Este documento describe los cuatro pilares fundamentales de la educación en el siglo XXI: (1) privilegiar el desarrollo frente al aprendizaje, (2) abordar al ser humano en su complejidad e integralidad, (3) priorizar el trabajo en competencias básicas, y (4) desarrollar mayor diversidad y flexibilidad curricular. El objetivo es formar individuos más autónomos que favorezcan el interés por conocer y la solidaridad.