La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel, común en niños, caracterizada por prurito intenso y multifactorial en su origen. Se presenta en varias etapas clínicas que evolucionan con brotes y periodos asintomáticos, afectando diversas áreas del cuerpo. El tratamiento incluye cuidados de la piel, medicamentos tópicos y orales, y la identificación y evitación de factores desencadenantes.