 por ciento y el magnesio el 4 por ciento. Posteriormente, en 1902, se reunió una Comisión Internacional con el objeto de señalar normas comunes para determinar la salinidad de los mares, para que los investigadores pudieran contar con datos comparables. Esta Comisión acordó definir la salinidad como: "La cantidad de sales por kilogramo de agua marina, en el momento que todas las sustancias químicas llamadas carbonatos se
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    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA convirtieran en óxidos, y el bromo y el yodo fueran reemplazados por cloro, y toda la materia orgánica se encontrara oxidada." La determinación de la salinidad, según esta definición, presenta muchas dificultades, y sería prácticamente imposible realizar los cientos de determinaciones que requiere una campaña oceanográfica. Afortunadamente, un hecho experimental, vino a simplificar el problema al comprobarse a través de miles de análisis efectuados con muestras de agua obtenidas en todas las partes del océano, que la cantidad de las diferentes sales permanece prácticamente constante, lo cual permitió al científico danés Martin Knudsen medir la salinidad en función de la cantidad de cloro que se encuentra en el agua del mar, a lo que se le dio el nombre de clorinidad. La clorinidad se define como: "La cantidad total de gramos de cloro contenida en un kilogramo de agua del mar, admitiendo que el yodo y el bromo han sido sustituidos por el cloro." Esta clorinidad así definida es más sencilla de determinar por análisis químico y permite calcular la salinidad hasta con una precisión de dos centésimas de gramo. La relación entre la clorinidad y la salinidad se ha establecido para los diferentes mares y se han elaborado las tablas correspondientes basadas en las Tablas Hidrográficas de Knudsen que permiten pasar rápidamente de la clorinidad a la salinidad, calculando únicamente la clorinidad y sumándole una cantidad que ha sido determinada por la Comsión Internacional. Existen otros métodos para determinar la salinidad de los mares, que dan valores aproximados apoyados en las propiedades físicas del agua del mar como la densidad, el índice de refracción, la conductividad eléctrica y la temperatura de congelación; cada uno de ellos ofrece sus ventajas y sus inconvenientes. Desde hace algunos años, los científicos de Estados Unidos utilizan el método eléctrico para determinar la salinidad. Se basa en los cambios que sufre la conductividad eléctrica del agua marina en relación a la cantidad de sales disueltas. Cuanto más concentrada esté el agua marina, será mejor conductora. Se ha demostrado que este método es el más confiable. A partir de innumerables mediciones realizadas en diferentes puntos del océano, se ha podido determinar que 35 partes por mil es la salinidad media del agua del mar, con ligeras variaciones de un océano a otro. En los mares del Hemisferio Norte se encuentra menor salinidad que en el sur, debido a que los continentes están más próximos y tienen mayor escurrimiento de agua dulce que los del Sur pero tomando en cuenta el promedio de cada océano se tiene que en el Pacífico es de 34.62 partes por mil, en el Índico 34.76 y, finalmente, en el Atlántico 34.90 partes por mil. La salinidad varía en dirección tanto horizontal como vertical y aun en un mismo punto puede sufrir variaciones en las diferentes estaciones del año. Los factores que hacen cambiar la salinidad son, en primer lugar, la temperatura ya que si es elevada provoca una evaporación intensa y por lo tanto un incremento de salinidad resultante de la concentración de sales; en segundo lugar, los aportes de agua dulce, que por dilución, disminuye la salinidad. Relación temperatura / salinidad Profundidad en metros Temperatura 0° C Salinidad 0 26.44 37.45 50 18.21 36.02 100 13.44 35.34 500 9.46 35.11 1 000 6.17 34.90 1 500 5.25 34.05 De aquí que, por regla general, se presente una mayor salinidad en las zonas tropicales que en las de latitud elevada. Con los datos que se han obtenido al medir las variaciones de salinidad, los oceanógrafos químicos elaboraron la Carta General de Salinidad para los diferentes océanos del planeta, y al unir los puntos de igual salinidad establecieron unas curvas a las que se les llama isohalinas, muy útiles de conocer para la oceanografía y el aprovechamiento de los organismos en la pesca. En el Océano Atlántico, la salinidad más elevada se encuentra en las latitudes tropicales localizadas entre los trópicos de Cáncer y el de Capricornio, alcanzando más de 36 partes por mil, por tratarse de zonas en donde la evaporación ocasionada por el sol es mayor durante todo el año y las lluvias son escasas. En el Ecuador se observa una concentración de sales más elevada, aunque menor a la de las zonas tropicales debido a que, si bien la temperatura se mantiene alta, las lluvias, en cambio, son abundantes. En las latitudes altas del Océano Atlántico, cerca de los polos, la salinidad desciende a 34 partes por mil, porque al encontrarse la temperatura baja, la evaporación es débil y además se presenta la fusión periódica de los glaciares y, por consiguiente, aumenta la cantidad de agua dulce, lo que hace que descienda la concentración salina. Con ligeras variaciones se observa un comportamiento semejante en el Océano Pacífico, y
