El documento establece criterios de ingreso a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), destacando la necesidad de dichos criterios para una admisión adecuada basada en la gravedad del paciente, sin influencias como la disponibilidad de recursos. Además, se presentan modelos de priorización y escalas de evaluación de gravedad para clasificar a los pacientes, enfatizando la importancia de un enfoque racional y colaborativo entre servicios médicos. Concluye subrayando que el uso adecuado de la terapia intensiva es crucial para la evolución positiva de los pacientes.