El metabolismo del glucógeno implica la glicogénesis y glicogenólisis, reguladas por hormonas como insulina, glucagón y epinefrina. La glicogénesis ocurre principalmente en el hígado y el músculo tras las comidas, mientras que la glicogenólisis descompone el glucógeno en respuesta a niveles bajos de glucosa. Este proceso es crucial para el suministro de energía en el organismo y su regulación es delicada para mantener la homeostasis.