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    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA sólo se encuentra que su zona tropical es menos salada sin rebasar nunca las 36 partes por mil. En el océano Índico las variaciones también son mínimas. En los mares interiores, como los mediterráneos, los golfos y las zonas costeras, la salinidad es muy variable, siendo en las lagunas costeras y los estuarios donde presentan las variaciones más intensas. En los mares interiores se pueden registrar aumentos considerables, como en el Mar Rojo, donde sus aguas superficiales constituyen las más saladas del mundo, ya que pasan de 40 partes por mil. Asimismo, el Golfo Pérsico tiene su agua superficial con una salinidad superior a 40 partes por mil. El Mar Muerto, situado en los límites entre Palestina y Jordania, es en realidad un lago salado de forma alargada con una superficie de 926 kilómetros cuadrados, encontrándose a 392 metros debajo del nivel del Mediterráneo. Sus aguas son tan densas por su salinidad que un hombre flota en ellas sin esfuerzo. Los ojos arden irritados por la luz que se refleja en la sal y si se trata de beber el agua, es de un sabor intolerable. Al salir del agua, es necesario limpiar el cuerpo con agua fresca para desprender la salmuera que se le adhiere. Muchos objetos así como los detritos fluviales, flotan sobre el agua, en vez de hundirse en su seno. Tan extraordinaria concentración salina se debe al clima cálido y seco, que produce una intensa evaporación. Las sales aportadas por los ríos se han ido concentrando progresivamente y se calcula que la totalidad de las sales actualmente disueltas en este Mar Muerto necesitaron más de 30 mil años para acumularse. Esta masa de agua se halla tan cargada de sales, sobre todo de cloruro de magnesio, que un litro de agua de la zona superficial contiene casi 10 veces más de sales que el agua normal del océano, es decir, tiene 275 gramos de sales. Sin embargo existen otros mares interiores en que la salinidad disminuye, al grado de que sus aguas resultan prácticamente dulces, tal es el caso del Mar Báltico situado entre Suecia, Polonia y la URSS, en donde la salinidad decrece regularmente hasta valores que no rebasan una parte por mil. Variaciones de salinidad MAR SALINIDAD % Golfo de botnia 5.0 Báltico 1-10 Promedio 34-35 Mar de los 38 Sargazos Golfo Pérsico 40 Mar Rojo 225 En la zona costera, en las lagunas litorales y en las áreas donde los ríos se abren hacia el mar formando los esteros, la salinidad se presenta baja descendiendo desde la boca hasta su interior llegando a alcanzar concentraciones de cero partes por mil, sobre todo en aquellos lugares donde se deja de sentir el efecto de las mareas conociéndose sus aguas como salobres. En estas zonas estuarinas la salinidad presenta una variación estacional notable. Generalmente disminuye en la época de lluvias y aumenta en la de sequía, pero en las altas latitudes la variación estacional se invierte siendo en verano cuando se da el mínimo de salinidad, porque los ríos aumentan su caudal a consecuencia del deshielo. Aunque generalmente las aguas estuarinas están más diluidas que las oceánicas, se localizan zonas cálidas en donde la evaporación es muy elevada, presentándose salinidades superiores a la del mar. Casos extremos se pueden encontrar en lagunas costeras con poca profundidad y con escasa comunicación con el mar, como por ejemplo la Laguna Madre en México, que tiene salinidad de 65 partes por mil y el Sivash, en el Mar de Azof, que llega a 132 partes por mil. La salinidad interviene directamente sobre las características fsicoquímicas del agua del mar relacionándose con la temperatura, la densidad y el pH; caracteriza las masas de agua oceánicas e influye en la distribución de los seres vivos, ya que sus estructuras y funcionamiento están íntimamente ligados a las variaciones de la salinidad. Esta propiedad también es importante para la navegación tomándola en cuenta los arquitectos navales para el diseño de sus embarcaciones. Por ejemplo, la baja concentración de sales del Mar Báltico presenta dos consecuencias; como el agua es menos densa, es decir, menos pesada, la flotabilidad de los barcos disminuye de modo sensible, lo cual hace que se cambie el tonelaje de los que van a navegar en él y además esta agua se congela más fácilmente que el agua de mayor salinidad, por lo tanto, los puertos sufren la consecuencia y sólo son utilizables en ciertas épocas del año. Otro de los factores que quieren de un mayor estudio es el pH, es decir, la relación entre la concentración de iones hidrógeno (H + ) y oxhidrilos (OH - ) que le confiere las características de alcalinidad o de acidez a una solución. El agua oceánica es ligeramente alcalina, y el valor de su pH está entre 7.5 y 8.4 y varía en función de la
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    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA temperatura; si ésta aumenta, el pH disminuye y tiende a la acidez; también puede variar en función de la salinidad, de la presión o profundidad y de la actividad vital de los organismos marinos. El valor del pH es un dato de importancia en la oceanografía química desde cualquier punto de vista que se considere, por lo que se ha hecho clásica la técnica de su registro en las naves científicas y en los laboratorios en tierra, a la vez que se toman otros datos de importancia, tales como temperatura, salinidad, oxígeno disuelto etcétera, pudiéndolo medir por métodos colorimétricos casi ya no utilizados en la oceanografía química o por métodos eléctricos al aplicar el potenciómetro, resultando más precisos. Figura 2. Potenciómetro. Las medidas del pH no pueden hacerse con facilidad in situ, sino atendiendo a la presión atmosférica, lo que produce errores, por ser diferentes las presiones parciales del bióxido de carbono en la atmósfera y en las profundidades de que proceden las muestras. Hoy en día, estos errores son calculados por las tablas de corrección. El conocimiento del pH del agua del mar tiene importancia en oceanografía biológica, ya que muchos fenómenos biológicos pueden estar regulados por