La educación para la salud pretende que las personas conozcan y participen en decisiones sobre su propia salud, adquiriendo responsabilidad sobre ella. Implica la transmisión de mensajes entre emisores y receptores para promover estilos de vida saludables a través de diferentes niveles de intervención. Los programas deben basarse en investigaciones previas y tener en cuenta las características de la audiencia objetivo.