El documento argumenta que el mundo tiene una deuda histórica con los afrodescendientes negros de América debido a la esclavitud y la explotación que sufrieron. Aunque varias naciones participaron en el comercio de esclavos, los afrodescendientes nunca han recibido las garantías y condiciones de vida digna que se les debe. Colombia también tiene una deuda con sus comunidades negras y debe implementar medidas de reparación como programas sociales y culturales para sanar los daños materiales y espirituales causados por la esclavitud