el mismo; parece ser que incluso puede haber una influencia del pH en las migraciones de diversas especies de animales marinos. Por tal razón es de interés su determinación y valoración. Estas propiedades químicas del agua del mar, al caracterizar masas de agua del océano, permiten seguir su curso y modificaciones a lo largo de miles de kilómetros del mar y así entender el desarrollo de muchas especies marinas, por lo que su conocimiento no sólo tiene un interés científico, sino que presenta una importancia práctica para el aprovechamiento de los recursos vivos del mar. MATERIALES 1. TERMOMETRO -10 A 110 °c 2. BALANZA O GRAMERA 3. BEAQUERS 4. PINZA VARAIBLE 5. SOPORTE UNIVERSAL 6. VARILLA DE VIDRIO 7. AGITADOR 8. TRIANGULO DE SOPORTE O ARO DE SOPORTE 9. MECHERO DE GAS 10. MALLA DE ASBESTO 11. MORTERO 12. PROBETA DE 500 ML 13. VASO DE PRECIPITADO DE 300 ML 14. SAL MARINA 15. PH-METRO 16. FRASCO LAVADOR 17. 1 GALON DE AGUA DESTILADA 18. UN GALON DE AGUA DE LA LLAVE 19. UN TAPON DE CAUCHO 20. UN CORCHO 21. UNA PELOTA DE PING PON ACTIVIDADES 1. Hacer el flujo grama de la guía de laboratorio y presentarlo al finalizar el mismo. 2. PASO NUMERO UNO: Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua destilada, con esta cantidad de agua destilada se debe poner a hervir y tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que ella haga ebullición, una vez el agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y observar el comportamiento, posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la medición de ph y calular la densidad a través del principio de Arquímedes. PASO NUMERO DOS: Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua destilada, con 30% en volumen de sal marina, esta cantidad de agua destilada se debe poner a hervir y tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que ella haga ebullición, una vez el agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y observar el comportamiento, posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la medición de ph y calular la densidad a través del principio de Arquímedes. PASO NUMERO TRES: Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua destilada, con 50% en volumen de sal marina, esta cantidad de agua destilada se debe poner a hervir y tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que ella haga ebullición, una vez el agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y observar el comportamiento, posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la medición de ph y calcular la densidad a través del principio de Arquímedes. PASO NUMERO CUATRO:
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    FUNDACION UNIVERSITARIA DEPOPAYAN FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES PROGRAMA DE ECOLOGIA Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua destilada, con 90% en volumen de sal marina, esta cantidad de agua destilada se debe poner a hervir y tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que ella haga ebullición, una vez el agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y observar el comportamiento, posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la medición de ph y calular la densidad a través del principio de Arquímedes. PASO NUMERO CINCO: Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua destilada, esta cantidad de agua destilada se debe poner a congelar y tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que ella se solidifique, una vez el agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y observar el comportamiento, posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la medición de ph y calular la densidad a través del principio de Arquímedes. PASO NUMERO SEIS: Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua destilada, esta cantidad de agua destilada se debe agregar el 30% en volumen de sal y poner a congelar y tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que ella se solidifique, una vez el agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y observar el comportamiento, posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la medición de ph y calular la densidad a través del principio de Arquímedes. PASO NUMERO SIETE: Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua destilada, esta cantidad de agua destilada se debe agregar el 50% en volumen de sal y poner a congelar y tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que ella se solidifique, una vez el agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y observar el comportamiento, posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la medición de ph y calular la densidad a través del principio de Arquímedes. PASO NUMERO OCHO: Realizar el siguiente diseño experimental, en un vaso de precipitado de 300 ml poner la misma cantidad de agua destilada, esta cantidad de agua destilada se debe agregar el 90% en volumen de sal y poner a congelar y tomar las respectivas curvas de temperatura hasta que ella se solidifique, una vez el agua hierva poner en su interior la bola de ping pon y observar el comportamiento, posteriormente introducir el tapón de caucho y describir su comportamiento, hacer la medición de ph y calular la densidad a través del principio de Arquímedes. RESPONDA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS. a) ¿Cómo es el comportamiento de las temperaturas con respecto a su ebullición y congelación? b) ¿Cuál es la razón de la diferencia en el comportamiento de las temperaturas al ebullir y enfriar? c) ¿Cómo se comporta la densidad en cada uno de los diferentes ambientes, calor y frio? d) ¿Qué parámetros influyen en el comportamiento de la densidad en cada ambiente? e) ¿Cómo considera usted que influyen estos parámetros en la adaptación de los organismos acuáticos?