La Declaración Universal de Derechos Humanos fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948 para promover la dignidad y los derechos fundamentales de todas las personas. Establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales y tienen derecho a la vida, la libertad, la seguridad, la no discriminación y otros derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Los estados deben promover y proteger estos derechos para todos.