Antonio Manuel describe un violento enfrentamiento en Odesa en 1905, donde el pueblo alimenta al ejército hambriento antes de un ataque inesperado. Durante el caos, una madre intenta salvar a su hijo herido, enfrentándose a los soldados, pero la brutalidad se desata con disparos y muertes. La escena culmina con un carricoche que explota tras ser alcanzado, dejando una profunda impresión de crueldad.