La teoría humanista reconoce la diversidad personal y cultural, la libertad de ideas y el rechazo a la violencia y discriminación. Se basa en la filosofía de la antigüedad clásica y surgió en el siglo XVI como una nueva visión del mundo que enfatiza al ser humano. En el siglo XIX, Maslow y Rogers promueven esta teoría como una alternativa al conductismo y psicoanálisis que da importancia a la percepción y conciencia del individuo.