La cultura Machalilla floreció entre el 1800 y 1000 a.C. en la costa de Manabí, Ecuador. Vivían en clanes y tribus que formaban confederaciones. Su economía se basaba en la agricultura, pesca y cría de animales. Otras culturas como Valdivia, Chorrera, Tolita y Bahía se desarrollaron posteriormente en la costa ecuatoriana, destacando por su cerámica, arte, religión y sociedad estratificada.