Gabriel García Márquez se despide de la vida pública debido a su grave estado de salud, siendo esta carta una conmovedora reflexión sobre la vida y lo que verdaderamente importa. A través de sus palabras, expresa la importancia de amar y valorar los momentos con nuestros seres queridos, sugiriendo que la felicidad radica en las experiencias y conexiones humanas, y no en la búsqueda de la grandeza. La carta invita a vivir plenamente el presente y a expresar nuestros sentimientos antes de que sea demasiado tarde.