Japón está implementando un innovador programa educativo llamado 'cambio valiente', que forma a los niños como 'ciudadanos del mundo' y rechaza el patriotismo. Este plan incluye cinco materias esenciales y promueve el aprendizaje de múltiples culturas y idiomas, preparando a los jóvenes para un entorno global. La propuesta contrasta con los enfoques educativos tradicionales y plantea un desafío a las futuras generaciones en otras partes del mundo.