La democracia se originó en la antigua Atenas en el siglo V a.C. y significa "gobierno del pueblo". A través de reformas impulsadas por figuras como Solón, Clístenes y Pericles, se expandió la ciudadanía y se establecieron instituciones donde todos los ciudadanos, independientemente de su riqueza, podían participar en decisiones políticas. Sin embargo, solo una pequeña parte de la población, alrededor del 10%, tenía derechos ciudadanos.