El capítulo 48 de Génesis relata la visita de José a su padre Jacob, quien se encuentra enfermo, y la adopción de sus hijos Manasés y Efraín por parte de Jacob. A pesar de la objeción de José sobre la bendición otorgada, Jacob decide bendecir primero a Efraín, el menor, resaltando la importancia de la herencia y la continuidad del linaje. Finalmente, Jacob anima a José, asegurándole que Dios estará con ellos y que Él los hará volver a la tierra de sus padres.