El documento analiza el concepto de competencia profesional, enfatizando que se basa en el saber práctico, que involucra la capacidad de resolver problemas originales en lugar de simplemente aplicar conocimientos de manera mecánica. Desarrolla la idea de que la competencia profesional se manifiesta en la habilidad de los expertos para diagnosticar y actuar de forma autónoma en sus respectivas áreas, destacando la importancia de una evaluación integral de la competencia que trascienda la simple memorización. Finalmente, se describe que la competencia profesional es integral, ética, aprendida y perfeccionable, y su calidad se mide en función de los resultados obtenidos.